el blog de reseñas de Andrés Accorsi
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domingo, 26 de julio de 2015

26/ 07: LAS AVENTURAS DE MAMPATO Vol.4

Lo de “Vol.4” tomalo con pinzas. Esta no es la cuarta aventura de Mampato, sino la séptima. Lo que pasa es que yo estoy tomando la numeración de esta colección lanzada en 2013 a los kioscos chilenos por el sello Ultimate, en el que no se republica la serie completa en orden cronológico, sino que se seleccionaron 12 álbumes emblemáticos de la serie creada por Eduardo Armstrong y llevada a la fama por Themo Lobos.
Mata-Ki-Te-Rangui, originalmente publicada entre 1971 y 1972, es considerada la mejor aventura de Mampato y es la única que se convirtió en un largometraje animado. Por eso, cuando le comenté a mi amigo chileno Dani Hernández que nunca había leído un comic de Mampato, no dudó un segundo en regalarme este álbum, junto al consejo “Tenís que leer esta weá, po´”. Y eso fue exactamente lo que hice.
Así me enteré que Mampato, con ese nombre tan bizarro, es un nene común y corriente, al que un alienígena le dio un cinturón que le permite desplazarse a voluntad por el tiempo y el espacio. Por supuesto, como haría cualquier chico, Mampato usa el cinturón a escondidas de sus padres para vivir aventuras en épocas y locaciones exóticas, junto a un cavernícola llamado Ogú, del que se hace amigo en uno de sus primeros viajes temporales. Con esta consigna se realizaron 22 aventuras (luego recopiladas en álbumes al estilo franco-belga), entre 1968 y 1977.
Me sorprendieron varias cosas: primero, lo bien logrado que está el equilibrio entre la peripecia y el humor. En ese sentido, Mampato tiene poco que envidiarle a Tintín (y quizás un poquito más a Spirou o a Uncle Scrooge). Segundo, que en ningún momento Lobos oculta la intención de usar la historieta para enseñar, para bajarle a sus lectores un montón de nociones acerca de la historia, la cultura, la lengua y la religión de los nativos de la Isla de Pascua, que es donde está ambientada esta historia. Hay páginas decididamente didácticas, donde incluso el dibujo cambia para parecerse a las ilustraciones de los manuales escolares, en las que lo objetos están claramente copiados de fotos. Son pocas páginas, por suerte, pero es un salto al vacío que no me esperaba.
Y tercero y más asombroso: a diferencia de las típicas aventuras de viajes en el tiempo en las que los protagonistas tratan de no intervenir, de adoptar un rol más de testigos para no cambiar el curso de la historia, acá Mampato y Ogú se involucran a full en los sucesos que aquejan a los nativos de Rapa-Nui. No sólo eso: son los encargados de romper a fondo con el status quo, de agitar, de sacudirlos para que reaccionen, para que se rebelen contra una casta de “sacerdotes” que vive como reyes a costa de la mayoría de los isleños, a los que mantienen hambrientos, ignorantes y cagados de miedo. O sea que Mampato, el nene de clase media de los ´70, asume el rol de un auténtico líder revolucionario. Sin dudas, un riesgo enorme para una historieta infantil, comercial y masiva, aún cuando haya sido concebida y publicada en tiempos del gobierno de Salvador Allende.
En cuanto al dibujo… no vi muchas cosas en el trazo de Themo Lobos que me sorprendieran. Me pareció un dibujante correcto, con más logros en la narrativa que en el dibujo en sí. Tiene un estilo simpático, expresivo, que se adapta muy bien al fluir de este tipo de relatos, que se banca perfectamente las páginas de cuatro tiras, y que se complementa bien con el color, que pareciera ser logrado con una mezcla de tintas, acuarelas y lápices. Pero no me maravilló. No es Carl Barks, ni André Franquin, ni Roba, ni Uderzo. Creo que me gustaba más el trazo de los dibujantes de Barrabases, otra serie de aventuras humorísticas que pegó fuerte en Chile en los ´50 y ´60.
En fin, siempre está bueno descubrir un clásico de la historieta latinoamericana y tratar de entender por qué causó el impacto que causó en su país y en su momento. Y en el caso de Mampato, preguntarnos por qué no tuvo éxito fuera de Chile, ya que por lo menos esta historia tiene nivel como para haberse publicado tranquilamente en cualquier revista infantil del habla hispana.