Wolfgang Wippermann es profesor de Historia en la
Freie Universität BerlinAcaba de "sacar" un libro que me parece muy interesante: Agenten des Bösen: Verschwörungstheorien von Luther bis heute = Agentes del mal: teorías de las conjuración, desde Lutero hasta hoy (19,10 Euros).
Se puede estar de acuerdo o no con muchas de sus observaciones. Como siempre -en el caso de los autores alemanes- pienso que, en lo que dice relación con la realidad alemana y europea, tiene bastante razón. Pero, en cuanto se aleja de ella, faltan algunos de los elementos de juicios, lógico por otra parte.
En él, analiza las teorías de las "conjuraciones" (Verschwörungen) en la historia. Es un hombre que es catalogado "de izquierda", tal vez por ello, tenga más valor los palos que lanza a ese sector.
Por ej. en contra de las teorías de la conjuración en torno al 9/11 2001. Es curioso, porque todas estas teorías que, en Alemania son de ultraizquierda, en otros países, parecen ser las banderas de la ultraderecha. Como decía algún griego: todo es relativo.
Wippermann dice que el origen de estas toerías obedece a un movimiento anti-ilustrado (pese a que ellos, supongo que se mueren si les decimos esto, porque se autoconsideran muy partidarios del progreso, indefinido, como corresponde al ideal ilustrado).
Quienes adhieren a ellas, ven la acción del demonio -continúa Wippermann- en el mundo a través de determinados grupos que serían demoníacos e intentaría controlar el mundo. Ello, sin mencionar al demonio, por supuesto, pero es la ideología subyacente.
Estos grupos de personas, generalmente secretos -según ellos, al menos- serían muy influyentes y secretos. Por ej., la paranoia en contra de los "sabios de Sión" (nada que ver con Matrix, es anterior).
De ahí que, muchas veces se culpe a los servicios secretos de llevar a cabo una conspiración. Por ej., la izquierda (la paranoica, diría yo) acusan de todo a la CIA y los de la derecha (los paranoicos de este sector, que tiene mucho en común con el grupo anterior), veía detrás de cualquier acción que a ellos no gustara, a la KGB.
Hoy en día -continúa el estudioso- algunos grupos políticos de izquierda (en Europa, acotación mía), acusan de todo al
Mossad Es curioso, porque antes lo acusaban los de la derecha, lo que sigue ocurriendo en otras latitudes.
Por otra parte, algunos grupos que se autocalifican de derecha (en la blogósfera española tenemos abundantes ejemplos que no recomiendo a la blogósfera americana imitar, pese a que, lamentablemente, muchos ya lo hacen) culpan de todo a... los musulmanes.
Se sienten, para colmo de males, injustamente tratados y no reconocidos en sus "innumerables méritos" (lo que es una característica de este tipo de personas, al igual que lo fue del grueso de la masa sin cultura del nacional socialismo, en otra época, según el análisis de Sebastian Haffner, ver, sobre todo su obra de 1939 "Germany: Jekyll & Hyde – Deutschland von innen betrachtet") individuales y colectivos.
Esta "demonización del adversario"... no me cabe duda que no nos traerá nada bueno, pero lamentablemente, está muy presente entre la gente simple en todos los países y en todos los sectores.
Para terminar, Wippermann dice que, si alguien les rebate algo y les dice que no es así, los partidarios de estas teorías de la conjuración (de alguna de ellas), acusan a quienes lo hacen de haber caído en las garras de los conjurados o de haber pasado a ser sus agentes.
Esto último... lo conocemos, ¿no? (Al menos yo, he sido para algunos, tanto sionista, como dhimi (en buena compañía porque JP2 también estaba en la lista), tanto progresista bienpensante, como derechista e izquierdista y también sudaca flipada y beep "censurado").