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Roberto Bolaño |
Los mejores 25 libros en español de los últimos 25 años
1991 / 2015
50 críticos, escritores y libreros de ambos lados del Atlántico eligen los hitos del último cuarto de siglo
28 OCT 2016 - 17:19 CDT
1. 2666 (2004) Roberto Bolaño escribió esta novela cuando se sabía sentenciado a muerte y se publicó un año después de su fallecimiento. Salvo quizá su enigmático titulo —el numeral de un año tan distante—, nada revela aquella brega; todo en este relato es la expresión jubilosa de una imaginación en estado de gracia: múltiple, rápida, nítida, juega con ecos de la literatura universal y otros de la propia vida. Es una cumbre de las letras posmodernas —aunque el adjetivo huela ya a puchero de enfermo—, pero lo cierto es que Bolaño es también un post del llamado boom latinoamericano. Su americanidad es quizá menos intensa pero más extensa, más universal: buena parte de su obra es un irónico diálogo con sus grandes antecesores. Las novelas buscan poner orden, pero el Orden es, en el fondo, un reconocimiento y hasta un tributo a la superioridad estética y epistemológica del Desorden y del Caos. '2666' se divide en cinco “partes” que se complementan y que convergen. Un apunte manuscrito (que se reproduce en la más reciente edición) enumera lo que llama las “líneas, puntos de fuga, folletones” que la vertebran. Como 'Los detectives salvajes', '2666' comienza como una 'quest' colectiva en la que vivir y leer se entrelazan; cuatro jóvenes y desorientados filólogos quieren saber más de un misterioso escritor alemán, Benno von Archimboldi, del que nadie sabe nada. Pero, a vueltas de sus erráticos pasos por el campus global, acaban por llegar (como al final de Los detectives…) al Estado mexicano de Sonora: a una ciudad que, bajo el nombre de Santa Teresa, oculta a Ciudad Juárez. En las dos “partes” siguientes rinden viaje en el mismo paraje un exiliado chileno, Óscar Amalfitano, profesor de filosofía al borde de la locura, y un periodista afroamericano, Oscar Fate, cuyo relato es el perfecto remedo de una novela negra clásica. El “folletón” final del libro cuenta la vida de aquel que todos buscan, el escritor Archimboldi, que es un animado cuento de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Que también desemboca en Santa Teresa porque su sobrino es quizá uno de los asesinos. Y en medio, ‘La parte de los crímenes’, narración escueta y sobrecogedora de los feminicidios que desde 1993 hicieron tristemente célebre el nombre de Ciudad Juárez. Ese volcán de horrores es el centro de convergencia de líneas, fugas y folletones. Y estas 400 páginas (de las que ningún lector sale indemne) dan sentido a las otras 800. Un personaje de '2666' dice que prefiere las obras breves a las desmesuradas (cita a Billy Budd frente a Moby Dick, hablando de Melville); Bolaño lo escribe porque, en su caso, pensaba lo contrario. No cabe duda de que es el relato más admirable del último cuarto de siglo. Quizá también lo sea del inmediatamente anterior y es muy posible que lo haya de ser del siguiente. / JOSÉ-CARLOS MAINER
2. La fiesta del chivo (2000) Los años han dado un lugar distinguido a 'La Fiesta del Chivo' en la obra de Mario Vargas Llosa. Junto a sus primeras novelas, clásicos de lectura obligada en la literatura del 'boom' latinoamericano de los años sesenta y setenta, esta novela, que inaugura su obra en el nuevo siglo, es una de las más vendidas hasta hoy, por encima de las posteriores. Y se ha ganado ese favor gracias a una estructura perfectamente engarzada, donde el desarrollo de las tres líneas argumentales se refuerza sostenidamente a un ritmo apasionante de 'thrille'r político e intriga dramática. El eje de esta ficción histórica gira en torno al cruel y endiosado “dueño” de un país sometido a sus antojos durante tres décadas. El general Rafael Leónidas Trujillo gobernó y esquilmó República Dominicana, donde se estima su responsabilidad en cerca de 50.000 muertes. 'La Fiesta del Chivo' se desarrolla a lo largo del último día de la vida del tirano –el 30 de mayo de 1961- y en paralelo relata en detalle las interioridades del complot definitivo para asesinarlo, combinado con la historia de Urania Cabral, víctima de abusos sexuales por parte del dictador. Pero es el conjunto, como patético retrato de un personaje despiadado en la tradición de novelas sobre dictadores latinoamericanos y el universo de rastreras fidelidades, ciega complicidad y codicia de los que se rodeó para ejercer el poder, lo que da ese perdurable interés a esta documentada obra sobre la llamada Era de Trujillo. / FIETTA JARQUE
3. Los detectives salvajes (1998) Puede decirse que 'Los detectives salvajes' es la más importante novela latinoamericana “total” que se ha escrito después del Boom, y posiblemente la última, su canto de cisne, pero es justo añadir también que para lograr eso hay que romper el rótulo “latinoamericano” y cambiarlo por universal. El tema de la novela (y de ahí el guiño policial del título) es tan universal y trascendente como la búsqueda. Arturo Belano y Ulises Lima son tan “detectives” como podrían serlo Edipo o Hamlet. Buscan una verdad. Solo que la verdad de estos detectives literarios no es una vuelta al orden, sino una verdad “salvaje”. Quieren encontrar el principio de todas las rupturas y todas las vanguardias, es decir el principio mismo de la pulsión poética, encarnada en una poeta casi analfabeta llamada Cesárea Tinajero. En esa poeta desconocida anida el fuego inextinguible de la poesía, que es la ruptura. Por tanto, para encontrarla no se necesita romper solo el lenguaje y aplicarse en la vanguardia (el tema central de la primera parte de la novela, el diario de García Madero) sino también sacrificar la vida misma, como lo hizo Rimbaud, pues no hay hallazgo sin extravío. Así, la segunda parte de la novela busca reconstruir, de manera coral y cual sofisticado rompecabezas, los años perdidos de Belano y Lima. Para eso reconstruye los diferentes dialectos latinoamericanos de decenas de personajes secundarios, un carrusel de lenguaje y destreza narrativa que sin duda es lo mejor que se ha escrito en castellano en las últimas décadas. / IVÁN THAYS