Rachel B. Glaser |
Rachel B. Glaser
Rachel B. Glaser, escritora y poeta estadounidense, ha publicado la colección de cuentos breves Pee on Water (Publishing Genius, 2010), los libros de poemas Moods (Factory Hollow Press, 2013) y Hairdo (Song Cave) y la novela Paulina & Fran (2015). Estudió pintura y animación en Rhode Island School of Design, y poesía y ficción en UMass Amherst. En 2013 recibió el McSweeney’s Amanda Davis Highwire Fiction Award.
Hace parte de la lista de Granta, Best of Young American Novelists (2017), todo un sello de garantía. Parte de su obra aparece en las antologías 30 Under 30 y New American Stories.
Su cuento, su delicioso cuento "El Jpeg", trata de la soledad y el amor en nuestros días y de los confusos límites entre la realidad y lo imaginario en los tiempos del ciberespacio. La vida de Anna, protagonista de esta historia, se debate entre emails, archivos virtuales y la dolorosa ausencia del amor. Unas líneas a manera de abrebocas: "Ella pensó que el destino la había atraído hacia él, y a él hacia ella, y escribía un diario que guardaba en sus borradores de Google; ahora era menos romántica y comprendía que simplemente era adicta a su cara. Cuando una persona memoriza la cara de alguien, puede volverse esclavo de esa cara. Para sentirse a gusto tienen que estar en presencia de la cara. Pero la cara se va por ahí, la cara sale con otras caras. Se miraron y a ella le dolieron los pechos. Quería abofetearlo, pero abofetearlo para que se le cayera la ropa."
9 de octubre de 2017
RACHEL B. GLASER
EL JPEG
Traducción de Virginia Higa
l término de la tercera semana de abril, Anna miró su calendario y no sintió nada por el retriever que había inaugurado el mes con tanta vivacidad. Tenía demasiado pelo, inflado al viento, como de costumbre, pero la sonrisa del perro parecía forzada. Anna pasó la página y clavó el mes de mayo a la pared con una chinche. ¡Oh! ¡El perro de mayo era hermoso! Olfateaba un manojo de flores con los ojos húmedos, llenos de vida; Anna habría dado el alquiler de un mes por ser ese perro, sin ocupación y querido por todos.