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miércoles, octubre 23, 2024

Alicia Silva Rey / Señales de advertencia en ofidios



[Notas sobre un jardín en crisis] 1

Yo quería inventar.
¡Todo estaba inventado! 

serpientes, veneno, coloración, sonido, 
futurología, debates, jet lag

Todo estaba en las antiguas permutaciones,
en los conceptos mismos
de exterminio y salvaguarda
y consunción de una presa:
la delgadez, la anchura, el reverbero,
una coloración distintiva, 
olores o sonidos,  
un sistema conductual de defensa 
secundariamente adquirido.

La peligrosidad de una presa precede 
al desarrollo de la señal de advertencia.
¿ La peligrosidad de una presa precede 
al desarrollo de la señal de advertencia?

Todo estaba inventado,
sellado, inventariado:
la biosfera, los amuletos, el vino, 
la tierra plana, las larvas, 
las dominaciones, el fervor,
las presas peligrosas crípticas y conspicuas,
los depredadores que aprenden 
a evitar más fácilmente a las conspicuas.

Yo quería inventar no sólo el psicoanálisis,
no sola;

no sólo las artes comparadas,
no sola;

no solo la selección de parentesco 
(no sola) 
en la que las interacciones mutualistas 
entre individuos emparentados 
modifican la frecuencia genética 
para la clasificación de las señales 
de carácter honesto.

Yo quería inventar
no sola: 
la señalización, los códices, los códigos,
la imprenta, el software, los hardware
cualquier tipo de señalización:
el color en las serpientes de coral
u otra, estratégicamente costosa
en el sentido de requerir
gasto de producción o mantenimiento
como el cascabeleo en crótalos

o bien
una combinación de ambos tipos de señalización,
digamos, la intensidad de la coloración 
en ranas arlequines. 

Todo estaba inventado.

¡Nada quedaba ya por inventar!

Todo a punto
para el aprendizaje memorable
por parte del depredador.

Todo a punto de estallar, procrear,
intervenir modificadores de experiencia, 
a punto, insisto, de malversar
la eficacia de un sistema
por ejemplo:

¿qué hacer ante 
la inmadurez o
la inmunidad co-evolutiva 
entre un depredador,
la intensidad de la señal de advertencia
y la variabilidad de grado
entre toxicidad o peligrosidad de las presas?

¡Todo estaba inventado!

las cucharas bermellón, los crespones,
las cabinas aeroespaciales, 
la radiación intramolecular,
la experiencia predatoria y psicológica de un depredador
y con ello la credibilidad de una señal, 
¿no cierto?

2022

[inédito]

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)

---
Foto: Alicia Silva Rey / Facebook

jueves, agosto 15, 2024

Alicia Silva Rey / De "La casa"



LA CASA

La medianera como tope del camino de lajas. Alta, blanca, lisa. Se puso de espaldas a la pared, como si primero hubiera tenido que alzarse desde los talones, apoyando luego las plantas de los pies y finalmente las puntas de los dedos en un movimiento que se le antojaba contrario al de la danza, opuesto al equilibrio, deseado. 
Realizó luego la inflexión contraria, puntas, plantas, talones.
La puntada en los huesos, reminiscencia de la infección. 
Palpó con la palma de las manos, la nuca, las pantorrillas, su textura  como si se tratara de un señuelo de otras cosas, “materiales”, se dijo que pensaría, “otras cosas materiales”, como si ningún significante hubiera estado en condiciones de definir aquello para lo cual la textura de la pared se comportaba como señuelo; “materiales” era aludir a la condición de lo viviente pero en su carácter de opaco real impenetrable. 
Opaco real impenetrable, “material”. Como aquello que se permuta por las monedas del sueño, como lo que del sueño no se permuta por nada que no sea esa cosa definitiva “opaca real impenetrable”.
Giró sobre su cuerpo, su casa. Su cuerpo su casa. Su cuerpo su caza. 
Posó la superficie entera de ese cuerpo sobre la pared, ya de espaldas a la casa a la cual, con solo darse vuelta o retroceder desde donde se había posicionado, podía darle alcance.
De espaldas a la verdadera  casa – sujeto- de- la- cosa- material- opaca -impenetrable que tironeaba desde ella hacia ella. 
Si se desprende si 
retoma el camino de lajas si 
abre la puerta cerrada y 
pasa 
al  otro lado 
que la aguarda 
en su concreta causa de imposibilidad –no, no a las alegorías, nada de fábulas-.
El aire cavando el interior de la piedra. El lento estallarse de la piedra en miríadas de partículas pero sin modificaciones externas o visibles; piedra en trance.
Luego cosería con mano impropia aquellas prendas desgarradas. La costura debía corregir y aún reponer las partes ausentes.  Cortar, hundir, coincidir, traspasar. A mano alzada, toda aguja, con pequeñísimas puntadas, lo perdido reaparecía a causa de su costura invisible. La tela de reposición, idéntica  a la que ya no estaba, copiaba y remedaba a la auténtica. Como si estuviera recordando al revés. Alzó la cabeza, la ventana aún conservaba sus colgajos de niebla que no tardaría en evaporar. Como ciertas sustancias de la materia, en su  propio vapor, el  mar sublima. Cosería hasta alcanzar la perfección.

*

AGOSTO, 2014.

Ahí están los benteveos llamando a uno de sus hijitos que ha caído del nido.
La peripecia que sigue es: el pichoncito, de manera proporcionalmente directa a sus fuerzas y plumón, terminará escondido detrás del macetero del helecho más grande. Finalmente, habrá que ir haciéndolo escalar paulatinamente las distintas alturas de los diversos objetos que vayan acercándolo al techo o a algún árbol próximo desde donde los padres puedan remontarlo.
Esto puede durar de uno a tres días.
Si no lo logra, lo sabremos porque, en algún momento de esos tres días, los padres cesarán su llamado. Si lo logra, también voy a saberlo porque la insistencia se multiplicará y no solo los padres llamarán y revolotearán hasta guiar al caído a lugar seguro. Así sucede en la naturaleza. Nadie llora ni se rasga la piel ni pierde su tiempo en lamentaciones. Lo que se llama júbilo.

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950), La casa, inédito

---
Foto: Alicia Silva Rey / Facebook

miércoles, diciembre 13, 2023

Encuesta lírica / Los libros de 2023, 6

Alicia Silva Rey *


Formosa, Catalina Boccardo (Barnacle, 2023)
FORMOSA es el libro segundo, vinculado en su linaje al libro primero, Territorios. Leo en FORMOSA una como escritura oral de los pueblos originarios, esas lenguas comarcales, algunas ya perdidas. Catalina ha dado con un registro (alucinatorio) en su integridad rítmica, auditiva, semántica; una lengua, la suya propia. Escritura gestándose de principio a fin en FORMOSA: una célula madre de ave o vaca alada o cyborg de espesura:


36
no ves que digo “alma”
“agua bendita”
en lengua mestiza
cal viva despellejándote

comulgación de hormigas 
las cabezas al ras 
(que a la india le coman el cuerpo abajo de la tierra)

“se fue al cielo con dios” me enseñaron
pero seca no creo 
sino el nado azul de mis mujeres 
pájaros de insurrección

las tujujú y sus cuellos manchados de sangre
reencarnadas

a campo abierto  
la lengua oculta 
puede gritar


Diario negro, María Belén Aguirre (Ediciones Arroyo, 2023)
DIARIO NEGRO trae anotaciones que comienzan un viernes 23 de noviembre y culminan un martes 2 de noviembre, el Día de los Fieles Difuntos; una breve anotación por cada día. Refutando su nombre propio y hasta su mito fundante, María Belén Aguirre se alza con su escritura poderosa sobre muertos y vivos. Paródica, excéntrica, erudita : una artista que, siguiendo a Susana Thénon, piensa su obra desde una coordenada temporal. "Es necesario reivindicar un tiempo propio que se expande", dice, "así como antes Virginia Woolf localizaba su  exigencia de descentramiento en un cuarto propio":

Viernes 5 de noviembre
Cinco. Un día como hoy, pero hace tres años, murió tía. En
mi recuerdo la conservo intacta, momificada. El críptico
papiro de mi espíritu desciende hasta las catacumbas. Soy el
topo, me digo. El topo de Kafka. Muy en el fondo no quiero,
no quiero a nadie. Tampoco que descubran mi escondrijo.


De lejos y de cerca, Inés Legarreta (En Danza, 2023)
Económico pero suntuoso; sencillo pero tachonado de detalles exquisitos, la armonía de los jardines, las lustrosas escaleras, los grandes livings, el obstinado perfume persistiendo en recodos y cajoncitos. Así la enumeración no cesa ni desborda. De lejos y de cerca la casa se contempla a sí misma en esta novela familiar. Una casa escrita en sordina, con el tintineo de  fondo de finas pulseras y reflejos de cristalería y cuencos de porcelana sobre manteles bordados: todo lo que debió ser opacado y silenciado al ser vendida. Una escritura conmovedora en su serenidad, aún cuando debe pronunciar varias veces la palabra sangre:

 Y así
desde el primer ladrillo de la casa / el albañil
       que usó la cuchara en la mezcla / y el sueño
        de quienes esperaban habitarla /
los que levantaron las paredes poniendo
     el hombro / y los felices propietarios de la obra
todos
vamos
a pérdida.


LEÍDOS PRIMERO EN FACEBOOK

1)
Lexie Sinclair, Lidia Rocha Libro inédito publicado en octubre de 2023, en el Blog de Lidia Rocha
El uso, infrecuente entre nosotros, de una austera primera persona del singular no confesional, voz que, en este caso, apela a la complicidad (sellada) de un lector ultradiscreto, es en parte lo que convoca de este libro peculiar. Sumando el recurso sorprendente que sólo se logra cuando advertimos que todos estos poemas han sido escritos en intertextualidad con el libro “La primera mano que sostuvo la mía" de Maggie O´Farrell. Por la ficcionalidad  interpósita, la ironía finísima, el pespunte logrado hasta que saltan las primeras lágrimas, es que me encantaría ver publicado LEXIE SINCLAR de Lidia Rocha, en formato libro y acompañado de las bellas imágenes que pueden apreciarse en el formato blog:

5
La curiosidad mata al gato,
pero yo no soy uno.

Cuando él me mira siento un tirón en alguna parte
como si la sangre y los huesos respondieran a sus palabras.
Toma mi cara y la acaricia con sus dedos.
Piensa que estamos solos en el ojo de un huracán
Piensa que soy la única mujer que necesita,
Habla de sus viajes,
de las notas que va a escribir o ha escrito.
de las pinturas que compra y conserva porque prevé su valor,
“a la obra de un autor consagrado la compra cualquiera”
Lo escucho como no lo han escuchado antes
como si sus palabras fueran aire
y entraran por mis células.


2)
La lírica, Jorge Aulicino.
Leído inédito (2023), en el Facebook de Jorge Aulicino. Según el modelo oriental de delicadeza que traduce Roland Barthes para su libro Lo neutro, habría, en La lírica, de Jorge Aulicino, la eliminación de lo superfluo: un rigor. La delicadeza de no repetirse en ningún color o diseño: la flor viva (el centro del poema) no reitera sus ángulos ni el color de sus esmaltes ni presenta la nieve en el lugar de los pétalos blancos ni juega con las simetrías como en un partido de ping pong. Mi lectura es un elogio de la estética del rigor, algo de lo que la voz que dice parecería desentenderse en la alternancia -según previstas proporciones- de una mesa de madera, un contenedor de agua dulce, un tazón, una olla de hierro, un buen vino caliente, unas rodajas de pan casero, alguna salazón, "una silla sola en la vereda".
(Próximamente será publicado).

Neroli (1)

[…]

Neroli, patria exiliada.
Planeta que rodea el planeta.
¿Cómo creer en el canto de paz que aletarga con dulzura
articulaciones y venas?
La paz no cambia las selvas corruptas,
las aldeas con pilas de inmundicia,
sofocadas en el humo ácido de la voracidad.
Mundo hundido en el neroli, pervivencia
de un mundo que no será:
el aceite perfumado de lo que sucedió en las grutas del mar
y en los palacios del desierto.
Nubes sobre el Sahara.
Sobre huesitos, sobre la risa de las hienas.
Solimán o Saladino o César
creerían que ese aura de amor en las tiendas
-de los vientres blancos, el aliento invasor,
los ojos en la oscuridad-
sería
lo que iba a quedar
de la palabra patria y de otras que los hombres pronunciarían
antes de que su propio tóxico los perdiera.
Aroma animal de los cuerpos.
Polen de adormideras.

---
(1) Brian Eno, 1993


* Alicia Silva Rey. Lectora. Poeta. Bibliotecaria. Ha publicado ocho libros de poesía entre 2014 y 2019, en papel y en e-books. Sus poemas han sido traducidos parcialmente al coreano y al portugués. Las tres cuartas partes de su obra (poesía, narrativa, ensayo) permanece inédita. Reseñas bibliográficas suyas sobre poesía argentina contemporánea circulan por distintos medios gráficos y digitales.

lunes, septiembre 12, 2022

Alicia Silva Rey / Dos poemas




Topologías

Una entre innumerables erguida 
sobre lo que por el momento llamaríamos
las patas posteriores,
ramonea como la gacela de Waller
(o gacela-jirafa), las plantas espinosas.
Algunas emociones la ponen más clara o
más oscura, amarilla o rojiza con una
mancha negra como de iguana joven.
Anda en la arena, la excava,
peligrosa como un elápido,
su veneno es arma de doble filo.
La nariz y los ojos emergen
mientras el resto del cuerpo despunta
bajo las aguas. Su plumaje
de adulto no ha llegado, aun caza
sola en el tierno crepúsculo.
Como los lemmings,
cae de las nubes
los días de tempestad.
Relicario de faunas remotas
ha conservado su determinación
nativa. A merced de olas altas,
especie de medusa, segrega
un ectoplasma de larguísimos
filamentos.
Rupestre, roja, solar,
una curiosidad sin límites
acelera
su muerte.


[Notas sobre un jardín en crisis] 

SEÑALES DE ADVERTENCIA EN OFIDIOS

Yo quería inventar.
¡Todo estaba inventado! 
serpientes, veneno, coloración, sonido, 
futurología, debates, entretenimiento,
muchos organismos poseen
una tecnología que reduce 
la posibilidad de detectarlos

otros tienen formas, estructuras, coloraciones
similares a otras especies que confunden o engañan
al depredador

algunos emiten señales de advertencia
sobre su peligrosidad
- que es cuando las señales emitidas favorecen
la honestidad de las presas
al persuadir al depredador de no comérsela-.

Todo estaba en las antiguas permutaciones,
en los conceptos mismos
de exterminio y salvaguarda
y consunción de una presa:
la delgadez, la anchura, el reverbero,
una coloración distintiva, 
olores o sonidos,  
un sistema conductual de defensa 
secundariamente adquirido.

La peligrosidad de una presa precede 
al desarrollo de la señal de advertencia.
¿La peligrosidad de una presa precede 
al desarrollo de la señal de advertencia?

Todo estaba inventado,
sellado, inventariado:
la biosfera, los amuletos, el vino, 
la tierra plana, las larvas, 
las dominaciones, el fervor,
las presas peligrosas crípticas y conspicuas
los depredadores que aprenden 
a evitar más fácilmente las conspicuas.

Yo quería inventar no sólo el psicoanálisis,
no sola;
no sólo las artes comparadas,
no sola;
no solo la selección de parentesco 
(no sola) 
en la que las interacciones mutualistas 
entre individuos emparentados 
modifican la frecuencia genética 
para la clasificación de las señales 
de carácter honesto.

Yo quería inventar
no sola: 
la señalización, los códices, los códigos,
la imprenta, el software, los hardware
cualquier tipo de señalización:
el color en las serpientes de coral
u otra, estratégicamente costosa
en el sentido de requerir
gasto de producción o mantenimiento
como el cascabeleo en crótalos 
o bien
una combinación de ambos tipos de señalización,
digamos, la intensidad de la coloración 
en ranas arlequines. 

Todo estaba inventado.
¡Nada quedaba ya por inventar!

Todo a punto
para el aprendizaje memorable
por parte del depredador.
Todo a punto de estallar, procrear,
intervenir modificadores de experiencia, 
a punto, insisto, de malversar
la eficacia de un sistema
por ejemplo:
¿qué hacer ante 
la inmadurez o
la inmunidad co-evolutiva 
entre un depredador,
la intensidad de la señal de advertencia
y la variabilidad de grado
entre toxicidad o peligrosidad de las presas?

¡Todo estaba inventado!
las cucharas bermellón, los crespones,
las cabinas aeroespaciales, 
la radiación intramolecular,
la experiencia predatoria y psicológica de un depredador
y con ello la credibilidad de una señal, 
¿no cierto?

[inéditos]

Alicia Silva Rey (Quilmes, Buenos Aires, Argentina, 1950)

---
Foto: Mural virtual de Marine Chereau Alicia Silva Rey/Facebook

domingo, noviembre 07, 2021

Alicia Silva Rey / Las especies se hunden sin un estallido *



[Un magma sin aristas]

La cuestión es si se puede pensar sin cuerpo**
y a qué llamamos cuerpo.
Él dijo que un profeta estaba fuera
de lo general, ***describió perspectivas
como quien hurga en un pensamiento 
de heliotropo.


[Una pantorrilla es un engranaje de músculos]

Él mira su pantorrilla desnudada, recuerda
un galgo en agonía, la cabellera negra
del árbol, ¿qué cosa es una cabellera, 
qué un árbol tácitamente incluido 
en la escena a caballo entre la muerte 
y la no muerte del sujeto, ese árbol 
negro, la fronda entre
el morir y el no morir?
En lugar de eso, él dice:
La calle retoma velocidad. **


[Se trataría de una cuestión de tiempo]

no de imagen ni rememoración a secas,
un tiempo medible como la duración 
de un organismo viviente.
La humilde alga sintetizada, hace millones de años, 
en las orillas de los charcos, por la luz, ***
¿no sería en su dulce matriz de tiempo el alga,
en sí misma, un dispositivo útil a la supervivencia, 
el medio tecnológico capaz de filtrar información, 
memorizarla, procesarla, regularla al punto 
de inducirle conductas, *** intervenciones, invenciones?


[El alga agita sus filamentos en un agua verdosa]

Él agita su mano viendo pasar las eras, los microbios, los chasquidos 
de lenguas desconocidas en sus cofres de cáñamo
pero ignorando la asociación entre unos signos del habla y una cuna 
o asta cuneiforme, el constelado Toro ungido
en lo alto de la frente por un círculo y en él
una cruz circunscripta y multitud de geranios rojos en los belfos.

[inédito[

Alicia Silva Rey (Quilmes, Buenos Aires, 1950)

Notas de la Autora:

* Por oposición a la frase de Charles Olson, “Las especies se hunden con un estallido”.
** Las especies se hunden sin un estallido (actualmente en progreso) intersecta con Lo inhumano. Charlas sobre el tiempo, de Jean-François Lyotard. Traducción de Horacio Pons. Buenos Aires, Ediciones Manantial SRL, 1988, 
y
*** dialoga con el poema de Jorge Aulicino,
     "Un profeta pasa en taxi por la calle Mario Bravo" (Del libro inédito, Fuera de lo general, 2021):

Se abre desde la ventanilla una rara perspectiva: 
media casa ha sido abolida, de la otra mitad 
emergen tubos de ventilación, varios desde el techo,
dos desde una pared, horizontales. 
Arriba de todo, las ventanas de un altillo
permiten la vista de los techos linderos, seguramente,
y del hueco ganado a la vieja casa:
un estacionamiento privado, sobre cuya pared inclina 
una cabellera seca, negra, el árbol de la vereda.
Un milagro está por ocurrir.

Como que cientos de años civilizados se condensen
en una escena misteriosa que está por suceder.
Pero la calle retoma velocidad.
Arranca el taxi. Y por la ventilla desfilan fachadas taciturnas,
carteles banales de publicidad, grafitis de remolinos
y firmas falsas, un abecedario griego. Incluso, sumerio.

---
Foto: Años Luz

jueves, abril 23, 2020

Alicia Silva Rey / MOLESKINE – Distopías














Kafka, según Max Brod, con la boca apresada en el pico del cuervo
dice:
 “Somos pensamientos de suicidio
aflorando en la mente de Dios. *

Byung-Chul Han, estudiante de metalurgia en Corea, **
responde en alemán, un siglo y medio después:
- La indignación digital no es pensamiento, no es canto,
no es novela, es incapaz de acción.
Lo que no es pensamiento ni acción,
es aforismo, agonía del Eros, cansancio de lo igual.

Kafka sabe que toda multitud es de por sí indignada
y dispersa, también rota y fugaz
y, aunque banalizada en la naturaleza del conjunto,
multitud es fuerza que gravita.
- Culturalmente hablando, es política -agrega-.
Y luego, ardido de irrealidad:
- La política de Dios es pura, Byung- Chul Han.
Crea toda clase de lazos mas ninguno de sangre.
La Internet será literatura menor, salvaje o fuera de propósito;
pero

nada es más parecido a la mente de un dios.

* Sobre Kafka, recuerdo de Max Brod
** Byung-Chul Han es un ensayista surcoreano experto en estudios culturales.

[inédito]

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)

Otra Iglesia Es Imposible - Editorial Barnacle - Añosluz Editora - Op. Cit. - Low-Fiardentía - El Infinito Viajar - Chubasco en Primavera - La Ficción del Olvido - El Placard - Las Letras del Quilmero
---
Foto: Maru Pé/Alicia Silva Rey/Facebook

domingo, marzo 10, 2019

Alicia Silva Rey / De "El poder de unos límites"
















7-

Un objeto de plata pequeño es nada pero:
 una moneda, una cucharita de plata abren
su flor en abanico: barajas desplegando un sentido
que ni el juego ni el vaticinio atenúan.
Y de fondo, puesta de sol:
en la estepa en el jardín.

11-

Hoy abracé mi circunspección.
Mi circunspección era un cestito
de mala costurera desbordado
de agujas, me dispersé, me dividí, me desbarranqué,
en lo separado de mí viví,
en esa fragilidad de tolderías.

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)

El poder de unos límites,
Barnacle,
Buenos Aires, 2019









Barnacle - Poetas Argentinos - El Poeta Ocasional - Celofán
---
Foto: FB

jueves, noviembre 24, 2016

La lira argentina, ¿cómo suena?, 12


Alicia Silva Rey

La lírica argentina actual suena o ritma a partir de la armonía de los acentos –que facilitan una rima solapada-, y de la asonancia indefinida. Sin olvidar ni las  métricas rigurosas ni las rigurosas rimas. Es una lírica que enlaza diversas poéticas en las que se entrecruzan lenguas, culturas, formatos, fuentes, otras artes, redes sociales.
Están las mixturas, la tramoya que abreva en enciclopedias realistas, lo geográfico como locación o territorio de lo ficcional.
Hay linajes de uno solo (Bustriazo Ortiz, Jorge Leónidas Escudero).
Hay poéticas –para mí, las mayores de nuestra lírica actual y son más de cinco y menos de diez- donde intervienen la yuxtaposición, la intersección, le mot just que fisura el espacio-tiempo. Y, en el orden del ritmo, un palimpsesto donde la oralidad de antiguo cuño abre su delta intratextual.
Cada autor + sus afluentes de lecturas y lectores constituiría una micropoética. Un conjunto de autores reunidos en el parecido lector (ideológico) establecería una suerte de micropolítica. Si cada  micropoética puede definirse como un quehacer que alcanza su ápice en la producción de obras estéticas, el paradigma estético sería lo que cae por fuera de esa producción poética (Guattari). Por eso nos resulta bien difícil visualizarlo: las obras, nos impacten o no, van por fuera del paradigma, que se está gestando o nunca será alcanzado. Pero es una micropolítica existencial aquello que va siendo modelado por las distintas perspectivas estéticas.
Dejo fuera de este panorama los epigonismos acríticos, la reiteración aguachenta, la retórica vacua, los calcos, las parodias de parodias, los versos tan puros que destacan por su insubstancialidad.



Alicia Silva Rey (Quilmes, provincia de Buenos Aires, 1950). Escribe poesía y narrativa. (circa), Añosluz Editora, Buenos Aires, 2014; Partes del campo, Ediciones de la Eterna, Buenos Aires, 2016; Orillos, Barnacle Libros, Buenos Aires, 2016.

lunes, febrero 22, 2016

Alicia Silva Rey / Lo que insiste














Eso que cae como una piedra en el estanque.
Solo, en lo estancado, y emite suéter rojo con casitas bordadas, muñeca negra
sin puntillas, letra infantil para una carta en que seca una gota de sangre.
Lo que nos priva de todo lo privado, ¿sólo es real si todo nos priva cuando
un cuerpo nos quita el cuerpo? ¿Solos, así, ante la muerte?
Eso que no, que dice no y no, la incertidumbre del saber de la muerte
Lo que perturba canta. Secamente. Con dicción cómica.
Cuerpo que ha sido el pasaje del canto tardará un tiempo realmente muy...
largo en que... imposible de medir con... a pie, a caballo mecánico un vehículo
cualquiera... el muro... a cuyas puertas... tendrías... no todo entra en el marco de
una fenêtre de terciopelo, yo, por ejemplo,
he visto a un caballero comer de la suela de sus zapatos la efigie de... un
mandril a falta de una buena manzana
para arrojar como una cuña viva en el dorso (en el dorso)
de su cárabo negro.
Canta.

De ser animal, sería liebre de cuerpo.
Saltar, saltar, siempre a punto de no morir.

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)
Más poemas de este libro en El Placard

Partes del campo,
Ediciones de La Eterna,
Buenos Aires, 2015



viernes, octubre 10, 2014

Alicia Silva Rey / Razas




primero Marguerite D., luego su traductora, Alejandra,
hablaron del palacio
de la soledad: "No les disparen a los fantasmas", dijeron,
"no le disparen al viento" como en una escena de cowboys
en el palacio de la soledad; cómo situar palacios
de soledad en Haití -filibusteros; ejércitos
de Napoleón- víctima de negros africanos
dirigidos por un tal Toussaint Loverture, negro

cómo, en Haití, sin hacienda, mujeres abusadas
y el culto fetichista de las serpientes (ellas y yo
amamos nuestros palacios de soledad); no Puerto Rico,
la más culta de las Antillas, húmeda perla, colonial,
ni Cuba "la más hermosa que jamás ojos vieron"
controladas por la Union sólo
en lo que atañe a su luz,
su espacio material e inmaterial,
su puerto el más vasto de América,
su catedral en la europea Habana
que guarda (ca. 1913) el sepulcro vacío de Colón

Alicia Silva Rey (Quilmes, Buenos Aires, 1950), (circa), Añosluz, Buenos Aires, 2014