Hiroshima |
Escribe y vencerás
Sigue lejos de asentarse en el imaginario colectivo el hecho de que a veces los buenos respondan con crueldad innecesaria a los horrores de los malos
Javier Rodríguez Marcos
26 de mayo de 2020
Suele decirse que la Historia la escriben los vencedores y es verdad, pero solo a medias. También escriben las leyes y las novelas. Este año se cumple el 75º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y sigue lejos de asentarse en el imaginario colectivo el hecho de que a veces los buenos respondan con crueldad innecesaria a los horrores de los malos. Por eso resulta útil volver a dos libros ajenos a la épica del ardor guerrero. El primero, Sobre la historia natural de la destrucción (Anagrama. Traducción de Miguel Sáenz), lo escribió W. G. Sebald en 1999 para intentar responder a una pregunta: ¿Por qué Alemania y su literatura cerraron los ojos durante décadas ante los bombardeos británicos contra su población? ¿Bajo qué alfombra barrieron el millón de toneladas de bombas que cayeron sobre 131 ciudades para matar a 600.000 civiles y dejar sin casa a siete millones de personas?