Jorge Colás, el director del documental sobre la preselección de los pibes para las divisiones inferiores de Boca, entrevistado en La otra.-radio, para escuchar clickeando acá
Este domingo vino a La otra.-radio el cineasta Jorge Colás (Parador Retiro, Grisel), quien acaba de estrenar su tercer Largometraje, Los pibes, un documental observacional acerca del proceso de selección de chicos aspirantes a ingresar a las divisiones inferiores del club de fútbol Boca Juniors, película que comenté en este blog con ocasión de su proyección en el Bafici así:
Jorge Leandro Colás había hecho hace unos años un fino trabajo de observación del funcionamiento institucional en Parador Retiro. En Los pibes vuelve a plantar su mirada en un espacio que funciona como una pequeña muestra de una totalidad que en la película queda fuera de campo, pero que sostiene su sentido. Se trata del proceso de selección de chicos aspirantes a ingresar a las divisiones inferiores de fútbol del club Boca Juniors. El planteo narrativo muestra desde un tono neutro la sucesión de los pasos por los que irán filtrándose los cientos de aspirantes al lugar deseado hasta llegar a definir el que será elegido. Este discretísimo suspenso de a poco revela otra cosa: la naturaleza de ese lugar que los pibes (y sobre todo sus padres) desean. Llegar a jugar en Boca es una meta de consagración en la sociedad argentina. Más que la selección del pequeño crack, Los pibes muestra la maquinación que conduce ese deseo colectivo.
Da cierta desazón ver el funcionamiento de esa maquinaria que condensa los deseos de ascenso social, mezclados con algo de mística y la frialdad del mercado que se los engulle. Por sobre todo el proceso, sin que haga falta nombrar nada, sobrevuela la sombra del neoliberalismo en su avatar boquense. Así, la película muestra sin énfasis cómo se ofrendan los cuerpos infantiles que van a ser devorados por Moloch. Lo notable es que esta dirección de sentido es tácita, porque la superficie de la película es amable, popular, católica, y familiar. La zona social exhibida en Los pibes está precisamente en las antípodas de Parador Retiro, el lugar donde van los que no pueden más. Acá están los pibes que sueñan con ser aceptados por el poder, lo que se sintetiza en el consejo tétrico que da al final uno de los representantes del club que reciben al elegido: no tenés que respetar a nadie, porque tu éxito es el fracaso de tu amigo.
La conversación radial con Colás la pueden escuchar completa clickeando acá. Mientras entrevistábamos al director nuestro amigo y también cineasta Martín Farina nos envió este comentario:
Los pibes muestra el vinculo entre los dos extremos que conforman el fútbol profesional, pero que justamente no son profesionales, unos, los "cazatalentos", porque ya dejaron de serlo y pasaron realizar una tarea administrativa, diría ideologica, -seguramente hay también frustración y un instinto de preservación como para no llegar a extinguirse- y los otros, los niños, porque tienen la ilusión como principal motor. el tironeo entre los niños y los adultos está mediado por la ilusión de conquistar el éxito y el dinero. La educación y la cultura, como grandes artifices del sentimiento deportivo popular, están de algún modo ausentes.