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domingo, marzo 20, 2016

Vittorio Sereni / Saba
















Saba *

Gorra pipa bastón, apagados
objetos de un recuerdo.
Pero yo los vi animados por un
peregrino en una Italia de escombro y polvo.
Siempre de sí mismo hablaba pero como él a ninguno
he conocido que de sí hablando
y a otros vida en el hablar pidiendo
otra tanta y más le diese
a quien quisiera escucharlo.
Y un día, un día o dos después del 18 **
de abril lo vi errar de plaza en plaza
y de café en café en Milán
perseguido por la radio.
"Puerca -vociferando- puerca". Lo miraba
estupefacta la gente.
Se lo decía a Italia. De rabia, como a una mujer
que, sabiéndolo o no, de muerte nos ha herido.

Vittorio Sereni (Luino, Italia, 1913-Milán, Italia, 1983), Poesie, Mondadori, Milán 1995
L'opera poetica di Vittorio Sereni, Francesca D'Alessandro, Universitâ Cattolica del Sacro Cuore, Milán, 2001
Vía Irene Gruss
Versión de Jorge Aulicino

Ns. del T.:

* Umberto Saba, poeta (Trieste, Italia, 1883-Gorizia, Italia, 1957)

** El 18 de abril de 1948, tres años después de terminada la guerra, la Democracia Cristiana obtuvo la mayoría relativa en las elecciones para las dos Cámaras. El triunfante Alcide de Gasperi promovió desde entonces la exclusión sistemática del Partido Comunista, segunda fuerza electoral, de cualquier gobierno (en Italia rige el sistema parlamentario para la designación del gabinete de ministros). El veto se rompió a comienzos de los 70. Por otra parte, el triunfo de la DC significó la consolidación de Italia en el bloque "occidental" en el comienzo de la Guerra Fría. Sereni aclaró -cita Francesca D'Alessandro en su trabajo sobre la poesía de Sereni- que Saba de hecho no era filo-comunista, sino que más bien reaccionaba ante cierre de una oportunidad de cambio abierta por la Resistencia y clausurada por el fortalecimiento del centroderecha.


Saba

Berretto pipa bastone, gli spenti
oggetti di un ricordo.
Ma io li vidi animati indosso a uno
ramingo in un'Italia di macerie e di polvere.
Sempre di sè parlava ma come lui nessuno
ho conosciuto che di sè parlando
e ad altri vita chiedendo nel parlare
altrettanto e tanta più ne desse
a chi stava ad ascoltarlo.
E un giorno, un giorno o due dopo il 18 aprile,
lo vidi errare da una piazza all'altra
dall'uno all'altro caffè di Milano
inseguito dalla radio.
"Porca – vociferando – porca." Lo guardava
stupefatta la gente.
Lo diceva all'Italia. Di schianto, come a una donna
che ignara o no a morte ci ha ferito.

jueves, diciembre 27, 2012

Vittorio Sereni / Poetas en la Via Brera




Poetas en la Via Brera: dos épocas

Es necesario un siglo o casi
-fulguraba Ungaretti en los umbrales
de la Galería Apollinaire-
es necesaria toda la fatiga todo el mal
toda la sangre corrompida
toda la sangre límpida
de un siglo para hacer uno...

(Y mientras tanto
por la otra vereda
de dos en dos tomándose del brazo
de dos en dos odiándose en gorjeos
de recíproco amor
seis desfilaban. Seis).

Vittorio Sereni (Luino, 1913-Milán, 1983), de Tutte le poesie, Mondadori, 1981, en Il Nuovo, Vecchio Stil. Hoja de Poesía Italiana N° 21. Versión de Pablo Anadón, Córdoba, Argentina, 1988


Poeti in Via Brera: due età

Ci vuole un secolo o quasi
-flammeggiava Ungaretti sulla porta
della Galleria Apollinaire-
ci vuole tutta la fatica tutto il male
tutto il sangue marcio
tutto il sangue limpido
di un secolo per fare uno...

(Frattanto
sul marciapiede di fronte
a due a due sottobraccio tenendosi
a due a due odiandosi in gorgheggi
di riciproco amore
sei ne sfilavano. Sei).


Ilustración: Numeri innamorati, 1924, Giacomo Balla

martes, noviembre 23, 2010

Vittorio Sereni / Terraza




Terraza

Repentina nos toma la noche.
Ya no sabes
dónde el lago termina;
solamente un murmullo
roza nuestra vida
bajo una terraza colgante.
Estamos todos suspendidos
de un tácito evento esta noche
dentro de aquel rayo de torpedera
que nos escruta luego gira se va.


Vittorio Sereni (Luino, 1913-Milán, 1983), Frontiera, 1941
Versión de J. Aulicino


Terrazza

Improvvisa ci coglie la sera.
Più non sai
dove il lago finisca;
un murmure soltanto
sfiora la nostra vita
sotto una pensile terrazza.
Siamo tutti sospesi
a un tacito evento questa sera
entro quel raggio de torpediniera
che ci scruta poi gira se ne va.

Linutile.com

Ilustración: Eco, 1972, Adolph Gottlieb

lunes, julio 21, 2008

Città socialista


Cita a hora insólita

La ciudad - me digo - donde la sombra
es casi más deliciosa que la luz
cuando brilla renovada en la mañana ...
"... seca el temporal de esta noche - ríe
mi alegría vuelta a mi lado
después de un corto alejamiento.
"Seca al sol sus contradicciones"
- torvo, ya al punto de creer, replico.
Pero la forma, la imagen, el semblante
- de ángel habrías dicho en otros tiempos -
resurgido a mi lado en la vidriera:
"Querido - me escarnece abiertamente - querido,
con esa cara de vacaciones. Y piensas
en la ciudad socialista".
Ha vencido. Y ya me suelto: "No
llegaré a verla", le respondo.
(No estaremos
juntos, debería decir). "Pero es justo;
haces bien en no tomar nota de estas cosas,
si las digo por odio hacia alguien
o rabia por algo. Pero cree en la otra
cosa que se abre paso en mí de tanto en tanto,
que incluye a las otras y las hace espléndidas,
rara como esta mañana de septiembre...
justo, de ti me hablaba a mí mismo:
de la alegría".
Se me cuelga del brazo.
"No es verdad que sea rara - me corrijo-: está;
se lleva como una herida
por las calles deslumbrantes. Es
esta hora de septiembre reprimida en mí
durante todo un año, es la zorra robada que el chico
guardaba bajo la ropa y le desgarraba las costillas,
un arma llevada por abuso, fuera
del breve sueño de unas vacaciones.
Podría
con ella matar, con la sola alegría..."

¿Pero dónde estás, donde te has metido?

"Es esto lo que pienso si alguien
me habla de revolución",
digo a la vidriera que vuelve a estar desierta.


Vittorio Sereni, de Gli strumenti umani (1965). Versión de J. Aulicino.


Appuntamento a ora insolita
La città — mi dico — dove l'ombra/quasi più deliziosa è della luce/come sfavilla tutta nuova al mattino.../ «...asciuga il temporale di stanotte» — ride /la mia gioia tornata accanto a me/ dopo un breve distacco./«Asciuga al sole le sue contraddizioni»/ — torvo, già sul punto di credere, ribatto./Ma la forma l'immagine il sembiante /— d'angelo avrei detto in altri tempi —/risorto accanto a me nella vetrina:/«Caro — mi dileggia apertamente — caro,/con quella faccia di vacanza. E pensi /alla città socialista?»./ Ha vinto. E già mi sciolgo: «Non/arriverò a vederla» le rispondo./(Non saremo/più insieme, dovrei dire). «Ma è giusto,/fai bene a non badarmi se dico queste cose,/se le dico per odio di qualcuno/o rabbia per qualcosa. Ma credi all'altra /cosa che si fa strada in me di tanto in tanto /che in sé le altre include e le fa splendide,/rara come questa mattina di settembre.../ giusto di te tra me e me parlavo:/della gioia». / Mi prende sottobraccio./ «Non è vero che è rara, — mi correggo — c'è,/la si porta come una ferita/ per le strade abbaglianti. È/ quest'ora di settembre in me repressa/ per tutto un anno, è la volpe rubata che il ragazzo/ celava sotto i panni e il fianco gli straziava,/ un'arma che si reca con abuso, fuori/dal breve sogno di una vacanza./ Potrei/con questa uccidere, con la sola gioia...»//Ma dove sei, dove ti sei mai persa?// «E' a questo che penso se qualcuno/mi parla di rivoluzione»/dico alla vetrina ritornata deserta.

domingo, julio 20, 2008

Vittorio Sereni / Tres poemas















Ya no sabe nada, alto sobre sus alas,
el primero que cayó de boca en la playa normanda.
Por eso alguien esta noche
me tocaba la espalda murmurando
que rogara por Europa
mientras la Nueva Armada
se presentaba ante la costa de Francia.

He respondido en el sueño: Es el viento,
el viento que hace músicas extrañas.
Pero si tú fueses de veras
el primero que cayó de boca en la playa normanda
ruega tú si puedes, yo estoy muerto
en la guerra y en la paz.
Esta es la música ahora:
la de las lonas que golpean los palos.
No es música de ángeles, es mi
única música, y me basta.

de Diario d'Algeria (1947) *


Esos chicos que juegan

un día perdonarán
si prestamente nos quitamos del medio.
Perdonarán. Un día.
Pero la distorsión del tiempo,
el curso de la vida desviado tras pistas falsas,
la hemorragia de los días
por la abertura del entendimiento corrompido:
eso no, no lo perdonarán.
No se perdona a una mujer un amor mentiroso,
el ameno paisaje de agua y hojas
que se desgarra develando
raíces putrefactas, miasma negro.
"En el amor no existen los pecados",
se enfurecía un poeta en los años tardíos,
"existen solamente pecados contra el amor".
Y ésos no, no los perdonarán.


La playa

Se fueron todos-
parloteaba la voz en el auricular.
Y luego, sabido, -No regresarán-.

Pero hoy
en este tramo de playa nunca visitado
esas manchas solares... ¿Señales
de que los que se fueron no lo hicieron del todo?
Y callan al darte vuelta, como si nada.

Los muertos no son lo que día
a día se malgasta sino aquellas
manchas de insistencia, cal o ceniza
prontas a hacerse movimiento y luz.
No
dudes - me inviste de su fuerza el mar -
hablarán.

de Gli strumenti umani (1965)

Vittorio Sereni (Luino, Italia, 1913-Milán, Italia, 1983)

Versiones de J. Aulicino

* Desde Grecia, el regimiento en el que servía Sereni fue transferido a Sicilia, donde el poeta fue capturado por los norteamericanos el 24 de julio de 1943. Pasó por diversos campos de prisioneros en Africa (Orán, Casablanca, Sainte Barbe du Thélat, Sidi Chamani) y de esta experiencia surgió su segundo libro, Diario d'Algeria (Diario de Argelia). Fuente: El País, Madrid

Ref.:
Sereni en un Analisi del Novecento
Produzione poetica italiana dopo il 45


Non sa più nulla…
Non sa più nulla, è alto sulle ali /il primo caduto bocconi sulla spiaggia normanna. /Per questo qualcuno stanotte /mi toccava la spalla mormorando /di pregar per l'Europa /mentre la Nuova Armada /si presentava alle coste di Francia. //Ho risposto nel sonno: - E' il vento, /il vento che fa musiche bizzarre. /Ma se tu fossi davvero /il primo caduto bocconi sulla spiaggia normanna /prega tu se lo puoi, io sono morto /alla guerra e alla pace. /Questa è la musica ora: /delle tende che sbattono sui pali. /Non è musica d'angeli, è la mia/sola musica e mi basta.

Quei bambini che giocano
un giorno perdoneranno /se presto ci togliamo di mezzo. /Perdoneranno. Un giorno./Ma la distorsione del tempo /il corso della vita deviato su false piste /l'emorragia dei giorni /dal varco del corrotto intendimento:/questo no, non lo perdoneranno. /Non si perdona a una donna un amore bugiardo, /l'ameno paesaggio d'acque e foglie /che si squarcia svelando /radici putrefatte, melma nera. / “D'amore non esistono peccati”, /s'infuriava un poeta ai tardi anni, / “esistono soltanto peccati contro l'amore". /E questi no, non li perdoneranno.

La spiaggia
Sono andati via tutti - /blaterava la voce dentro il ricevitore. /E poi, saputa, - Non torneranno più -. //Ma oggi /su questo tratto di spiaggia mai prima visitato /quelle toppe solari... Segnali/ di loro che partiti non erano affatto?/E zitti quelli al tuo voltarti, come niente fosse. // I morti non è quel che di giorno / in giorno va sprecato, ma quelle / toppe d'inesistenza, calce o cenere /pronte a farsi movimento e luce. /Non /dubitare, - m'investe della sua forza il mare -/parleranno.