Hoy, después de la oficina, pasé al supermercado y, mientras buscaba una caja de yogurt... escuchaba al embajador ruso en Berlín... casi se me cae la caja de las manos al escuchar a Vladimir Kotenev, quien decía -es muy simpático, entiendo que sea realmente el alma de las fiestas en Berlín- en ruso y en alemán (la conferencia de prensa fue en ambos idiomas):
"Las tropas rusas se terminarán de retirar hoy de Gerogia; pero no está claro cuáles sean las fronteras de Georgia". Oh!
Por lo que he observado, Kotenov dice una cosa, después Lavrov, otra y el embajador Tschurkin, otra distinta (para no hablar de los generales y almirantes rusos, las amenazas contra Ucrania y Polonia han sido como para...); pero todas, coordinadas.
Es como si intentaran avanzar diplomáticamente hasta llegar a saber hasta donde pueden llegar... La famosa línea roja.
Hace unos días (cuando Francia presentó su proposición de resolución ante el Consejo de Seguridad que el sr. embajador calificó ante la ONU de "propaganda occidental", en un lenguaje que lamentablemente, nos hace recordar la guerra fría), escuchaba a Witali Tschurkin, en inglés claro y advertía (este lenguaje y estos argumentos, nunca los pronunciaría Kotenov en Alemania):
"La OTAN necesita a Rusia, para pasar a Afganistán. Así que, no puede la OTAN hacer nada contra nosotros en Georgia". Con esto quiere decir, como se dice en castellano, que Rusia tiene el sartén por el mango... me pregunto si será así realmente...