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martes, 10 de abril de 2012

Lo que hay que decir...

Antes que nada quiero decir que es absurdo sostener que, en la sociedad libre, no se pueda criticar a Israel y a su gobierno. Muy por el contrario, las críticas vienen de afuera y de adentro de este país. Es una creencia fomentada precisamente por antisemitas senalar que no se puede.

Es igualmente absurdo, sostener que una persona que critique a Israel o a su gobierno -o incluso que tenga tendencias antisemitas- vaya en contra del llamado political correctness. Yo diría que ocurre todo lo contrario: una persona que lo hace -Grass, por ej.- actúa 100% de acuerdo al political correctness, actúan de acuerdo con la opinión popular, tal vez incluso mayoritaria, pequeno burguesa, simplona y panfletaria.

Sobre el llamado "poema" grassiano, me gustaría escribir por última vez, para ya terminar con el tema y que el poeta kaschubo del bigote moreno vuelva a ser una "nota a pie de página de la historia". Darle tanta importancia, puede ser "gracioso", pero no conduce a ninguna parte, menos que nada a la paz, como senalé en "Grass es el prototipo del intelectual antisemita", me gustaría decir lo siguiente:

1) cualquiera puede escribir uno o dos párrafos (aún sin conocer del tema) y separar las frases con un punto aparte... Esto NO es poesía;

2) si se hubiese sabido que Grass había sido de las Waffen SS (no se la SS, a la Waffen SS costaba entrar... había que poner mucho empeno en demostrar que se era un nacional socialista convencido y tener una personalidad 100% autoritaria), no habría recibido el Nóbel y hoy, tres diarios del mundo, no habrían publicado su "poema" y hoy... el autor no sería nuevamente noticia top, sino sólo la llamada "nota a pie de página"...

3) es falso que la amenaza para la paz mundial venga de Israel, ver más en Gunter Grass y su pogromo en verso;

4) es una minimización (convertir algo en otra cosa mejor y más linda de lo que es, una Verniedlichung, en alemán) hacer de Ahmadinejad un simple "bravucón" (Maulheld es un "héroe de la boca para afuera")... alguien incapaz de hacer algo malo y que sólo habla del mal que puede hacer, siendo incapaz de hacerlo...

5) es falso que Israel haya amenazado con el primer golpe nuclear a Irán, a lo sumo, al "golpe militar preventivo" propuesto por algunas cabezas calientes hoy en el gobierno israelí NO sería nuclear, sino convencional y no se dirigiría a la población (y su exterminio grassiano) sino a alguna central nuclear específica, para inhabilitarla como lugar de preparación de una bomba atómica;

6) es igualmente falso que Israel amenace con este primer golpe nuclear y, con ello, se ponga al mismo nivel que Alemania nazi... Esta es una proyección de que adolece la extrema izquierda alemana... Que sólo ayer era nacional socialista...

7) nadie sabe de donde la sacó Grass la cifra de 6 millones de alemanes muertos en prisión soviética; pero a nadie se le escapa que es una "cifra mágica", que logra el equilibrio -y con ello, la igualdad- entre (el sufrimiento d)el pueblo de Israel y el "pueblo alemán"... (entrevista con Tom Segev).Estarían "empatados", en la mentalidad simple de muchas personas...

8) los submarinos israelíes no son la fuerza del primer ataque, sino una fuerza de defensa; en efecto, el territorio israelí es muy pequeno, bastaría una sola bomba para eliminar a su población, de ahí la imperiosa necesidad de la defensa nuclear, frente a los enemigos armados nuclearmente. La ventaja de los submarinos israelíes es que no son un objetivo que se pueda destruir de una sola vez... se mueven y nadie sabe donde están... además son varios. Desde el punto de vista militar, los submarinos son una suerte de garantía de existencia de Israel... (esta es la explicación que me dió un conocido historiador judío-alemán, hace no mucho tiempo). Aunque sea duro reconocer que no basta el derecho internacional...

En suma, para mí, este "poema" y toda la malamente surrealista discusión en que ha devenido NO contribuye en lo más mínimo a la paz en el mundo. Muy por el contrario: fomenta la discordia y no el entendimiento. La guerra y no la paz.

El famoso peoma es una especie de tardío ("envejecido y con la última tinta") ajuste de cuentas de Grass... como representante de una generación doblemente engañada (ver La juventud engañada o seducida por el nacional socialismo), si se quiere doblemente engañada...

Tal vez la mejor manera que responder a un "poema" es con otro: Der Günter schenkt den Juden ein Gedicht = el Günther dedica un poema a los judíos, del holandés Leon de Winter.

viernes, 6 de abril de 2012

"Grass es el prototipo del intelectual antisemita"

No le quiero dar mucha importancia al tema poema de Grass sobre Irán-Israel Creo que este hombre es demasiado ególatra y no puede resistir no ser el centro de mesa en torno al cual, gire todo el mundo. Busca la atención de la prensa, a la cual después fustiga. "Cuando ve que ya está medio olvidado o que sus libros no se leen muy bien, entonces, lanza algún comentario polémico, lo que lo hace volver a los titulares de los diarios y a los programas de televisión", comentaba un crítico literario.

Comentaré mi opinión sobre el "poema" resumidamente en este blog:

"Was gesagt werden muss" es el título y significa "lo que hay que decir". Esta es una expresión dogmática de las que en Alemania, llamamos de Stammtisch, esto es, una conversación barata,  entre hombres pequenos burgueses que se reúnen en el bar a decir lo que, en otro lugar, "no pueden decir".

El famoso poema fue publicado el miércoles pasado en tres diarios del mundo (como correponde al poema de un Nóbel). En el New York Times, en la Reppublica y en la Süddeutsche Zeitung. En el periódico italiano, apareció solamente en la versión en papel y comentado. El comentario -que no he leído- parece que fue muy severo con las ideas de Grass.

En Alemania, apareció, el mismo día miércoles en el Mundo literario de Die Welt, un artículo largo del publicista judío alemán Henryk M. Broder que fue bastante leído y comentado. El artículo se titula Günter Grass – Nicht ganz dicht, aber ein Dichter, que podríamos traducir como "Grass, tiene los tornillos sueltos y escribe poesía".  Broder sostiene que "Grass es el prototipo del intelectual antisemita" (Grass ist der Prototyp des gebildeten Antisemiten).

La reacción de la política alemana no se dejó esperar: funcionarios de todos los partidos (de la segunda fila, lo que no me parece tan mal, para no dar al "poeta" la importancia que no tiene) condenaron el famoso poema. De todos, menos del Partido de Izquierda.

Cuando preguntaron al vocero del gobierno acerca de la opinión de la canciller, senaló que la canciller no comenta poemas. Pero es evidente cuál es su posición.

Sí, no estamos en 1970, fecha en que fue tomada la foto con Willy Brandt (gracias al Bundesarchiv). Recordemos que Grass es socialdemócrata. Partido cuyo secretario general acaba de escribir en Facebook (14. März um 15:31) que política israelí es un régimen de apartheid („Ich war gerade in Hebron. Das ist für Palästinenser ein rechtsfreier Raum. Das ist ein Apartheid-Regime, für das es keinerlei Rechtfertigung gibt.“)

Como decía ayer Haaretz, el poema más que antisemita, es patético (Gunter Grass' poem is more pathetic than anti-Semitic).

Hay que senalar antes que nada, que el "poema" fe escrito ya que ahora recién, Alemania vende otro submarino a Israel (y además, subsidiado por el contribuyente alemán). Como dice Haaretz, esta es una crítica legítima. Si Grass se hubiera limitado a ella...

Frank Hilzerman hace ver, en su artículo que republicamos hoy en Planisferio, Gunter Grass y su pogromo en verso, Grass va en "apoyo de Irán, acusa al estado hebreo de querer ‘destruir Irán’ y de ser ‘un peligro para la paz mundial’". La verdad es que no ha sido Netanjahu (no es, en lo más mínimo, santo de mi devoción), ni siquiera Lieberman (menos aún) quienes han amenazado con borrar del mapa a Irán.

Grass escribe ("viejo y con la última tinta") que la potencia atómica Israel es la que hace peligrar la paz mundial (Die Atommacht Israel gefährdet den ohnehin brüchigen Weltfrieden)... O sea que la amenaza de exterminio de Irán viene de Israel...? Grass no quiere callar más, como los hipócritas de Occidente (ich schweige nicht mehr, weil ich der Heuchelei des Westens). Parece que se le olvidó que la Guerra Fría ya pasó...

El Nóbel se queja de que Israel compra el submarino alemán para "disparar las ojivas que todo lo devastan, al país donde se supone la existencia de una bomba atómica cuya existencia no se ha probado" (...wo die Existenz einer einzigen Atombombe unbewiesen ist). 

Sobre este punto, me gustaría citar a Meir Javedanfar, en la entrevista en Infobae, "Ahmadinejad ya está acabado", que los iraníes "No están cerca de construir una bomba. Irán ni siquiera está trabajando en ella ahora. Según reportes de la inteligencia estadounidense y de la israelí, está construyendo materiales e infraestructura que algún día podrían ser usados para fabricarla".

Si el poema fuera una crítica pacifista. Si fuera un saludo a tantos que están empeñados en evitar una guerra (la campaña Israel ama a Irán o la conferencia de Avi Primor de que les hablé hace poco: La profecía del rey Abdala), en tantos que trabajan concreta y eficazmente por la paz. Pero perdonen que se los diga: el poema de Grass no contribuye en lo más mínimo a la paz.  

Meir Javedanfar hace ver que "es importante dejar abierta la puerta de la solución pacífica ... hay que acercarse al pueblo iraní; esa es una inversión que la comunidad internacional tiene que hacer porque eso va a debilitar la posición de los extremistas... Es importante dialogar con el pueblo, se deben crear organizaciones para ello y mostrarles que Israel no está contra ellos sino contra las autoridades de Irán".

El que ayer, Grass haya aparecido en la televisión estatal, haciéndose la víctima de los medios y presentándose como el salvador del mundo ante la inminente tercera guerra mundial no sé si debamos juzgarlo como una muestra de senilidad...

Dieter Graumann, pdte. del Comité central de judíos alemanes comenta: Grass abandonó las Waffen-SS. Pero su odio a los judíos, parece que nunca lo ha abandonado (Günter Grass hat zwar die Waffen-SS verlassen. Aber offenbar hat die Judenfeindschaft der Waffen-SS Günter Grass doch niemals verlassen). Sobre el tema Günther Grass en las SS, los invito a mi columna de 2006.

En este mismo sentido, la Nóbel alemana (originaria de Rumania), Herta Müller desde Praga, hace ver que Grass debería frenarse, pues, "él no es completamente neutral. Si alguna vez luchó en el uniforme de las SS, no está en condiciones de juzgar en forma neutral" (Grass solle sich lieber zurückhalten: „Er ist ja nicht ganz neutral. Wenn man mal in der SS-Uniform gekämpft hat, ist man nicht mehr in der Lage, neutral zu urteilen.”).

viernes, 30 de enero de 2009

Günter Grass en las SS


A propósito del comentario de Roberto en el foro de ¿Fue Benedicto XVI un nazi?, reproduzco aquí este artículo mío aparecido en su oportunidad en el diario La Segunda (de la empresa El Mercurio, en SCL).

Entre paréntesis, yo no me había dado cuenta hasta entonces, que no se sabía en Alemania que Grass había sido de la SS. Lo dije en mi primer blog, como un hecho de la causa y mucho antes de su libro autobiográfico y revelador, en un artículo que fue reproducido en algún diario...

A mí me da la impresión de que en Alemania, durante decenios (ahora estamos mejor y somos más sinceros) se ha visto sólo lo que se ha querido ver. Es un problema de gnoseología...


Günter Grass en las SS

Todo empezó el 11 de agosto, ese día apareció en el Frankfurter Allgemeine Zeitung (periódico eminentemente conservador) una entrevista al escritor alemán y premio Nóbel de literatura (1999) Günter Grass.

En aquella ocasión, quien fuera toda su vida posterior... posterior a su vida anterior (por favor, siga leyendo) simpatizante socialista, confesó algo que muchos no esperaban: había sido miembro de las Waffen-SS, no simplemente de la SS, sino de las Waffen-SS organización de elite, donde sólo se ingresaba voluntariamente (al menos hasta el ‘44) y sólo se podía ingresar si se había demostrado ser un convencido del nacional socialismo y un incondicional de la persona misma del Führer.

Con 15 años -cuenta en la entrevista- se enroló voluntaria y gustosamente en el movimiento de los Hitlerjugend, los jóvenes de Hitler, con el objeto de entrar a la Marina, en el arma de submarinos. Finalmente, terminó en la división Frundsberg, de la Waffen SS, a la que ingresara a los 17 años.

La SS no formaba parte del ejército, sino que era una organización paralela, que dependía directamente del Führer. Un grupo altamente politizado, nacido como brazo armado del partido obrero nacional socialista.

Los miembros de la SS eran los soldados del partido y la Waffen-SS, su tropa de élite. La SS, en general y la Waffen SS en particular, estuvo involucrada en múltiples crímenes de guerra. Además, la SS se encargaba de la administración de los campos de concentración, de perseguir a los enemigos políticos y a los judíos y otras minorías.

Tal vez esto explique por qué Grass es actualmente patrocinador oficial de la asociación de homosexuales y de lesbianas alemanes, que eran una de las minorías que acabó en los campos de exterminio o en las clínicas para experimentos humanos.

Pero volviendo a la persona de Grass, su nuevo libro se llama “Beim Häuten der Zwiebel”, esto es, “Pelando la cebolla”. La cebolla es él mismo, a la vez, es su vida y su obra literaria que tiene varias capas, que él va despejando una a una trabajosamente. Ya lleva cerca de 150 mil ejemplares (24 euros c/u) vendidos y la segunda edición se encuentra a punto de salir.

No faltan quienes piensan que estamos frente a una maquinaria publicitaria formidable cuyo objeto es vender el libro. Charlotte Knobloch, presidenta del Comité central de los judíos en Alemania y sobreviviente del holocausto, y yo somos de esta opinión.

Asimismo, no hay que olvidar que la obra principal de Grass, la trilogía de Danzig, que narra la vida de Oskar Matzerath (Tambor de Hojalata, Katz und Maus y Hundejahre) se identifican con la vida de Alemania y del alemán común, de manera que, de alguna forma, en esta recién aparecida autobiografía, muchos se ven como en un espejo. Lo que tal vez explique el rechazo uniforme a Grass y a sus tardías confesiones dentro de Alemania, pues a nadie le gusta que le digan verdades desagradables, más aún cuando las considera ya superadas.

Rechazo que contrasta con las críticas bastante más benevolentes que he leído en medios no alemanes (p. Ej. en el Corriere della Sera), salvo en los medios polacos que -como era de esperarse- se han lanzado de lleno contra este otrora hijo predilecto de Danzig (ciudad libre, hanseática, hoy Polonia, donde nació y creció Grass).

Günter Grass ha sido durante decenios el acusador por antonomasia, la persona que iba con el dedo levantado -como se dice en alemán- buscando enemigos políticos o culturales a quienes acusar de nazi. Pocos se han salvado de las diatribas de este hombre que nunca se ríe. Después de conocer su vida, a través de este libro autobiográfico, podemos comprender la amargura, la desesperanza y el rencor, que se transmite en toda su obra y en su actuación anterior.

Desde su pobreza de pequeño burgués amargado, desde su frustración sexual -que él mismo narra en el libro- desde su envidia, desde su resentimiento social frente a los que tenían más, desde su imposibilidad de tener amigos. Desde el cariño no confesado por su madre y el desprecio y desamor por su padre.

Desde las profundidades de la frustración humana se levanta Oskar-Günter, para erguirse por sobre los demás. ¡Y pobre que alguien no reconozca su superioridad! Llámese Martin Walser (otro escritor alemán, el típico segundón que nunca ha alcanzado la popularidad de Grass y su eterno rival) o llámese Konrad Adenauer o editorial Springer.

El que no acepte que Grass es el más grande -hay mucho de megalomanía en su personalidad- será arrojado al infierno. Lo que no sabíamos hasta ahora es que el mismo Grass había sido uno de los guardias de ese infierno.