Mostrando entradas con la etiqueta Dolores Redondo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dolores Redondo. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de diciembre de 2012

Promociones Destino: “El guardián invisible” de Dolores Redondo

Me aburro. Me aburro y recibo una nota de prensa de la editorial DESTINO anunciando un próximo e inminente estreno. Entonces dejo de aburrirme. Información: el 15 de enero saldrá a la venta una novela llamada “El guardián invisible”, escrita por una tal Dolores Redondo. Asegura el poster promocional (ver foto) que es (será) “una historia repleta de misterios y leyendas que es ya un fenómeno internacional”

[…] que es ya un fenómeno internacional.” Cágate lorito. Cómo puede ser YA un fenómeno internacional una novela que se estrena un mes después de su anuncio es en sí mismo un misterio muy superior a cualquiera que pueda incluir la propia historia y que atenta contra todas las leyes físicas conocidas. Back to the future. Anuncian su próxima (y quiero pensar que inminente) traducción a 10 lenguas (de ahí lo de internacional, supongo) y destacan que el productor que apostó por Milennium (la trilogía de Larsson) ha comprado los derechos. Ahí es nada. 

Lo siguiente en promociones salvajes será la confección de fajas que garanticen un número de ventas determinado tal que así: “La novela que venderá 2.300.000 ejemplares” o “Un futuro éxito de ventas arrollador que llegará a la 37ª edición antes de 2017”. Ese tipo de promociones. No es tan descabellado como parece. Por ser es ya una realidad: no hace mucho se publicó una novela llamada “Entra en mi vida” de Clara Sánchez que incluía una faja que decía lo siguiente: “Tras Lo que esconde tu nombre, la novela que esperaban más de 150.000 lectores” dando ya por hecho todos los lectores de la primera quedaron tan contentos que repetirán compra, lectura y placer. Ellos, y sus amigos. 

Se puede ir más lejos. Van más lejos, de hecho, en el trailer del libro, al colocar algunas palabras entre corchetes a modo de cita: «Adictiva», «Impactante», «Misteriosa». Una original novela de suspense, dicen, también. 

El hecho: 



* * * * * * * * * * 


Pero si hemos llegado hasta aquí, ¿por qué no ir más allá? 

Del mismo modo que Hermann Tertsch pudo grabar el 13 de noviembre la crónica de la Huelga General del 15N, así Destino podría, debería, contratar críticos -de renombre a poder ser- que confeccionasen sus críticas utilizando como base el argumento y como herramientas los tópicos habituales. No puede ser tan difícil. Veamos el argumento: la protagonista, inspectora de policía, vuelve a su pueblo natal, del que trata de alejarse desde que lo abandonó, para dirigir la investigación del caso de un cuerpo desnudo que aparece en los márgenes del río Baztán y que parece estar relacionado con otro caso similar ocurrido meses antes en los alrededores. 

Déjenme fantasear. El ejercicio crítico consistiría simplemente en destacar una doble tensión narrativa para que así tengamos no una sino dos razones para comprarlo: por un lado la inspectora luchará por descubrir, en una carrera contrarreloj, al asesino, que lo mismo puede ser el hombre de lobo que el cartero, por aquello que convocar “a los seres más inquietantes de las leyendas del norte”. Es un poco Scooby Doo, pero tampoco sería justo echarle toda la culpa al crítico. La segunda línea la enfrentará a su pasado, que quiero imaginar plagado de traumas infantiles, juveniles, postadolescentes, así como el reencuentro con aquel viejo amor ahora maestro de escuela (¿profesor de literatura, quizá?) o los enemigos declarados de sus padres o lo que sea que ocurrió en aquella cabaña abandonada del bosque. También habrá que dejar muy claro (esto es fundamental) que la escritura es clara, correcta, precisa, impecable y que las dos líneas narrativas se complementan maravillosamente. De las seiscientas palabras cuatrocientas pueden resumir el argumento. El resto será repetir mucho «Adictiva», «Impactante», «Misteriosa». Al menos un crítico, quizá de algún blog de corte fantástico, ha de jurar por su vida que no ha podido dejarla hasta haberla terminado. El final TIENE que ser sorprendente e inesperado y cerrar algún círculo que previamente alguien tendrá que abrir, que tampoco voy a hacerlo yo todo. 

Así de fácil y así de rápido. Ya veremos si también eficaz.