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martes, diciembre 03, 2024

Joaquín Valenzuela / De "Lo igual de ciertas cosas"


Parador en olvido

el semisueño, semi recuerdo
tomó casa lindera, almohadas, salas
de visitas, caramelos

tachó balcón francés por dar a tierra
el mural donde cenaba 
el nombre de una estrella

como noche entrando en pesadilla
vereda de enfrente, punto y vista: 
un soñador a borde, en el estribo
tablón testigo de cuajo 
del papel 
que se lava entre la ropa (la boca 
llena de toallones)

y los aretes perdidos
un anillo al gallinero
gargantillas cortadas, la puerta 
del palomar, huella de espárragos…

pero un nombre de galaxia se asomaba
chapa picada en cruz, siete cabritos
zanja tras zanja
reseca piel al pie descalzo 

después sillas en 
altillos de galpones (una rata 
toma asiento, enciende velas
-arista de momentos- roe 
una hoja de gomero letra a letra) 


VII

la enredadera de la verja subió al techo 
y ya estropeó la chapa, le decía 
un gato membrillo a 
una viejita doble enaguas, doble medias, le daba 
de comer polenta en plato 

temprano nomás de otoño
enseguida
se hizo el espejismo: adiós de vieja
chau de gato y en el espejo
hojas blancas de anotar 
el día tal la fecha: ni una nube

el camino centellaba por estrellas 
en la arena (se habrían quedado 
en la huella del carro) los vasos 
llenos de caballo dejaron 
un sello de cerrado a cada paso
cerrado al trote, nada 
más sucederá por estos lados

carro, caballo y boina 
más boina que muchacho


XVII

los naipes se clavan 
en las mesitas del puerto
a eso de vagabundo en muelle
a eso de la isla de gaviotas 
graznido por graznido, callejuelas

limo a la vista, descargado 
está el pescado

los changarines hacen fila
gancho en mano y pasadizos
hielo en torre, papeles
de envolver colas, cabezas

un tiempo rosa agallas 
que atardece en carne espera
sobre tablón, cualquiera, no quedaron 
ni balsas, ni lanchones

recién idos del niño, los muchachos 
crecen, cinchan, se relamen 
las cocinas
usan perlas y capotas
cucharones de mar fresco 

los ojos cormoranes en el morro 
estudian la mecánica sin pausa
sin caídas, aún la espera
del baldazo final, brazo que limpia
 
así estuvo la cosecha
(se charla entre los humos)
la bruma a filo raso
es la próxima plomada por caer

Joaquín Valenzuela (Dolores, Argentina, 1971)

Lo igual de ciertas cosas
,
Buenos Aires, 2024









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Foto: Joaquín Valenzuela/Facebook

martes, diciembre 26, 2023

Joaquín Valenzuela / De "Estación cotidiana"



¿qué canta en voz saco de hojas 
caídas de tanto baile un coro 
como señal de tierra para pobres
pájaros a empujones, correntadas 
de las huracanadas, desasidas
sin nudo ni pronóstico, mundo
en sus detalles de entreguerras
ráfagas en cascada (las rastreras)
ventolera de cascotes por las ramas?

¿qué canta un brote, árbol de solos?
punto ojo halcón ¿es su estatura?

*

mientras regresan en la vez mil 
(motor del agua) le hacen reflejo 
a la rompiente en otro frío 
un punto estrella de norte a sur ¿qué carraspean 
por la ruta del cielo hasta aleteos? 

los que se pierde en la rosa de la nube 
rosa del sol ¿de cordillera? 
desde montañas estirarse ¿y es montaña?
¿y ese punto estrella que en la cima 
donde la rosa tirabuzón ya es la marea? 
¿y cuántos picos-nube es la bandada?
¿dónde anidan y como bichos de luz suben 
desde los campos baldíos de la infancia? 

¿y de día 
qué se harían? 
¿duermen en colmenar? ¿se agrutan 
en un reverso? ¿se tiran 
con el remedio del cansado 
a su mar de las serenidades?

*

tragaluz de un ala, escena
primera a la vista, niño: 
la mañana se despierta en casa ajena 
ojo ventanal, naranja caramelo 
de todos los crayones 
necesariamente caja

toda la caja al sol, y surfea 
con la mano la baranda de la ola de madera
y toca tierra 
y salta 
los últimos escalones de escollera

lo que sigue: -y chorrea (dice 
medusas, rosa náutica) - ¿quién más
baja cantando si, la, sol, fa?

una estela de él
aventura bajo techo en cerrazón
brumas del comedor cerrado, tapa 
al cielo y orillas filigrana -del revés: 
naipe es la alfombra

está en quintales métricos, descalzo 
talón sin paso
una tibieza dando flecos por el piso

Joaquín Valenzuela (Dolores, Argentina, 1971)

Estación cotidiana
,
La Gran Nilson,
Buenos Aires, 2023









miércoles, septiembre 14, 2022

Joaquín Valenzuela / De "Al pie de vasta área"


SI DE LA SIESTA EN AMPARO

si de la siesta en amparo 
de vino llega un atardecer al día 
como puños desde ramas, viento 
en copas pendientes de ciertos 
pájaros, así también llegará lluvia
más allá de los plumeros

cuero de pichones, ojos 
por mirar en algún charco 
desvelo de siesta, los puntos 
suspensivos de las gotas 

sutura del patio 
pasto domado en latiguillo 
como una siega 
sin filos, sin fruto


PARA ASEGURAR EL SOL UN GATO 

para asegurar el sol un gato
que apareciera por el pasillo
con la elegancia de un ciervo
esta mañana 
en que un telón, papel de 
calcar el día quiere bajar 
la luz para sí mismo 
y envolverse el calor 
en su piel de cortina, llevárselo 
en la bolsa de ovillos de astros

para asegurar el sol
un gato que olfatee desde el pasillo 
el cielo y salte 
estallado de ventanas 

que se lleve desgarrado el telón de la nube 
engarrado
en las zarpas y a los saltos 
lo cuelgue por sobre el nogal, la parra
y se abra escena


ELEGANTE COMO EL SOBRE

elegante como el sobre
donde una señora metía mano
por la boca y de platas
bordado en lentejuela 
escamado hasta las branquias 
fuelles que resoplan 
notas, gotas 
de sal, el pez plateado
a las 10 A.M. atado
a la línea de arrastre como 
billetera perdida en la fiesta de anoche
dejado ahí
caída 
volviéndose pescado

Joaquín Valenzuela (Dolores, Argentina, 1971), Al pie de vasta áreaGriselda García, Buenos Aires, 2022

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Foto: Joaquín Valenzuela/Facebook

martes, septiembre 26, 2017

Joaquín Valenzuela / De "Sombra de agua"















el monte retráctil de llovizna
en este espejo esférico entintado
los pigmentos se aguaron
como por canaletas torrenciales

sigo líneas de conducta y uso
botas de goma para borrar el rayo
mientras el temporal sobrevuela
la mano que no escribe


~

un centro en lo negro del pozo
acá anida
un hueco sin galaxia

la luz en rampa se agota
entre las hojas
pica un plano
y otro
pero nada
camina en el reflejo

sólo ciertos insectos del invierno
tornasoles a velocidad crucero
en el vapor del sol

Joaquín Valenzuela (Dolores, Argentina, 1971),  Sombra de agua, Griselda García Editora, Buenos Aires, 2017
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Foto: Facebook

lunes, octubre 31, 2016

Joaquín Valenzuela / De "La caracolera"














16 - Adelomelon brasiliana

cazadores de patos la saludan
pescadores que la abrazan a su
paso damas antiguas trepan
pinos piñoneros cuna
de la riña de gorriones

con la mirada detrás del antifaz sus
lentes mascarilla de soldar sin la
pena ni gloria ya refresca
ya está para pañuelo o capelina
está a punto de cantar
ya canta
llora
se arremanga el batón por si los cardos
por si caso se trepan las arañas
y arranca
una flor cualquiera para el pelo

Joaquín Valenzuela (Dolores, Argentina, 1971)

La caracolera
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2016









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Foto: Facebook

jueves, enero 16, 2014

Joaquín Valenzuela / Dos poemas

















puede haber cualquier trapo entre las cortaderas
un mechón de lana
una sospecha enganchada al
alambrado en tu vereda.
una prueba
de abandono

puede haber otra vida entre la yuca
otra ciudad
más atlántica y perdida


era puro humo la tormenta
smog de smoke no smoking de las fábricas
puertos orilleros puestos en patas
nenes sin aliento que se les suben en
negro entre sus perros potrillos a las cañas
el ombú de aglomerado que se abre y en su
fibra se desgrana la
chapa cae la lente cae del cielo y sube al
sauce con una tos grave sin ojotas
un pelo crece por las casas
una pasta se pega a los colchones se
hunde el pie entre pollos la gallina hace
su calle sale un chasis salen
bolsas batatas cordilleras de
cables de piñas de pañales

Joaquín Valenzuela (Dolores, Buenos Aires, 1971), La casa del deshielo, Editorial Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2013
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Foto: Joaquín Valenzuela en Facebook

jueves, julio 25, 2013

Poemas elegidos, 80

Joaquín Valenzuela
(Dolores, 1971)

Palabras a un río, de Arnaldo Calveyra
Poeta que descubrí hace apenas un par de años al leer de refilón en una web: Cosas que me pasaron en la infancia me están sucediendo recién ahora. Un verso que me parece maravilloso y con el que me sentí muy identificado. Luego fue conseguir su Poesía reunida y aprender a leerlo. Calveyra me enseñó a leer sin prisa. Leerlo en voz alta hace que se detenga en cierto modo mi tiempo. Además al releerlo siento que se mantiene intacto el atractivo de la primera lectura. Elijo este poema, aunque bien podría haber sido algún otro texto.


Palabras a un río

¿Ya le escribiste al río,
río incesante del más allá?

¿a sus campos que son almohadas
de pastizales azules?

¿nombrarlo ya sabrías?

un verso vuela, flecha lanzada,
no para seguir buscando
apagando agua

¿empezaste a nombrar los cielos
caminadores de las costas?

¿a contestar a su reclamo
en un anochecer de pajonales
-recubre esteros-,
pajonales de fin del mundo?

no lejos de la mano que escribe
huellas de pies descalzos
en la arena

una nube
que buscara
ablandar
su imagen
en el agua

tardes,
son conversaciones
con un río

en que la distancia juega
a que lo borra
-remansado caracol
hallado entre espartillos-

de tus pasos llega

¿nombrarlo ya podrías?

ayeres convertidos
en hojas temblorosas

son ahora
esas imágenes

de los años llegan
por resucitar
en tu mente
un río

fotos dispersas
bajo una luz de lámpara

al sol azul
de la memoria

anocheceres
llegando a las barrancas

¿tu conversar de ríos?

¿empezaste
a ser palabras
de tu río?

¿ya te recibiste en río?

alamedas

fotografiadas
por el ausente

río de un caracol
en tu oído

por el cuerpo
adivinado

tu sol adelgaza

haciendo lo imposible
por no ahogarse
en las orillas

la voz, el silencio
con que abandona
la tarde

ya es nadie,
Narciso,
tu imagen en el agua

huevos de perdiz
hallados en pajonales
de tu mente

Hudson,
en caminatas semejantes...

arboledas
a flor de frescura

al entrar en el agua
te enredaste en las ramas

¿cuánto perdura una imagen
en el agua?

tu cuerpo en crecida
luna diurna de amigos

avanzas, transformas
costas, leguas, nubes

¿empezaste
a ser raíces
de tu río?

¿aguas zoólogas,
luz de nadie?

desiertas las imágenes,
los campos desiertos

rancho pausado
al borde del remanso

un espinillo
baila
con el sol

ausente
verías aprontarse
y pasar
la creciente

deletrearlas
como a sueños
las costas

¿a qué juegas, espinillo?

por recibirte
puse en presente las cosas de mi cuarto.

Arnaldo Calveyra (Mansilla, Argentinas, 1929 - París, 2015)
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Foto: Joaquín Valenzuela en Facebook

domingo, noviembre 13, 2011

Joaquín Valenzuela / Viejas que lavan...














viejas que lavan con jabón blanco en pan
entre las ramas en los patios
debajo de las parras
en tanques de cemento o piedra
en las bombas de agua o en
lavaderos de chapa
de los bañitos del fondo

con palanganas de aluminio
con un balde al lado
verde

en todos lados remojando camisones
enaguas de cintura algún conjunto claro
las cortinas de los comedores

de a poco y sin fuerza
prendas finas

con las manos en el agua
recién levantadas

viejas muertas con aretes de colgar
como cúpulas de iglesia o
como pasas de uvas

remojando una sábana en
leche de jabón donde por ahí
se cae un palito de una planta
o una mosca chica que se mantiene
haciendo pie en la nata de los bordes

Joaquín Valenzuela (Dolores, 1971), Varamientos pampa, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2011
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Ilustración: Corriente de agua sucia, 1997, Marcelo Pombo

lunes, septiembre 07, 2009

Joaquín Valenzuela / de "Doméstico"

se la llevó el carlanco se le atoró en la glotis
epiglotis laringe faringitis se le trabó en la
tráquea en la parrilla respiratoria caja que
guarda y suena una hora una no hora un
ni muerto el tiempo se acabó la hora
un espacio general arqueológico un
cuarto de polvo volado del seso de la vaca
un cuadro a tiro
un hueco en el hueso de la hoja
acero algo en el detalle
de la cota
en la piedra

el carlanco se llevó un espacio
se llevó la flecha una
de mi mente donde espumabas hora
y en el puerto
un pez en yodo
que descanse un pez un tiempo ido

Joaquín Valenzuela Bellocq (Dolores, 1971), doméstico, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2009
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Foto: Valenzuela Ediciones en Danza