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viernes, marzo 29, 2024

Peter Viereck / Nostalgia



Durante un tiempo estuvo bien ser Hombre

1

Después de ocho mil años entre las estrellas,
una repentina nostalgia de agosto
arrastró -como la culpa- a través de medio cosmos
de vuelta a un planeta dulce como caña de azúcar,
donde los vientos tienen plumas y las plumas garganta,
donde imágenes
como "azul" o "sur" pueden romperte el corazón con dulce atrevimiento.

***

2

Después de apenas ocho parpadeos, nada cambió allí
entre los pájaros, siguen siendo igual de centelleantes,
entre la lluvia de hojas sobre los ríos,
la congoja del sur y el azul,
el dulzor de caña de azúcar de la noche de agosto;
pero sólo
la gente cambió, mi gente, oh, mi gente, mis desmemoriados.

***

3

"¿Así es como me recibes después de dieciocho siglos?
¿Dónde está mi caballo? ¿Dónde está mi arpa?
¿Por qué los tambores de muda piel de cabra?
Gira mi abismo de vino resinado;
me cubre mi manto de profecía;
mi nombre es..."
Y entonces pronuncié la verdadera y perdida y aterradora palabra.

Peter Viereck (Nueva York, Estados Unidos, 1916 - 2006), New and Selected Poems, Bobbs-Merrill, Indianapolis, 1967; Poetry, vol. 82, n.º 1, abril-septiembre de 1953 
Versión de Jonio González

Más poemas de Peter Viereck en Otra Iglesia Es Imposible


NOSTALGIA

for a while, it was good to have been Man

1

After eight thousand years among the stars,
A sudden wistfulness for August
Tugged me — like guilt — through half a cosmos
Back to a planet sweet as canebrake,
Where winds have plumes and plumes have throats,
Where pictures
Like ‘Blue” and “south” can break your heart with sweet
suggestiveness.

***

2

After a mere eight flickers, nothing changed there
Among the birds, still just as blazing,
Among the rain of leaves on rivers,
The heartbreak of the south and blue,
The canebrake-sweet of August night;
But only
The people changed, my people, oh my people, my
forgetters.

***

3

“After eight cycles, how is this you greet me?
Where is my horse? Where is my harp?
Why are the drums of goat-skin silent?
Spin my abyss of resin-wine;
Drape me my cloak of prophecy;
My name is ”
And then I said the true and lost and terrifying word.

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domingo, mayo 19, 2013

Peter Viereck / La gallina ciega





La gallina ciega

Los guardianes nocturnos piensan en el alba y las cosas aurorales.
Los empleados que sueñan con las Bermudas piensan en el coral.
El poeta de Nueva York piensa todavía en el laurel.
(Pero los amantes piensan en la muerte y el uno y el otro se tocan
como para probar que el amor aún está vivo.)

Los astronautas marcianos, al descender hacia la Tierra,
piensan en el dulce país sobrenatural que dejaron Allá Arriba,
donde los graciosos monstruos retozan en un aire sin aire
(Los amantes piensan en la muerte y el uno y el otro se tocan.
temiendo ese día en que sólo quedará uno de ellos.)

Nosotros pensamos en el dinero, pero el dinero no llega.
Pensamos en la diversión, pero el destino no la consiente,
Nunca mencionamos la muerte. ¿Sobreviviremos?
(Los amantes piensan en la muerte y el uno y el otro se tocan
y de todos los vivientes ellos son los más vivos.)

Los ganadores de premios son tan ávidos en todos sus esfuerzos;
corren tan lejos; apilan tan alto sus juguetes
que solamente alguien grosero podría hacerlos caer. Y sin embargo mueren.
(Los amantes piensan en la muerte y el uno y el otro se tocan
y de todos los vivientes ellos son los más vivos.)

Cuando todos los realistas intentan, como lemmings,
nadar -¿hacia dónde?- en la seductora corriente de la vida
sólo un tonto se detendría a esperar en la orilla.
(Los amantes se detienen y esperan y el uno y el otro se tocan.
Quienes piensan juntos en la muerte están doblemente vivos.)

Rollizas criaturas se relamen los labios y piensan que medran;
el oso que inverna, sólo a medias vive;
sueña con una miel gratuita en un panal sin aguijones.
Piensa en la vida en cada exangüe hálito.
(Los amantes piensan en la muerte.)

Peter Viereck (Nueva York, 1916-South Hadley, 2006), Alberto Girri, 15 poetas norteamericanos. Segunda serie, Editorial Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1969 (edición no bilingüe)


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Ilustración: Street and Railway Bridge, 1946, John Minton

jueves, febrero 03, 2011

Peter Viereck / Dos poemas



¿Por qué no puedo vivir para siempre?

La muerte es un flamenco ciego cazando peces.
No quiere decir engullirte a ti o a mí...
Y cuando balancea locamente su pico no desea nunca
asustarnos. ¡Si solamente pudiera ver!

Por la noche atraviesa el oleaje en busca de compañía.
Por eso apesta a sal y a caparazón de ostras.
Su ceguera es lo que lo conserva célibe:
Este chapucero cree besar cuando mata.

Desearía que no nos hiciera morir. Desearía
que una noche desplegase sus alas y volase lejos
hacia los más altos planetas en busca de muchachas y peces.
Pero está habituado a la Tierra
y se propone quedarse.


A los nobles muertos, mis maestros

Tibios murmullos de las épocas, no la época -
y extraviados y pocos resonantes sois-
hacedme aprender más de lo que puedo oír.
Expanded el calado de mi ancoraje.
Exaltadme cuando hurgo demasiado en las tumbas
y vituperadme cuando me tambaleo demasiado sobre los zancos.
Llamadme por todas partes: permaneced dispersos como las olas
y sin embargo únicos y sonoros como el océano

hasta que las vidas sean dulces y descalzas como la devoción
y cada muerte un arroparse con cobertores.

Peter Viereck (Nueva York, 1916-South Hadley, 2006), Alberto Girri, 15 poetas norteamericanos. Segunda serie, Editorial Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1969 (edición no bilingüe)

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Ilustración: Clouds Study with Birds in Flight, 1821, John Constable

jueves, abril 08, 2010

Peter Viereck / Quién




¿Quién de nosotros dos?

Cuando por la ternura ambos somos fuertes, demasiado impetuosos
En nuestra unidad como para separarnos o reconciliarnos;
Cuando aun el contacto de la punta de los dedos puede sacudirnos
Hacia tan oscilante reciprocidad
De opuestos apretados con tanto calor como para fundir un árbol
Más unido a su dríade que a su propia corteza;
Cuando ninguno bromea o está desanimado o tan solo odia
O despierta desenredado del otro;
Cuando más-tibio-que-el-alma- y más-profundo-que-la-carne son uno
En matrimonio del esqueleto mismo;
Cuando, luego, el suelo despelleja la mera carne de la mitad de este amor
Y lo cierra por la desvestida mitad de arriba,
¿Quién está seguro de qué lado del suelo se encuentra?
¿He yacido aquí, de este modo, segundos o años?
No estoy seguro de nada sino de la soledad.
Y la oscuridad. Aquí hay tanta tiniebla como para colmar una tumba.
O es simplemente medianoche en un cuarto no compartido.
Conteniendo mi aliento por temor a haberlo perdido,
Inmóvil y temeroso de moverme,
Sólo sabiendo que de algún modo te has ido de mi lado.

Aquí yazgo, preguntándome quién de nosotros dos ha muerto.

Peter Viereck (Nueva York, 1916-South Hadley, 2006), William Shand y Alberto Girri, Poesía norteamericana contemporánea, Distribuidora Mexicana de Libros, México, 1976


Which of us two?
When both are strong with tenderness, too wild / Whit oneness to be severance-reconciled; // When even the touch of fingertips can shock / Both to such seesaw mutuality / Of hot-pressed opposites as smelts a tree / Tighter to its dryad than to its own tight bark; // When neither jokes or mopes or hates alone / Or wakes untangled from the other; when / More-warm-than-soul, more-deep-than-flesh are one / In marriage of the very skeleton; - // When, then, soil peels mere flesh off half above, / Who's ever sure which side of soil he's on? / Have I lain seconds here, or years like this? // I'm sure of nothing else but loneliness / And darkness. Here's such black as stuffs a tomb, / Or merely midnight in an unshared room. / Holding my breath for fear my breath is gone, / Unmoving and afraid to try to move, / Knowing only you have somehow left my side, // I lie here, wondering which of us has died.


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Foto: Viereck, Bellagio, Italia, 1997 Biblioteca de la Universidad de Columbia