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sábado, septiembre 07, 2024

Franco Fortini / Une tache de sang intellectuel




Una mancha de sangre intelectual
que el sol nunca seca. "¡Oh, qué quieres hacer!"
me gritan los compañeros valerosos
altos entre banderas y las sustancias reales
de la fiesta de los cuerpos naturales
de lucha y amor verdadero.

"Quiero existir y que me lo perdonen"
respondo, desde aquí abajo, desde el calabozo.
"Incluso como las visceras del animal destazado
incluso como sangre coagulada en el polvo.

Incluso el ciego nato puede ver dentro de sí el relámpago
y hablar de eso con gestos imperfectos
y su discurso encadenado
puede aterrorizar y puede entreabrirse.
Y los que siempre han negado la aventura.
pueden no lejos de nuestras casas
descubrir una tierra de milagro."

"Oh, qué esperas", me gritan los vivos
impetuosos todavía entre las vendimias.
“Vive tu día”, gritan, bocas en el sol.

“Ningún orgullo”, respondo, “¡queridos amigos míos!
Y sería dulce para mí estar también.
donde ustedes están. Pero a cada uno sus armas.
A ustedes el fuego alegre y el vino fraternal
para mí la esperanza penetrante en la noche."

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917 - Milán, Italia, 1994), L’ospite ingrato, De Donato, Bari, 1966
Versión de Jorge Aulicino

Más poemas de Franco Fortini en Otra Iglesia Es Imposible, Op.Cit., Poetas Siglo XXI, Aullido

Une tache de sang intellectuel

Una macchia di sangue intellettuale
che il sole non asciuga mai. "Oh, che cosa vuoi fare!"
mi gridano i compagni coraggiosi
alti tra le bandiere e le sostanze reali
della festa di corpi naturali
di lotta e di amor vero.

"Voglio esistere e voi perdonatelo"
rispondo io, di quaggiù, dalla segreta.
"Anche come il viscere della bestia stracciata
anche come il sangue rappreso nella polvere.

Anche il cieco nato può in sé vedere il lampo
e parlarne con gesti imperfetti
e il suo discorso in catene
può atterrire e può dissuggellare.
E chi sempre ha negata l’avventura
può non lontano dalle nostre case
disvelare una terra di miracolo."

"Oh, cosa aspetti" mi gridano i viventi
impetuosi ancora tra le vendemmie.
"Passa il tuo giorno" gridano, bocche al sole.

"Nessun orgoglio" rispondo "amici miei cari!
E mi sarebbe dolce essere anch’io
dove voi siete. Ma a ognuno le sue armi.
A voi il fuoco felice e il vino fraterno
a me la speranza acuta dentro la notte."
---

sábado, mayo 21, 2022

Franco Fortini / No peguntes, es malo...



No preguntes, es malo, sobre mi fin, el tuyo.
No sigas los horóscopos. Te baste,
lo que será, padecer.
Otros inviernos vendrán o este es el último
en que fatiga los promontorios el mar
Tirreno. Tú que sabes,
vierte otro vino: la vida es corta, es larga
la esperanza. Córtala. Te hablo y
las horas pasan. Sonríe al día. Otro no hay.

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), Composita solvantur, Einaudi, Turín, 1994
Versión de Jorge Aulicino



Non domandare, è male, la fine mia, la tua.
Non cercar gli oroscopi. Ti basti,
quel che sarà, patire.
Altri inverni verranno o questo è l’ultimo
che ora affanna ai promontori il mare
Tirreno. Tu che sai,
versa altro vino: la vita è breve, è lunga
la speranza. Recidila. Ti parlo e
l’ora va. Ridi al giorno. Altro non c’è.
--
Foto: Franco Fortini, Milán, 1980 Giorgio Lotti/Mondadori/Getty Images

lunes, mayo 16, 2022

Franco Fortini / Lejos, muy lejos, resuena la guerra...




Lejos, muy lejos resuena la guerra.
La sangre de otros se esparce en la tierra.

Yo esta mañana me he pinchado un dedo
en un rosal y me he chupado el dedo.

Chupándome el dedo pensaba en la guerra.
¡Oh pobre esa gente, qué triste es la tierra!

No puedo ayudar, no puedo ni hablar,
no puedo partir por cielo o por mar.

Y aunque yo pudiera, oh gente del zoco,
¡árabe no hablo, y el inglés muy poco! 

Bajo la cabeza de miembros dispersos,
¿pondría un espeso volumen de versos?

No creo. Dejemos la ironía amarga.
Ponte una remera que el sol ya se larga.

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), Tutte le poesie, Mondadori, 2021 Vía Interno Poesia
Versión  de Jorge Aulicino

N. del T.: Esta versión cree respetar el sarcasmo con que fueron usados la rima y los clásicos versos pareados. Para lograr rimas se debió apelar en algunos casos a libertades que no alteran, a nuestro juicio, el sentido original de cada verso y del poema en general




Lontano lontano si fanno la guerra.
Il sangue degli altri si sparge per terra.

Io questa mattina mi sono ferito
a un gambo di rosa, pungendomi un dito.

Succhiando quel dito, pensavo alla guerra.
Oh povera gente, che triste è la terra!

Non posso giovare, non posso parlare,
non posso partire per cielo o per mare.

E se anche potessi, o genti indifese,
ho l’arabo nullo! Ho scarso l’inglese!

Potrei sotto il capo dei corpi riversi
posare un mio fitto volume di versi?

Non credo. Cessiamo la mesta ironia.
Mettiamo una maglia, che il sole va via.

 © Interno Poesia/Mondadori

martes, febrero 23, 2021

Franco Fortini / Dos poemas




Las plantitas …

Las plantitas vienen a mi encuentro y me dicen:
"Tú, lo sabemos, no puedes hacer nada por nosotras.
Pero si quieres entraremos a tu habitación,
las ramas y raíces entre los papeles tendrán salvación ".

Dije que sí a esa demanda
y el rebaño de hojas está ahora aquí mirándome.
Con los bosques descansaré y con las hierbas extenuadas,
vencidos innumerables ejércitos que me defienden.


Estoy en la habitación …

Estoy en el la habitación donde todo está en orden
donde todo es septiembre.
En el alféizar se agitan, advertidas
de los cambios celestes, las hormigas.
Ninguna melodía escondida aquí
una severidad modesta
lo único que no desentona.

¡Asonancias! Tus razones
cuando la noche no se mueve
desde el fondo de la madera las oigo.
El gusano que roía ya no está
pero se pueden imaginar los chirridos.
Ustedes, en los sistemas extraños que las desesperaciones
elevan dentro de la espesura ardua del mundo
y ahora en la habitación tranquila
del antepasado que soy o me convierto,

inmóviles indefensas
arañas delgadas cuelgan. 

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), Composita solvantur, Einaudi, Turín, 1994
Versiones de Jorge Aulicino

---


Le piccole piante …

Le piccole piante mi vengono incontro e mi dicono:
"Tu, lo sappiamo, nulla puoi fare pero noi.
Ma se vorrai enteremo nella tua stanza,
rami e radici fra le carte avranno scampo".

Ho detto di sí a quella domanda
e il gregge di foglie ora è qui che mi guarda.
Con le foreste riposerò e le erbe sfinite,
vinte innumerabili armate che mi difendeno.


Sono nella stanza …

Sono nella stanza dove tutto è ordinato
dove tutto è settembre.
Sul davanzale si agitano, avvisate
dei mutamenti celesti, le formiche.
Nessuna melodia nasconda qui
una severità modesta
la sola che non disconviene.

Assonanze! Le vostre ragioni
quando la notte è senza movimento
dal fondo dei legni le odo.
Ma il tarlo che rodeva non c'è piú
ma immaginari i cigolii.
Voi nei sistemi strani che le disperazioni
levano dentro il folto arduo del mondo
e ora nella stanza calma
del'antenato che sono o divengo

immobili indifesi
ragni esili pendete.

lunes, octubre 09, 2017

Franco Fortini / De China














En sueños volví a ver
los campos de Hebei,
una chica recogía
dientes de muertos, rascando
con sus pequeños dedos
la greda clara de la tierra.
"Estos eran los antiguos",
decía, "pobres criaturas.
Vuelve con nosotros, si todavía
estás vivo, regresa
cuando los sembremos,
cuando haya fiesta
por la cosecha y comamos."
Como quien dice adiós,
después me miraba largamente.

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), Poetry October/November 1989, Chicago, Estados Unidos
Versión de Jorge Aulicino


Dalla Cina

Ho riveduto in sogno
la campagna dello Hopei,
una ragazza raccoglieva
denti di morti, raschiando
con le piccole dita
la creta chiara della terra.
"Questi erano gli antichi",
diceva, "povere creature.
Torna da noi, se ancora
sarai vivo, ritorna
quando li semineremo,
quando sarà festa
per il raccolto e mangeremo."
Come chi dice addio,
poi mi guardava a lungo.
---

miércoles, mayo 25, 2016

Franco Fortini / Lukács















Los zapatos pesados el codo sobre los libros
el cigarro apagado no por la duda
sino por la duda y la certeza
en la última foto
del otro lado de la verdad
ojos perdidos nos miran.

A su espalda vemos los libros deteriorados
los tapices la talla gótica
de San Martín a caballo
que se desgarra la capa
para darle la mitad al mendigo.

Los hombres son seres admirables.

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), "Paesaggio con serpente", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de Jorge Aulicino


Lukács

Le scarpe pesanti il gomito sui libri
il sigaro spento non per il dubbio
me per il dubbio e la certezza
nell'ultima foto
dall'altra parte del vero
occhi smarriti guardandoci.

Alle sue spalle guardiamo i libri deperiti
i tappeti il legno gotico
del San Martino a cavallo
che si taglia il mantello
per darne metà al mendicante.

Gli uomini sono esseri mirabili.

---

sábado, marzo 19, 2016

Franco Fortini / Traduciendo a Milton


















Los árboles los fríos espesos árboles grandes
y también arbustos pero todos verdes blancos
con palmas y flechas ramificadas e hilos
en la cumbre del bosque rostros ligeros los árboles
alegres de hielo y rotundos, vainas
de leche agria desolladas y las pasturas
dilatadas de gramíneas y chispas
las orillas encendidas de espadas vivaces
y la respiración de las cimas...

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), "Paesaggio con serpente", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de Jorge Aulicino


Traducendo Milton

Gli alberi i freddi fitti alberi grandi
e anche arbusti ma tutti verdi bianchi
con palme e frecce diramate e fili
in vetta al bosco visi svelti gli alberi
lieti di gelo e rotondi, guaíne
scuoiate di agro latte e le pasture
dilatate di gràmini e scintille
i rivi accesi di spade vivaci
e la ventilazione delle cime...
---
Foto: s/d

viernes, marzo 11, 2016

Franco Fortini / Domingo de ramos

                     








                                                             


                                                                    a Renato S.

Los emperrados en arrancar un camión en la banquina,
los actores de ojos brillantes que salen a agradecer,
los viejos amantes en busca de razones para amar,
la madre atenta al chico para que no se caiga,

actos que quieren ser, calor que se pierde,
¡qué fácil se quejan de la nada que los espera!
Pero el estudio más arduo es otra cosa: y los libra
del llanto, árboles ingenuos que reintentan el verde.

1954

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), "Poesia e errore", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de Jorge Aulicino


Domenica delle palme

                                                     a Renato S.

Gli accaniti a rimuovere un camion fuori strada,
gli attori d'occhi lustri ch'escono a ringraziare,
i vecchi amanti in cerca di ragioni d'amare,
la madre intenta al golfo bimbo perché non cada,

atti che vogliono essere, calore che si sperde,
com'è facile gemere sull nulla che v'attende!
Ma lo studio più arduo è un altro: e vi contende
al pianto, alberi ingenui che ritentate il verde.

1954
---

lunes, febrero 29, 2016

Franco Fortini / Para un joven jefe














Se me ocurre
que un día me dirán
de ti: lo han matado.

Bajo una pérgola una noche de verano
el buen comer los chicos las mujeres
pero nada era sereno pero no reposaban
sobre el mantel nuestras manos.

En las retículas de agencia
difícil descifrar
las pilas de ametrallados.
Sirvientes sutiles luego los enfilan
en los incineradores
de los Hilton. Pero yo

una a una conecto
las palabras como un viejo
que golpea sobre las maderas
para construir una barca inútil

yo que conozco
y mido
los nombres de los héroes secretos

tú vas cantando en la omnipotencia
desilusionada de los compañeros las noches a voz en cuello
necesidad desencadenada tu muerte

yo, mano que fue joven
mente que tembló como una rama

el garfio de hierro
que tira
de tu boca y la mía
es el mismo

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), "Questo muro", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de Jorge Aulicino


Per un giovane capo

M'è venuto alla mente
che un giorno mi diranno
di te: l'hanno ammazzato.

Sotto una pergola una sera d'estate
il buon mangiare i bambino le donne
ma nulla era sereno ma non requie
sulla tovaglia le nostre mani.

Nei retíni d'agenzia
difficili a decifrare
le cataste dei mitragliati.
Servi sottili poi le convogliano
negli incineratori
degli Hilton. Ma io

a una a una connetto
le parole como un vecchio
che picchia sopra i legni
per costruire una barca inutile

io che conosco
e misuro
i nomi degli eroi segreti

tu vai cantando nell'omnipotenza
delusa dei compagni le notti a squarciagola
necessità scatenata il tuo morire

io mano che fu giovane
mente che tremò come un ramo

il raffio di ferro
che trascina
la tua bocca e la mia
è uno solo.
---
Foto: Il Foglio

miércoles, julio 16, 2014

Franco Fortini / Comunismo















Siempre he sido comunista.
Pero justamente los otros comunistas
han sospechado de mí. Era comunista
mucho más allá de sus certezas y mis dudas.
Justamente no me han reconocido.

Mi disciplina no podían verla.
Mi centralismo parecía anarquía.
Mi autocrítica negaba la de ellos.
No se puede ser comunista especial.
Pensarlo significa no serlo.

Así justamente no me han reconocido
mis compañeros. Siervo del capital
yo, como ellos. Más aún, porque lo olvidaba.
Y ellos trabajaban mientras buscaba mi placer.
Incluso por esto siempre era comunista.

Mucho más allá de sus certezas y mis dudas,
de este mundo siempre quería el final.
Pero también mi fin. Y también esto -más, esto-
los alejaba de mí. No los ayudaba mi esperanza.
Mi centralismo parecía anarquía.

Como quien para sí quiere más verdad
para ser ante los otros más verdadero y para que los otros
sean él mismo, así he vivido y muero.
Siempre por lo tanto he sido comunista.
De este mundo siempre quería el final.

Vivo, he vivido bastante para ver
por ciencia horrenda abatidos a los compañeros que me hirieron.
Pero digo: ¿sabían que era de los suyos, ustedes, no?
¿Por eso me odiaban? Oh mi verdad necesita,
disuelta en tiempo y aire, corazones más dispuestos a educar.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Una volta per sempre", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino


Comunismo

Sempre sono stato comunista.
Ma giustamente gli altri comunisti
hanno sospettato di me. Ero comunista
troppo oltre le loro certezze e i miei dubbi.
Giustamente non m’hanno riconosciuto.

La disciplina mia non potevano vederla.
Il mio centralismo pareva anarchia.
La mia autocritica negava la loro.
Non si può essere comunista speciale.
Pensarlo vuol dire non esserlo.

Così giustamente non m’hanno riconosciuto
i miei compagni. Servo del capitale
io, come loro. Più, anzi: perché lo dimenticavo.
E lavoravano essi, mentre io il mio piacere cercavo.
Anche per questo sempre ero comunista.

Troppo oltre le loro certezze e i miei dubbi
di questo mondo sempre volevo la fine.
Ma la mia fine anche. E anche questo, più questo,
li allontanava da me. Non li aiutava la mia speranza.
Il mio centralismo pareva anarchia.

Com’è chi per sè vuole più verità
per essere agli altri più vero e perché gli altri
siano lui stesso, così sono vissuto e muoio.
Sempre dunque sono stato comunista.
Di questo mondo sempre volevo la fine.

Vivo, ho vissuto abbastanza per vedere
da scienza orrenda percossi i compagni che m’hanno piagato.
Ma dite: lo sapevate che ero dei vostri, voi, no?
Per questo mi odiavate? Oh, la mia verità è necessaria,
dissolta in tempo e aria, cuori più attenti a educare.
---
Foto: Franco Fortini, foto de juventud La Nazione

jueves, junio 12, 2014

Franco Fortini / Stammheim



Stammheim *

Ellos hicieron lo que debían hacer
según las órdenes de la ciudad invisible.
Estudiaron los libros antiguos y los modernos.
El acero de los padres cortó los más pequeños nervios.
Fueron muertos.
Nadie más los obedeció.

Ellos hicieron lo que debían hacer
según las órdenes de la ciudad visible.
Estudiaron los libros antiguos y los modernos.
La química de los padres bañaba el manojo de los nervios.
Se mataron.
Nadie más los obedeció.

Nosotros hemos hecho lo que debimos
wo eine fremde Sprache herrscht **
según las órdenes de dos órdenes según dos leyes.

                                                                           19 de octubre de 1977

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Paesaggio con serpente", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino

* Alude a la prisión cercana a Stuttgart, donde fue juzgado el grupo terrorista alemán Fracción del Ejército Rojo, llamada "banda Baader-Meinhof". Antes del veredicto, el 9 de mayo de 1976, Ulrica Meinhof fue encontrada en su celda, ahorcada con una toalla. Los otros arrestados fueron declarados culpables el 28 de abril de 1977. El 19 de octubre de 1977, Andreas Baader fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza, Gudrun Ensslin, ahorcada en su celda y Jan Carl Raspe, herido de bala, fue llevado a un hospital, donde murió. Irmgard Möller sobrevivió, aunque también herida. Años más tarde dijo que todo había sido una ejecución secreta como respuesta a los atentados y secuestros realizados en el llamado "otoño alemán". Möller sin embargo no estaba segura de cómo fueron asesinados sus compañeros ni de cómo despertó herida a puñaladas en el hospital. Las autoridades aseguraron que se trató de un suicidio político luego del espectacular rescate en Somalia de los pasajeros de un vuelo de Lufthansa. Los abogados de los presos habrían metido las armas en la prisión. Atentados de esos meses en reclamo de la libertad de los terroristas incluyeron la toma de una embajada, los asesinatos de un fiscal y del presidente de un banco y la captura del avión comercial por parte de un comando palestino. El mismo día que se supo de las muertes de los prisioneros, apareció el cadáver del empresario Hans Schleyer, secuestrado semanas antes. (N. del Ad.)

** Donde prevalece una lengua extranjera (N. del Ad.)


Stammheim 

Essi hanno fatto quello che dovevano
secondo gli ordini della città non visibile.
Hanno studiato i libri antichi e i moderni.
L'acciaio dei padri recide i più piccoli nervi.
Sono stati uccisi.
Nessuno fu più obbediente di loro.

Essi hanno fatto quello che dovevano
secondo gli ordini della città visibile.
Hanno studiato i libri antichi e i moderni.
La chimica dei padri bagnava le chiome dei nervi.
Si sono uccisi.
Nessuno fu più obbediente di loro.

Noi abbiamo fatto quello che abbiamo dovuto
wo eine fremde Sprache herrscht
secondo gli ordini di due ordini secondo due leggi.

19 ottobre 1977
---

lunes, abril 08, 2013

Franco Fortini / Autopista del sol



Autopista del sol


Todo era así de simple, haberlo sabido.
Que el minucioso laberinto delicado,
la patria imaginaria,
en este viento debían desaparecer
y nosotros, lanzados sobre la luz
de las rectas...
Ahora para nosotros tardos, libres
en este aire de nada,
llanuras, montes humillados,
otros espacios y deberes
se dilatan, ya ciertos
de morir. Y de vista
se pierde el corazón
como, después de adelantarlo,
al otro en el retrovisor.

1960


Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "L'ospite ingrato", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino


Autostrada del sole

Tutto era così semplice, averlo saputo.
Che l'accurato labirinto delicato
la patria immaginaria
in questo vento dovevano sparire
e noi scagliati sulla luce
dei rettillinei...
Ora a noi tardi liberi
in quest'aria di nulla
pianure monti umiliati
altri spazi e doveri
dilatano e già veri
da morirne. E di vista
si perde il cuore
come dopo il sorpasso
l'altro nel retrovisore.

1960 
---
Ilustración: Composición con rojo y negro, 1944, Piet Mondrian

miércoles, noviembre 07, 2012

Franco Fortini / Anoche


Anoche...

Anoche algún animal
ha matado un bicho, frente a mi casa. Sobre las baldosas
que ilumina un buen sol
ha dejado un garabato sangriento
un montoncito de vísceras violetas
y de hiel la vejiga toda de oro.
Quién sabe dónde disfruta ahora, dónde duerme, dónde sueña
morder y, fulmíneo, eliminar
del vientre de la víctima las partes
fétidas, amargas.
Veo el mar, es celeste, tan dichosas las velas.
Y no es cierto.
El pequeño animal sanguinario
ha mordido en el veneno
y ahora, ciego de luz,
chilla y combate e implora de las espinas piedad.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), Composita solvantur, Einaudi, Turín, 1994
Versión de Jorge Aulicino

Stanotte...

Stanotte un qualche animale
ha ucciso una bestiola, sottocasa. Sulle piastrelle
che illumina un bel sole
ha lasciato uno sgorbio sanguinoso
un mucchietto di visceri viola
e del fiele la vescita tutta d'oro.
Chissà dove ora si gode, dove dorme, dove sogna
mordere e fulmineo eliminare
del ventre della vittima le parti
fetide, amare.
Vedo il mare, è celeste, lietissime le vele.
E non è vero.
Il piccolo animale sanguinario
ha morso nel veleno
e ora cieco di luce
stride e combatte e implora dagli spini pietà.
---
Ilustración: Sucesión, 1935, Vassily Kandinsky

jueves, septiembre 13, 2012

Franco Fortini / En el patio...



En el patio...

En el patio, en el jardín negro
de vieja nieve, hay un gran fuego
de ramas, un verdadero fuego.

¡Qué bueno! Más allá de la Arena se coagula
un resto de otro siglo, violeta y verde,
y la noche despliega sus empresas.

Quiere decir que febrero se aproxima.
El Centro Mecanográfico relampaguea de luz azul turquí.
Suben hasta el cuarto piso las chispas
y la llama hace girar un humo delicioso
que a los viejos les enciende las pupilas.

El fuego perfuma. El fuego brota hasta el tercer piso.
Huele el aire a esencia buena.
Asoman la cabeza por las ventanas los viejos y llaman
a los chicos a ver la insólita fiesta.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), Composita solvantur, Einaudi, Turín, 1994
Versión de Jorge Aulicino


Nel cortile...

Nel cortile, nel giardino nero
di vecchia neve, c'è un grande fuoco
di ramaglie, un fuoco vero.

Che bello! Oltre l'Arena si rapprende
un resto d'altro secolo viola e verde
e la notte distende le sue imprese.

Vuol dire che fabbraio s'avvicina.
Il Centro Mecanografico lampeggia luce turchina.
Salgono ai quarti piani le faville
e la fiamma volge un fumo delizioso
che ai vecchi fa lucenti le pupille.

Il fuoco profuma. Il fuoco sprizza fino al terzo piano.
Odora l'aria di buona essenza.
Sporgono la testa alle finestre i vecchi e chiamano
i ragazzi a vedere l'insolita festa.
---
Ilustración: Oriental, 1938, Vassily Kandinsky

martes, agosto 07, 2012

Franco Fortini / Es el temporal



Es el temporal...

Es el temporal no el interruptor.
La antigüedad de los árboles acoge a Edgardo fugitivo.
Y sobre el sombrerón del hongo
el sapo se agita.

Les ruego considerar las escamas
que la serpiente cuelga a la maleza,
con esa singular crepitación suya.
Ahora, sin escamas, se las llevará el aguacero,
abajo, hacia la ríada y los mugiles atontados.
Todo esto nos dice adiós de una vez para siempre.
¿Por qué irritarse? Los sobrevivientes transitan
uno tras otro buscando reparo.
Es maravillosa la resistencia mental
del joven que reparaba la cucha del perro, del viejo
que, seguro, conducía en bajada,
de la madre que espera la ablación.

Vayan, pensativas antiguas plantas,
encinas fresnos hayas carpes alerces olmos.
A todos en cadencia les conozco
los nombres de escarnio que el relámpago reanima.
Desde las corrientes del desván, desde los trapecios
de los rincones, las arañas geómetras me
prometían ayuda
para cuando hubiese crecido. Trabajaban
pacientes para este infame idilio.
Era una casa de campesinos
de los tiempos del Gran Duque,
en alquiler por agosto. Agosto esta noche terminaba.

"Escucha qué agua", decía una voz desde la oscuridad.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), Composita solvantur, Einaudi, Turín, 1994
Versión de Jorge Aulicino

È il temporale...

È il temporale non l'interruttore.
L'antichità degli alberi accoglie Edgardo fuggiasco.
E sul cappellaccio del fungo
il rospo batticuore.

Vi prego di considerare le squame
che alla pianta di stipa il serpe appese
con quel suo singolare crepitio.
Ora smagliate l'acquata le porterà via
fino giù alla fiumara e ai muggini inebetti.
Tutto questo una volta per sempre ci dice addio.
Perché irritarsi? I superstiti trafficano,
a uno a uno cercando riparo.
Meravigliosa è la resistenza mentale
del giovane che riparava il casotto del cane, del vecchio
che sicuro guidava in discesa,
della madre che aspetta l'ablazione.

Andate via, pensose antiche piante,
elci frassini faggi carpini larici olmi.
Tutti in cadenza li conosco i vostri
nomi di scherno che il lampo rianima.
Dai correnti del soffitto, dai trapezi
degli angoli i ragni geometri a me
promettevano aiuto
quando fossi cresciuto. Lavoravano
pero questo infame idillio pazienti.
Era una casa di contadini,
dei tempi del Granduca,
a pigione per l'agosto. L'agosto stanotte finiva.

"Senti che acqua", diceva una voce dal buio.
---
Ilustración: Paisaje, 1908, Pablo Picasso

viernes, julio 13, 2012

Franco Fortini / La semilla


La semilla

Caídas las vainas
las hojas brillan como pichones
de la magnolia altísima. Bajo los cedros,
donde la luz de la tarde se adensa,
veo la hierba cruel ácida profunda
y la interrogación retorna
a golpes de viento se dobla
se divide retorna pero los mirlos dicen no
caminando o quietos.

Mi padre
se enternecía con su propia muerte
escuchando el allegretto de la Séptima.
En las esquinas donde hay en marzo escombro,
con grandes llantos los chicos sepultaron
los pájaros caídos del nido. Pero nada
sabe de nosotros y discurre sola,
con sus cuernos y trompas, la música
entre estos muros transpirados.
En el lugar de él estoy yo
o mi hijo o ninguno.

Todas las flores no son más que escenas irónicas.
La llaga ya no cerrará.
Con esta vergüenza descenderé
a los subsuelos de las clínicas,
y con rencor.
No es aún julio,
ni aún abrasada seca absoluta
está la semilla.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Questo muro", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino


Il seme

Caduti i cartocci giù
le foglie luccicano come piccioni
della magnolia altissima. Sotto i cedri
dove la luce del pomeriggio è fitta
vedo l'erba crudele acida profonda
e l'interrogazione ritorna
ai colpi di vento si curva
si divide ritorna ma dicono i merli di no
camminando o fermi.

Mio padre
s'inteneriva sulla propria morte
udendo l'allegretto della Settima.
Negli angoli dove c'è a marzo maceria
con gran pianti i bambini seppellirono
gli uccelli caduti di nido. Ma nulla
sa più di noi e discorre da sola
coi suoi corni e le trombe la musica
tra questi muri sudati.
In luogo di lui ci sono io
o mio figlio o nessuno.

Tutti i fiori non sono che scene ironiche.
Ormai la piaga non si chiuderà.
Con tale vergogna scenderò
i seminterrati delle cliniche
e con rancore.
Non è ancora luglio
non ancora scaldato asciutto assoluto
il seme.
---
Ilustración: Amarillo, azul, naranja, 1955, Mark Rothko

lunes, abril 30, 2012

Franco Fortini / Dos poemas




Una noche de septiembre

Una noche de septiembre,
cuando las duras mujeres roncas de cabellos chamuscados
se suavizaban en las aldeas calcinadas
y en las fuentes la arena limpiaba las escudillas tintineantes,
he visto bajo la luna de cobre
sobre la calle violeta de Lodi dos obreros, tres muchachas bailar
entre las babas de tinta del fósforo sobre el asfalto
una noche de septiembre
cuando fueron un grito único el miedo y la alegría
cuando cada mujer habló a los soldados
dispersos entre las hileras de viñas
y sobre la ciudad no había más que el vino agrio
de los cantos y todo era posible
en torno al pálido fuego de las radios
y quien mañana estaría muerto sobre las carreteras
bebía en el magro hierro de las estaciones
o en la paja abrazado al fusil dormía
cuando el verano incineraba
de Ventimiglia a Salerno
y no había nada más
y éramos libres
de huir, de no saber o de llorar,
una noche de septiembre.

1955

Otra arte poética

Existe, en la poesía, una posibilidad
que, si una vez ha herido
a quien la escribe o la lee, no dará
más reposo, como un motivo
semi modulado semi traicionado
puede atormentar una memoria. Y yo, que escribo,
sé que hay un sentido distinto
que puede darse en lo idéntico,
sé que allí afirmada en el verso queda
la palabra que sientes o lees
y juntos se van volando
donde tú ya no eres, donde ni siquiera
piensas llegar, y comienzan
otras montañas, en cambio, llanuras ansiosas, ríos
como has visto viajando en aviones temblorosos.
Ciudades impetuosas aquí, bajo tus inmóviles
palabras escritas.

1957

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Poesia e errore", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versiones de J. Aulicino


Una sera di settembre

Una sera di settembre
quando le dure donne rauche di capelli strinati
si addolcivano pronte nei borghi calcinati
e ai fonti la sabbia lavava le gavette tintinnanti
ho visto sotto la luna di rame
sulla strada viola di Lodi due operai, tre ragazze ballare
tra le bave d'inchiostro dei fosfori sull'asfalto
una sera di settembre
quando fu un urlo unico la paura e la gioia
quando ogni donna parlò ai militari
dispersi tra i filari delle vigne
e sulle città non c'era che il vino agro
dei canti e tutto era possibile
intorno al fuoco della radio pallido
e chi domani sarebbe morto sugli stradali
beveva alle ghise magre della stazioni
o nella paglia abbracciato al fusile dormiva
quando l'estate inceneriva
da Ventimiglia a Salerno
e non c'era più nulla
ed eravamo liberi
di fuggire, di non sapere o piangere,
una sera di settembre.

1955

Altra arte poetica

Esiste, nella poesia, una possibilità
che, se una volta ha ferito
chi la scrive o la legge, non darà
più requie, come un motivo
semi modulato semi tradito
può tormentare una memoria. E io che scrivo
so ch'è un senso diverso
che può darsi all'identico
so che qui ferma dentro il verso resta
la parola che senti o leggi
e insieme vola via
dove tu non sei più, dove neppure
pensi di poter giungere, e cominciano
altre montagne, invece, pianure ansiose, fiumi
come hai visti viaggiando dagli aerei tremanti.
Città impetuose qui, sotto le immobili
parole scritte tue.

1957
---
Foto: Siena News 

act. 2020

viernes, marzo 30, 2012

Franco Fortini / Los árboles



Los árboles

Parecen idénticos los árboles
a los que veo desde la ventana.
Pero no es así. Uno, grandísimo,
se quebró, y ahora no recordamos
más la gran pared verde que era.
Otros están enfermos.
La tierra no respira lo suficiente.
Los setos apenas tienen tiempo
a dar algunas hojas nuevas
que ya agosto los ahoga de polvo
y octubre de humo.
La historia del jardín y de la ciudad
no interesa. No tenemos tiempo
para dibujar las hojas y los insectos
o sentarnos en la luz pura
a trabajar largas horas.
Los árboles parecen idénticos,
la especie parece fiel.
Y en cambio están muy lejos.
Ni siquiera un grito,
ni siquiera un silbido les llega.
No es el caso de desesperarse,
hija mía, sino de saberlo,
mientras miramos juntos los árboles
y tú aprendes quién es tu padre.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Questo muro", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino


Gli alberi

Gli alberi sembrano identici
che vedo dalla finestra.
Ma non è vero. Uno grandissimo
si spezzò e ora non ricordiamo
più che grande parete verde era.
Altri hanno un male.
La terra non respira abbastanza.
Le siepi fanno appena in tempo
a metter fuori foglie nuove
che agosto le strozza di polvere
e ottobre di fumo.
La storia del giardino e della città
non interesa. Non abbiamo tempo
per disegnare le foglie e gli insetti
o sedere alla luce candida
lunghe ore a lavorare.
Gli alberi sembrano identici,
la specie pare fedele.
E sono invece portati via
molto lontano. Nemmeno un grido,
nemmeno un sibilo ne arriva.
Non è il caso di disperarsene,
figlia mia, ma di saperlo
mentre insieme guardiamo gli alberi
e tu impari chi è tuo padre.
---
Ilustración: Gli alberi, 1942, Bruno Cassinari

jueves, marzo 29, 2012

Franco Fortini / En memoria



En memoria I

Una vez me preguntabas que tenía
y no te contestaba.
Se ha hecho muy difícil
hablar de las últimas cosas, madre mía.

En las últimas horas
tenías los ojos cerrados.
Estabas aterrada de no poder
hablar más
ni siquiera para ti
de la única cosa.
Ahora el ruido es tan violento,
tan furiosa la sacudida de toda la realidad
que hasta allá abajo debe llegar el temblor
como a los sótanos en la guerra.
No tendré tiempo de hacer las cuentas, no hay
más tiempo ya.
Esto entonces es
aquello que aún no sabía.
Ahora lo sabes también tú
lo sabemos
mientras estamos por renacer.

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Questo muro", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino

In memoria I

Una volta mi chiedevi che cosa avevo
e non ti rispondevo.
Ma è divenuto molto difficile
parlare delle ultime cose, madre mia.

Nelle ultime ore
eri con gli occhi sbarrati.
Eri atterrita di non potere
parlare più
nemmeno dentro di te
della sola cosa.
Ora il rumore è così violento
così furioso lo scotimento di tutta la realtà
che perfino laggiù deve venirne il tremito
come nelle cantine della guerra.
Non farò a tempo a fare i conti, non c’è
più il tempo ormai.
Questo dunque è
quello che ancora non sapevo.
Ora lo sai anche tu
lo sappiamo
mentre stiamo per rinascere.
---
Ilustración: Concetto Spaziale, Attese, 1965, Lucio Fontana

viernes, marzo 02, 2012

Franco Fortini / Volante



 Volante

"Es necesario dedicar
una particular
atención
a la extensión
del cultivo
de la remolacha azucarera",
dice el compañero Nicolai Bulgarin.*
Y dice bien.

¿Donde había gloria había también vileza?
¿Y donde traición, fidelidad?
¿Los del Diecisiete
nos han explicado el mundo
y nos toca ahora explicárselo a ellos?
Regresaban: "¿Cómo la has pasado
estos años, Fadeiev?

Quizá por no responder
han mandado los soldados,
los rosados jóvenes siberianos
a defender la nada.

Y nosotros, estos años,
silabeando nuestra verdad
que ya no bastaba.

En tanto, por unanimidad,
ahorcaban a Rajk,**
entre aclamaciones estrepitosas
desgarraban el seno a su mujer,
por una vida mejor
cambiaban el nombre a su hijo.
Se desmentían en el corazón,
se mentían a coro,
a quien pedía la verdad mostraban
estatuas de bronce, a quien
quería hablar le explicaban
la virtud del silencio,
Y sus cómplices están entre nosotros:
con el dedo levantado a sí mismos
dictan a Marx y a Lenin
indican el camino.
El camino que haremos sin ellos.

Entonces un poco más de atención,
dice muy bien el compañero Bulgarin,
cuidado por dónde pasan,
miren a quiénes pisotean

cremados en los carros estrellados de rojo
sepultados en los parques deshojados de rojo.
No los vuestros sino nuestros compañeros.

1956

Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), "Poesia e errore", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de J. Aulicino

* Nicolai o Nikolai Bulgarin: promimente dirigente soviético, miembro del Estado Mayor del Ejército Rojo, ministro de Defensa durante el estalinismo, fue asimismo presidente del Consejo de Ministros en la etapa del "deshielo" iniciada por Nikita Krushchov tras la muerte de Stalin.

** László Rajk: ministro de Interior en Hungría durante la posguerra, organizó la policía secreta que persiguió a los partidos no comunistas. En 1949, durante las purgas dentro y fuera del Partido Comunista, fue él mismo juzgado sumariamente y ahorcado.


Foglio volante

"Bisogna dedicare
una particolare
attenzione
all'estensione
della coltivazione
della barbabietola da zucchero"
dice il compagno Nicolài Bulgàrin.
E dice bene.

Dov'era gloria era anche viltà?
E dove tradimento, fedeltà?
Quelli del Diciassette
ci hanno spiegato il mondo
e tocca ora a noi spiegarlo a loro?
Ritornavano: "Come li hai vissuti
questi anni, Fadèev?"

Forse per non rispondere
hanno mandato i soldati
i giovani rosati siberiani
a difendere il nulla.

E noi, questi anni
sillabando la nostra verità
che non bastava mai.

E intanto all'unanimità
impicavanno Rajk,
tra aclamazioni scrocianti
straziavano il seno a sua moglie,
per una vita migliore
mutavano nome a suo figlio.
Si smentivano in cuore
si mentivano in coro
a che chiedeva verità mostravano
statue di bronzo, a chi
voleva parlate spiegavano
la virtú del silenzio.
E i loro complici sono fra noi:
col dito levato a se stessi
dettano Marx e Lenin
indicano la via.
La via che senza di loro faremo.

Dunque un po'più d'attenzione,
dice bene il compagno Bulgàrin,
badate dove passate
state attenti a chi calpestate:

cremati nei carri stellati di rosso
sepolti nei parchi sfogliati di rosso
non i vostri ma i nostri compagni.

1956
---
Ilustración: Carros de guerra, 1488, Leonardo Da Vinci