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martes, 23 de septiembre de 2014

23/09: THE FIFTH BEATLE

Jamás había oído nombrar a Vivek J. Tiwary, pero está claro que el tipo no se anda con chiquitas. Su primer trabajo en el mundo de la historieta es una novela gráfica de casi 130 páginas, editada a todo culo por Dark Horse, con dos dibujantes excelentes, con ventas impactantes y unos cuantos premios ya cosechados. The Fifth Beatle narra seis años en la vida de Brian Epstein, precisamente los seis años entre 1961, cuando escucha por primera vez a los Fab Four en The Cavern, hasta su temprana muerte en 1967. Un personaje crucial en la historia de los Beatles, en un período de tiempo también crucial para la historia de la banda de rock más influyente de todos los tiempos. Con eso, casi que alcanzaba. Y sin embargo, Tiwary va por más, decido desde el principio a hacernos sentir en carne propia la lucha interna entre la ambición, la alegría, la soledad, la tristeza, el desamor y las ganas de ser lo que nunca iba a poder ser de este muchacho entre trágico y mágico. Epstein se revela como un personaje complejo, fascinante, con muchas aristas para investigar, y la investigación, ese “meterse adentro” del personaje es el principal logro del guión de Tiwary.
A través del personaje de Epstein, el guionista nos muestra pequeños chispazos del backstage de los Beatles en su imparable ascenso a la cumbre. Pero no demasiados, quizás uno esperaba un poco más. Hay momentos interesantísimos, de gran rigor documental, que tienen que ver con cómo era ser manager de ídolos del rock en los ´60, o con cómo era ser gay en la Inglaterra de aquellos años. Ahí Tiwary encuentra mucha sustancia, tanto para emocionar como para informar al lector. Aunque, como ya dije, creo que lo que más me atrapó de la historia es la complejidad del personaje, un huracán seguro y decidido para un montón de cosas y un tierno, naïf y hasta pusilánime en otras.
La historia está contada de un modo descomprimido, con muchas páginas resueltas en pocas viñetas de gran tamaño y otras intencionalmente plagadas de cuadritos microscópicos. Por supuesto se podrían eliminar secuencias enteras o comprimir notablemente varias de las secuencias que no se podrían eliminar. Sin embargo, no sentí que el guión estuviera estirado, o que Tiwary estuviera “rellenando” en lugar de ir al grano. El tipo arma un relato en el que todo se hace plausible, verosímil, incluso detalle medio fumancheros como la conversación con Ed Sullivan, o el personaje de Moxie, que por momentos parece creado por Tiwary para que Epstein tenga con quién hablar, hasta que al final… sugiere que puede llegar a ser otra cosa, que prefiero no spoilear.
El hecho de que casi todas las páginas tengan pocas viñetas le hace mucha justicia al trabajo descomunal de Andrew Robinson, un autor conocido básicamente por sus portadas, del cual ahora van a salir unos cuantos a buscar las historietas que hacía en los ´90 (con escaso éxito) primero para Caliber y después para Image. Lo que hace Robinson en esta novela gráfica es monumental, casi digno de lo que hizo Sienkiewicz en la biografía de Jimi Hendrix, por pensar en un trabajo de corte similar, ambientado en el mismo palo y la misma época. La variedad de planos, los juegos con los bordes y los tamaños de las viñetas, las expresiones faciales, el lenguaje corporal, el despliegue del color (siempre al servicio de los climas) y hasta el rotulado (a cargo de Steve Dutro) cumplen a la perfección funciones importantísimas para el fluir del relato, además de mostrarnos a un autor afiladísimo, tanto a la hora de captar pequeños detalles como cuando se juega a limar, a levantar un vuelo plástico realmente magnífico. Pasando la mitad del tomo, a alguien se le ocurrió narrar las peripecias de Brian y los Beatles en Filipinas en una especie de aventura cómica y descontrolada de siete páginas, que el gran Kyle Baker parece haber dibujado en menos de 20 minutos, en un estilo muy crudo, muy cabeza. Efectivo, porque Baker nunca falla, pero a años luz de la sutileza y la belleza que se aprecian en las páginas de Robinson.
Esta apabullante edición de Dark Horse salió en hardcover a míseros u$ 20, así que la recomiendo ciegamente. Ni da para esperar el softco, que seguramente ya salió o estará anunciado. Evidentemente se jugaron a ponerala muy barata para captar a TODO el público interesado y la apuesta salió más que bien. Si te resulta mínimamente atractiva la idea de indagar en la vida, los sueños, las frustraciones y el legado del tipo que llevó a los Beatles a la cima del mundo, no lo dudes: este libro se merece de punta a punta el éxito logrado y se va a recordar siempre como el trabajo que convirtió a Andrew Robinson en un Número Uno indiscutido.