K
Señores, sobre las paredes de ladrillo cuelgan las arpas conquistadas en las guerras. No será fácil ver la luz pero sepan que rezaremos por ustedes. Nuestro enemigo también tiene su iglesia. Es igual a esta; con arpas en las paredes y una cosa como yo que informa y propaga el mensaje con estas mismas palabras y este tono de voz. Da lo mismo de qué lado pierdan. Traigan los instrumentos con todas las cuerdas y saluden a Dios.
M
En las olas hay un asesino.
Mandaron surfers y tipos en
motos de agua para
encontrarlo
algunos dicen haberlo visto
entre la espuma.
No desafíes a la naturaleza,
les dijo
Todos llegan pálidos a la playa
los que tienen hijos
piden abrazarlos,
los que no tienen familia
comen una fruta
y vuelven al agua.
O
¿Dónde está la madera que fue mi infancia?
Y la ventana por la que miraba la pileta
con forma de pie izquierdo. ¿Habré pensado,
en la altura del árbol,
si de grande quería ser esto?
Todavía el olor de la hoja quemada
me lleva a esa quinta donde vi por primera vez
sus ojos cerrados y el fuego.
Guardo aún la locomotora plateada que arriba
tiene un hueco para esconder algo
que hasta hoy
no encuentro.
Ezequiel Naya (Buenos Aires, 1981)
Ediciones Liliputienses,
Cáceres, España, 2023
Ediciones Liliputienses - Lata Peinada - La Primera Piedra - Bestia Lectora - Poemas del Alma - Canal Extremadura - La Nación
Foto: La Primera Piedra