El gráfico es de la OECD de esta semana (estadísticas del día) y representa el porcentaje de confianza de las personas en otras personas en los diferentes países de la Organización.
Casi podría decir, el nivel de oxitocina u hormona de la confianza, como le llama Joachim Bauer (pag. 28 de su libro recién citado, ver La perspectiva del otro...).
Alemania está en el medio campo... Los países nórdicos son -como de costumbre- los triunfadores también en este índice.
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La confianza frente a las otras persones es la base de la vida jurídica. La confianza, en el mundo del derecho, se llama buena fe y se presume que toda persona actúa de buena fe.
La confianza en los partners es el fundamento de la vida económica, al menos en una economía de mercado. En la economía socialista, el fundamento es el control y el cumplimiento de órdenes (de planes).
De más está decir que, si falta la confianza en las demás personas, hay algo -o mucho- que no funciona bien en una sociedad y que impedirá su desarrollo y su desenvolvimiento.
La confianza tiene mucho que ver con la transparencia, con la probidad, con el cumplimiento de la palabra empeñada, el cumplimiento de lo prometido y con la salud mental de la población...