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miércoles, 12 de febrero de 2014

12/ 02: ANTOLOGIA ZOMBI

Siguen sin interesarme los zombies, pero bueno, este librito traía historias cortas de varios autores que me gustan mucho, por eso le entré. Veamos cómo me fue.
La primera historia cuenta un momento (supongo que importante) del pasado de Michonne, una de las protagonistas (creo) de The Walking Dead, serie que jamás leí. Este fue mi primer contacto con TWD y la verdad es que... ni fu ni fa. Son seis paginitas, no hay demasiada sustancia para el análisis, y supongo que si lo que nos muestran Robert Kirkman y Charlie Adlard tiene peso, lo tiene en función de historias que yo nunca leí y probablemente nunca lea.
Me gustó mucho Esqueleto, la historieta de Salvador Sanz, no sólo porque está obscenamente bien dibujada, sino porque crea un personaje nuevo, inmerso en un mundo muy atractivo, con reglas y rasgos propios. Toca tangencialmente el tema de los zombies, porque hay gente que morfa gente, pero no es exactamente una de muertos resucitados.
Otra muy bien dibujada es la de Germán Peralta, uno de los más destacados autores de la Términus. Le falta sacarse de encima algunos tics muy propios de Eduardo Risso (incorporados en los años en que fue asistente del maestro) y ya está, ya tenemos un nuevo dibujante de la San Puta, con todo para triunfar a nivel mundial. Como contraparte, las cuatro páginas que dibuja Renato Guedes no me gustaron ni ahí, parecen sacadas con fritas, para zafar, a años luz de las maravillas que le vimos hacer en los comics de Marvel y DC.
La de Rodolfo Santullo, con apenas siete páginas, ofrece una sóla escena en la que “la trama” se queda en un par de diálogos interesantes, mientras lo que cuenta es muy menor. El dibujo de Guillermo Hansz, sin ser choto, me parece que queda mejor en otro tipo de historias.
A Gonzalo Duarte, en cambio, le alcanzaron cinco páginas para contar una muy buena historia, intensa y jugada. El precio a pagar fue un toque caro: como cada página tiene muchas viñetas y cada viñeta tiene bastante texto, se desluce un poco el dibujo de Juan Manuel Tumburús, un virtuoso al que conviene mucho más mostrar que tapar.
La historia más floja del tomo me pareció la última, la de Ricardo Romero y Pablo Churín. Me gusta cómo están armadas las secuencias, pero ni el guión ni el dibujo me terminaron de cerrar.
Vamos a las joyitas, que también hay. La de Diego Agrimbau es una historieta brillante. En 10 páginas te da cátedra de ironía, ingenio, mala leche y además pela un enfoque totalmente original para el tema de los zombies. Por ahí el contexto de la historia no permite que se luzca demasiado el dibujo del alucinante Agustín Graham Nakamura, un talento especialmente dotado para escenas de machaca, destrucción y persecuciones. Quizás esto sería igual de bueno con dibujos de Fernando Baldó o algún otro de los habituales partenaires de Agrimbau.
Y dejo para el final las dos historias del inmenso (y aún hoy poco reconocido) Mauro Mantella. La más cortita (tres páginas) es apenas una idea ingeniosa, casi un chiste largo y muy gracioso. Lo acompaña en los dibujos Alejandro Aragón, un dibujante que –sin ser malo- no me convenció demasiado. La otra historieta escrita por Mantella, la de 12 páginas, es una auténtica genialidad. Acá hay riesgo, hay experimentación, hay una sensibilidad y una imaginación increíbles, y además una precisión muy notable en la ejecución, que funciona como un mecanismo de relojería. Para eso es fundamental que se ponga las pilas el dibujante y Mantella se sacó el Quini 6 con Facundo Percio, un dibujante de estilo realista muy sólido, bastante conocido en el exterior pero casi sin obra publicada en nuestro país.
El resto del libro se llena con biografías de los autores, bocetos, pin-ups y carátulas que bien podrían no estar para dejarle lugar a otra historieta corta. ¿Y dónde está Luciano Saracino, que fue el creador e impulsor del proyecto? Tuvo mala suerte. Se puso a trabajar con dibujantes que no entregaron en fecha y se quedó afuera de la antología que él mismo ideó. Habrá revancha pronto, porque tengo para leer en las próximas semanas varias obras del talentoso creador de Germán: Ultimas Viñetas.