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lunes, 5 de septiembre de 2011
05/ 09: PEATONES
Mi intento de puesta al día con el material argentino me lleva a un comic hecho por argentinos, pero para una revista española, e incluso mientras residían en España. Y por supuesto, lleno de localismos e informalismos típicos de la Madre Patria que acá no tienen mayor sentido. Pero bueno, eran los primeros años del milenio, la situación en Argentina estaba jodida como enema de chimichurri, y Alejo Valdearena y Feliciano Zecchín, tras el mini-suceso de culto obtenido con 4 Segundos, decidieron que en España tenían mejores chances de no cagarse de hambre, y para allá enfilaron. Alejo volvió un par de años después y Feliciano todavía está allá.
Lo cierto es que en la mítica El Víbora dieron luz a lo más parecido a una secuela de 4 Segundos que se podría imaginar. Peatones arranca como una serie de protagonismo coral, con personajes que se cruzan unos con otros por la ciudad al estilo Sin City, pero rápidamente decanta hacia las desventuras sentimentales de Beto, el que cree en el amor, y Tony, al que sólo le importa el sexo. Con estos protagonistas, y un elenco de secundarios y de personajes ocasionales que se va armando sobre la marcha, Alejo y Feliciano ponen de nuevo en marcha su maquinaria de irresistible comedia urbana, repleta de losers, cínicos, degenerados y alienados.
Las situaciones son un poquito menos extremas que las de 4 Segundos, es cierto, pero los diálogos están mucho más afilados y el timing sigue a ese insuperable nivel. Los protagonistas de Peatones hablan más que los de 4 Segundos, y por supuesto también “vemos” lo que piensan, tanto en los globos de pensamiento (debe haber más que en cualquier otro comic de este milenio) y en secuencias totalmente limadas, que se sitúan dentro del subconsciente, o en los sueños de Tony y Beto. Como en toda historieta apuntada a jóvenes y adultos, el sexo ocupa un lugar importante, pero acá todo está sugerido. Se habla mucho de coger, y de hecho se coge bastante, pero se muestra poco. En ningún momento parece una historieta erótica ni porno.
Detrás de esos 20 episodios uno más gracioso que el otro, el tomo nos ofrece un puñado de historias cortas realizadas por Alejo y Feliciano también para El Víbora, pero no todas son en joda. Casi siempre se trata de breves historias de amor marcadas por el desencuentro. Mi favorita es la primera, y el resto… no todas me terminan de cerrar.
Las historias cortas sirven, sobre todo, para ver a Feliciano probar otras cosas en materia de dibujo y sobre todo de narrativa. Los 20 episodios de Peatones se ajustan todos a una misma grilla, con páginas divididas en cuatro tiras, de una o dos viñetas (tres, alguna vez). Dentro de esos confines, Feliciano pone todo, en un estilo más suelto, menos definido que el de 4 Segundos, seguramente pensado para dibujar más rápido. Lo cual no le resta ni 15 gramos de encanto a esa ciudad y a esos personajes, todos perfectamente diseñados, con atención a los gestos, la ropa, los accesorios, un lujo. Y en las historias complementarias, vemos a Feliciano zarparse mucho más en el color, trabajar en un registro más expresionista, y probar distintas planificaciones de página, entre ellas clásica grilla de 9 viñetas (la Gran Watchmen) que tantos buenos resultados le diera en 4 Segundos.
Y bueno, lo de siempre… Grossísimo material, gloriosos autores en un nivel muy, muy alto, y la inconmensurable vergüenza que produce pensar que esto no está editado en Argentina y que una ínfima fracción de los fans de Alejo, Feliciano y 4 Segundos saben que esto existe, que está buenísimo y que se puede comprar sin subastar los órganos en e-bay.
Etiquetas:
Alejo G. Valdearena,
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