Marcel Schwob |
Marcel Schwob, autor del Quijote
En la década del cincuenta el llamado giro lingüístico se viralizó como un cambio paradigmático en las humanidades, dando importancia al estudio del lenguaje y los discursos de las ciencias en sí mismos, resignificándolos como algo más que un mero vehículo de teorías y un condicionante tanto de la epistemología como de la historia y demás ciencias sociales. A fines del siglo XIX, un inquieto escritor francés ejecutaba en su obra culmen, Vidas imaginarias (1896), una vital renovación de la concepción del lenguaje literario. Una actualización de la tensión entre la verosimilitud y la veracidad que cuestionaba el predominio de la estética naturalista y costumbrista en la narrativa realista francesa decimonónica. Y lo hizo mucho antes de que el dispositivo teórico del estructuralismo y el posestructuralismo, impulsado por el giro lingüístico, asomara en el horizonte intelectual del siglo XX y creara las condiciones para pensar tal cambio en la mímesis literaria contemporánea.