Claudio López Lamadrid |
Claudio
En un mundo donde los editores son cada vez más gerentes de mercadotecnia, Claudio entendía que la literatura es una forma de resistencia
Pablo Raphael
12 de enero de 2019
‘Pablucas’, me decía Claudio López Lamadrid. O primo. Alguna vez le presté un árbol genealógico que enlazaba a los de la Madrid de Colima con los López de Lamadrid de Cantabria. Claudio regaló ese documento a su padre y a su vez bromeaba diciendo que unos hijos eran enviados a la guerra para defender el blasón familiar, otros a la iglesia para ganar el reino de los cielos y los más pequeños al nuevo continente para deshacerse de ellos. Yo le decía que la rama americana venía de Potes y no de Comillas y que ningún ancestro nos unía tanto como Orhan Pamuk, porque fue gracias a una conferencia sobre el futuro que el escritor turco impartió Barcelona, que conocí a quien poco tiempo después se convertiría en mi editor, como lo fue de muchísimos que le debemos tanto en ambas orillas del Atlántico.