El artículo de Paul Badde (que ha sido catalogado -creo que fue Newsweek, pero puede haber sido otra revista norteamericana- como "amigo personal del cardenal Ratzinger") esta semana en Die Welt comienza con las siguientes palabras: "La Iglesia católica ha sido siempre una banda de pecadores".
Y continúa: "Incluyendo a algunos Papas" (entre paréntesis, una amiga mía -de la más alta nobleza- desciende de un Papa, nota del blog). "Como Alejandro VI, con su 'personalidad erótica', como la denominaríamos hoy día".
"El milagro de la Iglesia es que, esta banda de delincuentes, siempre ha logrado producir grandes y pequeños santos y beatos". La palabra Selige en alemán es mucho más positiva que la negativa beato/a en castellano; Selige significa, además de beato, feliz.
"De generación en generación: desde san Esteban, pasando por san Francisco de Asís hasta el cardenal Newmann o la Madre Teresa. Esto tampoco cambiará en el futuro. No será tocado por el tremendo choque... (se refiere al de los abusos sexuales).
Más adelante, escribe el periodista estrella de uno de los tres diarios más importantes de Alemania (de ellos, el más leído por el segmento más joven de la población, nota del blog): "Que un sacerdote haya abusado de niños significa que ya, desde hacía mucho tiempo, no tomaba en serio a Dios".
A continuación cita la famosa frase evangélica, también citada por Benedicto 16, con respecto a los sacerdotes y otros, abusadores: "Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que creen en mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar".
"Por esta razón, no puede dejar de ver detrás de los abusos (se refiere al Papa) una crisis de fe de proporciones aterradoras. Una caída (Abfall, en el sentido de defección, abandono total) de la fe, una burla de Dios, entre los mismos teólogos".
Esto explica -prosigue Badde- el intento del Santo Padre por "palear (sacar con la pala, se hace con la nieve y con la ceniza, nota del blog) toda la ceniza que amenaza con sofocar las brasas (Glut, podría traducirse también como rescoldos, o sea, lo que aún está encendido en una fogata) de la Iglesia".