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martes, abril 02, 2024

Gwen Harwood / En el parque




Ella se sienta en el parque. Su ropa es anticuada.
Dos niños riñen y lloriquean, tiran de su falda.
Un tercero traza absurdos dibujos en el barro.
Ha pasado alguien a quien una vez amó – demasiado tarde
para fingir indiferencia ante aquel ademán casual.
"Qué alegría" et cetera. "La vida da grandes sorpresas."
De la bonita cabeza de él se eleva sin duda
un pequeño globo... "pero gracias a Dios...".

Permanecen un rato en la vacilante luz, repitiendo
los nombres y fechas de cumpleaños de los niños. "Qué ternura
produce oírlos hablar, verlos crecer y prosperar",
dice ella a la sonrisa de él, que ya se aleja. Después, 
mientras alimenta al niño más pequeño, sentado a sus pies,
dirigiéndose al viento, dice: "Me han comido viva".

Gwen Harwood (Taringa, Australia, 1920 - Hobart, Australia, 1995), Selected Poems, Penguin, Hawthorn, 2001
Versión de J. G. 


IN THE PARK

She sits in the park. Her clothes are out of date. 
Two children whine and bicker, tug her skirt. 
A third draws aimless patterns in the dirt. 
Someone she loved once passed by – too late 
to feign indifference to that casual nod. 
“How nice” et cetera. “Time holds great surprises.” 
From his neat head unquestionably rises 
a small balloon…”but for the grace of God…” 

They stand a while in flickering light, rehearsing 
the children’s names and birthdays. “It’s so sweet 
to hear their chatter, watch them grow and thrive, ” 
she says to his departing smile. Then, nursing 
the youngest child, sits staring at her feet. 
To the wind she says, “They have eaten me alive.”

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martes, diciembre 12, 2023

Clive James / Panis angelicus



Siguiendo tu consejo, fui a YouTube
a oír a Pavarotti cantando con su padre
el dúo trascendente que César Franck compuso.
La catedral de Módena. Galería del coro.
Se alza lenta la cámara. Allí están.

Prosiguen en mis sueños. El motivo:
la figura del padre que me guía me obsesiona,
me duele, me desgarra. Aunque es probable 
que el dúo me persiga por una causa simple.
Es precioso escucharlos cantar juntos.

Tal vez lo que apreciamos son las hebras de vida,
su ensamblaje pausado convertido en sonido
repleto de equilibrios, conexiones.
Como la voz de un ángel atrapada:
regresa de un espejo, atravesando el tiempo.

Clive James (Kogarah, Australia, 1939 - Cambridge, Reino Unido, 2019), Fin de fiesta. Últimos poemas, Pre-Textos, Valencia, 2021
Traducción de Luis Castellví Laukamp


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Foto: Clive James, Cambridge, 2015 Alicia Canter/The Guardian

sábado, agosto 15, 2015

Frederic Manning / Grotesco


















Estos son los malditos círculos que Dante pisó,
Terribles en su desesperanza,
Pero hasta las calaveras tienen su gracia,
una parodia sin ojos, sardónica:
Y nosotros,
Sentados con los ojos llorosos en medio del humo acre,
Que oscurece nuestro sucio, húmedo acuartelamiento,
Entonamos amargamente, con voces roncas
Como un coro de ranas,
Con horrible ironía nuestras canciones patrióticas.

Frederic Manning (Sídney, 1882-Londres, 1935), The Wordsworth Book of First World War Poetry, Marcus Clapham, Wordsworth Editions, Ware, Hertfordshire, 1995
Versión de Jonio González


GROTESQUE

These are the damned circles Dante trod,
Terrible in hopelessness,
But even skulls have their humour,
An eyeless and sardonic mockery:
And we,
Sitting with streaming eyes in the acrid smoke,
That murks our foul, damp billet,
Chant bitterly, with raucous voices
As a choir of frogs
In hideous irony, our patriotic songs.

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Retrato: Frederic Manning por William Rothenstein, 1921 National Portrait Gallery, Londres

sábado, diciembre 27, 2014

Margie Cronin / Indicaciones















Todo el mundo acepta.

Una lengua que sobrevive
sin ser entendida.

En poesía, rasgos que siguen a un punto.

Cualquier eufemismo.

Señales de algo definitivo. (Un aullido, un lamento, maldad o destreza.)

Cosas como motmot, esvástica, ambón y sollado.

Ergo, la belleza
de una oreja al revés.

Resplandece brillante propósito, sin miedo
a la inevitable exposición.

Citas de la realidad.

Construir oraciones sólo de frases magnéticas.

Hablarle al mundo con absoluta discreción.

Decir, nada más,
sin tener que practicar
alguna clase de involuntaria
hechicería.

Por lo tanto, espontaneidad.

Un conocimiento vacío.

Recordar más
de lo que no podría ser olvidado.

La adquisición que no proviene de nadie.

Nace de forma simultánea.

Encallada en lo que ocurre.

Margie Cronin (Merriwa, Nueva Gales del Sur, Australia, 1963), en PoemHunter
Versión de Jonio González

Nota de edición: Margie Cronin firma sus escritos como MTC Cronin y M.T.C. Cronin


INDICATIONS

Everyone accepts

Someone tells a story comparable

to any that's happened.

A language that survives
not being understood.

In poetry, dashes that follow a full-stop. -

Any euphemism.

Signs of something definite. (A howl, a wail,
mischief or skill.)

Things like motmot, fylfot, ambo and orlop.

Ergo, the beauty
of an upside-down ear.

Bright shining purpose with no fear
of inevitable exposure.

Quoting from reality.

Building sentences solely from magnetic phrases.

Speaking to the world in complete secrecy.

Saying only and nothing
without having to practise
some sort of unintentional
sorcery.

Then spontaneity.

An empty knowing.

Remembering more
than what could not be forgotten.

The acquisition that comes from no-one.

Born simultaneous.

Stranded in what happens.

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miércoles, julio 23, 2008

John Kinsella / En la coloración críptica de los mataderos desiertos




















El hedor pasajero de la carne calcinada
colándose por entre
las ventanas entreabiertas – una barbacoa
en el jardín tras el seto.

Te imagino nadando
en Coogee, en mi viaje
por el ojo de la Avenida de la Playa
cegado por el tajo metálico
de los reflejos del mar,
recobrando mi visión
al enfocar
la críptica coloración
de los mataderos desiertos.

John Kinsella (Perth, 1963), traducción de Fernando Herrera, en Australia. Poesía contemporánea, Bogotá, Trilce Editores, 1997.

On the cryptic colouration of the deserted meatworks
The fugitive stench of burnt flesh/ forces its way through the barely/ open windows – a barbecue/ in the yard behind the fence.// I think of you swimming/ at Coogee, of my driving/ through the eyes of Ocean Beach Road/ and being blinded by the steely cut/ of the reflective sea,/ regaining my bearings/ thorugh focussing/ on the cryptic/ colouration/ of the deserted meatworks.