Emmanuel Carrère |
El Evangelio según Carrère
Está a la cabeza del batallón de autores de ficción que dicen no escribir ficción. Con gran inteligencia narrativa
ISAAC ROSA
15 SEP 2015 - 12:14 COT
Que los textos sagrados son un filón narrativo lo saben los muchos creadores que han encontrado inspiración en ellos, y cualquier lector que haya abierto una Biblia. Enseguida nos viene a la mente el Evangelio de Saramago, o entre nosotros el José novelado por Martín Garzo y la más reciente fabulación de Menéndez Salmón con la infancia de Jesús.
Pero donde la mayoría de autores intuye una novela, llega Carrère y dice “¡alto ahí!”. Su mirada al Nuevo Testamento pasa por renunciar a la ficción (por supuesto que no, pero esa renuncia es parte del juego desde hace varios libros) y aplicar al cristianismo primitivo lo que podríamos llamar la “fórmula Carrère”, esa escritura personal que desde El adversario convierte sus libros en irresistibles: una bien medida mezcla de no-ficción, metaliteratura soft y autobiografía, aliñada con un ligero ensayismo, algo de humor y un estilo fluido y llano, intencionadamente alejado de la preocupación estilística de un Echenoz o un Michon. Una fórmula exitosa, que coloca a Carrère a la cabeza del nutrido batallón europeo de autores de ficción que dicen no escribir ficción.