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domingo, 4 de julio de 2021

¿Qué fue de Enya, la excéntrica diva confinada del «New Age»?


Enya


¿Qué fue de Enya, la excéntrica diva confinada del «New Age»?

La cantante irlandesa vive sola en un gran castillo rodeada de gatos


Eithne Pádraigín Ní Bhraonáin llegó para desestresarnos del frenesí de unos años noventa que parecían fagocitar la cultura a velocidades supersónicas. Puso la banda sonora a los movimientos de espiritualidad vacua que muchos pusieron en práctica para poner en pausa el ritmo de vida occidental, y de paso se hizo de oro gracias a las ventas millonarias de unas melodías celestiales que se convirtieron en himnos de la moda de la meditación, el yoga y las pseudoreligiones telúricas.

lunes, 4 de mayo de 2020

Mujeres encerradas / Enya en un castillo de Irlanda

El tortuoso camino que llevó a la cantante superventas Enya a recluirse en un castillo en Irlanda

MUJERES ENCERRADAS

El tortuoso camino que llevó a la cantante superventas Enya a recluirse en un castillo en Irlanda

'Mujeres recluidas’- capítulo XIII: es una de las artistas más ricas de Reino Unido. Lo ha conseguido sin dar conciertos, sin ofrecer entrevistas y viviendo aislada desde hace dos décadas en un castillo victoriano con una decena de gatos.

 | 29 ABR 2020 23:59

«Llevo aquí quince años y te puedo asegurar que no la he visto nunca. La puerta está siempre cerrada», contaba un vecino en 2001 al diario The Independent. «A Bono y a su mujer siempre se les ve pasear por aquí. A ella nunca. El otro día vi a una mujer en chándal y zapatillas y creo que era ella, pero no lo sé», añadía otro. En los primeros años del siglo XXI, la prensa se preguntaba dónde estaba Enya; la artista llevaba una década en la cresta de la ola y, de repente, había dejado de producir (lanzó el album A day without rain en 2000 y pasaron cinco hasta que se supo de ella, con el siguiente, Amarantine, en 2005). Después se dieron cuenta de que no tenía sentido preguntárselo: Enya haría muchos más parones y desaparecería muchas veces más después de aquello, a encerrarse en un castillo victoriano de altísimos muros de piedra y puertas de acero.