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domingo, 9 de agosto de 2015

Muere Johanna Quandt, la viuda más rica de Alemania

Johanna Quandt, madre de la empresaria Susanne Klatten, y Stefan, hermano de Susanne

Muere Johanna Quandt, 

la viuda más rica de Alemania

Poseía casi la mitad de las acciones de BMW, que su marido salvó de la quiebra

Joanna Quandt, en noviembre de 2012. / W. KUMM (EFE)
Johanna Maria Quandt tenía casi 30 años y era dueña de un rostro hermoso cuando comenzó a trabajar, en 1955, como asistente en la oficina de Herbert Quandt, uno de los empresarios más ricos de Alemania. En menos de cinco años, la joven conquistó el corazón del patriarca, con quien se casó en 1960. Cuando Herbert Quandt murió, en 1982, su viuda se convirtió en la mujer más rica de Alemania, dueña junto con sus hijos Susanne y Stefan del 46,7% de las acciones de BMW y de otro paquete multimillonario de participaciones en varias empresas germanas.
El lunes pasado, Johanna Quandt murió a la edad de 89 años, en la intimidad de su mansión en Bad Homburg, un exclusivo barrio residencial cercano a Francfort y su deceso provocó el milagro de revivir la historia de una mujer, que siempre defendió la intimidad de su vida, evitó como pudo el glamour que rodea a los millonarios alemanes y nunca concedió una entrevista.
"Ella fue la verdadera jefa de BMW", señala el diario Süddeutsche Zeitung, al recordar el rol que jugó la viuda en la empresa bávara. Cuando el patriarca y padre de sus dos hijos murió, Johanna Quandt asumió el rol de jefa de la familia y comenzó a dirigir las empresas que había heredado de su esposo. De la noche a la mañana, la mujer ocupó el cargo de vicepresidenta de exclusiva Junta de Vigilancia de BMW y en el gigante químico Altana. Y, casi cono el milagro bíblico, la viuda multiplicó la riqueza que había heredado hasta convertirse en la mujer más rica del país, un título que ahora ostenta su hija Susanne.

Emerge el pasado nazi de los dueños de BMW

Fotografía de Juha Arvid Helminen
Emerge el pasado nazi de los dueños de BMW

La familia Quandt, una de las más ricas de Alemania, evitó durante décadas que se investigara su pasado. Hasta que un documental reveló el oscuro origen de su patrimonio. Hoy confiesan sin tapujos que el tercer Reich apuntaló su imperio

JUAN GÓMEZ 15 OCT 2011


Además de su maña para sobrevivir a guerras y cambios de régimen, los Quandt reúnen otras cualidades de la más rancia oligarquía empresarial alemana: rechazan la publicidad, amontonan cantidades fabulosas de dinero, tienen fama de tacaños y saben que entre sus patriarcas hubo nazis redomados.
La familia Quandt se cuenta entre las más ricas e influyentes del país y, por tanto, del mundo. La fortuna combinada de sus integrantes, propietarios entre otras cosas de la automotriz BMW, supera los 23.000 millones de euros. La bancarrota moral de Alemania entre 1933 y 1945 no acarreó la bancarrota económica de la que pervive como última gran dinastía fabril del país. Al contrario. Según certifica la concienzuda biografía familiar que presentó este lunes en Múnich Joachim Scholtyseck, los 12 años de nazismo apuntalaron un imperio en pleno ascenso al olimpo corporativo.

"Todas las familias tienen su lado oscuro", zanjó en 2007 Sven Quandt, uno de los herederos del imperio

La familia permitió que un biógrafo buceara en su pasado nazi: "Es doloroso y nos avergüenza"
Günther y Herbert Quandt, nazi el padre y nazi el hijo, participaron desde primera fila en el esfuerzo bélico de Hitler y en el gran expolio de bienes judíos orquestado por el régimen hasta 1945. Han corrido ríos de tinta sobre la supuesta "fascinación" que los nazis ejercían sobre los alemanes, pero se habla menos de la colosal rapiña que llamaron arisierung: la apropiación de los bienes de los judíos de Alemania y los territorios ocupados. El Deutsche Bank, por poner un ejemplo ilustre, afanó la berlinesa Banca Mendelssohn. Pero también muchos pequeños tenderos se lucraban gracias al boicot a la competencia judía, lo mismo que algunos funcionarios ascendían gracias al despido de sus superiores por razones "raciales". A principios del siglo XX había más de 600.000 judíos en Alemania. Su paulatina deshumanización legal desde 1933 y su posterior exilio o supresión biológica (asesinato y cremación) presentaron una oportunidad de medro y de lucro para millones. No solo de ideología vive el hombre.
Al teléfono desde Baviera, Scholtyseck confirma que el nazismo de Günther y Herbert Quandt fue "oportunista". Günther decía que los nazis lo "persiguieron implacablemente". Es cierto que pasó unas semanas en la cárcel de Moabit, víctima de una oscura intriga sin mayores consecuencias. El empresario, ya entonces muy rico, tomó buena cuenta de la arbitrariedad de la dictadura y "decidió conscientemente sacar partido de ella". Las grandes empresas alemanas, lo mismo que el Ejército y las instituciones públicas, se convirtieron en los compinches necesarios de Hitler. Los Quandt "fueron parte del régimen".

Lady BMW cayó en las garras del gigoló

Susanne Klatten, una de las dueñas de la empresa automovilística BMW,
en una imagen de enero de 2006.

'Lady BMW' cayó en las garras del gigoló

Susanne Klatten, heredera de la empresa automovilística alemana, fue extorsionada por un amante que le amenazó con difundir grabaciones de sus escarceos sexuales


JUAN GÓMEZ 9 NOV 2008
Helg Sgarbi tiene un don para las mujeres. Más exactamente, para las millonarias. Oficial del Ejército suizo, licenciado en Derecho, conserva a sus 43 años un aspecto juvenil y cultiva un encanto indefenso que conmueve a mujeres maduras y poderosas. Mujeres como Susanne Klatten, de 46 años, heredera de la empresa automovilística BMW, cuyo patrimonio se estima en 8.000 millones de euros. Esta madre de familia, rubia, delgada y discreta, célebre por su timidez, ha declarado a la policía italiana que Sgarbi, "un hombre fascinante de ojos azules, alto y delgado", le pareció enseguida "muy triste y digno de que lo ayudaran". Nada más conocerlo en el bar de un hotel de la ciudad austríaca de Innsbruck, sintió una "gran cercanía". Era el 17 de agosto de 2007 y, sin que ella lo supiera, acababa de caer en la trampa de una red de chantajistas.

Un 'gurú', cómplice del 'novio', grababa desde una habitación contigua los encuentros entre éste y la rica empresaria
Meses más tarde, Ernano Barretta, acaudalado gurú de una secta local de los Abruzos, en Italia, reconoció, en una conversación grabada por la policía, cuál fue "el mayor error" de su vida: Susanne Klatten, lady BMW, la mujer a la que habían pedido 50 millones de euros a cambio de no divulgar vídeos de su adulterio, no cedía. "¿Tienes idea de quién es? ¡Es demasiado poderosa! ¡La mujer más rica de Alemania!".
Desde que, hace una semana, salió a la luz el chantaje de Sgarbi y Barretta, la heredera de BMW y el gigante químico Altana es, además, la protagonista pública de una historia de infidelidad, engaños, extorsión y lavado de cerebro con cuyo argumento, de puro rocambolesco, costaría arreglar una ficción verosímil.
El gigoló Helg Sgarbi mantuvo relaciones íntimas con Klatten durante ocho semanas. Ahora se sabe que ella sólo fue el pez más gordo que picó el anzuelo de Barretta, del que Sgarbi era el cebo por convicción religiosa.
Ernano Barretta, ex mecánico, charlatán milagrero, es el gurú de la pequeña secta a la que son adeptos Sgarbi y su esposa, Gabriele (de 39 años). Barretta, de 63 años, tiene el refugio Valle Grande, un hotel en Pescosansonesco (Italia), donde sus discípulos trabajaban para él. Además de prestarle servicios sexuales a su capricho, los creyentes debían proporcionar a Barretta determinadas cantidades de dinero. Cuando Sgarbi, abandonados ya su apellido de soltero y su trabajo en el banco Credit Suisse, no pudo satisfacer las demandas financieras, el líder le encargó la caza de millonarias para su extorsión.