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viernes, 16 de marzo de 2018

Mario Vargas Llosa advirtió acerca del riesgo de Colombia si Petro llega a ser Presidente



Mario Vargas Llosa
Poster de T.A.

Mario Vargas Llosa advirtió acerca del riesgo de Colombia si Petro llega a ser Presidente

16 de marzo de 2018


Durante un debate sobre Venezuela y las democracias latinoamericanas que se realizó en la Casa de América en Madrid, España, el escritor hispano-peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa alertó sobre el riesgo  de que Gustavo Petro llegue a ser presidente de Colombia.
El escritor calificó al aspirante presidencial como un peligroso demagogo “Petro quiere avanzar hacia el colectivismo y al estatismo, es una vía arriesgada”, señaló el escritor quien, no obstante, mostró su confianza en una victoria del candidato uribista Iván Duque.
En el debate, el secretario general de la Organización de Estados Americanos(OEA), Luis Almagro, sugirió la opción de las sanciones contra dirigentes de Venezuela como una de las vías para acabar con lo que denominó “dictadura” de Nicolás Maduro.
“Hay bienes (de gobernantes) bolivarianos en casi todos los países latinoamericanos”, dijo Almagro, quien participó en el debate junto a Vargas Llosa.
En la Casa de América de Madrid Almagro abogó por las sanciones para acabar con la “impunidad de los crímenes de lesa humanidad” que, a su juicio, cometen las autoridades venezolanas, a las que vinculó con el terrorismo y el narcotráfico.
En concreto, dijo que grupos en Oriente Medio como Hizbulá se financian gracias al narcotráfico en Venezuela y llamó a que la comunidad internacional actúe contra el régimen de Maduro.
“No podemos subestimar a las dictaduras”, subrayó Almagro, para quien las sanciones contra las autoridades de Caracas han de ser previas a cualquier otra alternativa.
Las acciones futuras pueden pasar incluso por llevar a algunos mandatarios venezolanos ante la Corte Internacional de Justicia, añadió el secretario general de la OEA.
Por su parte, Vargas Llosa afirmó que en Venezuela se ha dado un “retroceso dramático” político, económico y social, derivado de la “dictadura” primero de Hugo Chávez y luego de Nicolás Maduro.
“Venezuela es trágico para toda Latinoamérica”, aseguró Vargas Llosa, quien rindió homenaje al “coraje” de la oposición. Sobre las presidenciales de mayo en Venezuela, ambos coincidieron en que son una “farsa” que ha de ser denunciada por los gobiernos internacionales.
Respecto a Perú, Vargas Llosa dijo que le apena la situación de su país y dijo que el actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski, ha “traicionado” al país tras indultar al ex jefe del Estado Alberto Fujimori, aunque agregó que no ve riesgo de que Perú vuelva al pasado y a la dictadura.
En cuanto a México, que también celebra elecciones este año, Almagro dijo sentirse preocupado por el asesinato frecuente de políticos locales, algo “inaceptable.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Julie Maroh / La mentira de Adèle




Julie Maroh

Julie Maroh

La mentira de Adèle


Las jóvenes actrices francesas Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos,...
Las jóvenes actrices francesas Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos, protagonistas de la película.




Eran de mentira las sonrisas y los besos (dentro y fuera de la alfombra roja). La parte más íntima de sus cuerpos. Las escenas de sexo en femenino plural. Era de mentira su nombre (Clementine en la historia original). Era de mentira el azul. Pero siendo las mentiras del cine las más verdaderas, 'La vida de Adèle' se llevó la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. Y lo hizo, en parte, por la voluntad de su director de que, siendo todo fingido, fuese real hasta la náusea.
Reales fueron, precisamente, todas aquellas cosas que no debían serlo: los golpes que Emma (Léa Seydoux) propinó a Adèle (Adèle Exarchopoulos) en las peleas que exigía el guión; la sangre de ésta; la extenuación, fruto de jornadas de rodaje en las que repetían hasta 100 veces la misma toma; los ataques de ira de Abdellatif Kechiche. Todo ello salió a relucir durante una entrevista que ofrecieron las jóvenes actrices a 'The Daily Beast', en la que, además de revelar algunos detalles rijosos, aseguraron que nunca volverían a trabajar con él.
"Fue horrible", dijo Seydoux sobre los cinco meses y medio de trabajo con el tunecino. A lo que él no tardó en responder: "Si no hubiese nacido entre algodones, no hablaría así (la familia de la actriz es un peso pesado de la industria cinematográfica francesa). ¿Cómo se atreven a hablar de dolor cuando tienen uno de los mejores trabajos del mundo?". Ganar la Palma de Oro sólo supuso un breve momento de felicidad, asegura el director. "Desde entonces me siento humillado y desgraciado". Tanto es así que esta semana estalló y publicó una carta en la revista 'Rue 89' cargando contra todo y contra todos.
Real fue también, decíamos, el desprecio que el director hizo a Julie Maroh, autora de 'El azul es un color cálido', cómic en el que se inspiró la película. No hubo un hueco para ella en los agradecimientos ni en la alfombra roja. Tampoco durante el rodaje. Tras el estreno en Cannes, la ilustradora publicó un texto en el que compartía sus impresiones sobre el filme. Aseguraba que la adaptación era simplemente "otra visión" de su misma historia, y reconocía el trabajo de Kechiche: "Lo que ha hecho es coherente, justificado y fluido, es un golpe maestro", escribía.
No obstante, tenía sus reservas. La principal, la forma de abordar el despertar carnal de la protagonista. Esto es, el motor de todo.

¿Sexo realista o pornografía involuntaria?

La película incluye 10 minutos de sexo explícito. Las escenas no estaban pautadas: durante 10 días, y sin que apenas se conociesen, Kechiche pidió a las actrices que se tocasen como sintiesen que debían hacerlo. El fragmento recibió el aplauso de los críticos (masculino plural) por su "belleza", "ternura" y "autenticidad". Pero Maroh (mujer, homosexual y autora, en ese orden) no opinaba lo mismo. ¿Cómo simular la locura física entre Emma y Adèle con a) dos actrices heterosexuales b) rodadas desde un prisma masculino?
"Me parece que en el plató faltaban lesbianas", resume la ilustradora. "Desconozco las fuentes de información del director y las actrices, y a mí nunca se me consultó. Quizás había alguien imitando de forma rara las posibles posturas con las manos o enseñándoles algo de pornografía de supuestas lesbianas. Salvo en algunas secuencias, me pareció un escaparate brutal y quirúrgico, exuberante y frío de supuesto sexo entre lesbianas que se convirtió en porno y me hizo sentir mal de inmediato".
Siendo la escena lúbrica la mínima parte de una película de tres horas, es la que más atención ha recibido. La reflexión feminista y política se esfuma frente a la voluntad de Kechiche de filmar casi exclusivamente las turbulencias del placer, manifiesta Maroh. El filme no contribuye tanto a normalizar la imagen del amor entre dos chiquillas como a sublimarla, otorgándole una dimensión casi mítica. Y como todo lo legendario, poco realista. Una mentira. O una verdad, la del amor, tan grande como confusa.

Abdelatif Kechiche / El rey de Cannes hace boom

Abdelatif Kechiche
Abdelatif Kechiche
  • El rey de Cannes hace 'boom'

  • El director de la grandiosa 'La vida de Adèle' publica una enloquecida carta

  • Arremete contra su protagonista, 'Le Monde', sus colegas, su Gobierno...

  • Mañana, su película, lo mejor sin duda de Cannes, debutará en España




Y a los cinco meses hizo ¡boom!. No ha podido más, un día después de conceder entrevistas en Madrid y un día antes del estreno en España de su grandiosa película 'La vida de Adèle', el director francés Abdelatif Kechiche ha decidido arremeter con furia contra el mundo.
Todo él. En una larguísima, detallada y quizá paranoica carta publicada en la web 'Rue89', el cineasta ajusta cuentas con cada uno de los actores de una polémica que arrancó sobre la Croisette de Cannes el mismo día de la presentación de la película.
Por partes:
1. Contra Léa Seydoux. Tras pedir explicaciones a la estrella francesa por lo declarado sobre la supuesta brutalidad de un rodaje en el que las repeticiones se sucedían sin cesar, el director suelta: "Y como la joven Léa está llena de oportunismo y se considera la estrella (auto) proclamada del momento y se imagina que pertenece a una casta intocable que hará de ella una suerte de 'princesa del guisante', ella cree que no tiene nada que explicar".
El cine francés, en su opinión, está anquiliosado es corrupto y vive del reparto de subsidios, ayudas y prebendas
Lo que sigue es un desmontaje cerca de la obsesión de todos y cada uno de los argumentos pasados que, en efecto, se creían pasados.
Recuérdese: en la gira americana, la actriz soltó su acusación contra el director y éste, en plena rueda de prensa en Los Ángeles, la hizo llorar llamándola delante de todos los medios simplemente "pija". "Usted no sabe lo que es sufrir", le espetó a modo de cierre.
2. Contra el cine francés. Ya en plena presentación en el festival de Cannes, 'Le Monde' se hizo eco de unas supuestas acusaciones anónimas según las cuales Kechiche se había saltado todos los convenios y acuerdos colectivos de los técnicos. Según éstas, el realizador, "un tirano", los hacía trabajar como perros de sol a sol sin pagar una sola hora extra.
Pues bien, ahora el acusado se pregunta por qué saltaron a la luz esas acusaciones sin nombre en el momento más importante de su vida profesional. "Si no llega a ser por la Palma de Oro, ahora mismo sería un hombre muerto". Tras comparar el suelo de los técnicos con el de los maestros franceses y después de dar fe que siempre trabaja con los mismos, a Kechiche no le queda otra que considerarse víctima de una persecución... ¿pero de quién?
Según él, todo sería consecuencia de la carta que tiempo atrás remitió a la ministra Aurélie Filipetti en la que denunciaba el estado de descomposición del sistema de ayudas estatales al cine francés. "Si España copia el modelo francés que se prepare a la defunción de su cine", dijo a EL MUNDO hace apenas una par de días. En este sentido, el director denuncia el anquiliosamiento y la corrupción de una forma de repartir subsidios, ayudas y prebendas. Denuncia que ahora le estaría pasando factura en la forma de esta "persecución".
3. Contra 'Le Monde'. Pero si alguien ha sido el catalilzador de todo este jaleo, para Kechiche tiene nombre y apellidos. Se llama Aureliano Tonet y es el redactor jefe de la sección Cultura del más prestigioso diario galo. Él fue, siempre según Kechiche, el que, en pleno Cannes, lo engañó con la excusa de un reportaje sobre su método de trabajo para manipular sus declaraciones. El día de su presentación en Cannes aparecía el artículo de marras en el que Kechiche era calificado de "tirano".
Para Kechiche el citado periodista sería una especie de monstruo en la sombra que se ha pasado toda la vida conspirando contra unos y otros.
En el largo artículo saca a relucir un reportaje previo firmado por Tonet en el que insinuaba que Nanni Moretti se había vendido a su distribuidor-productor francés (Jean Labadi) otorgándole cinco de los siete premios cuando él fue presidente del jurado en Cannes. Ese año ganó la Palma de Oro 'Amor', de Haneke.
No contento con eso también le acusa de haber intentado manchar la imagen de Tarantino cuando en su presidencia de Cannes concedió el premio máximo a Michael Moore por 'Fahrenheti 9/11', producida por Weinstein, a la sazón también productor del propio Quentin.
Pero lo más grave en opinión de Kechiche es la, de nuevo, "persecución", a la que ha sido sometido desde las páginas de 'Le Monde' en su empeño por tumbar 'La vida de Adèle' publicando "cada rumor, noticia o pseudonoticia" que pudiera perjudicarle. Hasta el hecho de manipular una entrevista con el productor de su primera película, Jean-François Lepetit, en la que éste volvería sobre la intransigencia de Kechiche a la hora de montar su trabajo. Y así.
Y 4. Contra el mundo. Kechiche acaba, por fin, por considerarse el "epifenómeno" de algo mucho más "profundo": "En este sistema del cine francés que funciona tan mal y cuya disfunción sólo beneficia a unos pocos, es la libertad de hacer películas y la de crear la que está en peligro. Todo este asunto, sobrepasa mi caso personal. No soy más que un epifenómeno de males más importantes que amenazan nuestra libertad e incluso el modelo cultural y económico de nuestro cine". Amén.
Por cierto, 'La vida de Adèle', además de ser la película del año, no parece haberse resentido de todo esto. En su primera semana en Francia ha vendido 261.000 entradas en 285 pantallas. Ahora, España.



viernes, 4 de septiembre de 2015

Abdellatif Kechiche / “Ninguna revolución es completa si no es sexual”

“Ninguna revolución es completa si no es sexual”

El director y las actrices de 'La vida de Adèle' desvelan los detalles del rodaje

     
La actriz Adèle Exarchopoulos. / GARETH CATTERMOLE (GETTY)
Si algo marca la carrera del ganador de la Palma de Oro, el tunecino criado en Niza Abdellatif Kechiche es su magia para mostrar la adolescencia en la pantalla. En La vida de Adèle arranca el filme con una lectura en voz alta del libro de Marivaux La vida de Mariana,un claro paralelismo y una señal de hacia dónde va a enviar a sus dos protagonistas. “Es uno de los libros que releo todo el tiempo. En realidad me gustaría seguir mencionando a Marivaux en mis películas”. Aunque la base del guion no es Miravaux, sino un cómic: “Se desarrolla en los noventa, en un momento de gran militancia homosexual. Yo preferí centrarme en los encuentros entre ellas, y olvidarme de posibles mensajes”.

Es cierto. La vida de Adèle —que tiene parte de producción española por parte de Vértigo Films— no hace más concesiones ideológicas que una manifestación en favor de la educación pública y otra secuencia de fiesta y amor en un desfile en el día del orgullo gay. Curiosamente, la película gana en Cannes en un momento en que Francia bulle con el matrimonio homosexual sí, matrimonio homosexual no, algo en lo que no quiere entrar Kechiche.

El pasado viernes huyó cansadísimo ante tanto ruido a su alrededor. Ha tenido que regresar el domingo. Lo pasa mal explicando su trabajo, como cuando le preguntaban por el motor propulsor de su filme, las secuencias de sexo: “No es algo que habláramos mucho. Empezamos a buscar la imagen adecuada, trabajamos como un fotógrafo buscando la foto en los primeros planos. No me gusta que la cámara esté demasiado cerca”. Adèle Exarchopoulos, su protagonista, contaba que el truco —en un rodaje que duró cuatro meses— estaba, además de en la prótesis de silicona que separaban sus cuerpos— en la confianza: “Confié en Abel y olvidé hasta el número de tomas o dónde estaba la cámara. Nos rodaba cuando no nos dábamos cuenta, o al revés, actuábamos y él apagaba la cámara”. En palabras de Kechiche: “El sexo se rodó como quisimos, y así emergió la idea de belleza”. “La sensualidad es muy difícil de capturar en un filme, sobre todo en las secuencias generales. Esa sensualidad es más sencilla en las partes de sexo, porque tienes en los cuerpos esculturas vivas”.

Comentadas, analizadas, revisadas… las secuencias sexuales de La vida de Adèle han dejado huella en Cannes por su fiereza y realismo, por su capacidad para mostrar el sexo alejándose del morbo y de la pornografía para convertirse en los encuentros de dos mujeres enamoradas que sencillamente comparten sus deseos. De tanto mostrar esos choques, Kechiche desprende todas las capas de cebolla sobrantes para quedarse con lo esencial: el amor. Por eso hace unos días contaba que esperaba que su película no necesitara cortes para las ventas internacionales… aunque esas ventas ya están hechas y nadie lo ha pedido: “Mi filme está diseñado para expresar algo artísticamente. Creo en el cine como una pieza de arte. Claro que hay que pensar en la parte financiera. Yo creo que hay en todo el mundo una gran tradición de respetar al autor”. Todo este ruido esconde que hay más película, que La vida de Adèle recorre años de una emocionante relación sentimental.

Es la primera Palma de Oro para una relación lésbica. En el escenario dedicó el premio a los “espíritus libres”. Más tarde, Kechiche, con sus dos actrices llorosas al lado, explicó: “Es gratificante recibir un reconocimiento así tras un trabajo del que todo el mundo involucrado se siente orgulloso”. El cineasta insistió en la importancia de “aceptarse como eres”. “Cualquier revolución no es completa si no es sexual. Espero que esto llegue a la revolución tunecina, y que la película además se expanda por todo el mundo”.

Kechiche nació en 1960. A los seis años su familia se trasladó a Niza. En el conservatorio de Antibes estudió Arte Dramático y actuó en cine y teatro antes de pasarse a la realización. Debutó en 2000 con La culpa la tiene Voltaire (León de Oro a la mejor primera película en Venecia), sus primeros premios César —mejor película y dirección— llegaron con La escurridiza, o cómo esquivar el amor (2003), que se desarrollaba en labanlieue, el extrarradio parisiense, en la que ya ahondaba en<TH>clases sociales, adolescentes, amoríos y Marivaux (allí el libro era Juegos de amor y fortuna). Después llegaron Cuscús (2007), Gran Premio del Jurado en Venecia, y de nuevo otros cuatro César, tres de ellos para él por mejor película, dirección y guion. Su Venus negra (2010), filme de época de inicios del siglo XIX, ha sido el único fracaso de su carrera.

Ahora, con La vida de Adéle, subtitulada Capítulos uno y dos parece abrírsele otro camino: “Me gustaría volver a los personajes otra vez con el tiempo, dentro de 10 años, y descubrir hacia dónde han encaminado sus pasos. Quiero ver hacia dónde caminan de mayores. Y acompañarlas”. Por ahora sus pasos le han encaminado hacia la Palma de Oro.


RIMBAUD