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lunes, 10 de junio de 2024

Mauricio Vargas / El juego del miedo

 



El juego del miedo

Petro ha encontrado en algunos líderes de derecha grandes aliados en su juego de asustar al país.

Mauricio Vargas

8 de junio de 2024


Feliz se veía el jueves el presidente Gustavo Petro, durante un discurso en Aguachica, Cesar, en un evento al que –cosa rara– llegó a tiempo, que así de contento estaba. “Están asustados”, dijo con una amplia sonrisa, en referencia a los líderes de oposición que predicen que dará un golpe de Estado, y que piden unidad para derrotarlo en 2026.

Al Presidente le encanta asustar. En eso consiste su juego sobre convocar una asamblea constituyente: lo anuncia un día, a la semana siguiente lo desmiente y luego, tras desmentir el desmentido, vuelve a poner el tema sobre el tapete. Petro sabe que mucho más de medio país se aterra de solo pensar en un cambio constitucional impulsado por su gobierno, sobre todo si incluye la reelección presidencial. Y se regodea generando ese miedo.
Para lograr el objetivo de asustar, el Presidente cuenta con unos aliados tan inesperados como incondicionales: sus opositores, en especial la derecha dura. Son los mayores promotores de ese miedo. A diario, se levantan a denunciar que es inminente un golpe de Estado promovido por Petro, que buscaría –dicen– cerrar el Congreso y convocar por decreto la cacareada constituyente.
No digo que, con Petro en el poder, no haya riesgos de que intenta pasarse la carta por la faja. Pero Colombia ha demostrado que la separación de poderes funciona. El Congreso le hundió la nefasta reforma de la salud. El Consejo de Estado le ha tumbado numerosos decretos, como aquel con el que intentaba cambiar la ley de servicios públicos sin ir al Congreso. Y en cuanto a la Corte Suprema, en un hecho sin precedentes, les abrió investigación a todos los congresistas del Pacto Histórico, por la oscura financiación de la campaña del 2022.
Y qué decir de la Corte Constitucional: ya le tumbó una emergencia económica y media tributaria, y rechazó los argumentos del Ministerio de Hacienda para suavizar el impacto fiscal de la caída de las normas que gravaban por doble vía las regalías mineras. El regaño de los magistrados al Ministerio, por su incapacidad para demostrar el daño fiscal originado en el fallo, muestra que el alto tribunal –al que Petro ya llevó a uno salido de una terna suya– mantiene su independencia. No le va a dejar pasar una constituyente por la puerta de atrás.
Pocas ilusiones deben hacerse el excanciller Álvaro Leyva y el exfiscal Eduardo Montealegre, los gurús de la constituyente por decreto. No se sabe cuál de los dos resulta más cantinflesco al argumentar –contra toda lógica jurídica– que el Presidente puede convocar esa asamblea sin pasar por el Congreso. Ellos no dan miedo sino risa.
¿Que el año entrante el alto tribunal tendrá cuatro nuevos magistrados, y eso puede implicar un cambio de postura? Miremos primero quién elige a esos magistrados: el Senado, donde Petro ha tenido problemas para manejar sus mayorías. Y miremos quién presenta las ternas de candidatos: dos vendrán de la Corte Suprema, uno del Consejo de Estado y otro más –uno solo– del Presidente.
No tiene Petro cómo controlar eso. Un antecedente interesante: a inicios de 2010, una Corte Constitucional elegida en su mayoría durante el doble mandato de Álvaro Uribe le impidió intentar una segunda reelección. Fueron siete votos contra dos en la Sala Plena para atajar, con total independencia, el referendo que abría las puertas a un tercer mandato de Uribe.
Más que ayudar a Petro a asustar al país, como hacen hoy muchos, corresponde confiar y respaldar a las instituciones, las únicas llamadas a trancar los desvaríos del petrismo. En vez de contribuir al miedo nacional, los líderes opositores deben apoyar a las altas cortes y, en vez de pasarse el día hablando de golpes de Estado, deben dedicarse a hacer propuestas para la reactivación económica y para sacar a Colombia, a partir de 2026, del estado de postración en que la va a dejar el gobierno del cambio, del cambio para peor.
EL TIEMPO


domingo, 21 de abril de 2024

Mauricio Vargas / El fantasma que asusta a Petro

 



Gustavo Petro


El fantasma que asusta a Petro

El cuento del día cívico dizque para ahorrar agua y luz evidenció que el Presidente está asustado.

Mauricio Vargas

21 de abril de 2024


Mauricio Vargas. En estos días, los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) decidirán si abren investigación formal contra el presidente Gustavo Petro y contra su gerente de campaña, Ricardo Roa, hoy cabeza de Ecopetrol. Los magistrados Benjamín Ortiz, liberal, y Álvaro H. Prada, del Centro Democrático, tienen lista una ponencia para avanzar en la indagación, por graves indicios de falsedad en la contabilidad de la campaña. La decisión está en manos del pleno del Consejo, donde, según mis fuentes, la propuesta de Ortiz y Prada podría conseguir una mayoría de cinco o seis votos.

Aportes no registrados en los informes contables a que está obligada toda campaña, procedentes de Fecode y la USO, así como vuelos chárter para el candidato que tampoco fueron anotados como donaciones, se suman a otras pruebas y forman un bloque que acumula más de $ 6.000 millones recibidos de manera oculta. Al menos uno de los donantes de vuelos chárter obtuvo luego, del Gobierno, un jugoso contrato a dedo por más de $ 60.000 millones, según ‘La silla vacía’.

La campaña habría escondido esos aportes para ocultar una clara violación de los topes de gasto que la ley impone a las campañas. A eso hay que sumar los $ 15.000 millones que el embajador ante la FAO, Armando Benedetti, dijo –en un mensaje de audio, el año pasado, a la entonces secretaria del Presidente, Laura Sarabia– haber conseguido de donantes que “no son empresarios”, entre ellos un excapo del narcotráfico, y que tampoco fueron registrados en la contabilidad.

Esos dos paquetes de aportes suman más de $ 20.000 millones, unos 5 millones de dólares, no lejos de lo que el cartel de Cali aportó a la campaña Samper Presidente en 1994, en el mayor escándalo de financiación electoral del país. El audio de Benedetti, así como otros aportes millonarios que habrían recibido la candidata a vicepresidenta, Francia Márquez, y el gerente de la campaña petrista al Congreso, el hoy minsalud, Guillermo A. Jaramillo, son objeto de indagación por fiscales ante la Corte Suprema.

Más allá del futuro de estas investigaciones, salta a la vista que, dos años después de las elecciones, los fantasmas de financiación ilegal de la campaña petrista están espantando más que nunca, lo mismo al mandatario que a varios de sus colaboradores.

Aunque en el terreno penal, al Presidente solo lo puede investigar la Cámara de Representantes, la Vicepresidenta y su equipo están expuestos a indagaciones de la justicia ordinaria. En cuanto al proceso en el CNE, no están claras las consecuencias si el Presidente y sus directivos de campaña resultan responsables. Pero el propio Petro dijo en 2020 una frase que hoy se vuelve en su contra: “Un solo voto conseguido a través del fraude anula una elección”.

Creo que las cosas no van a llegar tan lejos. Pero si el Presidente sigue atacando al Congreso (su juez natural), a los partidos (que mandan en el Congreso y en el CNE) y al propio CNE, contra el que la ha emprendido varias veces, y si vuelve a mostrarse agresivo con la Corte Suprema, podemos entrar en tierra desconocida.

A esto se suma un ambiente de opinión pública que también aterra a Petro. Una nueva entrega del Invamer Poll mostró que el respaldo a su gestión, que había recuperado algo de terreno a inicios de año, volvió a caer, y que 6 de cada 10 colombianos rajan el trabajo del Presidente.

Preocupado por las manifestaciones en contra del Gobierno –anunciadas para hoy–, Petro trató de debilitarlas al declarar día cívico el viernes y sugerirle a la gente que saliera de las grandes ciudades como Bogotá, dizque para ahorrar agua y luz ante el peligro de racionamientos. Como si no ir a la oficina o al colegio, y salir de la ciudad, significara que las personas no se bañan o gastan menos energía eléctrica. La intentona del Presidente fue tan obvia como ridícula. Y, de paso, confirmó que está asustado.

EL TIEMPO


lunes, 15 de abril de 2024

Mauricio Vargas / No se dejen asustar




No se dejen asustar

Petro quiere que la oposición viole las leyes y la Constitución, para que él pueda hacer lo mismo.


Mauricio Vargas

14 de abril de 2025


El presidente Gustavo Petro está perdiendo la compostura. Las amenazas que sueltan él y algunos de sus ministros más abyectos, como el de Salud, Guillermo Jaramillo, y el del Interior, Luis Fernando Velasco, son muestra de un gobierno debilitado por consecutivas derrotas, que quiere aparecer fuerte a punta de intimidaciones.

lunes, 8 de abril de 2024

Mauricio Vargas / La gorra del autócrata

 



La gorra del autócrata


Petro quebró las EPS al no girarles lo debido, y ahora las interviene porque dice que se quebraron.


Mauricio Vargas

7 de abril de 2024


Solo aquellos ingenuos u oportunistas que, sin ser petristas, decidieron acompañar la candidatura del Presidente –y luego su gabinete o sus embajadas– se creyeron el cuento de que Gustavo Petro era un demócrata que respetaría las reglas de la Constitución de 1991, que el propio M-19 de Petro ayudó a redactar.

lunes, 26 de febrero de 2024

Mauricio Vargas / Dedazos palaciegos

 



Dedazos palaciegos

El Dapre ha asignado a dedo 8 de cada 10 contratos, y a dedo quiere Petro manejar el 

Mauricio Vargas

25 de febrero de 2024

De manera arbitraria y contra la opinión de la Oficina de Defensa Jurídica del Estado, en septiembre el hoy suspendido canciller Álvaro Leyva determinó que fuese declarada desierta la licitación para la fabricación de pasaportes. En ese entonces, el presidente Gustavo Petro salió a respaldarlo con un argumento que sonaba bonito: “En mi gobierno –escribió en unos de sus habituales trinos– no tendremos licitaciones con un proponente. La lucha contra la corrupción va en serio”.

martes, 13 de febrero de 2024

Mauricio Vargas / Petro, en modo Trump

 








Petro, en modo Trump

Dice que no tuvo que ver con la toma del Palacio en 1985. Esta vez, convocó y alentó a la turba.


Mauricio Vargas

11 de febrero de 2024

Convocar a punta de trinos y desde la cúpula del Ejecutivo a una serie de manifestaciones, con el fin de arrinconar a uno de los poderes del Estado para obligarlo a actuar de determinada manera, como hizo el presidente Gustavo Petro esta semana en su afán de presionar a la Corte Suprema de Justicia a elegir nuevo Fiscal General, me lleva a evocar dos críticos momentos de la historia.

lunes, 1 de enero de 2024

Mauricio Vargas / Predicciones 2024


Gustavo Petro


 Predicciones 2024

La economía se debatirá entre estancamiento y recesión. Y las cifras de violencia seguirán al alza.


Mauricio Vargas
31 de diciembra de 2023

A pocas horas de las campanadas del final de 2023, llega la hora de arriesgar las predicciones para el año nuevo, que suelo hacer en estas fechas. No me fue mal con las que planteé hace un año. Acerté en que empezaría el desgaste de opinión para el presidente Gustavo Petro, aunque jamás imaginé que su popularidad cayera tanto ni tan rápido, con más de 60 % de encuestados que desaprueban su gestión.También vi venir el deterioro de la economía, con un estancamiento de la inversión y del consumo que nos pone en peligro de recesión. Un país que creció 7,5 % en 2022 va camino de poco más de 1 % en 2023, por debajo de Brasil y México –con los que debemos compararnos–, que suben más de 3 %.

domingo, 8 de octubre de 2023

“El país necesita información clara de las ausencias de Gustavo Petro”: Mauricio Vargas

 

“El país necesita información clara de las ausencias de Gustavo Petro”: Mauricio Vargas

El columnista Mauricio Vargas se refirió a su texto “El Ausentismo presidencial”, el que advierte que el presidente Gustavo Petro ha tenido 25 días de ausencia en su gestión sin justa causa.

lunes, 29 de marzo de 2021

Coronavirus / ¿Hasta cuándo?


 

¿Hasta cuándo?

Con un alza tan acelerada de los contagios, el gran peligro está en el colapso de las UCI.


Mauricio Vargas
27 de marzo de 2021

Aunque estaba cantada, la tercera ola de la pandemia de covid-19 en el país tiene apaleada a la gente, que, cansada tras un año de cuarentenas completas, cuarentenas a medias, toques de queda, pico-y-cédulas y demás limitaciones de la vida social y la movilidad, se había ilusionado con un razonable control de la crisis, al tiempo que arrancaba la vacunación. Pero el baldado de agua fría llegó, y lo hizo incluso unos días antes de lo calculado, que era para después de Semana Santa.

sábado, 23 de enero de 2021

Mauricio Vargas / La batalla de Israel


La batalla de Israel

Israel ya inoculó 25 % de su población con las mismas vacunas que aplicará Colombia. Y va bien.


Mauricio Vargas
17 de enero de 2021

Levantarse en la mañana con las noticias del día resulta desalentador en este gris enero, en casi todo el planeta. La pandemia de covid-19 alcanza cifras sin precedentes, impulsada por las fiestas y la movilidad de los viajeros de fin de año, así como por nuevas variantes del coronavirus, que, según análisis iniciales de los científicos, hacen gala de mayor velocidad de contagio.

Mauricio Vargas / Vacuna antipopulista


Vacuna antipopulista

Es el populismo autoritario: igual que Trump, Petro ha usado las redes para saludar la violencia.


En Colombia, muchos asocian a Trump con Álvaro Uribe. Pero, con todo y sus defectos, el expresidente nunca incitó a una turba a la violencia. Quien sí lo ha hecho es Gustavo Petro al saludar los ataques violentos a los CAI y quien, al igual que Trump, ha asumido una actitud insurreccional. ¿No hay similitud acaso entre los asaltantes del Capitolio y la violenta petrista ‘Epa Colombia’? Trump y Petro se parecen como se parecían Hitler y Stalin. El populismo autoritario no es de izquierda ni de derecha: es del color de la manipulación y de la incitación al crimen.


Mauricio Vargas

10 de enero de 2021 


“Vayan, sean salvajes”, tuiteó el presidente Donald Trump antes de la manifestación de sus fanáticos este miércoles frente al Capitolio en Washington, en uno de los muchos mensajes incendiarios lanzados por él y su camarilla desde hace días, tras señalar al 6 de enero como el día del “ajuste de cuentas”. Así, en lengua mafiosa, los trumpistas marcaron la fecha en que el Congreso debía certificar la victoria de Joe Biden y de Kamala Harris como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos, para posesionarse el 20 de enero.

Mauricio Vargas / Una elección abierta

 


Una elección abierta

El candidato debe demostrar que le puede ganar a Petro sin ser ‘el que diga Uribe’.


Mauricio Vargas

19 de diciembre de 2020


En mi anterior columna dije que los números de la pandemia iban a subir, resultado del arribo de las fiestas y del cansancio de la gente con las medidas restrictivas, que dejan poco margen de acción a las autoridades. Y está pasando. “Estamos igual que en agosto”, escuché el jueves en la radio. No es exacto: aunque los casos nuevos diarios han vuelto a pasar de 12.000, como en aquel mes del pico de la crisis, en ese entonces el país practicaba 30.000 pruebas al día y ahora hace el doble, más de 60.000. Si en agosto la tasa de positividad llegó a 32 %, ahora es de 18 %, una proporción mucho menor de casos confirmados. Las muertes diarias pasaron de 200, pero, por fortuna, aún están lejos las jornadas de 400 decesos de ese negro agosto. Claro que esta nueva ola apenas comienza.

Mauricio Vargas / Fiestas y vacunas



Fiestas y vacunas

Si Claudia López fuera presidenta, nos quedaríamos sin vacunas contra el covid-19.


Mauricio Vargas

12 de diciembre de 2020


Después una marcada estabilidad en septiembre, octubre y noviembre, con los nuevos casos diarios de covid-19 entre 7.000 y 8.000, y las muertes –muy lamentables– en torno a 175 por día, es fácil prever que las reuniones familiares decembrinas y la mayor afluencia en centros comerciales hagan subir los números. A pesar de los alcaldes que han impuesto límite de asistentes a las fiestas e incluso toques de queda, los colombianos no quieren acatar nuevas restricciones: cinco meses de encierro casi total y tres más de limitaciones han agotado la paciencia, en especial entre los jóvenes.

domingo, 5 de abril de 2020

Mauricio Vargas / ¿Hasta cuándo?



Giancarlo Dani (@dani_giancarlo) | টুইটার
El distanciamiento social según Emilio Giannelli


¿Hasta cuándo?

Si la cuarentena va hasta junio, el hambre y la destrucción de empleo serán peores que la pandemia.


Mauricio Vargas
5 de abril de 2020


Está claro que la severa cuarentena decretada por el Gobierno para enfrentar la pandemia de covid-19, y que en principio va hasta el 13 de abril, tendrá que ser prorrogada unas semanas. Aunque la cifra de contagios va muy por debajo de la proyección inicial de las autoridades –que apuntaba a decenas de miles para este fin de semana–, es pronto para decir que la amenaza está controlada. Sería irresponsable levantar, dentro de apenas ocho días, el confinamiento de millones de colombianos en sus hogares.



Algunos sostienen, con cierta razón, que los contagios están subestimados debido a que el país empezó haciendo pocos exámenes, unos cuantos centenares diarios. Desde el 1.° de abril, las pruebas pasaron a miles por jornada, y seguirán en aumento, lo que elevará la cifra de contagios comprobados a niveles más realistas. Aun así, el impacto de la pandemia en el país está muy lejos de los pronósticos. Prueba de ello es el número de muertes, un dato mucho más fácil de verificar: con un total de contagios similar al de Colombia, Argentina registra dos veces más decesos; México, con un poco más de enfermos, suma tres veces más.


El porcentaje de muertes en el país era este viernes del 1,63 % sobre el total de contagios, cuando el rango mundial ronda el 5,4 %: algo estamos haciendo bien. Lo primero, que la cuarentena comenzó pronto, cuando los contagios sumaban cerca de 400. Con una población similar a la de Colombia, el Gobierno de España decretó el confinamiento con más de 5.000 casos. Lo segundo, que muchas clínicas y hospitales del país vienen aplicando, en pacientes muy afectados, terapias que han dado buenos resultados en China, Francia y varias naciones más, como la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina, experimentada por el médico francés Didier Raoult.

Pero el éxito del confinamiento depende también de medidas sociales, como la entrega de mercados en los hogares más pobres, pues con hambre nadie se queda en casa. Aparte de los mercados, que van bien, la batería de auxilios a los estratos 1 y 2 es enorme: mantenimiento y reconexión del servicio de agua, sin pago; prohibición de desahucios para arrendatarios caídos en su mensualidad; dinero extra para 2,6 millones de hogares de Familias en Acción; 750.000 pesos extra para más de medio millón de Jóvenes en Acción; alivios en créditos de vivienda popular, y mucho más.

Pero el Gobierno se ha quedado corto en el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa. El anuncio de una línea de crédito inicial de 150.000 millones de pesos, en un país con millón y medio de esas compañías, las deja con unos 100.000 pesos a cada una: una ridiculez. Urge hacer muchísimo más, pues ahí está la clave del empleo. La terquedad del equipo económico que se niega a usar los recursos monetarios con que cuenta (reservas, crédito del Banco de la República, crédito ‘stand by’ del FMI) para alimentar el aparato productivo destruirá cientos de miles de empresas y millones de empleos, un tejido económico que será muy difícil reconstruir si no frenamos ya su implosión.

El drama económico y social puede llegar a ser más grave que la crisis sanitaria por el coronavirus, y durar varios años. Equivocarse en esto traerá más muertos por hambre y miseria que la pandemia misma. Aunque es evidente que la cuarentena debe continuar después del 13 de abril, sería un gravísimo error llevarla, tan radical como está, hasta junio. Primero, porque la destrucción de empleo adquiriría magnitudes de catástrofe. Y, segundo, porque si tras dos meses de confinamiento los contagios no ceden, habrá que preguntarse si la cuarentena está dando resultado. Es temprano para decidir estos asuntos, pero es bueno empezar a debatirlos y preparar los pasos para un desmonte gradual del confinamiento.

EL TIEMPO




lunes, 2 de septiembre de 2019

Las FARC / El videoshow





El ‘videoshow’

Es falso que ‘Márquez’, ‘Santrich’ y el ‘Paisa’ hayan regresado al crimen: jamás lo dejaron.


Mauricio Vargas

31 de agosto de 2019



Si noticia es novedad, como dicen los cánones del periodismo, el ‘videoshow’ lanzado esta semana por ‘Iván Márquez’, el ‘Paisa’ y ‘Santrich’ no trajo noticia alguna. ‘Se rearman’, ‘Vuelven a alzarse en armas’, leímos en los titulares: puro cuento. Esos tres narcoterroristas y su puñado de seguidores no han vuelto a las armas, simple y llanamente porque jamás las dejaron, jamás abandonaron la actividad criminal, como lo demuestra, entre otras evidencias, la grabación –meses después de la entrada en vigor de los acuerdos de La Habana– de ‘Santrich’ y del sobrino de ‘Márquez’ en plena negociación de toneladas de cocaína con delegados del sanguinario cartel de Sinaloa.

Mauricio Vargas / Perdidos en el Amazonas

Amazonas en llamas


Perdidos en el Amazonas

Perder tanto Amazonas en medio del cambio climático es quedarse sin salvavidas en un naufragio.

Mauricio Vargas
24 de agosto de 2019

No se trata de incendios espontáneos debidos a la sequía. Expertos en el clima han señalado que la temporada no ha sido ni más seca ni más ventosa que en otros años, y aun así ha habido muchísimo más fuego. En su gran mayoría, se trata de incendios provocados por madereros, ganaderos y agricultores que, estimulados por la política del presidente brasilero, Jair Bolsonaro, empeñado en alentar en vez de contener este tipo de explotación del Amazonas, aplican la estrategia de tumbar, secar y quemar para aprovechar la madera y ampliar las áreas de ganadería extensiva y de agricultura.

Mauricio Vargas / El conejo de las FARC



El ‘conejo’ de las Farc

¿En algún momento los ex-Farc perderán sus beneficios por incumplir con la plata para las víctimas?

Mauricio Vargas
28 de julio de 2019

He repetido –y lo sigo creyendo– que hace siete años, cuando el presidente Juan Manuel Santos sentó a sus delegados en la mesa de La Habana para negociar con las Farc, hacía una apuesta correcta: una guerrilla que había sido derrotada militarmente pero no estaba aniquilada era buena candidata a dejar las armas por la vía de un acuerdo. Pero, con el paso de los años, los líderes de las Farc entendieron que Santos tenía afán por firmar y le sacaron, en la mesa, mucho más de lo razonable.

martes, 28 de agosto de 2018

Mauricio Vargas / Cinismo en las cortes




Cinismo en las cortes

Maten, secuestren, trafiquen coca, violen menores: si es por la revolución, les saldrá baratísimo.

Mauricio Vargas
25 de agosto de 2018

Creo que me estoy volviendo viejo y que mi escala de valores pasó de moda. Sea como sea, ya no coincide con la de las altas cortes. En el caso de la Suprema, su sala penal lleva años dejándonos en claro que si se trata de personajes de izquierda, sus acciones delictivas son menos graves que las de quien milite en centro o derecha. Mientras esa corte pasó una década indagando la ‘parapolítica’ y en muchos casos –no en todos– tuvo razón y aplicó merecidos castigos, se negó a investigar la ‘Farcpolítica’, a pesar de la nutrida evidencia que compromete a líderes de izquierda con actividades de la guerrilla.

domingo, 27 de mayo de 2018

Mauricio Vargas / Mi voto


MI VOTO

Por: Mauricio Vargas
27 de mayo 2018 , 02:30 a.m.

No recuerdo una campaña presidencial en la que me haya costado más trabajo decidir por quién votar. Desde inicios de los ochenta, cuando estrené mi cédula, me resultó sencillo decir: “Este es mi candidato”. En 2014, me tardé un poco. Con esa excepción, a lo largo de todos estos años que ya son décadas, casi siempre adopté mi elección meses antes de ir a las urnas. El voto de este domingo lo decidí apenas hace unas pocas semanas.
Descarté de entrada a Gustavo Petro. No solo por su marcado autoritarismo de izquierda de corte chavista. Mucho más, si se quiere, por lo mal administrador y peor ejecutor que demostró ser en la alcaldía de Bogotá. No me gustan ni su talante antidemocrático, tan poco tolerante con la crítica, ni sus mañas de saltimbanqui para, por ejemplo, demorarse meses en presentar su declaración de renta. Nada en él me da confianza.

Ninguno de los candidatos ha sido más cercano a mis afectos personales que Humberto de la Calle. Un intelectual de gran nivel, un conversador excepcional, un conocedor a fondo de muchos y muy variados temas. Nunca entenderé que se haya ofrecido en sacrificio para una candidatura que jamás tuvo opción, porque a los acuerdos de La Habana –su gran ejecutoria en los años recientes– cada día le salen más peros: no es osado decir que hoy tienen más detractores que los que votaron No en el plebiscito de 2016.

Hasta hace algunos meses, creía que iba a votar por Germán Vargas, por su demostrada capacidad de gestión, y porque sus propuestas sonaban audaces y atractivas en campos como el tributario. Pero dejó todas esas virtudes atrás al apostarle su destino a la maquinaria de la Unidad Nacional santista y al voto amarrado, lo que le quitaría libertad para gobernar y volvería irrealizables sus propuestas. Es imposible ser un buen presidente con semejante deuda con los caciques.

La figura de Sergio Fajardo me atrajo por años. Ahora, parecía el indicado para recoger la rabia de los colombianos por los abusos sin límite de la corrupción, la ‘mermelada’, el contratismo de los cupos indicativos y el cohecho que alcanzó incluso a las altas cortes. Jamás comprenderé que se haya aliado con la izquierda marxista, ahuyentando a muchos votantes de centro. Eso sí, ha hecho el mejor cierre de campaña de todo el abanico de candidatos, lo que explica su crecimiento en las encuestas de la recta final.

Votaré por Iván Duque. No solo porque descarte a los demás. Confío en que, a pesar de su poca experiencia en altos cargos, en la Casa de Nariño demuestre la madurez y la habilidad de que ha hecho gala en esta campaña. Me gusta su ponderación, esa que tanto molesta al uribismo más derechista. Desde muy joven, ha sido un estudioso y un adicto al trabajo, sabe de los temas críticos –hacienda, seguridad, inversión social, educación, salud– y con 41 años tiene el liderazgo juvenil que demanda la tarea de enderezar tantas cosas torcidas en Colombia. Sería el mandatario más joven, elegido por voto popular, en más de 150 años: Alberto Lleras, quien llegó al poder en 1945 con apenas 39 años, lo hizo como Designado tras la renuncia de Alfonso López Pumarejo.

No creo que vaya a ser un títere del expresidente Álvaro Uribe, pero si Uribe lo critica, no le comprará la pelea y evitará así repetir el torpe error de Juan Manuel Santos. Me gusta su propuesta económica –basada en las renovadoras ideas de la economía naranja– porque implica luchar contra la pobreza por la vía de forjar, entre otras, una clase media emprendedora, en vez de seguir ahondando el barril sin fondo de los auxilios directos a las familias de bajos recursos. Me atrae que vaya a poner en cintura a la JEP, uno de los mayores peligros institucionales que afronta el país como ya lo demostraron sus magistrados. Veremos cómo termina la jornada.

EL TIEMPO



domingo, 20 de mayo de 2018

Mauricio Vargas / El harakiki de la JEP




Mauricio 

El harakiri de la JEP

Al proteger a Santrich, la JEP pela el cobre y exhibe un aterrador sesgo pro-Farc.

En términos futbolísticos, la JEP anuló un gol antes de que se produjera la jugada. Al proteger a Santrich como si fuera la pobre víctima de un montaje, la JEP pela el cobre y exhibe un sesgo pro-Farc que aterra.




El Tiempo, 20 de mayo de 2018


El portal de internet lasillavacia.com, al que nadie puede tachar de enemigo de los acuerdos de La Habana, lo dijo este viernes con meridiana claridad: con la decisión de suspender el proceso de extradición del excomandante de las Farc ‘Jesús Santrich’, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) “se hace el harakiri” y debilita de manera grave su ya cuestionada credibilidad. Santrich, designado como representante a la Cámara por el partido Farc, es acusado —con contundentes pruebas— de un grave delito de narcotráfico cometido con posterioridad a la firma de los acuerdos, lo que, según esos mismos acuerdos, lo lleva a perder todos sus beneficios y a ser procesado por la justicia ordinaria. Y eso incluye la posibilidad de ser extraditado.


En la decisión hay un cúmulo de absurdos. Primero, porque la JEP suspende un proceso que no se ha iniciado, lo que, además de atentar contra el derecho, insulta la inteligencia. En efecto, como lo señaló el fiscal Néstor H. Martínez, el trámite de una extradición solo arranca cuando el país que pide al reo presenta la solicitud formal de extradición, y eso no ha ocurrido. Solo entonces se activa la competencia de la JEP, como lo especifica el artículo 19 transitorio, incorporado en la Constitución en desarrollo de los pactos de La Habana, y que los magistrados de la JEP se pasan por la faja.



No es un tema menor: la JEP dice que no está claro si los hechos en que Santrich se involucró con el sanguinario cartel de Sinaloa ocurrieron con posterioridad a la firma de los acuerdos. Eso a pesar de que el propio excomandante no niega que esos contactos fuesen en noviembre de 2017, casi un año después de la firma de los acuerdos, y se limita a alegar que no eran para narcotraficar sino para desarrollar “proyectos productivos” en áreas rurales.





“Lo que hoy está planteando la JEP no está ni en el acto legislativo que creó la Jurisdicción Especial ni en el proyecto de procedimiento que está en curso en el Congreso”, sostuvo el senador de ‘la U’ Hernán Penagos, ponente de dicho proyecto. La JEP prevarica en materia grave: dice que desconoce las pruebas sobre la fecha de ocurrencia; ¿cómo puede conocerlas cuando esa demostración judicial solo va a ser allegada cuando Estados Unidos formalice el pedido de extradición? En términos futbolísticos, la JEP anuló un gol antes de que se produjera la jugada. Al proteger a Santrich como si fuera la pobre víctima de un montaje, la JEP pela el cobre y exhibe un sesgo pro-Farc que aterra.

La credibilidad de esta jurisdicción viene siendo cuestionada desde hace rato. Hace pocas semanas, el secretario ejecutivo de la JEP, Néstor Raúl Correa, renunció a su cargo de forma intempestiva. A más de una diferencia conceptual sobre la estructura administrativa de la jurisdicción, quedó la impresión de que sus magistrados querían el control burocrático y de la multimillonaria contratación de la entidad, el mismo vicio que ha enlodado la respetabilidad de los tribunales de la justicia ordinaria.




A más del tufo clientelista y contratista que quedó tras la salida de Correa, ahora resulta que los magistrados dan muestran de escasa sindéresis y dejan entrever su favoritismo hacia los excomandantes de las Farc, autores —con los paramilitares— de algunos de los más espantosos crímenes de la historia colombiana. Que sepan de una vez por todas estos honorables togados que, por esta vía, quizás consigan vencer pero jamás lograrán convencer. Y que, por lo pronto, le dieron la razón al candidato presidencial Iván Duque, quien ha prometido que, si gana, hará ajustes importantes a las normas que regulan la JEP. Ajustes que son bienvenidos si, como lo indican los hechos, más que juzgar a los excomandantes, la JEP se dedica a protegerlos.