PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL Los Ángeles 3 NOV 2014 - 16:04 CET
Brittany Maynard, de 29 años, puso fin a su vida de manera voluntaria y legal este sábado, para evitar sufrir una muerte lenta devorada por un cáncer terminal en el cerebro. La muerte fue anunciada primero en un mensaje en la red Facebook citado por la revista People. Sean Crowley, portavoz de la organización Compassion&Choices, con la que Maynard inició una campaña este verano para promover las leyes de muerte digna, confirmó el domingo en un comunicado que la mujer falleció el sábado 1 de noviembre "como quería, en paz en su dormitorio, en brazos de sus seres queridos".
“Adiós a todos mis queridos amigos y familiares a los que quiero. Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad, afrontando mi enfermedad terminal, este terrible cáncer en el cerebro que me ha quitado tanto… pero me habría quitado mucho más”, dice el mensaje. “El mundo es un lugar hermoso, viajar ha sido mi mejor maestro, mis amigos más cercanos y mi familia han sido muy generosos. Incluso tengo un círculo de apoyo alrededor de mi cama mientras escribo… Adiós mundo”.
Maynard emocionó a miles de personas el pasado agosto cuando comenzó una campaña para impulsar las leyes de muerte digna y suicidio asistido en Estados Unidos. Residente en Oakland, California, tuvo que mudarse a Portland, en el estado vecino de Oregón, para poder suicidarse con asistencia médica, ya que ese es uno de los cinco estados del país que tienen regulada esta práctica. Maynard se mudó allí con su familia para poder recibir legalmente, por su propia voluntad, una prescripción médica de drogas que acabaran con su vida. La decisión de hacer público el proceso tiene como objetivo extender esta posibilidad a todo el país.