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sábado, 20 de noviembre de 2021

Linn Ullmann recompone su infancia en ‘Los inquietos’, libro que planeó con su padre, Ingmar Bergman

Linn Ullmann

Linn Ullmann recompone su infancia en ‘Los inquietos’, libro que planeó con su padre, Ingmar Bergman

La autora noruega, la única hija del matrimonio entre el genio del cine y la actriz y directora Liv Ullman, explica: “La escritura y la confesión son dos cosas distintas”


ANDREA AGUILAR

Oslo, 19 de noviembre de 2021


En la sede de su editorial en Oslo, un equipo del principal canal noruego graba un reportaje sobre la reconocida escritora con motivo de la aparición de su esperado nuevo libro, una suerte de continuación de las memorias que publicó hace seis años y que acabó por asentar su prestigio internacional, más allá del mundo escandinavo y anglosajón. Esbelta e inquieta ella saluda con una amplia sonrisa y cierto nerviosismo, vestida de negro y con un moño alto. Y es que en contra de lo que cabría suponer, a Linn Ullmann (Oslo, 55 años), hija del director sueco Ingmar Bergman y de la actriz Liv Ullmann, le incomodan las cámaras. Esa podría ser la primera suposición errada sobre ella, la hija pequeña del reverenciado maestro de cine y la arrebatadora intérprete, la única que tuvieron juntos y la descendiente número nueve para Bergman. Pero en las páginas de Los inquietos (publicado en castellano por Gatopardo, y en diciembre en catalán por Les Hores) van cayendo las presunciones página a página y se va revelando una brillante y singular narradora.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Linn Ullmann / Cannes 2011

 


Linn Ullmann
FESTIVAL DE CANNES 2011

Robert De NiroUma ThurmanJude LawOlivier AssayasMartina GusmanNansun ShiLinn Ullmann



Linn Ullmann

Linn Ullmann / El camino 7

 




Linn Ullmann
EL CAMINO
 
7


    La primera vez que Erika la vio fue en el verano de 1977. Estaba tumbada en la roca que más se adentraba en el mar, con sus largas piernas bronceadas saliendo de la parte de abajo de un biquini de lunares.
    Erika supo enseguida que era la tal Marion.
    Se quedó mirándola. Dejó caer el cartón de tabaco ruso que había encontrado en la playa, y se quedó mirándola.

Linn Ullmann / El camino 6

 



Linn Ullmann
EL CAMINO
 

6

    Erika echó gasolina y compró dos chocolatinas, una para ella y otra para el chico del asiento de atrás. Pensó en comprar otra chocolatina para su pasajera embarazada, pero no lo hizo. Salió de la tienda de la gasolinera y corrió hacia el coche, luego dio media vuelta y volvió corriendo a la tienda. Compró naranjas. Cuando estaba embarazada le gustaban las naranjas. Ya no faltaba mucho para Sunne. Se sentó tras el volante, giró la llave del contacto y puso en marcha el motor. La mujer que iba a su lado miraba al frente. No se había quitado el abrigo ni se había aflojado el cinturón. El cielo estaba oscuro.

Linn Ullmann / El camino 5

 



Linn Ullmann
EL CAMINO
 
5

    En una parada en las afueras de Fagerås había una mujer esperando el autobús. A su lado había un chico de unos catorce años. La mujer y el chico estaban completamente inmóviles bajo la lluvia que caía a cántaros; nevaba y llovía, a la vez. La parada consistía en un poste con los horarios pegados y un cobertizo podrido donde ya no se podía sentar nadie, con el tejadillo a punto de derrumbarse. La mujer llevaba un abrigo rojo de cuadros con cinturón y botas negras de tacón. Tenía el cabello negro y recogido, y sujetaba un paraguas negro con la mano derecha. El chico estaba algo alejado, se había mojado, llevaba puesta una gorra de visera y ropa ligera: una sudadera con capucha y un ancho pantalón vaquero. Entre los dos había una maleta negra y una bolsa de nailon amarillo con el emblema de un club de fútbol sueco. La mujer y el chico miraban en la misma dirección, hacia la izquierda, como si sus miradas fueran capaces de hacer aparecer el autobús en la autovía.

Linn Ullmann / El camino 4

 



Linn Ullmann
EL CAMINO
 
4

    Erika cruzó la frontera entre Noruega y Suecia. Nadie la hizo pararse, bajar del coche y explicar qué la llevaba a Suecia.
    —Nunca lo hacen —le había dicho Laura por teléfono.
    Eran las cinco y Erika había decidido descansar un poco y comer albóndigas suecas con puré de patatas. Se dijo en voz alta:
    —Voy a parar y a comer albóndigas con puré de patatas. Y mermelada de arándanos.

Linn Ullmann / El camino 3

 


Linn Ullmann
EL CAMINO
 
3


    La maleta estaba en el maletero y Erika al volante. Hasta ese momento no había cometido un solo error en la conducción. Estaba anocheciendo. Eran casi las cuatro y ya empezaba a anochecer. La nieve caía con más intensidad. Quería llegar a Örebro, había reservado una habitación en el Gran Hotel, donde, según Laura, debía alojarse porque era un hotel muy bonito, así no tendría que parar en Karlstad, y al día siguiente le quedaría menos distancia por recorrer. Erika dijo en voz alta:
    —Conduzco despacio. Me acuerdo de que tengo que mirar por el retrovisor cada cinco segundos. Soy yo quien decide en el coche. Voy a Örebro.

Linn Ullmann / El camino 2


 


Linn Ullmann
EL CAMINO
 
2

    Todos los veranos entre 1972 y 1979 Erika viajaba sola en un avión desde Oslo a Estocolmo, y en otro más pequeño hasta ese puerto del mar Báltico que era la penúltima etapa del viaje. Llevaba una gran carpeta de plástico azul colgada del cuello que contenía los billetes de avión, el pasaporte y un formulario que había rellenado su madre: quién la acompañaba a Oslo, quién la recogía en el puerto, cómo se llamaba, qué edad tenía, etcétera.

Linn Ullmann / El camino 1

 


Linn Ullmann
EL CAMINO

1


    En el invierno de 2005 Erika fue a visitar a su padre, Isak Lövenstad. El viaje requería tiempo, y se hizo más largo de lo que pensaba, y aunque sintió la tentación de dar media vuelta y regresar a Oslo, prosiguió su camino, tal y como había planeado. El teléfono móvil estaba a su lado en el asiento, podía llamar a su padre en cualquier momento y decirle que suspendía el viaje. Que no iba. Que tendrían que dejarlo para otra ocasión. Le diría que era a causa del tiempo, de la nieve que no dejaba de caer. Los dos experimentarían un gran alivio.

‘Los inquietos’ / La inmensa novela de Linn Ullmann sobre su padre

 



‘Los inquietos’: la inmensa novela de Linn Ullmann sobre su padre, Bergman


‘Los inquietos’, la última novela de Linn Ullmann (Oslo, 1966), es un prodigio emocional y narrativo de principio a fin. Un vasto diario escrito con una prosa elegante, contundente, sin afectación, sin miedo a la memoria, ni a la vida, ni a la muerte, ni a la verdad, sobre su padre, el genial cineasta Ingmar Bergman, y su madre, la actriz Liv Ullmann. ‘Los inquietos’ es el trabajo de una escritora que hace juegos malabares con los recuerdos, con el dolor, con el abandono, para construir un libro que hable del padre.

Linn Ullmann e i segreti di casa Bergman


Sonia Fides
9 de noviembre de 2021

La vida de la hija, la vida del padre, la de la madre, la muerte del padre, la supervivencia de la madre, la memoria, los nidos ocultos, los nudos por deshacer. La belleza de la contradicción como inmutable biografía:

“Estamos dolorosamente conectados”. A ella le parece que suena bien. Y que es un poco incómodo. Y confuso y cierto. Y tal vez algo cursi”.

Linn Ullmann / Hija de un amor grande y revolucionario

 

Linn Ullmann


Linn Ullmann, hija de un amor grande y revolucionario

Hay solo una posibilidad entre millones de que tu padre sea el mejor director de cine y teatro suecos de todos los tiempos; y menos aún de que tu madre sea esa actriz noruega de belleza magnética e icono de nuevas generaciones


Elvira Lindo

13 de noviembre de 2021


Hay solo una posibilidad entre miles de millones de que tu padre sea el mejor director de cine y teatro suecos de todos los tiempos; pero las posibilidades aún se estrechan más si se da la circunstancia de que tu madre sea esa actriz noruega de belleza magnética, candorosa, perturbadora, tan icónica su piel luminosa que hoy sirve de inspiración para actrices como Jessica Chastain, que desnudan su alma cuando un director acerca peligrosamente la cámara. Esa asombrosa casualidad es la que ha marcado a fuego la vida de la escritora Linn Ullmann, hija de Ingmar Bergman y Liv Ullmann. Decía Cary Grant en Sospecha de Hitchcock que el secreto de éxito es empezar desde arriba. Esta ironía responde a una gran verdad si a los herederos les toca en suerte una fortuna, pero la profecía suele quebrarse cuando los hijos nacen en un hogar de artistas. Hay excepciones y Linn Ullman confirma la regla: su escritura es la de una narradora sólida enfrentada al prejuicio de que pensemos que Los inquietos, una novela sobre sus padres, es uno más de entre tantos volúmenes que publican tarde o temprano los hijos de grandes artistas.

sábado, 4 de enero de 2003

Linn Ullmann / El adiós de Stella / Pequeñas soledades

Linn Ullmann


Pequeñas soledades

  • Linn Ullmann

Linn Ullmann pinta en su segunda novela un fresco de voces solitarias que funcionan como piezas de un rompecabezas con el fin de reconstruir la muerte de una mujer.
Un abrazo, parece un abrazo visto desde la calle. Un hombre y una mujer juntos en el tejado. También puede ser que el hombre se acerque para intentar desanudar la mano de ella. Quizá la mujer insiste inquieta en permanecer asida a él. Tal vez no resbale sino que la empujan. Él la empuja. Hay testigos. Todos miran, pero nadie sabe con certeza qué sucede allá arriba. Stella cae desde lo alto. Martin sigue en el tejado. Stella muere.
Éste podría ser el enigma, el asunto que se plantea en El adiós de Stella: desentrañar el misterio. ¿Un accidente o un asesinato? Pero no es esto. O no es sólo esto lo que revelan las páginas de la segunda novela de Linn Ullmann (Oslo, 1966). La narración desarrolla un fresco de voces que funcionan como piezas de rompecabezas con el fin de reconstruir un suceso. Tal vez suicidio, accidente o asesinato. Sin embargo, las voces cuentan otras historias y, sin alejarse de la trágica visión de una mujer rota sobre el asfalto, se desenvuelven firmes para medir la profundidad del abismo. El hoyo inmenso en el que se van enterrando los afectos familiares. Los monólogos de la novela sugieren la imposibilidad de la comunicación. La conversación es opaca, palabras solas que no se escuchan porque nadie las recibe, porque uno sólo habla para sí mismo. Sordos todos. Cobardes, también.

EL ADIÓS DE STELLA

Linn Ullmann Traducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo Lumen. Barcelona, 2002 288 páginas. 18 euros
Linn Ullmann, hija del director de cine Ingmar Bergman y de la actriz Liv Ullmann, autora de Antes de que te duermas, una primera novela que gozó de un éxito más que mediano de público y crítica, resuelve con certero pulso la tensión narrativa de una historia contada con sencillez. El lector siente curiosidad por ese salto y asiste con interés a esta sobria y en buena medida inquietante novela, cuya acción, a través del monólogo diverso de los personajes, es un catálogo de soledades. Sorprendido el que lee con algún elemento extravagante (hay un fontanero que no habla, instalado en la casa familiar desde el día que se le llamó para arreglar una avería propia del oficio, y ahí sigue) y siempre con un desasosiego permanente, como ese momento de la familia protagonista, en plena calle y en pijama, observando otros saltos: los de dos niñas en una cama elástica. De acuerdo, hablan los personajes sobre el suceso. Planean por el antes y el después, pero lo que importa son las vías propias por las que transcurre su rutina. Persiste en el hilo narrativo de Ullmann un susurro constante, una clarividente fotografía sonora de la soledad. Se reconstruyen así unas vidas cruzadas desposeídas de apuntes felices.
La letra de Ullmann remite a esa caída protagonizada por Stella y a la que se va una y otra vez. Y el lector se convierte en testigo mudo de una tremenda desolación: la locura pequeña y cotidiana de unos personajes que permanecen quietos al lado de quien les hiere.


lunes, 21 de octubre de 2002

Linn Ullmann asegura que el cine ha marcado su escritura

 

Linn Ullmann


Linn Ullmann asegura que el cine ha marcado su escritura


Amelia Castilla
Madrid, 21 de octubre de 2002

Linn Ullmann (Oslo, 1966) creció con el cine en casa. La escritora se crió con su abuela y con su madre, la actriz y directora Liv Ullmann. Ambas fueron madres solteras y mujeres independientes y creativas, en una época en la que no era nada fácil, ni siquiera para las mujeres nórdicas. Ellas la hicieron fuerte. De su padre, el director Ingmar Bergman, aprendió a prestar una atención especial a la luz. 'Es algo natural a mi persona y en cierto modo ha marcado mi manera de escribir. Sé cómo tengo que iluminar cada escena', aseguró la autora, que estuvo esta semana en Madrid para presentar su segunda novela, El adiós de Stella (Lumen), en la que insiste en diseccionar la incomunicación familiar.


La primera novela de esta periodista y crítica literaria, Antes de que te duermas, narraba la historia de una estrafalaria familia de Oslo y fue bien acogida por la crítica y por el público. 'He tratado de olvidar el éxito y concentrarme en mi trabajo', contó la autora, que se tomó casi dos años para redactar El adiós de Stella, una novela que se inicia con una caída mortal desde un tejado. El suceso ha sido presenciado por algunos testigos que han visto cómo una pareja forcejea y que no pueden certificar si fue un homicidio o un accidente. 'La caída dura dos segundos, pero he pretendido que ese salto se mantenga durante toda la novela', aclara la autora. El desafío, según Ullmann, era reconstruir el retrato de una mujer y contar su vida a través de los personajes que la conocieron y que influyeron en ella.


Hadas y títeres

El adiós de Stella puede leerse como un thriller, aunque no siga las pautas del género. 'En cierto modo es un guiño a las novelas policiacas, pero también puede verse como un homenaje a los cuentos de hadas, a los títeres y al teatro. Es como un caleidoscopio sobre la vida y la muerte'.

Linn Ullmann tiene un fuerte parecido físico con su madre. Lleva el pelo rubio bastante corto y luce vaqueros con botas negras y camisa estampada. La escritora ha aparcado casi por completo su carrera periodística, a la que se dedicó durante años, para dedicarse a la literatura, pese a que todavía mantiene una columna en un periódico noruego sobre temas relacionados con la política y la cultura. 'No he vuelto a hacer crítica literaria', cuenta. 'Me siento incómoda juzgando el trabajo de los demás, sobre todo ahora que publico. Siempre he respetado la gran literatura, clásica o moderna, pero no tengo paciencia para leer libros que no me gustan, y eso, para un crítico es obligado', añade la autora, que ya puede permitirse el lujo de vivir de la literatura.


La próxima semana está previsto que se publique en Noruega una nueva novela de Ullmann.


EL PAÍS



viernes, 24 de noviembre de 2000

Linn Ullmann / No es sólo hija de famosos



Linn Ullmann

NO ES SÓLO HIJA DE FAMOSOS


RICARDO MORENO
Estocolmo. - 

Linn Ullmann, hija de dos famosos, la actriz noruega Liv Ullmann y el director de cine Ingmar Bergman, se ha estrenado en el mundo de las letras con una novela cuyo título en español será aproximadamente Antes de que te duermas y que ha sido bien recibida por la crítica. Linn, que tiene 32 años, hace ya varios que decidió echarse a andar por su propio pie y dejar de ser conocida -hasta donde esto es posible- como "la hija de Liv e Igmar". Desde hace diez años trabaja en la sección cultural del diario de Oslo Dagbladet y es conocida como tal. Ocasionalmente ha aparecido en algún festival de cine europeo a recoger algún premio otorgado a su padre que como se sabe es renuente a abandonar la soledad de su refugio en la isla de Farö, para subir a los escenarios. Para ser debutante no le ha ido mal a Linn. Los críticos, si bien no deslumbrados por su talento literario, elogian la mezcla de realismo y fantasía con que ha elaborado su novela y le auguran la aceptación de un público muy amplio. Más prometedor es el éxito económico ya que editoriales de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y España han adquirido los derechos de la novela. En España se publicará en castellano y en catalán.


EL PAÍS