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viernes, 15 de noviembre de 2024

Álvaro Pombo / El vizconde feroz

 


Álvaro Pombo, visto por Sciammarella.

Álvaro Pombo, visto por Sciammarella.


El vizconde feroz

Álvaro Pombo traza con brillante prosa el retrato de una familia burguesa española y su patriarca, un intelectual de gran prestigio en la Transición que llega a su decadencia

José-Carlos Mainer
JOSÉ-CARLOS MAINER
14 ENE 2019 - 05:18 COT


Imagino que Álvaro Pombo sigue escribiendo, como ha hecho siempre, a partir de un texto oral, dictado a un aparato, y que luego corrige una vez transcrito. De ahí deriva el encanto de esta prosa fluyente, a veces caprichosa, que se toma tiempo para contar las cosas, que vuelve sobre sí misma para aderezarse de citas filosóficas o de exordios personales. Pombo disfruta igual con el hallazgo de una expresión castiza clásica o moderna (aquí se usa “postureo” y “viejuno”), o con un latinismo o una frase inglesa, y con tecnicismos de ahora mismo (“desambiguar” y “reconfigurarse”), o con la invención de un neologismo personal (como esas “sensaciones propioceptivas”). De la escritura de Pombo puede decirse lo que el protagonista de Retrato del vizconde en invierno, Horacio de la Granja, observa satisfecho, al releer sus “papeles de superficie” (otra expresión divertida…): “No halló ni una frase —ni una sola— que no resplandeciera brevemente al leerla de corrido”.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Álvaro Pombo gana el premio Cervantes de literatura

Álvaro Pombo gana el premio Cervantes de literatura




RECONOCIMIENTO

El autor cántabro ha logrado el gran galardón de las letras en español por “un mundo literario propio imperecedero e imprescindible que conmueve y conduele”


 Justo Barranco

Madrid, 12 de noviembre de 2012


El escritor cántabro Álvaro Pombo (Santander, 1939), letra j minúscula de la RAE y faro indiscutible del último medio siglo de la literatura española con unas novelas que combinan una narración adictiva cercana a lo oral con una profunda carga filosófica y moral se ha hecho este martes con el Premio Cervantes, el gran premio de las letras en español. Un galardón dotado con 125.000 euros y con el que se ha alzado desbancando a los autores que lideraban la quiniela de este año, que apostaba por escritoras latinoamericanas como Margo Glantz o Gioconda Belli. El jurado, presidido por el anterior premio Cervantes, Luis Mateo Díez, ha concedido el galardón a Pombo “por su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”. 

martes, 1 de agosto de 2023

Álvaro Pombo / Iris Murdoch y el año de mis ochocientos metros

ANOTACIONES IRIS MUDOCH

ANOTACIONES IRIS MUDOCH

LETRAS

Iris Murdoch y el año de mis ochocientos metros

Álvaro Pombo tuvo de joven un flechazo con Iris Murdoch que dura hasta hoy. "La releo estos días con enorme fruición para coger carrerilla y correr 800 metros en menos de dos minutos. Ella me entendería a la perfección"


Álvaro Pombo
8 de julio de 2019

Fue difícil Londres. Me costó un año entero hacerme a Golders Green. En Brent, a un paso de la estación de metro de Brent Station, me alquilaron la buhardilla contigua a Miss Strauss, una judía alemana que golpeaba la pared cuando yo escribía a máquina. Esto era en el caserón de Golda y Silvia Casimir, donde viví los primeros años. Ahí oía la radio, un transistor pequeño. Tenía veintiséis años. Era 1966, el año de la publicación de The Time Of The Angels. Ahí leí, para un curso sobre Iris Murdoch en el City Literary Institute, The Bell. Me pareció la narración más íntimamente relacionada conmigo que había leído nunca. "Michael había digerido y redigerido sus viejas experiencias. Y pensaba que había alcanzado una suficientemente sobria apreciación de sí mismo. Ahora no sentía un excesivo o cegador sentimiento de culpabilidad acerca de sus propensiones. Y había comprobado, a lo largo de mucho tiempo, que podían mantenerse bien, e incluso fácilmente, bajo control. Era lo que era y aún sentía que podría convertirse en sacerdote".

domingo, 31 de marzo de 2019

Jorge Herralde / Cuatro libros singulares



Alejandro Zambra

Jorge Herralde

Cuatro libros singulares

Tanto Alejandro Zambra (1975) como Juan Pablo Villalobos (1973) son ya mucho más que dos jóvenes promesas


28 de septiembre de 2018

En la fiesta ritual de la Feria del Libro de Madrid en 1986, en casa de Miguel y Mari Paz (es decir, Antonio Machado Libros), estábamos sentados Carmen Martín Gaite, Lali y yo con Adelaida García Morales y, si bien recuerdo, Víctor Erice, cuando Carmiña, ya autora de excelentes novelas y magníficas obras de indagación histórica, empezó a hablar con gran entusiasmo de su futuro libro, Usos amorosos de la postguerra española, que me había ofrecido para publicarlo. Yo acogí la noticia con entusiasmo algo impostado: pensé que el tema quedaba ya muy remoto para los más jóvenes y poco interesante para los de la época. Y, claro está, me equivoqué rotundamente: el libro, además de ser excelente, resultó un best seller extraordinario que se convirtió en long seller y ganó el Premio Anagrama de Ensayo y también el Premio de la Crítica.

martes, 3 de marzo de 2015

El legado literario del territorio Lara Bosch-Planeta


José Manuel Lara Bosch.
Foto de 

El legado literario del territorio Lara Bosch-Planeta

Editores y escritores analizan la herencia editorial y empresarial del que fuera presidente de Grupo Planeta


Winston Manrique Sabogal
Madrid, 2 de febrero de 2015

Doce de los principales editores de España reunidos en una misma mesa para elegir la mejor novela del año en español. Rivales y competidores hablando como meros lectores y tratando de dejar los egoísmos a un lado para señalar la obra más destacada. Lo nunca visto. Algo que sólo lo podía hacer él: José Manuel Lara Bosch (1946-2015), fallecido el sábado. Así lo hizo desde 2002 hasta 2009 con la convocatoria del Premio Fundación José Manuel Lara.
Este retrato condensa gran parte de lo que fue este editor, la persona que consolidó a Planeta como el más importante grupo editorial en español. Es la imagen que le viene a la cabeza a Claudio López de la Madrid, director editorial de Penguin Random House en España, cuando se le pregunta por una de las señas del territorio Lara Bosch-Planeta. Una imagen que bordean varios de los editores y escritores que con sus voces levantan esa cartografía y legado.
Sin prejuicios. “Desde que tengo uso de razón, la sensación que Planeta me ha transmitido es la de publicar autores y temas sin prejuicios. Sin subestimar al lector. De Vizcaíno Casas a Vázquez Montalbán o Miguel Delibes. Allí se ha tenido en cuenta que los gustos son diversos. Esa variedad de registros me gusta porque permite desarrollar el gusto del lector a partir de la pluralidad de autores, temas y géneros”, afirma Clara Sánchez, ganadora del Premio Nadal 2010 por Lo que esconde tu nombre, y el Planeta 2013 por El cielo ha vuelto.
Descubridor. “Durante el franquismo allí se dieron a conocer muy buenos escritores. Sin ese grupo varios de ellos no habrían tenido tanta difusión. El respaldo que se les dio no solo los favoreció a ellos, porque de lo contrario no habrían llegado al gran público, sino también a la literatura”, destaca Soledad Puértolas, autora habitual de Anagrama, y ganadora del Planeta 1989 por Queda la noche.
Mecenas. “A muchos autores nos proporcionó desahogo económico con alguno de sus premios, y eso es importante teniendo en cuenta que es una empresa privada. Lara ha contribuido a cosas distintas dentro de la vida libresca nacional. Ha sido definitivo. Tiene luces y sombras, pero haciendo la suma final ha funcionado como un mecenas en un mundo tan complicado para publicar”, señala Álvaro Pombo, habitual autor de Anagrama y ganador del Planeta 2006 por La fortuna de Matilde Turpin, y Nadal 2012 por El temblor del héroe.
Optimismo. “Lara Bosch abrió muchas puertas a los editores pequeños y que son un ejemplo del amor a su oficio: su defensa, por un lado de la aportación de los autores con un permanente respeto de la propiedad intelectual y del justo reconocimiento al creador, defensa que siempre hizo valer ante los diferentes gobiernos; y, por otro, de los lectores, con su sana ambición de llegar cada vez a más lectores y que cada uno de ellos pudiera encontrar en su grupo el libro que podría darle aquello que buscaba. Era destacable su equilibrio, sensatez y optimismo contagiosos, incluso en los momentos de profundas dificultades de nuestro sector, que a tantos nos hizo ver en él uno de los mejores continuadores de la gran saga de editores españoles del siglo XX, capaz, sin duda, de entender las claves del libro en el siglo XXI”, asegura Ofelia Grande, editora de Siruela.
América Latina. “Para un latinoamericano ganar un Premio literario en España es muy importante porque la obra toma una dimensión inesperada, además de poder publicar, ser editada, y ser confrontada a las críticas literarias. Ganar el finalista del Planeta significa un gran reconocimiento, un espaldarazo, y como digo antes, significa la edición en una editorial de gran prestigio, lo que quiere decir que luego será leída por gran cantidad de personas y probablemente estudiada en las universidades. Para un cubano es doblemente importante, porque la censura castrista y la cerrazón de las editoriales en Cuba impiden que un autor sea conocido. El Planeta y los otros Premios de la Casa, como el Fernando Lara de Novela Histórica o el Azorín, son premios que indudablemente ayudan económicamente a los autores”, cuenta Zoé Valdés, finalista del Planeta 1996 por Te di la vida entera y Azorín 2013 por La mujer que llora.
Enseñante. “Editoriales independientes versus grandes grupos. ¿Tiene sentido esta manida repetición? ¿Asienta sus bases en argumentos sólidos? Si escuchamos las voces de los más pequeños cuando retratan a sus lectores, parece que el perfil de estos coincide sólo parcialmente con el de los monopolios gigantes. Obvio es que nuestras y sus estrategias promocionales y comerciales difieren, por planteamientos y posibilidades. Por lo tanto, y aceptando que hay cierta hermandad entre editores independientes, no deberían obsesionarnos otras políticas superiores en tamaño, quizá sí preocuparnos de vez en cuando, un "poquito". La existencia bicéfala de dos conglomerados de sellos es nota del ecosistema del libro. En este sentido, la labor de José Manuel Lara Bosch ha sido la que debía ser con su grupo, Planeta. Y de ella como editor independiente, entre otras cosas, me quedo con la posibilidad de dialogar, aprender y admirar el trabajo de algunos de sus editores como Elena Ramírez en Seix Barral o Juan Cerezo en Tusquets. Su presencia, sus libros, también son el editar de Lara Bosch”, reconoce Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma.
Defensor del libro. “Siempre hizo una defensa de lo que le interesaba al sector, más allá de sus propios intereses. Un ejemplo es el precio fijo del libro. La autoridad que tenía y la entrada con la gente que trataba fueron de gran ayuda para la industria. En eso fue muy generoso. No hay nadie con esa autoridad en el sector. Ahora hay un vacío. Siempre fue capaz de decir lo que pensaba y mantener buenas relaciones con quienes pensaban de otra manera”, advierte Joan Tarrida, de Galaxia Gutenberg.
Gran competidor. “Tener a un competidor en el mercado de la talla de Planeta mejora el desarrollo del sector. Con su liderazgo y profesionalidad se preocupó por las variables que influyen en el mundo del libro. Fue un empresario proactivo”, afirma Nuria Cabutí, consejera delegada del grupo Penguin Random House.


lunes, 3 de septiembre de 2007

Alvaro Pombo presenta 'El héroe de las mansardas', premio Herralde de novela




Alvaro Pombo presenta 'El héroe de las mansardas', premio Herralde de novela


EL PAÍS
Madrid 22 DIC 1983

Con su aspecto de capitán Acab, entrado en peso y algo benevolente, por ello, hacia todo tipo de ballenas, barbado y patriarcal, el autor santanderino no pronunció grandes ni pequeños discursos, y se limitó a expresar su deseo de que todos los periodistas le traten muy bien, "ahora que soy reina por un día".
En el transcurso de un almuerzo informal -un cuscús para celebrar que el héroe de su libro se llama Kus-Kús-, Álvaro Pombo presentó en Madrid su novela El héroe de las mansardas de Mansard, que resultó ganadora del primer Premio Herralde de esta modalidad. Al mismo premio había concurrido con El hijo adopivo que resultó finalista.
Jorge Herralde, de Anagrama, que ha instituido el premio que lleva su nombre, dijo que se congratulaba porque el galardón "ha ido a parar a una de -las mejores novelas que he leído nunca".
El héroe de las mansardas de Mansard es la historia de un niño de la alta burguesía del Norte, una especie de gnomo peligrosamente insertado en el mundo de los adultos, y está escrito en un castellano que combina el lenguaje cotidiano con el lenguaje culto. Además del personaje central, aparecen una serie de personajes; también principales, como una extravagante tía Eugenia; Julián, un criado de pasado equívoco; la abuela Mercedes y su amigaMari Carmen; Manolo, un mozo de La Cubana, excelente semental, de asidua visita a tía Eugenia...
En la novela, en opinión de un miembro del jurado que la galardonó, se entremezclan la ironía y el humor; el lenguaje culto y el cotidiano, especialmente en determinados monólogos hiperrealistas; la elipsis y la redacción periférica. En ellas aparecen temas como el robo, el chantaje, la traición y el ménage a trois.
Álvaro Pombo, nacido en Santander en 1939, es licenciado en Filosofia por la Universidad Complutense de Madrid y es B. A. Philosophy por el Bribed College de Londres, ciudad donde residió durante doce años. Ha publicado tres libros de poemas: Protocolos, Variaciones (premio de poesía El Bardo, 1977) y Hacia una constitución poética del año en curso, así como dos obras de narrativa, Relatos sobre lafalta de substancia y El parecido. El escritor confiesa que le marcaron José L. Aranguren y el existencialismo de Jean Paul Sartre.
* Este articulo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 1983 
EL PAÍS

domingo, 2 de septiembre de 2007

Alvaro Pombo obtiene el Premio Herralde de novela y se proclama también finalista

 



Alvaro Pombo obtiene el Premio Herralde de novela y se proclama también finalista

Un niño de la burguesía del norte es 'El héroe de las mansardas de Mansard'



Juan Cruz
18 de noviembre de 1983


La obra El héroe de las mansardas de Mansard, de Álvaro Pombo, resultó ganadora del I Premio Herralde de novela, fallado ayer en Barcelona. El jurado se mostró satisfecho del nivel de las novelas presentadas y declaró finalistas, con igual mérito, a cuatro obras, entre ellas El hijo adoptivo, de la que es autor el propio Pombo, quien concurría al premio con su nombre y con el seudónimo de José Carrasco. El rapto del santo grial, de Paloma Díaz Más, De cómo fue el exilio de Lázaro Carvajal, de Walter Garib, e Impostura, de Enrique Vila-Matas, fueron las otras novelas finalistas.





El héroe de las mansardas de Mansard es, según un miembro del jurado, una novela en la que se entremezclan la ironía y el humor; el lenguaje culto y el cotidiano, especialmente en determinados monólogos hiperrealistas; la elipsis y la redacción periférica. En ella aparecen temas como el robo, el chantaje, la traición y el menage a trois. Narra la historia de Kus-Kús, un niño de la alta burguesía del norte, durante el tránsito de la infancia a la adolescencia. Además del personaje central, aparecen una serie de personajes, también principales, como una extravagante tía Eugenia; Julián, un criado de pasado equívoco; la abuela Mercedes y su amiga Mari Carmen; Manolo, un mozo de La Cubana, excelente semental, de asidua visita a tía Eugenia...
Pregunta. ¿Qué significa este libro con respecto a los anteriores?.
Respuesta. El héroe de las mansardas de Mansard es de 1982, lo cual quiere decir que hay antes que él tres libros: Relatos sobre la falta de sustancia, El parecido y El rey, y tres detrás: Dispositio pro anima, El hijo adoptivo y Corporis narratio. Pero resulta que lo último, cronológicamente, es, en la génesis narrativa, lo primero entológicamente, así que un libro, que como El héroe... queda en medio se explica, para mí, más bien por lo posterior que por lo anterior. En este sentido, es un buen paso en el camino de mi última novela; una novela filosófica, de la cual las tres últimas son aproximaciones felices.

España como estimulante

P. Para usted, que ha vivido durante años en Londres, ¿vivir en España ha sido un acontecimiento positivo o una disminución?
R. El acontecimiento más positivo de mi vidia son estos. seis años de mi vida en España, después de doce fuera de ella. España es un estimulante químicamente puro. Unas veces sombrío y otras luminoso, pero siempre infalible. Por eso los dos conceptos más sorprendentes para mí, en la actualidad, son el de desencanto y el de crisis. Son conceptos procedentes no, según se dice, de conciencias antes ilusionadas y ahora desilusionadas, antes seguras y ahora inseguras, sino de conciencias ahora, antes y después, aburridas, cosa inexplicable para mí, con el respeto debido a Ciorán. Quien, por supuesto, cuando habla de aburrimiento, no se refiere a un melancólico defecto de poder, sino a un exceso de poder; la acidia, que Ciorán menciona expresamente, y que succionaba la voluntad de los monjes a la hora tercia, era desgana de emprender grandes empresas intelectuales o morales por exceso de vitalidad negativa. Así que nada de disminuciones.
P. Para un escritor tan prolífico y tan intenso, ¿qué significa vivir en un país epidérmico?
R. Supongo que lo de epidérmico será por lo de la piel de toro. Más bien que de toro, la piel de España es de elefante. Auténtica piel de rinoceronte, eso es lo nuestro. Por eso todo nos afecta tan profundamente. Lo que pasa es que en España ocurren las cosas, valga el tópico, como en los fusilamientos de La Moncloa, a manotazos y trallazos semánticos e históricos. Lo accidental apenas nos afecta, porque somos una raza de sensitivos esenciales, como el rinoceronte.
P. No hay influencias visibles en su obra, sin embargo tendrá que haber influencias. ¿Cuáles son?
R. Muchas gracias, por lo de que no hay influencias visibles. Una afirmación así es capaz de curar "la ansiedad de la influencia" a una división acorazada. Yo creo que no es cierto, sin embargo, y que las obras y mundos intelectuales que han influido en mi obra están claramente a la vista. Por ejemplo, Aleixandre en la estructura galopante de los versos largos de Variaciones; y Sartre, en mis relatos cortos y largos. Y la preocupación por el análisis detallado de la acción humana que es propia de Sartre y, por supuesto, de la tradición narrativa anglosajona, Graham Greene, Henry James, Iris Murdoch, etcétera.



PREMIOS HERRALDE DE NOVELA