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miércoles, 9 de octubre de 2024

Wisława Szymborska / Un gato en un piso vacío.

 


Wisława Szymborska,

Un gato en un piso vacío.


Morir, eso no se le hace a un gato.

Porque qué puede hacer un gato

en un piso vacío.

Trepar por las paredes.

Restregarse entre los muebles.

Parece que nada ha cambiado

y, sin embargo, ha cambiado.

Que nada se ha movido,

pero está descolocado.

Y por la noche la lámpara ya no se enciende.


Se oyen pasos en la escalera,

pero no son ésos.

La mano que pone el pescado en el plato

tampoco es aquella que lo ponía.


Hay algo aquí que no empieza

a la hora de siempre.

Hay algo que no ocurre

como debería.


Aquí había alguien que estaba y estaba,

que de repente se fue

e insistentemente no está.


Se ha buscado en todos los armarios.

Se ha recorrido la estantería.

Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.

Incluso se ha roto la prohibición

y se han desparramado los papeles.

Qué más se puede hacer.

Dormir y esperar.


Ya verá cuando regrese,

ya verá cuando aparezca.

Se va a enterar

de que eso no se le puede hacer a un gato.


Irá hacia él como si no quisiera,

despacito, con las patas muy ofendidas.

Y nada de saltos ni maullidos al principio.



domingo, 7 de abril de 2024

Bárbara Ayuso / Libros para no ir a la playa

 

Shirley Jackson


Libros para no ir a la playa 

Leer en la playa es una farsa, ya lo saben. Anualmente cumplimos con el sainete y fotografiamos libros que recortan la línea del mar y el cielo para hacer un alegato a favor de placeres mundanos: sol, lectura, rumor de olas. Mentira cochina, vaya. Exhibimos esas fotos diciéndoles a los demás que nos envidien en el disfrute, cuando, en el mejor de los casos, la cosa no va más allá del intento. Los miembros se entumecen en posturas imposibles, la toalla se tatúa en los codos, el sol pica, la arena esparce puntos suspensivos donde no toca y todo es, en fin, de una incomodidad ridícula y pegajosa. La silla playera solventa alguno de los problemas, cierto es, pero en época estival no conviene restarse más dignidad de la escrupulosamente necesaria.  

jueves, 21 de marzo de 2024

Wislawa Szymborska / Alabanza de los sueños

Wislawa Szymborska
 

Wislawa Szymborska
ALABANZA DE LOS SUEÑOS

En mis sueños
pinto como Vermeer van Delft.
Hablo fluidamente griego
y no sólo con los vivos.
Conduzco un auto
que me obedece.
Tengo talento,
escribo poemas largos, grandiosos.
Escucho voces
no menos que los grandes santos.
Se sorprenderían
de mi virtuosismo en el piano.
Floto en el aire como se debe,
es decir, por mí misma.
Si caigo del techo
puedo aterrizar suavemente en el verde césped.
No me es difícil
respirar bajo el agua.
No me puedo quejar :
he logrado descubrir la Atlántida.

Me complace que justo antes de morir
siempre me las arreglo para despertar.

Inmediatamente tras el estallido de la guerra
me vuelvo a mi lado favorito.
Soy, mas no necesito ser,
hija de mi tiempo.

Hace unos pocos años
vi dos soles.
Y antes de ayer un pingüino,
con toda claridad.







lunes, 28 de febrero de 2022

Wislawa Szymborska / Fin y principio

 



Wislawa Szymborska
Fin y principio
Traducción de Abel Murcia


Después de cada guerra

alguien tiene que limpiar.

No se van a ordenar solas las cosas

digo yo.


Alguien debe echar los escombros 

a la cuneta

para que puedan pasar

los carros llenos de cadáveres.


Alguien debe meterse

entre el barro, las cenizas,

los muelles de los sofás,

las astillas de cristal

y los trapos sangrientos.


Alguien tiene que arrastrar una viga

para apuntalar un muro, 

alguien poner un vidrio en la ventana

y la puerta en sus goznes.


Eso de fotogénico tiene poco

y requiere años.

Todas las cámaras se han ido ya

a otra guerra.

A reconstruir puentes

y estaciones de nuevo.

Las mangas quedarán hechas jirones

de tanto arremangarse.


Alguien con la escoba en las manos

recordará todavía cómo fue.

Alguien escuchará 

asintiendo la cabeza en sus sitio.

Pero a su alrededor

empezará a haber algunos 

a quienes aburra.


Todavía habrá quien a veces

encuentre entre hierbajos

argumentos mordidos por la herrumbe,

y los lleve al montón de basura.


Aquellos que sabían

de qué iba aquí la cosa

tendrán que dejar su lugar

a los que saben poco.

Y menos que poco.

E incluso prácticamente nada.


En la hierba que cubra 

causas y consecuencias

seguro que habrá alguien tumbado

con una espiga entre los dientes,

mirando las nubes.


Wislawa Szymborska

Poesía no completa, FCE

Traducción de Abel Murcia







jueves, 11 de julio de 2019

Wisława Szymborska / Las tres palabras más extrañas





Wisława Szymborska

BIOGRAFÍA

LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS





Cuando pronuncio la palabra Futuro
ya la primera sílaba va al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio
la echo a perder.

Cuando digo la palabra Nada
creo algo que no se ajusta a ninguna inexistencia.



Wislawa Symborska / Alabanza a mi hermana



Wisława Szymborska
BIOGRAFÍA
Alabanza a mi hermana

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.

En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y su café no se derrama sobre manuscritos.

En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.

Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva
nos contará todo,
todo,
todo.

(1976)




Wislawa Szymborska / "Yo también empecé con poemas malos"


Wislawa Szymborska

BIOGRAFÍA

"Yo también empecé con poemas malos"


12 DE MARZO DE 2018

«Es fundamental cambiar de bolígrafo. El que usa comete muchas faltas». Con esta ironía respondía Wislawa Szymborska a los espontáneos que enviaban sus originales al «Correo literario» del semanario Zycie literackie (Vida Literaria). Nórdica Libros reúne las cartas de la nobel polaca en Correo literario o cómo llegar a ser (o no llegar a ser) escritor, donde también incluye esta entrevista que la editora original del libro realizó a la escritora sobre aquella labor que realizó durante tres décadas antes de conquistar el Nobel en 1996.

Teresa Walas: ¿De quién fue la idea del «Correo»
en Vida Literaria?


Wislawa Szymborska: No fue necesario inventar
nada. Es una vieja tradición de las revistas literarias.
Siempre ha sido necesario responder a algunos
autores, sobre todo principiantes, sin escribirles cartas
directamente a ellos. Por regla general, se resolvía
la cuestión con un breve «no se contempla» o «recomendamos
trabajar un poco más el texto». Consideramos
que igual valía la pena en algunos casos
justificar la decisión.

La Polonia Rota / Una biografía de Wislawa Szymborska

La Polonia rota

La biografía de Wislawa Szymborska permite iluminar en el ámbito doméstico las grandes líneas históricas que reconstruye Anne Applebaum




La poeta Wislawa Szymborska.
Cracovia, Polonia, años de posguerra. En la calle Krupnicza está la llamada Casa de los Escritores donde se alojan un montón de jóvenes que se dedican a la literatura. Joanna Ronikier, por ejemplo, vive con su madre y su abuela, una legendaria editora. En un libro sobre aquella época se refirió a aquel lugar: “Convivían juntas muchas personas diferentes al azar, condenadas a la permanente e irritante relación de intimidad, rozándose constantemente en el estrecho pasillo. Cada uno con su propia y terrible historia debida a la ocupación, con miedo de no tener bastante fuerza para empezar de nuevo y desesperados por lograr devolver a esta vida algún sentido”. Otro de los huéspedes era el maravilloso Tadeusz Rozewicz, autor de piezas teatrales tan deliciosas como Testigos y que murió hace unos meses, al que le tocó una de las peores habitaciones: no sólo era diminuta sino que daba a un vertedero de olores nauseabundos. En Mi escuela filosófica escribió sobre aquella época: “Todo terminó de una vez para siempre, cualquier cosa que haga, estoy muerto. ¿Quién vuelve a hablar de la música aquí? ¿De la poesía? ¿Quién puede hablar de la hermosura? ¿Quién puede hablar del hombre? ¿Quién osa hablar del hombre? Menuda payasada, menuda comedia. Muertos, estoy con vosotros. Qué bien”.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Wisława Szymborska / Prospecto


Wisława Szymborska


PROSPECTO

Soy un tranquilizante.
Funciono en casa,
Soy eficaz en la oficina,
me siento en los exámenes,
Comparezco ante los tribunales,
pego cuidadosamente las tazas rotas:
sólo tienes que tomarme,
disolverme bajo la lengua,
tragarme,
sólo tienes que beber un poco de agua.
Sé qué hacer con la desgracia,
cómo sobrellevar una mala noticia,
disminuir la injusticia,
iluminar la ausencia de Dios,
escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.
A qué esperas,
confía en la piedad química.
Eres todavía un hombre (una mujer) joven,
deberías sentar la cabeza de algún modo.
¿Quién ha dicho
que la vida hay que vivirla arriesgadamente?
Entrégame tu abismo,
lo cubriré de sueño,
me estarás agradecido (agradecida)
por haber caído de pies.
Véndeme tu alma.
No habrá más comprador.
Ya no hay otro demonio.





sábado, 23 de septiembre de 2017

Wislawa Szymborska / Nos gusta ser autores


Wislawa Szymborska

Nos gusta ser autores

No se pueden leer con cara seria los artículos de la poeta Wislawa Szymborska, inteligentes, didácticos, humanistas y ocurrentes


MONIKA ZGUSTOVA
11 ABR 2017 - 17:14 COT

¿Por qué hay que leer sus artículos si Szymborska es conocida por su poesía? Me hice esta pregunta cuando descubrí su libro de prosas en una librería. Lo ojeé y vi que no se trataba de simples artículos, escritos a lo largo de tres décadas, sino de un ejercicio singular de columnas literarias sobre tratados acerca de todo un abanico de temas. Szymborska en sus columnas trata la historia de Etiopía, la estética de la palabra, la Georgia antigua, las mariposas, el alpinismo, los bocadillos, los pañuelos de encaje y los rinocerontes, entre otras materias. La autora trata esos temas con ironía y los contempla desde su propio punto de vista: el de la compasión por el hombre, el individuo frágil y perdido entre la sociedad y el régimen político.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Wislawa Szymborska / Risa



Wislawa Szymborska

BIOGRAFÍA

Risa

A la muchacha que fui...
la conozco, naturalmente.
Tengo varias fotografías
de su corta vida.
Siento una piedad alegre
por algunos de sus poemas.
Recuerdo unos cuantos acontecimientos.

Pero,
para que el que está aquí conmigo
sonría y me abrace,
recuerdo solo una historia graciosa:
el amor infantil
de esta pequeña fea.

Le cuento
que estaba enamorada de un estudiante,
es decir, que quería
que él la mirara.

Le cuento
que, sana, corrió a su encuentro,
con una venda en la cabeza
para que él preguntara al menos
qué le había pasado.
Qué graciosa chiquilla.
Cómo podía saber
que hasta la desesperación tiene ventajas
si por fortuna
se vive un poco más.

Le daría para pasteles.
Le daría para el cine.
Déjame, no tengo tiempo.

¿No ves
que la luz está apagada?
No me digas que no entiendes
que la puerta está cerrada.
No tires del picaporte...,
el que se reía,
el que me abrazaba
no es tu estudiante.

Lo mejor sería que te fueras
de donde has venido.
No te debo nada,
yo, una simple mujer,
que solo sabe
cuándo
revelar un secreto ajeno.

No nos mires así
con esos ojos tuyos
demasiado abiertos,
como los ojos de los muertos.




DE OTROS MUNDOS


domingo, 3 de septiembre de 2017

Wislawa Szymborska / Un gato en un piso vacío

Wislawa Szymborska

Un gato en un piso vacío


Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato
en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato
tampoco es aquella que lo ponía.

Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.

Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.





DE OTROS MUNDOS



lunes, 28 de agosto de 2017

Wisława Szymborska / Fin y principio



Wisława Szymborska


FIN Y PRINCIPIO




Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
       
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
       
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
       
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
       
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
       
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
       
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
       
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
       
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.





DE OTROS MUNDOS




jueves, 1 de enero de 2015

Wislawa Szymborska / Gratitud

Mármol blanco sobre mármol negro
Medellín, 2014
Fotografía de Triunfo Arciniegas
Wislawa Szymborska
BIOGRAFÍA
Gratitud

Debo mucho
a aquellos que no amo.

El alivio con que acepto
que son queridos por algún otro.

La dicha de que no soy yo
un lobo para sus ovejas.

Paz para mí hacia ellos,
y libertad de ellos hacia mí,
y eso es algo que el amor no puede dar
ni procura arrebatar.

No los espero
de ventana a puerta.
Paciente
casi como un reloj de sol,
comprendo
lo que el amor no comprende,
perdono
lo que el amor nunca perdonaría.

De encuentro a carta
no pasa una eternidad
sino simplemente unos días o semanas.

Los viajes con ellos son siempre un éxito,
conciertos escuchados,
catedrales visitadas,
paisajes muy bien enfocados.

Y cuando nos separamos
por siete montañas y ríos,
ellos son montañas y ríos
bien conocidos en el mapa.

Es gracias a ellos
que vivo en tres dimensiones,
en un espacio no lírico y no retórico,
con un horizonte real porque es movible.

Ellos mismos no saben
cuánto traen con las manos vacías.
“No les debo nada”,
me gusta decir
a esta pregunta abierta.

(1976)









DE OTROS MUNDOS