Mostrando entradas con la etiqueta El Monstruo Color de Rosa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Monstruo Color de Rosa. Mostrar todas las entradas
martes, 15 de marzo de 2011
15/ 03: EL MONSTRUO COLOR DE ROSA
Qué bestia que soy, ma-mita… Hace mil años, cuando me tocó comentar New National Kid, decía que ese libro reunía las primeras historietas cortas de Suehiro Maruo, el Genio Maldito del Manga. Pero no, esos trabajos de fines de los ´80 y principios de los ´90 no son los más viejos. En este libro hay 13 historietas, todas de 1981 y 1982, o sea que la leyenda –por ahora- empieza acá.
Como en New National Kid, vemos a un Maruo primerizo, al que le falta mucho camino por recorrer para alcanzar el nivel de sus obras posteriores. Acá a Maruo no sólo le falta un poquito de cocción para lograr la madurez de su estilo visual, sino que está más acotado, más limitado a la hora de pensar las historias. Se ve claro su inobjetable amor por la atrocidad: la sangre, las mutilaciones, las violaciones, las perversiones, el asco, un vale todo frenético, perturbador y en un punto revulsivo. Pero le falta esa otra pata, la del vuelo poético, la de los climas oníricos, surreales, la pata más bizarra y a la vez más finoli de la Fórmula Maruo. La del Doctor Caligari y la de La Niña de las Camelias son las más elegantes, las que combinan referencias culturales con un atmósfera freak y ominosa. Las dos tienen sus escenitas de garche, pero no son lo más importante. El Joven Z y Belleza Natural son dos historietas claramente porno, pero conservan cierta poesía, hay una ilógica argumental que llama la atención y cautiva casi tanto como el intercambio de fluídos.
El resto, es el festival de sexo e inmundicias más escabroso que vas a leer en tu vida. ¿En Orc Stain había tipos a los que les cortaban el gronch? Acá los gronch vuelan por el aire página por medio, todos penetran a todos con cualquier elemento imaginable (el muñón de un chico al que le mutilaron media pierna, por ejemplo) y los tajos (y la sangre) se llevan buena parte del protagonismo. Dentro de esto, no sé cómo, Maruo se las ingenia para meter buenas historias, coherentes además de truculentas y shockeantes. Las Costumbres del Criado, por ejemplo, ofrece un argumento redondo e impredecible, que sería la envidia de cualquier película porno, donde los conceptos “redondo”, “impredecible” e incuso “argumento” se ven menos que los preservativos.
En este libro está una de las historietas más salvajes de Suehiro Maruo. Me la contaron en forma oral muchos años antes de leerla y me pareció tan increíble que la quiero contar yo también. Una madre no quiere a su bebito recién nacido, por ende lo arroja a un retrete para que muera en las cloacas. Pero el bebé no muere, sino que crece en ese inmundo ecosistema formado por agua podrida, caca y pis. Día a día recibe con alegría los soretes y los meos de la gente que pasa por el retrete y ya adolescente, cada vez que mira hacia arriba y ve un culito que lo excita, sale a la superficie, secuestra a la chica que está haciendo fuerza en el retrete, la hunde en la cloaca y la somete sexualmente entre las heces y la podredumbre. Su última víctima es su madre, una prostituta ya vieja, a la que le chupa una teta entre la mierda, en busca de la leche que no recibió de bebé. Eso existe, posta. Se llama Kawayanosuke el Virgen y son 20 páginas dibujadas como los dioses. Vos sabrás si tenés el estómago y el aguante mental para leer algo así.
Suehiro Maruo, el genio autodidacta que no se parece a ningún otro mangaka, es casi un género en sí mismo. Se lo denomina “ero-guro”, por erótico y grotesco, pero eso no da cuenta de la elegancia y la sofisticación de su dibujo. Si nunca leíste a Maruo (y al igual que pasaba con New National Kid), no te recomiendo empezar por El Monstruo Color de Rosa. Esto es para el que ya está totalmente entregado al perverso juego que propone el autor y ya se banca cualquier cosa. Para empezar, vuelvo a recomendar que arranques con La Sonrisa del Vampiro, o con La Isla Panorama, o con Lunatic Lovers, si lo tuyo son las historias cortas. Y estas historias guardalas para cuando ya hayas emprendido el camino sin retorno hacia las obsecenas profundidades de ese dios de la depravación llamado Suehiro Maruo.
Etiquetas:
El Monstruo Color de Rosa,
manga,
Suehiro Maruo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)