Aquiles Nazoa
LA HISTORIA DE UN CABALLO
QUE ERA BIEN BONITO
Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines. Todos estábamos muy contentos con esa costumbre del caballo; y el caballo también porque como se alimentaba de jardines, cuando uno le miraba los ojos las cosas se veían de todos los colores en los ojos del caballo. Al caballo, también le gustaba mirarlo a uno con sus ojos de colores, y lo mejor del asunto es; que en los ojos de ese caballo que comía jardines, se veían todas las cosas que el caballo veía, pero claro que más bonitas, porque se veían como si tuvieran siete años. Yo a veces esperaba que el caballo estuviera viendo para donde estaba mi escuela. El entendía las cosas y veía para allá, y entonces mi hermana Elba y yo nos íbamos para la escuela a través de los ojos del caballo.