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miércoles, octubre 12, 2022

Rom Freschi / De "El precedente"




Después de cada infierno vive
un cielo estrellado de hace diez mil 
años en su órbita gravitan
los pasadizos de tiempo
el infierno ar de
el infierno vio la
pero en el tiempo pátina
se cría una crisálida
carne crecida al infierno
refresca y humecta a un alien
precedente
no estoy aquí
no me he peinado
no te sonrío ni te digo
gracias o éste es mi nombre
a como da de en un sillón 
de estrella da carne
se despierta desmemoria de 
su viaje
es demasiado viejo y el infier no
no lo toca
-lo encandila o lo abur re- 
lo mira pasar
paciente
bajo un corazón que no resiste
y un estómago 
que vuelca.


*

Mas hay algo
de cuerpo muerto en las cosas
matar entonces 
o vivir entonces
hasta ser cosa 
ro ca ro cosa
de los planetas soles
de los asteroides que quedan
luego de las colisiones
polvo grueso de las estrellas
grosor de lo que no admite 
la ruptura
sigue boyando 
en alejadura
sin palabra para lo que vive
roca ex viva
sin ser viviente
viaja
cuerpo muerto que choca
ilumina, golpea
se ve grandioso en danza
parece que encuentra ligereza
ante la mínima 
grav edad.


*

Soy más que este cuerpo
soy una carroza, un carnaval
es tela 
de cometa
camba la che de objetos y animales bajo
mi responsabilidad limitada
cualquier viraje propone
la posibilidad de una colisión inesperada
conexión que parte y reparte
un mensaje difuso, alterado
intervenido, a la merced
de otros cuerpos
la mayoría sin conciencia
o con una tan inter me di da
como la de aquel supuesto origen 
perdido
que no soy yo ni es mi cuerpo
a lo sumo la suma 
de inscripciones 
es un hojaldre con vida propia
cubrecamas, pared, películas
blob
líquen multicefálico 
de intereses en conflicto
pujan por nacer
toman carrera para ensartar
tela.


*

averia da carne
el cuerpo aloja una conciencia
errática
un salvavidas
salvapantallas
esa energía
ese en canta mi ento
oscuro pasillo de la casa
hoy se ilumina
con otro olor
otros cuerpos que pasan
y el d olor de esa otra 
alma en pena
disminuye
se apaga
o se reinicia
el mecanismo es siempre
huma no
cambia de cuerpo
humane
consolador
respirador
conexión central
directo al corazón
el enchufe
a la vida ajena
veo des de el balcón de mi sensorio
los patrones añejos de las situaciones
siglo de oro que reverbera
autos de fe
minués y figurones
escalas y palcos
para entrampar 
el olho
el hoyo
conocido e hipertransitado
siempre parece que hay demasiado
tráfico
en ese bollo
ese óleo
pintado 
en trampa
antojo
asciende una escalera
la luz dorada del atardecer 
enceguece
cualquier esperanza 
en un crepitar
de olla
de oro
en un abrir y cerrar 
de ojos
el hálito
nos trajo a la luz
y nos apaga
carbonilla vieja
de lo que has ido.

Romina Freschi (Buenos Aires, 1974)

El precedente
,
LP5 Editora,
Fox Island, Estados Unidos, 2022









domingo, octubre 03, 2021

Romina Freschi / De "Iniciales iimxx"

 




I - CHING

Es propicio cruzar las grandes aguas
 
en medio del gran río, o en alta mar
no se ve el destino
origen y destino parecen fundidos
el agua es la única tierra
el agua es espejo del cielo
en la noche, las estrellas viven debajo
se mueven allí
en el cielo están fijas, y muertas
el viento cambia el agua
como borra las estrellas
el secreto de las corrientes
se ve a ojos cerrados
 
(mutante)
 
En medio del gran río, o en alta mar
no se ve el destino
origen y destino parecen fundidos
el agua es la única tierra
el agua es espejo del cielo
en la noche, las estrellas viven debajo
se mueven allí
en el cielo están fijas, y muertas
cuando es tu propio cuerpo
el que
se halla en medio de todas esas fuerzas
no conozco amor
que nade

Romina Freschi (Buenos Aires, 1974),  Iniciales,  Municipalidad de Lima, Perú, 2020


sábado, enero 13, 2018

Romina Freschi / Cuerda de María

                             
 
                                 














                                   ¿Adónde, dónde los jazmines, los azahares de la novia-niña? 
                                                             ¿Dónde, dónde la suave corona de espinas? 
                                                        Miguel Ángel Bustos, Fragmentos fantásticos


la alegría me invade como un ángel en la mañana
plumón de ave que evade el vacío y me llena
de certidumbre el vientre, vientre del hambre
dos veces hambre, dos veces sed, bebé del cielo
bebé del amor, bebé de la luz de la mañana
que como un ángel benéfico me anuncia que es cierto
que doy vida, llevo vida, soy vida sin certificado alguno
sin piedra estampada ni viejo de larga barba que me diga
que ahora puedo, que ahora debo, oh crearte mi hijo
crearte como un arte, creerte, hermosa pluma de la fe
y del campo, correr y corrernos, saltar y saltarnos, del mar
al mar, sin presa ni represa, conejo del marfil que luce
todavía en su trompa, desea el elefantito niño colgarse
de su papá, ángel de orejas como alas, patito de la mañana
fría de oro de limón amarillo patito del sol de la madrugada
es cierto, es hijo de dios, hijo natural, hijo del amor y yo, tu madre

entregada y célibe me encontró mi hijo, tanta vida
me entregó a tanta vida y el edén se ilumina
y qué importa el padre si hay hijo y si encima hay padre
padres, que vienen y me acunan para que yo dé a luz
como la alegría, dé a luz la alegría que me ocupa, me sienta
como una esperanza que cambie el mundo, mi bebé
mi naturaleza, yo siga como una enredadera que se prolonga
en el tiempo enamorada, y su justeza, su oportunidad, dé por tierra
el edén que nos recuesta en la hierba y nos hace oir el susurro del río
y los cuerpos que se reparten en el universo como hojas de especias
y estrellas que guían a los magos, reinen los magos siempre
en el enredado sendero luminoso del fruto de mi vientre

de amor a mi amado se hace mi hijo, pieza por pieza
parte por parte del amor, desenfrenado y algo más
lo increíble, lo inverosímil, aquello que trenza a los seres
y los lleva por túneles permeables, pulmones que absorben
la gracia del amor, sus alvéolos batientes como ojos aterciopelados
de insectos en la noche, sus patas que se frotan peludas y hacen
música así este son aparece en mí como un cristal, un diamante
estrella tan buena del carbono que nos une a todos bramanes
branáticos en el asma liberador que libera mi amado
cuando lo beso, cuando compartimos ésta, la idea de nuestro hijo,
salvador de esa belleza, príncipe y principio del amor, corra
el agua del río y caigan los perezosos de sus laureles que nace
mi amor, nace, alado y salado como el mar que me yergue, alegre
como un arcángel vuela el pequeño pàjaro de la mañana
de buena nueva

redes de peces y panes para mi hijo que vino en agua y en andas
lo lleven, le laven los peces, ungido y perfumado, alegre vino
como un orgasmo justo en el momento justo, bocanada de aire
ola del mar, verano rojo del maíz que partirá y repartirá
por su patria, cabecilla de la pureza por puro amor concebida
sin pecado en un jardín, bodas de amor para mí y para él
perfume de las especias para diferenciar las ramas
el álamo, el olivo y el laurel, el romero y el manzano
fruto más sano de la tierra, mi hijo, fiesta de mi cuerpo
que se partirá para librar la batalla que trocara sangre
en vino, piedras en panes, muertos en vivos, al fin vivos
para disfrutar el fruto de todo amor

Romina Freschi (Buenos Aires, 1974)

Todas cuerdas,
Ediciones Hekht,
Buenos Aires, 2017

Ref.:
1 poeta 10 preguntas
El Infinito Viajar
IndieHoy

sábado, agosto 27, 2016

Romina Freschi / De "Eco del parque", 2
















El sueño y su escarmiento
plumaje vaporoso
cerca de la mañana asciende
manifiesto
a dar por visto
lo no comprendido
que esconde su semiótica troyana
en el humilde cerezo
de los días

Con dolor dejamos
de comprehender
y es la incapacidad la que duele
en la reiterada programación del sueño
ver lo que no vimos
vislumbrar aquello
que no comprenderemos

en el futuro imperfecto
indicativo
esa contundente piedra
por mucho que elevemos
volverá a caer

(...)


La construcción
el camino
la pista
también se obstruyen
los terrenos de la imaginación
mueren en una encrucijada
cualquiera.

La variable que se sale del destino
se rompe su deseo
se excede o no alcanza
y su importancia sufre
una herida letal.

No es solo mi pasado.
el pasado de la especie
también se entretiene
en pasadizos contados
hipertransitados
laberintos y pasatiempos:

Dónde reside la fuerza y por qué
optamos por perderla
a pesar del largo y dedicado
amor.

Romina Freschi (Buenos Aires, 1974), Eco del parque, Juana Ramírez Editora, 2015

Foto: Romina Freschi en FB

sábado, agosto 13, 2016

Romina Freschi / De "Eco del parque"














No hay paraíso en la tierra.

Sus maravillas, inmensas
son hostiles
y en lucha con ellas gastamos
fuerza, fe
y voluntad.

Sí, hay paz y éxtasis.

Provienen
sin embargo
del temporal
-crisis de las condiciones pactadas-
destructor más creador
de los mundos
manjares precarios
grandezas efímeras
deletéreas, funestas
de la tierra.

Romina Freschi (Buenos Aires, 1974)

Foto: Romina Freschi en FB




Eco del parque,
Juana Ramírez Editora,
2015








jueves, agosto 01, 2013

Poemas elegidos, 95


Romina Freschi
(Buenos Aires, 1974)

Primero Sueño, de Sor Juana Inés de la Cruz
Elijo a Sor Juana y su sueño porque es un texto que no sé si me es posible terminar de leer, y porque por eso mismo me permite siempre hablar de abandonar la pretensión de “entender” la poesía, o simplemente la de “entender” el mundo. La primera vez que lo leí, en la Facultad, hace unos dieciocho o veinte años, me llené de pasmo, frustración, miedito y admiración. No podía unir una palabra con otra, y esa imposibilidad me resultaba más inquebrantable que las Soledades de  Góngora o cualquier otro texto barroco.
Abandonando esa pretensión, abandono que me sirve para leer cualquier poema, pude simplemente leerlo, como quien se saca anteojos que no necesita. Claro que leí mucho más de Sor Juana, porque su figura me fascina. Su poesía entera, sus cartas, sus obras de teatro. También leí mucho acerca de ella e interpretaciones de su obra.  Creo, como los poetas concretos, que es la iniciadora de la poesía latinoamericana (mal que les pese a tantos con o), y para mí ha sido un punto de ida y vuelta. Vuelvo, con los años, vuelvo y vuelvo a ella. A las cartas, la atenagórica y su brillo prepotente, y la respuesta a Sor Filotea, defensa ajustadísima, desesperada, exhaustiva y por todo eso, luminosísima. Y al "Sueño", muralla increíble. Como con muchos otros sueños, olvido sus versos con frecuencia, por eso, cada vez que lo leo, es siempre nuevo.
Hace unos años escribí un texto que se llama "Todas Cuerdas", y se editó en un volumen en colaboración (con E. Solinas, M.Arancet y V. Melchiorre)  llamado Invocaciones, 4 poetas en la voz del mito (Ruinas Circulares, Bs.As. 2012). Al principio y al final de mi parte hay citas de Sor Juana, anillos perfectos para mis dedos. Lo cierto es que siempre estoy incluyendo algo de ella en mis poemas, y del "Sueño", en particular, el principio o el final, por ejemplo, o  teniendo en mente alguna otra frase magistral como aquella que dice  “cuanto más se implican combinadas/tanto más se disuelven desunidas,/de diversidad llenas”, declaración que me parece define al poema, al conocimiento y a todas las cosas de la vida.
Han tachado ese poema de intelectual, y muchas veces me parece un sinónimo de “difícil” en sentido peyorativo -y es que eso vuelve a la pretensión de “entender” un poema, además de que clausura su lectura-. A mí me parece un poema lleno de pasión por la vida, y Juana misma lo define como el único papel que ha escrito “para sí misma”. En ese atisbo de romanticismo en una época barroca –y en una tierra colonizada y colonial, poblada por inquisidores y cuando no había destino intelectual para las mujeres- hay para mí un camino de luz y de libertad, o al menos un sueño de ello.
Este año, volví a leer el "Sueño", esta vez pensando en hacer conscientes y manifiestas mis referencias recurrentes a Sor Juana en un poema que creo, terminé de escribir hace unos días. Se llama “Eco del Parque”. No es una reescritura, aunque por momentos puede parecerlo. Sí hay un diálogo constante, incluso apelaciones directas a la obra de Sor Juana o de otros que la han leído y escrito a partir de ella, como Margaret Atwood o Roberto Echavarren.
Como el "Sueño" tiene casi 1000 versos, seleccióné solo algunos, aquellos con los que termina (la noche, el sueño y el poema). Además de ser una de las partes que retomo en mi nuevo poema,  creo que es una de las más bellas y transparentes.




Primero Sueño

[Fragmento]

Llegó, en efecto, el Sol cerrando el giro
que esculpió de oro sobre azul zafiro:
de mil multiplicados                      
mil veces puntos, flujos mil dorados
--líneas, digo, de luz clara--, salían
de su circunferencia luminosa,
pautando al Cielo la cerúlea plana;
y a la que antes funesta fue tirana        
de su imperio, atropadas embestían:
que sin concierto huyendo presurosa
--en sus mismos horrores tropezando--
su sombra iba pisando,
y llegar al Ocaso pretendía                
con el (sin orden ya) desbaratado
ejército de sombras, acosado
de la luz que el alcance le seguía.

  Consiguió, al fin, la vista del Ocaso
el fugitivo paso,                          
y --en su mismo despeño recobrada
esforzando el aliento en la rüina--,
en la mitad del globo que ha dejado
el Sol desamparada,
segunda vez rebelde determina              
mirarse coronada,
mientras nuestro Hemisferio la dorada
ilustraba del Sol madeja hermosa,
que con luz judiciosa
de orden distributivo, repartiendo        
a las cosas visibles sus colores
iba, y restituyendo
entera a los sentidos exteriores
su operación, quedando a luz más cierta
el mundo iluminado y yo despierta.        

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel
de Nepantla, 1651- Ciudad de México, 1695)


Foto: Romina Freschi en FB