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jueves, 5 de julio de 2012

No a la Unión bancaria europea


La analista Gertrud Traud, economista jefe de Halaba y columnista de varios medios de comunicación, publicó un excelente comentario el sábado en Welt. Se titula (en papel) Bankenunion löst die Probleme nicht = la unión bancaria no resuelva problemas. O bien, on line, Auch eine Bankenunion kann Euro-Krise nicht lösen = tampoco la unión de los bancos podrán solucionar la crisis en la Zona euro.

Comienza explicando que la cristis de endeudamiento estatal en la Zona euro alcanza una fase decisiva: Espana y sus bancos deben cobijarse debajo del paraguas. Italia presenta síntomas de crisis.

El supuesto culpable es hallado inmediatamente: "el dictado de ahorro alemán". Por esta razó, Alemania debería asumir su responsabilidad y responder por estos países.

Traud nos explica que, con este argumento que se repite y se repite, para justificar exigencia, se cambia la causa por el efecto.

En efecto, la causalidad es exactamente al revés: durante anos, muchos países del euro perdieron competitividad, debido a una fuerte alza de los sueldos sin que haya aumentado paralelamente la productividad. Al mismo tiempo, la llamada convergencia de los intereses en la Zona euro condujo a una baja de los intereses a nivel alemán. Esto provocó alocaciones o asignaciones erradas de capital que fue emigró hacia la llamada periferia.

El sector público (de estos países) no aprovechó el ahorro de los intereses para consolidar su presupuesto, sino que para inflar el aparato estatal.

Por su parte, los inversionistas cayeron en la tentación de creer que un boom de la construcción podría conducir a un crecimiento sostenido. También, el sector bancario se dejó llevar por esta ilusión, como se aprecia especialmente en Espana. La cuota de la casa propia alcanza, en ese país, al 85%; en Alemania, alcanza sólo al 46%. Como consecuencia del reventón de la burbuja, el sector bancario espanol se vió en una situación mala y debió pedir ayuda.

Es cierto que el dinero será entregado a Espana sólo bajo la condición de realizar una reestructuración y saneamiento del sector bancario. Sin embargo, el intento de solucionar los problemas de los bancos a través de una unión bancaria y por medio de un fondo de garantía de los depósitos (deposit insurance, no hay artículo en Wikipedia en castellano sobre esta importante materia, lo que me da qué pensar...) es una medida que va en la dirección equivocada.

Una ampliación de la base del sector financiero podría contribuir, en tiempos normales, a un mejoramiento de la estabilidad financiera. Sin embargo, en estos momentos, sólo significarían una transferencia de patrimonio del contribuyente alemán.

Sin embargo, no sólo en el tema de los eurobonos, sino que también con los planes de la unión bancaria, se quiebra el principio de que quien actúa es responsable de sus actos. Sobre este punto, el Tribunal constitucional federal ha dejado recientemente muy claro que nuevos pasos en dirección una unión de las deudas, sin un proceso de legitimación democrática no es admisible con la Constitución alemana. No obstante, Alemania no se cierra frente a la ayuda a los países más débiles, como lo muestra su participación en los fondos de rescate.

El objetivo debe ser: remover las costras que se han formado a lo largo del tiempo y construir nuevas estructuras competitivas. Se trata de una ayuda para que ellos mismos se ayuden. No ayuda en nada que algún país intente repetidamente abandonar el curso de las reformas, como ocurrió en Grecia después de las elecciones. Hay que llevar a cabo las reformas administativas e implementar un sistema tributario efectivo.

Que el proceso de reformas es posible lo muestran países como Irlanda y Portugal. Que conste que, al escribir el artículo, la analista no sabía que hoy Irlanda colocaría en el mercado de capitales, sus bonos con intereses menores a los de Italia y Espana... Concluye que los esfuerzos de reforma se ven siempre recompensados. Italia y Espana no deben quejarse tanto por los intereses que pagan, ya que está en sus manos realizar las reformas necesarias para recuperar la confianza de los inversionistas.

Tampoco se puede hablar de un dictado del ahorro, ya que todos los países de la Zona euro -incluyendo a Alemania- tienen un endeudamiento neto. De manera que no hay ningún país que ahorre. Lo único que se hace es contener un poco el endeudamiento.

Es decisivo que, en estos momentos, se respete el principio de que quien actúa responde de sus actos. Si se instaura un sistema permanente de transferencias no sólo se reducirá el rendimiento de los países más débiles, sino que se dañará también a los países más fuertes.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Yo no creo en Santa Claus

La insistencia de algunos en exigir que el Banco Central Eeuropeo eche a andar la impresora me parece irresponsable. Yo no sé si la gente que lo pide (incluyendo a Cameron, Putin, Obama y muchos más) saben que el Banco ha comprado toneladas de bonos PIGS durante los últimos ... anos... Ver, como ejemplo, Los papeles PIGS en el BCE

Y...ha mejorado esta compra la situación de los países del Sur? La respuesta es un claro no.  Es más, desde que asumió Draghi, ha comprado aún más bonos y la situacíón de Italia y Espana ha empeorado.

Hasta ahora, el efecto monetario podía ser "esterilizado" (ver Y si apretamos el button reset y empezamos todo de nuevo? Entrevista a Homburg sobre el euro) o "neutralizado" (Gertraud Traud lo explica muy bien en un excelente artículo aparecido en Welt ayer) o "castrado" (yo). Evitando así una galopante inflación.

En efecto, algo que nosotros los chilenos aprendimos ya en el Kindergarten es que un aumento de masa monetaria (salvo que se esterilice y ni aún así funciona bien), provoca inflación. Y la inflación es "el impuesto a los más pobres". Es una injusticia y es altamente perjudicial para la economía y para la paz social.

En Alemania -por Weimar- tenemos un miedo terrible a la inflación. Y gracias a Dios, los alemanes tienen este miedo.

Si el BCE comprara bonos PIGS en medida aún mayor de lo que lo hace en la actualidad, provocaría un proceso inflacionario incontrolado e incontrolable. Puede ser que esto no importe a países del Sur de Europa, acostumbrados a la inflación; pero en el norte, sí importa y mucho.

Asimismo, nadie nos garantiza que la compra de bonos de países PIGS (con su altísima prima de riesgo) mejorará en algo la situación de esos países, de Eurolandia, de Europa o del mundo. Por el contrario, puede ser que, durante uno o dos días, los PIGS paguen menos intereses (y no 6 ó 7% actuales). Pero su prima de riesgo no bajará.

El problema de los PIGS no es la alta prima de riesgo, ni tampoco son los altos intereses para colocar sus bonos. El problema es su economía. Mientras no realicen las reformas -y reformas duraderas- su situación NO mejorará.

Por otra parte, si el BCE compra sus bonos, no habrá aliciente alguno para realizar reformas necesarias a su economía real. Y para mejorar su situación fiscal.

Como decía ayer la economista jefe de Helaba, Gertraud Traud: creer que los problemas se solucionarán si el banco central europeo compra bonos de estos países es como creer en Santa Claus.

No sé Uds., pero yo no creo en Santa Claus.