Mostrando las entradas con la etiqueta Emma Barrandéguy. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Emma Barrandéguy. Mostrar todas las entradas

domingo, julio 23, 2017

Emma Barrandeguy / La foto













Esa soy yo:
una mujer gastada y melancólica
con la mirada
que arranca de una infancia razonable
y una cabeza peinada
como corresponde
a una señora de tantos años.
Procuro que las canas
tengan su orden natural
que tranquiliza a los que miran,
aunque yo casi estoy segura,
después de todo,
que moriré sin haber sentado cabeza.

Emma Barrandeguy (Gualeguay, Argentina, 1914-2006), Refracciones, Sociedad de Escritores de Gualeguay, 1986

Ref.:
Emma, la cautiva, por María Moreno / Radar Libros
Emma Gunst

sábado, diciembre 17, 2016

Emma Barrandéguy / El apaciguamiento de las cosas













Todo está en calma.
Doy una mirada al cuarto:
Si muriera esta noche
mínimas serían las dificultades que siguieran.
No hay nadie ya despierto
y he concluido la última anotación
de lo que haré mañana.
Todo está encarpetado,
no hay ningún ángulo que sobresalga.
Casi no hay objetos redondos.
Los piolines en su sitio
y los suicidas sonriendo tras los vidrios.
Este poema es lo único que da
la clave de la madeja:
“Los monstruos, bien peinados, por dentro.”

Emma Barrandéguy (Gualeguay, Argentina, 1914-2006), Las puertas, Instituto Amigos del Libro Argentino, Buenos Aires, 1964
Envío de Jonio González

Foto: s/d

domingo, enero 17, 2010

Emma Barrandéguy / Paseo

Paseo

Descalzo entró en mi cuarto,
llovía y estaba acostada.
Me levanté y salimos en el auto.
Él estaba triste, había llorado
por un desamor.
Él sabía, sin embargo, que yo soñaba
con un imposible amor
para mis años,
pero yo sabía también que a él
eso lo ponía contento.
Quería verme feliz y compartir algo conmigo.
Aunque fueran cinco días de dicha, decíamos.
Él lo había adivinado.
Y yo metía los pies en sus zapatos aplastados
mientras errábamos por Gualeguay bajo la lluvia.
Y el amigo y yo nos dábamos la mano,
solos y
acuñados por idénticos desencuentros.

28/05/02

Emma Barrandéguy (Gualeguay, 1914-2006), Poesías completas, Ediciones del Copista, Córdoba, Argentina, 2009

Foto: Barrandéguy Autores de Concordia


De Barrandéguy en este blog:
El cuerpo

jueves, enero 14, 2010

Emma Barrandéguy / El cuerpo


El cuerpo

¿Por qué no es posible el amor?,
me preguntas.
Somos viejos, respondo.
Y que pases tu mano
por mi pierna,
me da cierta vergüenza.
Tontería, dice el amigo
y cediendo
me tiendo a su lado como cuando era joven
y lo ignoraba.
Pienso en todos los viejos
que desde un banco al sol
miran transcurrir las muchachas.
En mi padre y sus esquelas victorianas
a las niñas de los mandados.
Pienso en mi madre pulcra
cubriendo sus desnudos en un último gesto.
Pienso que los viejos son como todos
y apetecen sin pausa
si no han sido saciados.
El cuerpo gira ante sus ojos
con el gusto de lo prohibido,
como siempre.
Se los instala en la sabiduría
y no la tienen;
codician como jóvenes,
tienen pequeñas ternuras
como mi amigo,
tienen lascivas preferencias
que no les cuentan a los otros,
tienen derecho al amor
aun a costa del ridículo.
Y si pasan tomados de la mano
o se encierran en su mundo
con las persianas bajas,
tendríamos que mirarlos sin asombro
como a lentos vagabundos
o discretos amantes que renuevan caricias.

Emma Barrandéguy (Gualeguay, 1914-2006), Poesías completas, Ediciones del Copista, Córdoba, Argentina, 2009

Foto: Barrandéguy Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos