Ilustración de Fernando Vicente |
Rudyard Kipling
El hombre que pudo ser rey
(“The Man Who Would Be King”)
Hermano de un príncipe y compañero de un mendigo ha de ser para ser digno.
Kipling / La puerta de los cien pesares
Establece textualmente la ley una justa norma de vida que no resulta fácil de cumplir. En más de una ocasión he compartido con un mendigo circunstancias que a los dos nos impedían concluir si el otro era digno. Aún me queda por ser hermano de un príncipe, aunque hubo un momento en el que estuve cerca de alcanzar este parentesco con un hombre que bien pudiera haber sido un auténtico rey y que me prometió la posesión de un reino, con su ejército, sus tribunales de justicia, sus impuestos y su gobierno al completo. Mucho me temo hoy que mi rey haya muerto, y si deseo una corona habré de procurármela yo mismo.