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viernes, 7 de septiembre de 2018

Salud, subjetividad y trabajo en contextos neoliberales


El seminario es una nueva edición del iniciado por el Programa de Salud y Trabajo (Instituto de Salud Mental Comunitaria Mauricio Goldemberg, Departamento de Salud Comunitaria) de la UNLa y la UTRPP (Unité transversale de Recherche Psychogenèse et Psychopathologie) de la Universidad de Paris 13, en 2017, en el marco de la convocatoria CIN- PARIS SORBONNE.

DESTINATARIOS: Estudiantes de especialización, maestría y doctorado, y profesionales de las áreas de la salud, la salud mental, las ciencias sociales y de diversos sectores vinculados con las temáticas de la salud/salud mental, la subjetividad y el trabajo.

CUERPO DOCENTE:
Docentes coordinadoras: Miriam Wlosko y Cecilia Ros
Docentes Invitadxs: Patricio Nusshold, Marcela Zangaro, Natacha Bourgeaud Garciandía.

MODALIDAD DE CURSADA: El Seminario se desarrollará a lo largo de 10 encuentros de cuatro horas que se llevarán a cabo entre el 19 de septiembre y el 14 de noviembre de 2018, los días miércoles de 17.30 a 21.30 en la sede del Sindicato FEDUN- ADIUNA sito en Avda. Córdoba 2429 1er piso, CABA. Se otorgarán certificados de asistencia a quienes asistan al 80% de las clases. Para la obtención del certificado de aprobación del curso se deberá además, presentar un trabajo que será evaluado.

Los interesados comuníquense a posgradosmc@unla.edu.ar.

martes, 3 de julio de 2018

Claudia de TELAM, la que votó a Macri y nunca hizo un paro

La otra.-radio del domingo pasado (primera parte), para escuchar clickeando ACA


Las dos partes que componen la emisión más reciente de La otra.-radio están unidas por algunos hilos que no fueron premeditados y solo descubrimos al finalizar el programa o quizás ahora al volver a escucharlo. Acá dejamos la primera parte del programa, más tarde aparecerá la segunda, en la que nos detuvimos en la obra del escritor norteamericano Kurt Vonnegut y especialmente en un par de sus novelas. En una de ellas, Madre noche, su narrador concluye (spolier alert) “Esta es la única novela mía cuya moraleja conozco. No creo que sea una moraleja espectacular, es sólo que sé cual es: Somos lo que fingimos ser, así que debemos tener cuidado con lo que fingimos ser". Cuenta la historia de un hombre, Howard Campbell, que fue varias tipos o ninguno. Ya volveremos a él en el próximo post.

Ahora que lo pienso, la moraleja que extrae el narrador para Howard podría aplicarse a una de las trabajadoras despedidas de TELAM, llamada Claudia, cuyo testimonio se viralizó, de la que también hablamos nosotros en el programa. Entre cada una de las historias que los despedidos de TELAM estuvieron contando en estos días, la que más concitó la atención y desató todo tipo de reacciones es la de Claudia, que declaró llorando para las cámaras que ella había votado a Macri, que no tenía ninguna ideología con los K, nunca hizo un paro, nunca. Y sin embargo estaba despedida.



La autobiografía de Claudia tiene una ambivalencia irresoluble que explica todos los debates que provocó. Vota a Macri y después el presidente que eligió toma decisiones políticas que la perjudican. Una manera de contar su historia que es la de muchos otros. Pero hay algo más, Claudia dice tener un legajo intachable. Algunos interpretan que Claudia está intentando distinguirse de sus compañeros despedidos porque considera que no hay motivos buenos para echarla, lo cual implicaría que los otros, los que no votaron a Macri, o los que eran K o hicieron paros no tendrían legajos impecables y por ende su despido estaría justificado. 

¿Dice eso Claudia? Cuando habla, está rodeada de compañeros que la abrazan, como parte del conjunto vulnerado en su derecho al trabajo por este poder atroz. ¿Quién es Claudia cuando narra así su historia? ¿Alguien cuya conciencia política está despertando, después de haber votado y obrado durante años contra sus intereses objetivos? ¿Alguien que pide misericordia al soberano que cometió un error con ella, que no es como los otros, ya porque su foja es impecable?

Algunos deploran esta escena, preferirían que no hubiera ocurrido, o al menos no haberla visto. Y sin embargo, la escena de Claudia muestra algo decisivo sobre el momento presente, que excede la historia personal de Claudia, por dramático que sea cada caso.

Parece que la inestabilidad de su conciencia es esencial. Claudia, si está queriendo distinguirse de sus compañeros, podría convertirse en una carnera que pide clemencia al Poder. Pero si está recapacitando acerca de haber tomado decisiones políticas que la expulsaron de su trabajo, su conciencia está deviniendo otra. Al verse despedida, se ve por primera vez a sí misma como la que forjó su propia desgracia. La que queriendo salvarse se perdió. Pero si logra verse así, en realidad antes estaba perdida y su penuria actual comienza a emanciparla.

En las redes sociales la complejidad de su posición es inasimilable. Y entonces encuentra cientos de miles de jueces implacables que dictan su tercera condena. La primera la decidió ella misma al elegir a sus verdugos; la segunda condena fue decidida por el macrismo que la dejó sin trabajo; la tercera es la de todos los que se burlan de ella o se regocijan porque al fin una "globoluda" sufre en carne propia el daño que como votante macrista ocasionó a los trabajadores, entre los que está ella misma. Facebook y Twitter no toleran una suspensión del juicio y, para algunos enojados con el gobierno, los que de entrada sabían lo que Macri iba a ser, ella sería tan culpable como el propio Macri o el canalla de Lombardi que ahora la desechan.

Ya sabemos qué pensar del gobierno. Es más problemático sumarse a los miles que la condenan desde las redes, al menos por el decoro de abstenerse de patear al caído. O por querer ser capaces de un gesto amoroso hacia esta mujer agraviada, incluso por sí misma. 

Es interesante pensar en los miles que se apuran a condenarla. ¿No hay una dignidad de los trabajadores que trasciende incluso su posible conciencia alienada? ¿Acaso no fueron millones los trabajadores que votaron al macrismo? ¿Cómo pensarlos? ¿Ese acto los condena para siempre desde una mirada implacable? No parece ser la actitud de los compañeros de TELAM que la contienen incluso en su diferencia. 

Los implacables parecerían tener una vocación de permanecer idénticos, de no dejarse contaminar por los que están transformándose en otros por obra de la pedagogía de la historia. ¿Además de hacer prevalecer una sed de venganza contra Claudia, una de las víctimas del macrismo, tenemos la voluntad de no recibir a nadie que no haya estado todo el tiempo de nuestro lado? ¿Tenemos ganas de seguir siendo exactamente solo los que ya éramos cuando en 2015 votamos contra Macri porque sabíamos la que se venía? Si esta actitud prevaleciera, uno de sus efectos paradójicos sería enamorarnos de nuestra propia derrota. Somos lo que fingimos ser, así que tenemos que tener cuidado con eso.


No fue el único tema que tocamos en la primera parte de La otra.-radio del domingo pasado. Además conversamos sobre la importancia del paro de la CGT en la configuración actual de las relaciones de fuerzas, una importancia no suficientemente remarcada, quizás porque después del paro el gobierno logró distraernos con la Selección Argentina en el Mundial, quizás porque ya estábamos distraídos desde antes. O porque la radio nos confunde a todos.

Y ya que estamos, en este tramo del programa analizamos las alternativas del Mundial, con el rigor y la precisión que nos caracteriza. Y la música de Charly, Lucio Dalla, Tom Waits y lo nuevo del Gnomo y la Filarmónica Cósmica.

martes, 30 de enero de 2018

Parecía la derecha moderna, pero es la misma mierda de siempre

"Este es el verdadero rostro de la libre empresa, de la libre entrega, filosofía oficial del régimen..."


Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense:

"El aplastamiento de la clase obrera va acompañado de la liquidación de la industria nacional, la entrega de todos los recursos, la sumisión a los organismos financieros internacionales.

Asistimos avergonzados a la culminación, tal vez al epílogo de un nuevo período de desgracias.

El gobierno rebajó los aranceles de importación, los monopolios aplicaron la ley de la selva -el dumping-, los fabricantes nacionales hundiéronse.

Este es el verdadero rostro de la libre empresa, de la libre entrega, filosofía oficial del régimen por encima de ilusorias divisiones... incapaces de ocultar la realidad de fondo que son los monopolios en el poder.

Este poder de los monopolios que con una mano aniquila la empresa privada nacional, con la otra amenaza a la empresa del Estado donde la racionalización no es más que el prólogo de la entrega y anuda los últimos lazos de la dependencia financiera.

Es el Fondo Monetario Internacional el que fija el presupuesto del país y decide si nuestra moneda se cotiza o no en los mercados internacionales.

Es el Banco Mundial el que planifica nuestras industrias claves.

Es el Banco Interamericano de desarrollo el que indica en que países podemos comprar.

Son las compañías petroleras las que cuadriculan el territorio nacional y de sus mares aledaños con el mapa de sus inicuas concesiones.

El proceso de concentración monopolista desatado por el gobierno no perdonará un solo renglón de la actividad nacional. Poco más y sólo faltará desnacionalizar la tradición argentina y los museos.

La participación que se nos pide es, además de la ruina de la clase obrera, el consentimiento de la entrega.

Y eso no estamos dispuestos a darlo los trabajadores argentinos".


Y al final de la cita, Amichetti aclara: 

No es un documento redactado en estos días, es parte del texto del Programa del Primero de Mayo de la CGT de los Argentinos elaborado hace 50 años...

¡Medio siglo!

Sólo algunos matices diferencian al poder oligárquico.

Su proyecto sigue siendo irreconciliable con los intereses del pueblo trabajador argentino.