Volker Schlöndorff
LOS FANTASMAS SURGEN DE LA ARENA
El viernes 4 de agosto de 2017 se estrenó en las carteleras españolas "Regreso a Montauk", dirigida por Volker Schlöndorff y protagonizada por Stellan Skarsgård, Nina Hoss y Susanne Wolff.
La premisa se centra en el escritor Max Zorn, que regresa a Nueva York para la promoción de su última novela. Allí le espera su joven esposa Clara, quien lleva unos meses trabajando en la ciudad neoyorkina. Por otro lado, el libro cuenta una historia de amor que ocurrió en esta misma ciudad hace 17 años. Max vuelve a ver a Rebecca, la mujer de la que se enamoró entonces. Ella, reticente al principio, le invitará a acompañarla a Montauk, al final de Long Island, donde vivieron su romance: un lugar donde solo quedan el mítico faro, el cielo y una playa interminable.
Su director Volker Schlöndorff, responsable de haber dirigido la estimable "Diplomacia", nos habla largo y tendido sobre su interesante última película, a través de una entrevista proporcionada por Golem.
El regreso a Montauk / Tráiler en español
"Ella fue mi gran oportunidad, la que importaba."
"Cuando estoy en esta ciudad, las esquinas de todas las calle me recuerdan a ella."
"Cuando estoy en esta ciudad, las esquinas de todas las calle me recuerdan a ella."
Volker Schlöndorff
"Regreso a Montauk" tuvo un largo periodo de gestación.
Así es. Hace unos cinco o seis años, RainerKölmel me propuso por primera vez hacer una película basada en Montauk, de Max Frisch. Si hubiera sido posible adaptar la novela, hace mucho que lo hubiera hecho. Max y yo habíamos hablado de ello cuando trabajábamos en la adaptación de El viajero, a partir de su novela Homo Faber, y ambos estábamos de acuerdo: demasiado autobiográfica, demasiado próxima a un ensayo. No es un relato cinematográfico. Sin embargo, unos años después pensé: "¿Y si solo usamos la trama?" Un escritor llega a Nueva York para promocionar su nueva novela. Durante su estancia se cruza con personas del pasado y del presente, dando pie a una historia bastante sencilla que transcurre durante una semana, sin mensaje, como la novela de Max Frisch. Este fue el punto de partida.
Pasarán varios años antes de que quede satisfecho con el guion.
Max Frisch dijo: "Basta con echar una mirada atrás para tener la sensación de que la vida de cada uno es una novela". Necesitaba que me ayudara un escritor para este guion y recurrí a Colm Tóibín, al que conozco desde hace varios años. Después de las primeras conversaciones, Colm escribió un primer tratamiento todavía muy próximo a Max Frisch. El proyecto nos rondó - puede que no me crea - cinco años. Nos reuníamos los dos en Nueva York, en Berlín, y escribíamos "a cuatro manos", probábamos los diálogos a gritos. Con el tiempo, acabamos decidiendo, gracias a una sugerencia de Peer von Matt, el albacea de Max Frisch, que nos alejaríamos completamente de la obra del autor para que "Regreso a Montauk" se convirtiese en un trabajo independiente. Y a medida que se independizaba, se hacía más personal. Acabamos por crear el doble retrato de un escritor porque tanto Colm Tóibín como yo integramos experiencias que habíamos vivido.