el blog de reseñas de Andrés Accorsi
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jueves, 30 de diciembre de 2021

ELVISMAN

Bueno, pude terminar ese libro que tenía por la mitad, y no era otra cosa que la reedición de un comic creado en los ´90 por mis amigos cordobeses Diego Cortés y Juan Ferreyra, continuado a principios de este siglo por mi amigo santafesino Leo Sandler y publicado por la misma editorial que publicó ¿Quién quiere ser superhéroe?. Tengo que estar muy en pedo para hablar mal de Elvisman, y ustedes saben (y si no, se los cuento ahora) que soy abstemio. En principio, habría que señalar que la lectura de Elvisman en libro es mil veces más gratificante y atrapante que en los comic books originales, simplemente por el hecho que los seis números que trae el tomo salieron originalmente a lo largo de… más de seis años. O sea que, normalmente, cuando aparecía un número de Elvisman, yo no me acordaba un carajo de lo que había pasado en los anteriores. Y Cortés planteó esta historia como saga, no como una sucesión de episodios autoconclusivos, por lo cual el libro es, sin dudas, el formato ideal para descubrirla o redescubrirla. Por el otro lado, la lectura de Elvisman en libro no pierde, pero seguramente tampoco acentúa, esa sensación de maravilla que nos daba ver cómo mejoraba el dibujo de Juan Ferreyra entre un número y el siguiente. Al principio era un dibujante al que se le notaba la pasta, el potencial, y ya para el tercer o cuarto número era obvio que estábamos en presencia de un dotado para el dibujo académico-realista, que además tenía un gran manejo de la narrativa, de los espacios dentro de la página, etc.. Para cuando Cortés se decidió a continuar Elvisman con Sandler en vez de Ferreyra, los zapatos de Juan ya eran imposibles de llenar y su consagración en Europa y EEUU ya era inminente. Pero, gracias a la astuta decisión de no tratar de copiar los yeites de Ferreyra, Sandler sale muy bien parado del desafío. Todavía no tenía tan definida su identidad gráfica, y aún así se banca con mucho aplomo un guion que no era fácil de dibujar. Y sin dudas lo más asombroso de Elvisman sigue siendo eso, el guion: lo arriba que empieza y cómo aguanta ahí arriba hasta el final del arco. Esto no parece un trabajo de un autor joven que hace sus primeros palotes, ni por casualidad. El equilibrio entre acción e introspección, el manejo de los tiempos, la calidad de los diálogos y bloques de texo, y sobre todo la fuerza de las ideas que despliega Cortés en esta obra tienen mucho más que ver con un profesional consumado que con un pibe joven de incipiente militancia en el underground fanzinero de un país periférico. Ya lo dijo mucha gente antes que yo, y capaz quedo como un tarado repitiéndolo, pero es posta: Elvisman es una historieta adelantada a su época, que tiene mucho más que ver con el Siglo XXI que con 1997, que es el año en el que vio la luz. Otro testimonio (felizmente recuperado) del talento descomunal de un Diego Cortés al que nos sigue costando un montón encontrarle continuadores, y ya ni hablar de reemplazantes. Me pondría a escribir acerca de cómo enfoca Elvisman el tema de los superhéroes, pero tengo miedo de darme mucha manija y escribir una especie de capítulo 14 de ¿Quién quiere ser superhéroe?. Me limito a decir que la mirada de Cortés sobre el crisol de géneros también estaba adelantada a su época. Y que si te animás a adentrarte en obras que aborden esta temática desde lugares… peligrosos, al filo del reglamento, la vas a disfrutar muchísimo. Y ahora sí, nada más por este año. Un año de 59 posteos parece medio miserable, pero la verdad que para mí fue un esfuerzo enorme bancar ese ritmo de publicación mientras laburaba a full en la Comiqueando, en la Comiqueando Digital, en la difusión del libro, en la distribución, y además atendía temas familiares muy delicados. Para 2022 no prometo nada, excepto una pausa forzada por el hecho de que –después de casi 25 años en la misma casa- me estoy mudando y ya un porcentaje enorme de mis comics está en un limbo de cajas, valijas y canastos que no sé si están en esta casa o en la otra. Me imagino que cuando todo esté más tranquilo retomaremos este espacio, el sitio de Comiqueando, el canal de YouTube, la gira de presentación de ¿Quién quiere ser superhéroe? y varios temas más que ahora se están acomodando (no sin dificultad) en el freezer. Que el 2022 les regale 365 días de excelente lectura comiquera.