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martes, 5 de enero de 2016

A 120 anos de la degradación de Dreyfus


Hoy, hace 120 anos (el 5 de enero de 1895), en el patio de la Escuela Militar, tuvo lugar la ceremonia de degradación del capitán de la artillería del ejército francés Alfred Dreyfus. Es uno de los episodios antisemitas de la historia reciente de Europa.

Dreyfus fue acusado de alta traición, de entregar documentos a la embajada de Alemania.

El vedadero espia era Ferdinand Walsin-Esterházy, que necesitaba el dinero debido a sus deudas de juego. La adicción al juego era lamentablemente, algo bastante común en esa época...

Sin embargo, sectores antisemitas, clericales (católicos) y monárquicos de la sociedad francesa decidieron proteger al verdadero cumplable y que la culpa cargara sobre un inocente: sobre Dreyfus.

La prensa antisemita, clerical y monárquica azuzaba a la población contra el judío Dreyfus. Quienes trataron de defender a Dreyfus -como el escritor Émile Zola, en Le Figaro- recibieron los ataques de la población.

El patio de la escuela militar estaba lleno de una turba que aplaudía su injusta degradación. Como se aprecia en la imagen (licencia "de dominio público"), que agradezco a Wikipedia y a Van Nuytts

Entre 1895 y 1899, fue condenado al aislamiento, primero en una isla del Atlántico y después, en la Isla del Diablo, en la Guayana francesa.

El affaire Dreyfus es una de las causas del nacimiento del sionismo. Sobre el tema, invito a leer mi artículo de 2012: Reacción de Herzl ante la degradación de Dreyfus

Gracias a la Liga de soldados judíos alemanes por recordárnoslo hoy temprano en Facebook.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Oficiales judíos en el ejército de de Austria-Hungría y su imposibilidad en la "ilustrada" Prusia


Ayer, el Bund jüdischer Soldaten e.V., esto es, la Asociación o Liga de soldados judíos, en Alemania, postea nuevamente, en Facebook, algo que todos nosotros -quienes nos interesamos por el tema- sabemos. Traduzco y explico (el status):

Mientras que, para los "ilustrados" prusianos, la carrera de oficial de ejército estaba cerrada para los judíos, en Austria, hacía tiempo que judíos habían alcanzado el grado de general (Während die "aufgeklärten" Preußen Juden die Offizierskarriere verwehrten, hatten sie in Österreich längst Generalsränge erreicht).

El status muestra como ejemplo, al general judío Alexander Ritter von Eiss (Ritter es un típico título de nobleza otorgado en Austria de la época), sionista y amigo de Theodor Herzl; en Prusia y en Alemania en general, algo así habría sido absolutamente imposible. Pero no en el multicultural, multiétnico y multirreligioso Imperio de los Habsburgo. 


lunes, 16 de enero de 2012

La respuesta al "Estado Judío" de Theodor Herzl

Agradecezco la foto a Wikipedia y al Ministerio de Relaciones Exterioreis de Israel Vemos a David Ben-Gurion proclamando el Estado de Israel, bajo el retrato de Theodor Herzl.

Continuando mi relato acerca de lo que  Steffan Zweig dice sobre Theodor Herzl, me gustaría contarles ahora cuál fue la reacción "fuera de Viena" al libro de Herzl.

Ya escribí acerca de la reacción de la sociedad de Viena ante la aparición de "El estado judío" de Theodor Herzl

Recordemos, asimismo que "El Estado Judío" fue la reacción de Herzl ante la degradación de Dreyfus

Dice Zweig que la respuesta a su folleto (Broschüre) llegó con gran fuerza (Wucht) desde donde Herzl no la esperaba, de tal manera que lo atemorizó. Era increíble recibir una reacción así a apenas una docena de páginas.

La respuesta no llegó de los bien situados judíos de la burguesía de Viena, en situación acomodada, sino de las masas que formaban el proletariado de los guettos de del Este. Del proletariado de los guettos de Galicia, Rusia y Polonia. Sin percatarse de ello, con su opúsculo, había encendido las llamas ocultas bajo las cenizas. El milenario sueno del mesianismo y la promesa de regresto a la tierra prometida, que confirmaban los libros sagrados. La esperanza y asimismo, la certidumbre religiosa que hacía que la vida encadenada y esclavizada de millones de judíos del Este, tuviera un sentido.

Desde hace siglos, cada vez que aparecía un profeta o un impostor, las masas se ponían en movimiento. Pero nunca con tanta fuerza como en esta ocasión. Nunca se había puesto en movimiento todo un pueblo.  Cuenta Zweig que el librito de Herzl había tocado realmente el alma del pueblo, con una gran fuerza, con un gran fragor atronador.

domingo, 8 de enero de 2012

Reacción de Herzl ante la degradación de Dreyfus

Me gustaría contarles hoy brevemente, lo que Zweig escribe acerca del por qué de este diametral cambio de opinión de Herzl. Me referí a su inicial proyecto en Steffan Zweig sobre Theodor Herzl

Cuando -después de la degradación de Dreyfus e incluso antes de que se supiera de su inocencia- se dió cuenta de la impracticabilidad de su plan inicial de conversión en masa al cristianismo, le hicieron ver cuál era en realidad, su verdadera tarea (p. 125).

"En ese segundo de la degradación de Dreyfus, el pensamiento del eterno desprecio hacia su pueblo fue como un puñal que traspasó su pecho. Si la segregación es inevitable, entonces que sea total. Si nuestro destinto será siempre la humillación, hagámosle frente con orgullo. Si sufrimos por no tener patria, entonces, construyamos nosotros mismos una patria. Entonces publicó su folleto Der Judenstaat (el estado judío), en que proclamó que la igualización por asimilación y toda esperanza de tolerancia total son imposibles para el pueblo judío. El pueblo judío tiene que fundar una nueva patria en su antigua patria: Palestina" (pág. 126).

Ya me referí a la reacción de la sociedad de Viena ante la aparición de "El estado judío" de Theodor Herzl

La imagen es de Wikimedia Es la tapa del librito de Herzl. Primera edición, de 1896.

miércoles, 4 de enero de 2012

La reacción de la sociedad de Viena ante la aparición de "El estado judío" de Theodor Herzl



Después del post de ayer Steffan Zweig sobre Theodor Herzl, me gustaría refermirma a lo que el entonces joven escritor cuenta acerca del redactor jefe del feuilleton de la Neuen Freie Presse

Agradecemos la imagen a Wikipedia De autor desconocido, obra derivada de Alberto Fernandez Fernandez

Antes que nada, hay que destacar que Zweig pone de manifiesto que Herzl era "el favorito del público de Viena", que era uno de los hombres más cultivados de la sociedad de la capital del Imperio y otras muchas alabanzas (ver. p. 123 en mi edición, capítulo Universitas Vitae).

Al publicar el folleto "Der Judenstaat", pasó de ser el favorito, al menos favorito. Dice Zweig que el delgado librito cayó como una pesada estaca en los círculos de la burguesía judía de Viena, recibida con esupor y perplejidad, causó gran irritación y molestia.

"Nuestro idioma es alemán y no hebreo. Nuestra patria es la bella Austria y no Palestina. Acaso, no nos va muy bien bajo nuestro buen emperador Franz Josef? No tenemos nuestro ingreso y una posición social asegurada? No somos acaso ciudadanos con los mismos derechos y fieles ciudadanos de nuestra querida Viena? No vivimos en una época de progreso, en que todos los prejuicios confesionales, en un par de décadas, habrán desaparecido? (p. 126).

"Por qué él, que es judío y habla como judío, da a nuestros peores enemigos los argumentos para separarnos, en circunstancias que estamos cada día más cerca y más unidos al pueblo alemán?"

Hay que aclarar que el con "pueblo alemán" se refiere Zweig a la parcela de Austria-Hungría que hablaba alemán. Los pueblos de habla alemana tenían fama, en aquel entonces, de ser especialmente tolerantes y liberales frente a los judíos, razón por la cual, muchos judíos del Este se trasladaban a regiones de habla alemana. No sé cómo sería la situación en Budapest, de donde viene la familia de Herzl.

"Los rabinos, desde el púlpito (Zweig habla de Kanzel) se distanciaron de las palabras de Herzl. El director de la Neue Freie Presse prohibió siquiera mencionar la palabra 'Sionismo' en el diario (...) Karl Kraus (el maestro de la burla venenosa) escribió otro librito con el título 'Una corona para Sión'. Por lo que, cuando Herzl aparecía en el teatro, se escuchaba el murmullo: 'Ha llegado Su majestad'" (págs. 126 y 127).

martes, 3 de enero de 2012

Steffan Zweig sobre Theodor Herzl

Hace días que quería comentarles un hecho que Stefan Zweig cuenta, sobre Theodor Herzl, en sus memorias, cuya lectura recomiendo fervientemente. Ojalá que el original en alemán.

Agradezco la foto de Herzl (año 1897), de autor desconocido, a Wikimedia

Steffan Zweig contó que conoció a Herzl durante la época en que estuvo inscrito en la Universidad (digo inscrito, porque no fue nunca a clases, ya que las encontraba muy malas), cuando era redactor del feuilleton (artes y letras) de la Neuen Freie Presse, el diario más importante y influyente de Austria en ese entonces y el único que se podía medir con los medios más conocidos de otros países (Francia, GB, Alemania y EEUU).

Acudió a su oficina (que ocupaba una hora a la semana en el diario), para llevarle uno de sus escritos: una poesía.

A propósito de este encuentro, Zweig se refiere al sionismo de Herzl. Explica que, originalmente, el intelectual austriaco que había alcanzado la cima social en la capital del Imperio milenario de los Astrias, proponía algo muy distinto al sionismo que postuló después.

En efecto, pese a la profunda asimilación de los judíos en Austria-Hungría, Herzl pensaba en un término ya definitivo al problema de ser un poco "otros", y para esto soñaba con "plan fantástico", como lo llama Zweig para solucionar el "problema judío de una vez y para siempre" (traduzco los términos empleados por el mismo autor; yo nos los usaría): "la unificación del Judentum (judaísmo) con el cristianismo, a través del bautizo masivo y voluntario".

En su pensamiento dramático-literario, "se imaginaba largas filas de miles de judíos de Austria que se dirigían a la Iglesia de San Esteban, donde, el pueblo sin patria, en un acto ejemplar y simbólico, sería para siempre redimiido de la maldición de la persecusión y del odio" (p. 125 de mi edición). Soñaba con familias enteras que, desde todas las latitudes del Imperio milenario que los había acogido, entraban masivamente a la Catedral de San Esteban, ese símbolo inequívoco del Imperio de los Habsburgo, a ser bautizados.

Steffan Zweig comenta -en otra parte de su libro- que, en ningún momento de la historia -salvo antes de la expulsión de los judíos de Espana- ese pueblo había estado tan terriblemente asimilado, tan integrado por completo en la sociedad, como los judíos de Austria, especialmente, de Viena. Nunca antes habían sido tan iguales...

A mí, esto, me hace pensar en si la asimilación es verdaderamente la mejor manera de integrarse en una sociedad receptora. Como ciudadana americana, mi respuesta es negativa.

Fue durante su permanencia como corresponsal en Francia, cuando asistió a la degradación de Dreyfus (enero 1895; la condena es de diciembre de 1894), el momento en que cambió de opinión o el inicio de su cambio de opinión, que lo llevó a escribir Der Judenstaat (1896). Se dió cuenta de la irrealizabilidad de su plan -sueño- original.