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Jo Nesbo Foto de Alexander Widding |
Jo Nesbo: "Mi trabajo es contar cuentos de hadas para adultos"
La vuelta de Hole a la investigación se produce cuando hay una muerte en Oslo causado por un asesino en serie
Barcelona (EFE).
25 de enero de 2017
El escritor noruego Jo Nesbo, que acaba de publicar la entrega número 11 de su serie del detective Harry Hole, "La sed", ha asegurado que su trabajo es "contar cuentos de hadas para adultos".
Nesbo, que participa esta semana en Barcelona en el festival de literatura Kosmopolis, ha admitido que, "aunque en la novela negra tradicional hay una búsqueda de cierto orden, pues se intentan resolver los crímenes para restaurar la armonía y, si no se consigue, el mundo es un caos, hoy cualquier género literario trata de describir una imagen en la que las cosas tienen sentido, porque eso es lo que busca la gente".
En realidad, añade Nesbo, "la vida real ya es bastante caótica y por eso trata de acercarse a la literatura. No es casual que tengamos tendencia a ver la vida como una obra literaria".
Como seguidor del Barça, Nesbo ha confesado que se sintió feliz por la victoria 6-1 contra el Paris Saint Germain, pero, al ver el penalti inexistente sobre Luis Suárez, sintió que "no se puede felicitar a Suárez porque hizo trampa, y algo similar pasa con Harry Hole, que cada vez se parece más a sus asesinos".
De hecho, "los asesinos en serie siempre buscan perpetrar un segundo crimen porque no están satisfechos con el primero, y esa sed tiene mucho que ver con Harry Hole, cuyo trabajo es coger al asesino, pero, cuando lo atrapa, quiere más, y eso le empuja a buscar a otro asesino".
En "La sed" (Roja & Negra/Proa), el lector se encuentra con un Harry Hole felizmente casado, que sigue dando clases en la Academia de Policía de Oslo y con un precario equilibrio emocional, siempre amenazado por la tentación del alcohol y su lado oscuro que se manifiesta en pesadillas recurrentes, pero un macabro crimen será el detonante de su vuelta a la investigación.
En este caso, ha dicho Nesbo, el punto de partida fue un concepto, "el síndrome de Renfield, también conocido como vampirismo clínico, que se refiere a la necesidad sexual o física de ver sangre, que puede ser de origen animal, la propia sangre o la de la pareja, aunque en algunos casos pueda llevar a asesinar a otra persona".
En la investigación previa, Nesbo se topó con ilustres casos de este síndrome como Peter Kürten, el vampiro de Düsseldorf, y fue entonces cuando pensó que "era un gran tema para una novela de Harry Hole".
A lo largo de la serie de Harry Hole, el protagonista siempre queda "herido" y así se mantiene hasta el siguiente libro.
Aunque en "La sed" el detective está feliz, su problema, según el autor, es que "no tiene talento para ser feliz y cada día se levanta pensando en que sucederá algo, piensa que camina sobre aguas pantanosas, como si estuviera caminando sobre una fina capa de hielo que acabará rompiéndose".
La vuelta de Hole a la investigación se produce cuando hay una muerte en Oslo causado por un asesino en serie, que se sospecha que es un caso de vampirismo clínico, y al mismo tiempo Harry está atormentado porque es un caso que se le escapó. "Harry también quiere calmar su propia sed, y la investigación lo convierte en otra persona, en un cazador de asesinos", responde Nesbo.
Nesbo ha sido invitado a Kosmopolis por su participación en la serie televisiva noruega "Occupied", que aborda la cuestión del cambio climático y plantea una ocupación rusa de Noruega para que el país nórdico mantenga la explotación petrolífera.
"Yo crecí en una familia en la que mi padre se sumó a los alemanes para luchar contra Stalin y la familia de mi madre, que era una niña en la II Guerra Mundial, estuvo en la resistencia contra los nazis; por tanto crecí en una familia marcada por la guerra y quería trasladar a la serie esa idea de la elección de la gente ante un hecho así", ha apuntado Nesbo.
El escritor escogió Rusia porque es la nación más fuerte que tiene frontera con Noruega, y su intención era "plantear qué haría nuestra generación si tuviera que optar por una u otra opción".
El trasfondo, según ha dicho, es que "quizá vivimos en una ocupación blanda, en la que la gente se puede mover o ir de compras a Barcelona, pero no tiene ni independencia, ni democracia ni soberanía". EFE
TRT