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viernes, 14 de octubre de 2022

La reina y las estrellas

 

 

Actor Raquel Welch shakes hands with Queen Elizabeth in March 1966.


Glamour overload: Queen Elizabeth meets the stars – in pictures


When stars align: the Queen has had celebrities, from Elizabeth Taylor and Marilyn Monroe to Paul McCartney and Frank Sinatra, queuing up to meet her throughout her reign

Saturday 17 September 2022

The Queen receiving Carol Ann Duffy at Buckingham Palace shortly
after Duffy became the poet laureate in 2009.
 


Queen Elizabeth talks to actor Joan Collins during the Dramatic Arts reception at Buckingham Palace,
February 2014


Elizabeth meets Hollywood actor Marilyn Monroe Miller, standing next to Victor Mature,
during the Royal Film Performance, October 1956

lunes, 8 de enero de 2018

Carol Ann Duffy / Recordamos tu infancia bien


Carol Ann Duffy

Recordamos tu infancia bien

Nadie te lastimó. Nadie apagó la luz y discutió
con alguien más toda la noche. El hombre malo en el páramo
era sólo una película que viste. Nadie cerró la puerta.

Tus preguntas fueron enteramente respondidas. No. Aquello no ocurrió.
No podías cantar de cualquier manera, poco te importaba. El momento es un borrón, [una historieta
que ser ríe a morir de sí misma en el fuego del carbón. Suposición de cualquiera.

Nadie te forzó. Querías marcharte aquel día. Rogaste. Escogiste
el vestido. Aquí están las fotografías, mírate. Míranos a todos,
sonriendo y despidiéndonos, más jóvenes. Todo eso está en tu cabeza.

Lo que recuerdas son impresiones; nosotros tenemos los hechos. Tomamos las [decisiones.
La policía secreta de tu infancia era más ms vieja y sabia que tú, más grande
que tu. Llama de nuevo al sonido de sus voces. Boom. Boom. Boom.

Nadie te envió lejos. Esas fueron vacaciones extra, con gente
que parecía gustarte. Eran firmes, no había nada que temer.
No había nadie a quien culpar salvo a ti misma si esto acababa en lágrimas.

¿Qué importa ahora? No, no, nadie dejó las marcas del patín de pecado
en tu alma ni te dejó ampliamente abierta para el Infierno. Fuiste amada.
Siempre. Hicimos lo que era mejor. Recordamos tu infancia bien.



domingo, 17 de diciembre de 2017

Carol Ann Duffy / Salomé





Carol Ann Duffy
Salomé
Versión de Gustavo Osorio de Ita


Lo he hecho antes
(y sin duda lo haré de nuevo
tarde o temprano)
desperté con una cabeza en la almohada junto a mí – ¿de quién¿
¿qué importaba?
Apuesto, claro, cabello oscuro, más bien mate;
la barba rojiza varios tonos más clara;
con profundas líneas alrededor de los ojos,
de dolor, supongo, quizás risa;
y una hermosa boca carmesí que obviamente sabía
cómo halagar…
la cual besé…
Más fría que el peltre.
Extraño. ¿Cuál era su nombre? ¿Peter?
¿Simón? ¿Andrew? ¿John? Supe que me sentiría mejor
para el té, pan tostado, sin mantequilla,
así que llamé a la mucama.
Y, en efecto, su inocente repique
de tazas y platos,
su aclarar el embrollo,
su patrón regional
fueron exacto lo que necesitaba –
con resaca y varada como estaba de la noche en el maltrato.
¡Nunca más!
Necesitaba limpiar mi acto,
alistarme.
Cortar la botella y los cigarrillos y el sexo.
Si. Y en cuanto a lo último,
era tiempo de botar al tipo,
ser cazador o presa,
quien había llegado como un cordero al matadero
a la cama de Salome.
En el espejo, vi mis ojos relucir.
Aventé las pegajosas sábanas rojas,
y ahí, como dije – y la vida no es una perra –



miércoles, 28 de junio de 2017

Carol Ann Duffy / Valentín



Carol Ann Duffy
Valentín
Versión de Gustavo Osorio de Ita



No una rosa roja o un corazón de satín.

Te doy una cebolla.
Es una luna envuelta en papel café.
Promete luz
como el cuidadoso desnudar del amor.

Ten aquí.
Te cegará con lágrimas
como un amante.
Hará de tu reflejo
una tambaleante foto de aflicción.

Intento ser sincera.

No una simpática tarjeta o un beso-grama.

Te doy una cebolla.
Su fiero beso permanecerá en tus labios,
posesivo y fiel
como somos nosotros,
por tanto tiempo como lo seamos.

Tómala
Sus círculos platinados se abrevan en una sortija de matrimonio,
si tu quieres.

Letal.
Su aroma se aferrará a tus dedos,


Carol Ann Duffy / Anne Hathaway



Carol Ann Duffy
ANNE HATHAWAY
Traducción de Mirta Rosenberg y Lorena Canales

"Dejo, a mi esposa, mi segunda mejor cama..."
(testamento de Shakespeare)

Anne Hathaway by Carol Ann Duffy



La cama en la que nos amábamos era un mundo en rotación
de bosques, castillos, antorchas, riscos, mares
donde él buceaba perlas. Las palabras de mi amante
eran estrellas fugaces que caían a la tierra como besos
sobre estos labios; mi cuerpo a veces una rima imperfecta
de su cuerpo, como un eco o asonancia; sus caricias
un verbo bailando en el centro de un sustantivo.
Algunas noches, soñaba que él me había escrito, la cama
una página bajo su mano de escritor. Romance
y drama interpretados por el tacto, el gusto y el olfato.
Y en la otra cama, la mejor, nuestros huéspedes dormitaban
babeando prosa. Mi amor vivo y alegre
yace en el ataúd de mi cabeza de viuda
como él yacía conmigo en aquella segunda mejor cama.




Carol Ann Duffy / Entibiando sus perlas



Carol Ann Duffy
Entibiando Sus Perlas

       Para Judith Radstone
Junto a mi propia piel, sus perlas. Mi ama
me hace usarlas, entibiarlas, hasta la tarde
cuando peinaré sus cabellos. A las seis las pongo
en su blanco y fresco cuello. Pienso en ella todo el día,

descansando en el Cuarto Amarillo, contemplando seda
o tafetán, ¿qué vestido usaré esta noche? Ella se abanica
mientras yo trabajo empeñosa, mi lento calor entrando
en cada perla. Holgando sobre mi cuello, su cuerda.

Ella es hermosa, sueño con ella
en mi cama en el ático: la imagino bailando
con hombres altos, confundidos por mi leve, persistente esencia
bajo su perfume francés, sus lechosas piedras.

Sacudo sus hombros con una pata de conejo
miro su rubor suave filtrarse en su piel
como un suspiro indolente. En su espejo
mis rojos labios parten como si quisiera yo hablar.

Luna llena. Su carruaje la trae a casa. Miro
cada movimiento suyo en mi cabeza…Desvistiéndose
quitándose sus joyas, su mano delgada alcanzando
el estuche, deslizándose desnuda en su cama como

lo hace siempre…Y yo estoy aquí despierta,
sabiendo que las perlas se enfrían en este momento
en la habitación donde mi ama duerme. Toda la noche
siento su ausencia, y ardo.