Mostrando entradas con la etiqueta Elizabeth Bishop. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Elizabeth Bishop. Mostrar todas las entradas

miércoles, 31 de enero de 2024

Juan Forn / El arte de perder

 


Elizabeth Bishop


Juan Forn
EL ARTE DE PERDER
Elizabeth Bishop
y Ezra Pound

Así empezaba el poema: “Esta es la casa de los locos / Este es el hombre que vive en la casa de los locos”. Y no paraba más. Cada estrofa iba agregando un nuevo componente a la escena (“Este es el reloj que marca el tiempo / del hombre trágico y locuaz / que vive en la casa de los locos”), cada estrofa hacía una espiral más ancha y vertiginosa, y abarcaba más y más, y cuando uno llegaba a la última, y el poema se cerraba sobre sí mismo con la misma cantinela engañosamente infantil, engañosamente neutra del principio, entendía perfecto por qué a su autora le había llevado siete años terminar ese poema. 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Borges y los pantalones de Robert Lowell

Robert Lowell


Borges y los pantalones 

de Robert Lowell

Osvaldo Ferrari estaba sentado frente a Borges, como otras veces, en un café tranquilo de Buenos Aires. Conversaban. De pronto, el periodista hace referencia a Nueva Inglaterra y los buenos poetas que ha dado esa región. Cita a Robert Lowell, dos veces premio Pulitzer, que en Life Studies había proclamado «Yo mismo soy el infierno», y no se equivocaba. «Sí, por supuesto, yo lo conocí», afirma Borges, sin demasiadas ganas de afirmar. «¿A Robert Lowell?», pregunta Osvaldo, intrigado. «Sí, cuando estuvo aquí, en Buenos Aires. Caramba, no sé si… quizá sea indiscreto decir que estaba pontificando en una reunión, y vinieron a buscarlo de parte de la embajada de los Estados Unidos, y lo llevaron al manicomio. Cosa muy triste estar así, pontificando, sintiéndose muy seguro, y luego aparecen dos personas, silenciosas pero irresistibles… y se lo llevan. Sí, bueno, pero olvidemos eso. [Años después] Yo estuve con él en Inglaterra, y él había sin duda olvidado ese episodio, y yo también lo olvidé. Por lo menos mientras estuvimos juntos».

sábado, 6 de enero de 2018

John Ashbery / Elogio de la poesía que no se entiende

John Ashbery

Elogio de la poesía que no se entiende

Un solo verso puede quedar latente en la memoria hasta que un día enciende su significado. Y hay poemas aparentemente oscuros que son en realidad muy sencillos


ANDREU JAUME
12 SEP 2017 - 05:16 COT





Los poetas estadounidenses Elizabeth Bishop y John Ashbery. 
Los poetas estadounidenses Elizabeth Bishop y John Ashbery.  BETTMANN ARCHIVE

La muerte de John Ashbery (1927-2017) nos invita a pensar en la tradición poética en la que se cimentó su prestigio y de la que ha sido el último superviviente. Es verdad que su obra es compleja, aunque no siempre sea oscura. Quizá haya ahí un malentendido que no sólo le afecta a él y que tiene que ver con la habilidad para leer poesía.


Como decía Eliot, toda gran poesía comunica antes de ser entendida. Pero no se refería tan sólo a la poesía que comúnmente se define como difícil, sino también a muchos poemas aparentemente sencillos que en la vida de uno tardan mucho tiempo en desplegar todo su sentido. Un solo verso —por ejemplo, este de Antonio Machado: “Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería”— puede quedar latente en la memoria hasta que un día enciende la seriedad de su significado. El propio Ashbery comentó que había un verso de Elizabeth Bishop cuyo enigma siempre le acompañó: “and looked and looked our infant sight away” [“y mirábamos y mirábamos la mirada perdida de nuestra criatura”]. Del otro lado, hay poesía aparentemente oscura que es en realidad muy sencilla o incluso idiota. Muchos de los admirables artefactos verbales de Mallarmé, sin ir más lejos, esconden acertijos pueriles.