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martes, 3 de noviembre de 2009

La rabia de Pasolini



por Eduardo Chinasky

El director Pier Paolo Pasolini consideraba que estamos en un momento bisagra de la historia de la humanidad. Nos hallamos, en realidad, entre dos épocas superpuestas: la prehistoria de los subproletarios –(que viven aún en la antigua prehistoria) y por otro lado, los que lo tienen todo, en especial, confort y tecnología, (que también van hacia su propia prehistoria). Este visión anticipatoria sobre un territorio indefinible se vuelca sobre el material de La rabia -una experiencia de found footage, décadas antes que se empezara a utilizar este término y se popularizara este procedimiento-, creando así un poema en un extraño y eterno presente; una idea, un dolor, la negación de un destino y una inocencia que no perdura.

En este documental poético, el fantasma de PPP vuelve proféticamente sobre nosotros desde el Mar Mediterráneo, en una playa de Ostia, fúnebre y vacía, cuando el sol se acuesta en llamas. Si se puede creer -como piensan muchos- que vivimos muchas existencias a la vez, ¿por qué no creer que en cada una de las nuestras vidas somos el lugar de encuentro de muchas almas?

La filmografía de Pasolini, ensoñación lenta y nítida, nos susurra que no es necesario ocupar las horas vacías de la noche amueblando las residencias ideales (inexistentes pero posibles) de la memoria. Nos enseña que el artista lúcido puede -como él- consagrarse a la construcción de castillos clandestinos, a condición de poblarlos de ragazzi di vita, hermosos y peligrosos, prostituidos por amor.



¿El bien está libre?

Pasolini escribe como se respira, como se sueña.

La rabia nos hace comprender que todos somos carceleros y presos al mismo tiempo. Pero, por un curioso golpe de retroceso, sucede que la prisión misma se abre a la libertad. La noche, la mayor de las soledades, el silencio, el cine (también) liberan a ese desconocido que tiene nuestro mismo rostro y a quien nosotros le negamos la luz. Este desconocido pasa de una época a otra época, de un país a otro, adopta un nombre u otro. Los que hablan de él a través de mitos –como Pier Paolo- son traductores a quienes -sin que se sepa por qué- les ha sido permitido por un instante atrapar algunos hilos de esta red inmemorial de ensoñaciones proscritas.

¿El mal está libre?

Pasolini escribe como se habla en la oscuridad a quien uno ama, cuando la palabras han sido retenidas demasiado tiempo y por fin se derraman.

¿Qué somos sino la parte largo tiempo silenciosa de alguien?

La rabia nos canta que el cine es la parte nocturna y secreta -que nunca se traiciona a pesar de no estar reconciliada consigo misma- que comunica con los subterráneos de lo imaginario donde discurren sueños tan viejos como el mundo.

(A propósito de La rabia de Pasolini (Pier Paolo Pasolini y Giuseppe Bertolucci, 1963/2008) proyectada en el reciente DOCBSAS 09)

miércoles, 21 de octubre de 2009

Das Kapital nunca pasa de moda


por oac

Siempre me pareció que Alexander Kluge es una versión sin gracia de Godard y la visión de Noticias de antigüedad ideológica: Marx - Eisenstein - El Capital no logra alejar esta idea de mi cabeza. Ayer a la noche se vio en la Lugones lo que por lo visto es el highlight de este DOCBSAS/09, una versión condensada de la extensa edición original (casi 10 horas) de Nachrichten aus der ideologischen Antike - Marx – Eisenstein – Das Kapital. La versión completa sólo salió a la venta como una caja de DVDs, la versión condensada que aquí se vio ayer la hizo el propio Kluge para ser exhibida en festivales. Se trata de un intento de retomar el viejo proyecto que Sergei Eisenstein no pudo llevar a cabo: hacer una versión cinematográfica de El Capital, la obra cumbre del filósofo Karl marx. Pero más bien, lo que parece hacer Kluge (eso al menos es lo que se desprende de esta versión breve) es filmar los obstáculos que tiene el lenguaje cinematográfico para filmar semejante cumbre del pensamiento humano, o directamente filmar la imposibilidad de filmarlo.




Kluge anuncia que su película (en rigor de verdad un DVD triple, una más que atractiva mercancía que se puede adquirir por internet) es a la vez un tributo a Sergio Eisenstein por haber intentado lo imposible. Así que la suma de estrellas taquillera (Marx, Eisenstein, Das Kapital, más Bertolt Brecht, más Hans Magnus Enzensberger, más James Joyce) no podía sino constituir un éxito en pequeña escala. Y así fue: las varias funciones programadas del film ensayo de Kluge están agotando las entradas, aunque no se trate precisamente de la mejor película del DOC/09.



La estructura de esta versión condensada está formada por una serie de sketches, clips, entrevistas, intertítulos y hasta pequeños cortos que alcanzan un valor autónomo. Ejemplo de esto es el cortomentraje El hombre en la cosa, dirigid por Tom Tykwer, en el que, partiendo de la imagen congelada de una breve filmación en la que una mujer pasa caminando por una vereda, y mediante efectos de aproximación a los distintos objetos en cuadro (efectos logrados con recursos digitales) una voz off analiza las capas de tiempo y las complejas relaciones sistémicas de cada elemento de la imagen, la pollera de la transeúnte, los graffitti inscriptos en las paredes de la calle, las baldosas, las puertas, etc. En consonancia con la idea central de El Capital, lo que este corto muestra es que el ser de cualquier objeto implica una compleja serie de relaciones sistémicas y que cada cosa que el tosco materialismo sólo es capaz de pensar en su mera ficisidad es en realidad el resultado de un trabajo metafísico. Este solo corto basta para dar una idea intuitiva de la genial filosofía marxista. Dada su eficacia, el resto de la obra aparece ciertamente como una inflación, muy entretenida, eso sí, del planteo de la imposibilidad de filmar un tratado filosófico.


Y aquí vuelvo al principio: los recursos que Kluge pone en juego tienen una bastante evidente raigambre godardiana, el collage de imágenes, textos escritos, voces, música, ruidos, íconos, material de archivo que Godard fue cincelando en las últimas décadas hasta llegar a la exquisitez de las Histoire(s) du cinéma. Pero sucede que Godard es una especie de músico y un gran poeta (de la palabra y de la imagen), y quizá el más exquisito montajista de la historia del cine. Esos mismos recursos en las manos de Kluge tienen un efecto colateral algo incómodo: hacen extrañar a Godard. Allí donde Godard es capaz de componer una música sublime formada por una superposición de citas dispuestas con una rítmica sincopada para conducirnos hacia una experiencia de inquietud lírica, Kluge es demasiado lineal, asertivo, a lo sumo ingenioso.

Madame Butterfly

La película de Tsai Ming-liang que se proyecta hoy por última vez en el DOCBSAS/09



por Liliana Piñeiro

¿Cuánto tiempo lleva la dolorosa comprobación del desamor? Ésta parece ser la pregunta que sostiene a Madame Butterfly, el corto que Tsai Ming-liang filmara en homenaje a la famosa ópera de Puccini. No es casual el escenario elegido: se trata de un “no lugar”, la estación de ómnibus de Kuala Lumpur, donde la transitoriedad de los vínculos acentúa la soledad. “Mi novio vendrá a buscarme”, afirma Madam en medio de la multitud, rechazando toda ayuda para regresar a su casa. Desde esa certeza, máximo pico de expectativa amorosa, se desencadena la desilusión. Y el tiempo no es variable menor. Los minutos van esculpiendo los rasgos en el rostro de la Dama Mariposa y sólo hay que dejarlos transcurrir, hasta que la obra de la desolación esté consumada. Del abigarrado espacio de la estación se pasa a la intimidad de una cama.

Otros son los signos de la ausencia: una poética de los rastros se desliza en la pantalla. La escena queda definida desde el amante que falta, faro invisible de significación. El silencio es el único sonido del abandono, mientras la mano crispada revela la impotencia del cuerpo. El sueño pierde su batalla y los ojos se abren al recuerdo, de triste persistencia. Nada más (y nada menos). Hay que verla. Breve, conciso lirismo para un imposible olvido.

martes, 20 de octubre de 2009

Yo vi la Raya

por oac

Dialoguito de martes a la madrugada:

oac: Raya, I've just seen INDEPENDENCIA in the DOCBSAS and I love it. Very nice film.

Raya: thank you oscar
:)

Y sí, vi la nueva de Raya, Independencia. Y me alegro de haberle echado el ojo al filipino este, creo que no me va a hacer quedar mal. A la altura de Autohystoria era un poco arrojado levantar esta bandera con tanto tiburón suelto dando vueltas. Pero había que hacerlo. Después vino Possible lovers, otro hueso duro de roer, más áspero e insolente aún. Y empezaron a sonar las voces de que el muchacho filipino era un bluff. Pero en La otra lo bancamos y acudimos a la palabra autorizada de Jean Pierre Rehm, quien nos reafirmó que sí, que se trata de un artista de fuste.

Y esta noche vengo de ver Independencia, única exhibición en el DOCBSAS, lo lamento por los que se ven llegando tarde, tarde a todo, pero nadie sabe cuándo se puede volver a exhibir el film. Digamos: si el BAFICI aplica a Independencia el mismo criterio que tiene para los cineastas nacionales, no podrá pasar Independencia el año que viene. De este modo, el DOC se apunta un porotazo. Así que no parece factible que se vuelva a exhibir prontamente esta joyita martiniana. Si dije hace unos días que era difícil que hubiera en el DOC/09 un film tan bueno como el de Apicahtpong, ahora afirmo que Independencia es al menos tan bueno como A Letter to Uncle Boonmee (que, de paso, dan por última vez el miércoles a la noche).



Es lindo descubrir a un cineasta en su fase incipiente, cuando aún no está tan claro si su obra futura acaso podrá sostener lo que uno vislumbra a primera vista. Es lindo ir viendo cómo se desarrolla, no siempre de un modo previsible. El caso de Raya Martin es el de alguien que camina en zigzag, si uno cree que ya tiene su "fórmula" por haber visto Autohystoria o Possible lovers, entonces se equivoca. Acariciando lo áspero de esos films implacables y difíciles de olvidar, es posible confundir a Raya con un provocador, un especialista en exasperar a públicos conservadores con gestos osados. Pero yo siempre creí que lo que sostenía estos films "difíciles" no es la duración inusitada de sus planos o la rugosidad de su textura, sino una experiencia horrorífica que demanda estas tonalidades. Hay que olvidarse un poco de que la caminata de Autohystoria dura 37 minutos o de que casi todo Possible lovers cabe en un plano fijo de hora y media, olvidarse de estos detalles al fin y al cabo exteriores, para impregnarse del horror que esas imágenes exudan.



Lo propio de Raya parece ser eso de tratar la "Historia" (jejé) como sueño o como pesadilla. Y cuando es necesario él parece capaz de adoptar un tono de delicado ensueño selvático, imágenes primitivas en un diferente sentido a las de los films anteriormente citados. En Independencia adopta una dramaturgia clásica que sólo es cruzada por breves interferencias, que tampoco son arbitrarias. Y el sonido chirriante de la cara oscura de su filmografía acá se troca por una música dulcísima. Y sin embargo es la continuación de la misma guerra por otros medios. En realidad, Independencia es otro paso en la dirección iniciada por A Short Film About the Indio Nacional (Or the Prolonged Sorrow of the Filipinos), su largo del año 2005. Martin declara que es la segunda parte de una trilogía que transcurre durante los períodos de mayor violencia de la historia filipina. Cada film de esta trilogía (que aún no se ha completado) emula el estilo cinemático de la época en la que transcurren los hechos. Para Indio Nacional, que transcurre hacia fines de la ocupación española en Filipinas, esto implicaba filmar en un estilo de cine mudo, con cámara estática, intertítulos y algún recurso de animación muy simple. Para Independencia , que narra sucesos ocurridos durante la ocupación americana, se trata de rodar el film totalmente en estudios, utilizando fondos pintados (alrededor de 20 fondos pintados por varios artistas plásticos) y recursos narrativos propios del primer cine sonoro (todo eso explicado por el propio Raya acá). Pero, agrego yo, la operación estética del film es bastante más compleja que una simple emulación de un estilo retro (cosa que a su modo hace Guy Maddin con resultados muchísimo menos interesantes), porque cada tanto Raya quiebra la armonía con algunos acordes disonantes que provienen de otra dimensión. Habrá que ampliar estas ideas a medida que volvamos a ver la película y, si se da la ocasión, hacerle algunas preguntas a Raya.



Para terminar una buena noticia: Independencia no va a volver a ser exhibida en este DOCBSAS, pero Marcelo Céspedes y Carmen Guarini piensan prolongar la experiencia de esta muestra anual editando algunas de las películas más valiosas y artísticamente arriesgadas que se presentan en el festival. Empiezan ahora mismo con la edición nacional de Z32, de Avi Mograbi. Y para dentro de un tiempo anuncian la edición de Independencia en dvd. Bravo por ellos.

:-)



Todo el mundo tiene que pedir
yo me adelanté en este país
pero ahora quiero participar
desde que vi la raya...

sábado, 17 de octubre de 2009

18 de octubre en La otra.-radio

Cine y peronismo:
Viene Alejandro Fernández Mouján
a hablar de sus nuevas películas


por oac

En lo que va de Pulqui, un instante en la patria de la felicidad a Los resistentes se produce un cambio de perspectiva de lo que el peronismo pudo haber sido, de lo que fue y lo que sigue siendo en la historia contemporánea argentina. Si la anterior película de Fernández Mouján le entraba al peronismo desde la iconografía del artista plástico Daniel Santoro, un imaginario donde infancia, utopía, ironía y nostalgia se iban trasmutando para impedir que la experiencia peronista se cerrara en una dimensión fija y acotada, y, en cambio, persistiera en la inquietante riqueza de su ambigüedad, ahora, con Los resistentes (la película que está presentando en el DOCBSAS/09) Fernández Mouján ensaya una tonalidad muy diferente. Y eso quizá se explica por la época elegida: no aquel momento bucólico, entre el recuerdo y la alucinación, en el que la figura de Evita era una especie de hada protectora de los niños justicialistas, sino este otro de la intemperie, del pueblo peronista desguarnecido, Evita ya muerta y el líder en el exilio. Unos peronistas sin ensueños ni protecciones, endureciéndose para resistir, bajo la cruel dictadura fusiladora.



Entonces en Los resistentes no hay espacio para ensueños, sólo un documental de testimonio puro y duro, casi tres horas de hombres y mujeres dejando constancia de nombres, lugares, circunstancias, debates. Los militantes de la primera resistencia quizá sean las caras menos conocidas de la historia peronista, nunca han sido favorecidos por el glamour insurreccional con que se trató a la generación setentista, por ejemplo. Sus voces no parecen haber sido suficientemente escuchadas y sin embargo quizá sean los que sostuvieron la fase más difícil y también la más decididamente subversiva de todas las que el peronismo vivió. En estos militantes de diversas partes del país que desfilan a lo largo de la nueva película de Fernández Mouján no hay lugar para la nostalgia, porque el rol que les tocó es el de la dureza del exilio interior. Militantes de las cocinas: porque en ese lugar de las casas se reunían para resistir. Hoy están al borde de la ancianidad y eso les confiere a sus memorias una precariedad conmovedora, porque estas voces temblorosas atestiguan una experiencia tan rica y tan poco escuchada que el simple paso del tiempo amenaza con su pérdida definitiva. Parece que Mouján sabe que hace falta ponerse serio y renunciar a cualquier estetización para que ellos, los resistentes, tomen la palabra.



En esta edición del DOC Fernández Mouján también presenta su mediometraje Eva Perón, último año con su pueblo, otra mirada a ese movimiento político que parece inagotable. Por eso, invitamos a Alejandro Fernández Mouján a que venga a La otra.-radio a hablar de cine y peronismo. Domingo a la medianoche en FM La Tribu, 88.7, www.fmlatribu.com.

viernes, 16 de octubre de 2009

Un comienzo glorioso para el DOCBSAS/09

con grandes películas de Apicahtpong y Tsai


por oac

Mi comienzo del DOC/09 estuvo a punto de frustrarse por una cadena de complicaciones personales de último momento, pero al final todo se acomodó para llegar a la función de las 22:00 y encontrarme con un programa de puta madre (perdón a las almas susceptibles, no uso la palabra "puta" en la acepción denigratoria del oficio de meretriz, sino como un elogio enfático). ¡Qué buen comienzo, la concha de tu hermana!

Estas tres películas breves podrían agruparse bajo la etiqueta "Exploraciones de diversos espacios": Hogar (Heim; Austria, 2009, de Claudia Larcher); Madame Butterfly (Taiwan/Italia, 2009, de Tsai Ming-liang); y Una carta para el tío Boonmee (A Letter to Uncle Boonmee; Tailandia/ Alemania/ Reino Unido, 2009 de Apichatpong Weerasethakul). Tres espacios diversos. El primer corto, Hogar, consiste en un único movimiento de cámara (combinación de panorámica y travelling lateral) que abre el espacio íntimo de un departamento. Pero este espacio que la cámara va abriendo está hecho de perspectivas sutilmente incongruentes (logradas mediante un montaje digital invisible) y rastros de una intimidad enrarecida. Hay algo amenzante que no llega a definirse. Lo peor que podría decirse de este film de 12 minutos es que en su primera mitad uno ya sabe que todo se agotará en ese movimiento y eso invita a descubrir las costuras técnicas del truco visual. Lo mejor que puede decirse de los programadores es que resulta un buen aperitivo para lo que se viene.

Lo que se viene es Madame Butterfly, el penúltimo opus del gran Tsai Ming-liang (después de este mediometraje de 35 minutos Tsai filmó en París el largo Visage, con Jean Pierre Léaud y un elenco internacional). Se trata de un encargo que le hizo al cineasta malayo un festival italiano para homenajear al compositor Giacomo Puccini, para lo cual le asignaron un ínfimo presupuesto. De esta limitación hizo Tsai la máxima virtud del film. Se trata de una vuelta al realismo áspero de sus primeras películas, despojado del glamour y la estilización que fue adquiriendo en los últimos años. Acá Tsai vuelve a sacar la cámara a la calle y transita -renunciando a los acostumbrados planos fijos y recurriendo a una cámara en mano que sólo había usado antes en su mediometraje A conversation with God- el espacio inhóspito que mejor conoce: la ciudad pura y dura, tal como se vive en una estación de micros que nos recuerda a nuestra terminal Retiro (el cine de Tsai siempre nos recuerda a lugares conocidos). En tan solo tres planos-secuencia muy extensos Tsai nos invita a acompañar el tránsito del desencuentro amoroso y deja mucho lugar vacío a ser completado con nuestros propios fantasmas de abandono. El resultado es tan bueno, tan seco y desolado que nos hace anhelar que en las próximas películas Tsai siga contando con presupuestos exiguos.



Si el de Tsai es un paso promisorio en su carrera, el del tailandés Apichatpong Weerasethakul es directamente apoteótico. A ver... ¿cómo lo digo? (se me pegó el "a ver" de Jorge Lanata, puf!): Una carta para el tío Boonmee es una obra maestra absoluta, que invita a dejar de lado cualquier prevención acerca de la posibilidad de que un cortometraje sea genial. Porque esta película aparece como el producto más consumado de la poética de Api y un final brillante para el cine de esta primera década (quizá yo pueda poner finalmente un corto entre mis 10 mejores películas del milenio incipiente). Y de paso: es un precedente difícil de superar para este DOC/09. ¿Habrá en esta muestra una película mejor que esta? Si la hay, será un rompedero de culos.


Se ve que me gustó. Sí.



Si Hogar es una exploración del espacio íntimo y la de Tsai una exploración del urbanismo desolado, Una carta para el tío Boonmee es otra incursión de Weerasethakul en ese espacio rural que él filma como nadie: la jungla tailandesa se ve, en la mirada de Api, como una dimensión desconocida y plena de presencias. La foresta apichatponguiana exhala un aroma sobrenatural, la cámara de pronto se alza hacia el cielo nublado que apenas puede entreverse por encima de la vegetación tupida y uno siente un sobrecogimiento del alma que puede atribuirse a espíritus huidizos o a los rastros históricos de una represión militar. El "o" acá es más bien una disyunción incluyente. Además, el cine de Weerasethakul resiste espléndidamente el paso de fílmico a imagen digital: esa indefinición propia de este soporte le confiere al film la tersura delicada de una ensoñación. Bueno, no sé si se entendió algo de este balbuceo que acabo de escribir, lo que sí sé es que los suaves movimientos de la cámara por el espacio selvático nos conducen al más refinado clima fantasmagórico (y así desmienten una asociación ilegítitma que se hace entre el cine del tailandés y el de Renoir).

Si en estos días sus vidas están al reverendo pedo, e incluso si tienen cosas importantísimas que hacer, yo les digo que abandonen cualquier otro compromiso y que no dejen de ver una de las películas más poéticas y sugestivas que verán en sus vidas: se llama Una carta para el tío Boonmee y, si se la pierden, sigan mamando.

sábado, 10 de octubre de 2009

Fin de semana bipolar



Anticipo del DOC en FM La Tribu
+ dos yapas: la banda maldita del S XXI + un poquito de alegría


Ya lo dijimos: se viene el DOCBSAS/09 y hay mucho interesante para ver.

Este fin de semana en nuestros programas de FM La Tribu (www.fmlatribu.com) anticipamos cómo viene la mano en esta muestra de documentales de creación que se llevará a cabo entre el 15 y el 25 del corriente mes en la Sala Lugones del San Martín.



Hoy sábado a las 17:00 en Patologías Culturales charlamos con el cineasta Ernesto Baca, quien el viernes 16 a las 19:30 presenta El Sirviente:

El Sirviente es un documental experimental que retrata la vida de Jiva en el seno de una familia hinduista que profesa la religión Hare Krishna. Jiva vive en una típica casa del conurbano bonaerense junto con su esposa y sus ocho hijos. A través de una pantalla dividida, durante todo el film se reflejan los diversos aspectos de esta forma de vida.

Y mañana domingo a la medianoche (0:00 hs. del lunes) en La otra.-radio tendremos una conversación con la realizadora de Familia Tipo, Cecilia Priego:

Familia Tipo -dice la realizadora- aborda el tema de la falta de memoria histórica a través de la reconstrucción de una historia familiar. Llevo años atorada en el pasado, desenterrando aquello que otras generaciones quisieron ocultar, tratando de recuperar aquello que mis padres intentaron silenciar. Durante 15 años me dediqué a desentrañar la intriga familiar y decidí registrar todas las etapas de esta investigación, que comenzó con una historia aparentemente simple y terminó enfrentando a una familia con los secretos que la sostienen. Familia Tipo es un documental que trabaja sobre la certeza de que uno se descubre a sí mismo a través del diálogo con su pasado y de que la identidad no es otra cosa que un conjunto de narraciones”. El film se exhibe el 21 de octubre a las 22:00 hs.

En Patologías Culturales y en La otra.-radio, vamos a marcar las imperdibles del DOCBSAS/09.

Además, vamos a correr el pesado velo que se ha tendido sobre la gran banda maldita del siglo XXI: Depresivos Famosos.



Y, por qué no decirlo, vamos a estar un poquito contentos por la aprobación de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales por la que en esta bendita radio La Tribu tanto hemos bregado.

;-)

martes, 6 de octubre de 2009

Se viene el DOC

Films de Pasolini y las nuevas películas de Tsai Ming-liang, Raya Martin, Apicahtpong Weerasethakul, Wang Bing, Alexander Kluge, Eduardo Coutinho, Luc Moullet, Frederick Wiseman, Alejandro Fernández Mouján y Gustavo Fontán se verán la semana que viene en el DOCBSAS/09


por oac

Con el correr de sus ediciones anuales, el DOCBSAS ha terminado por convertirse en una de las fechas más importantes del calendario cinematográfico porteño. Esta muestra, que se realiza cada primavera en la Sala Lugones del Teatro San Martín, está dedicada al documental de creación. La semana próxima comienza su novena edición (del jueves 15 al lunes 26 de octubre). En años anteriores el DOC se dio el lujo de presentar obras fundamentales del cine conteporáneo: films de Alexander Sokurov, Eyal Sivan, Avi Mograbi, Raymond Depardon, entre varios otros. La programación de este año presenta las nuevas películas de autores que en los últimos años ni el BAFICI ni el Festival de Mar del Plata (los dos más grandes que se hacen en Argentina) han sido capaces de reunir. Veamos:

- Independencia
(Filipinas/Francia/Alemania/Holanda; 2009)
Dirección: Raya Martin.
Algunos de los que vieron esta nueva obra del polémico director de Autohystoria dicen que quizá sea su mejor película. Una historia ambientada en Filipinas a comienzos del siglo XX, en la inminencia de la invasión de las tropas estadunidenses.



- Madame Butterfly
(Taiwán/Italia, 2009)
Dirección: Tsai Ming-liang
De este mediometraje (35 minutos) del autor de I don't want to sleep alone dice Jean-Pierre Rehm: “De la ópera de Puccini, Tsai Ming-liang conserva muy poco: el marco exótico y el destino de una mujer abandonada por su amante. Todo está dicho: tendrá que ser suficiente para la narración y la película tendrá que arreglárselas con ello. He aquí nuestra Dama Mariposa, en una terminal de ómnibus de Kuala Lumpur, sin dinero suficiente para pagar su pasaje. Surge de repente la oportunidad de deambular, a lo que Tsai es afecto; en medio de una densa multitud, entre puestos de frutas y mercancías para el viaje. En el cine de Tsai muy contadas veces la ficción ordena el conjunto de los eventos: él elige un actor, una actriz, para zambullirlos en un decorado que permanece intacto. Cada cual se dejará llevar, arrastrar el uno por el otro".



- Una carta para el tío Boonmee
(A Letter to Uncle Boonmee; Tailandia/Alemania/Reino Unido, 2009)
Dirección: Apichatpong Weerasethakul.
Se trata de un cortometraje de 18 minutos del director de Tropical Malady. Transcurre en el noroeste de Tailandia, en una aldea donde un grupo de soldados jóvenes está cavando un pozo. ¿Entierran algo? ¿Exhuman algo? Este corto forma parte de "Primitive", un proyecto más amplio que se está desarrollando en soportes múltiples y gira alrededor del tema del recuerdo y la extinción.



- El dinero del carbón
(L'argent du charbon; China/Francia, 2009)
Dirección: Wang Bing.
El director de la monumental Tie Xi Qu, al oeste de las vías vuelve con otro documento crudo y fascinante acerca de la brutal mutación que viene llevándose a cabo en China. Acá se retrata la vida de los choferes de camiones que cargan cada día cien toneladas de carbón: se los acompaña en su ruta, en la que se cruzan con prostitutas, mecánicos, policías, mafiosos, mientras el país de Mao se transforma en una monstruosa economía de mercado.

- Noticias de la Antigüedad ideológica. Marx – Eisenstein – El Capital
(Nachrichten aus der ideologischen Antike - Marx/Eisenstein/Das Kapital; Alemania, 2008)
Dirección: Alexander Kluge.
En estreno absoluto para América Latina se conocerá la versión de 83 minutos de una obra que soñó hacer Sergei Eisenstein en 1929: una película basada en El Capital, el libro de Carlos Marx. Eisenstein se murió sin poder hacerlo, pero ahora Kluge lo hizo.



- La tierra de la locura
(La terre de la folie; Francia, 2009)
Dirección: Luc Moullet.
Moullet es un ya legendario cineasta y crítico francés (de cuya obra José Miccio escribió en revista La otra extensamente). Ahora presenta su nueva película. Parece que a Moullet, oriundo de los Alpes del Sur, le llamó la atención que en su tierra natal se hubieran producido en los últimos 100 años una cantidad inusual de homicidios, cuerpos descuartizados, suicidios, inmolaciones y otros actos atribuibles a graves trastornos psiquiátricos. Así que se puso a investigar, empezando por su propia familia.

- Moscú
(Moscou; Brasil, 2009)
Dirección: Eduardo Coutinho.
En la nueva obra de este documentalista brasileño se acompaña al ensamble teatral Grupo Galpão en el proceso de los ensayos de la pieza Las tres hermanas de Anton Chejov. A Coutinho no le interesó filmar el resultado de la puesta, sino el trayecto de su creación.

- La danse – El ballet de la Ópera de París
(La danse - Le ballet de l'Opéra de Paris; Francia/Estados Unidos, 2009)
Dirección: Frederick Wiseman
Wiseman es un maestro en el género que registra con una cuidadosa artesanía el funcionamiento de diversas instituciones de la sociedad contemporánea. Acá se dedica a mostrarnos, en 158 minutos, la vida del ballet de la Ópera de París.



- Actualidad de Pier Paolo Pasolini.
El título de esta sección lo dice todo: ¿a qué otro artista ya fallecido le cabría mejor el adjetivo "actual"? Pasolini sigue siendo hoy un pensador, poeta y cineasta imprescindible para entender el mundo contemporáneo. En la sección se podrán ver dos películas de Pasolini poco conocidas: La rabbia (versión restaurada recientemente por Giuseppe Bertolucci de un film-ensayo que Pasolini hizo en 1963; esta nueva versión incluye 16 minutos de material inédito y un epílogo); y Appunti per un'Orestiade africana (en 1970 Pasolini proyectaba realizar una versión fílmica de la Orestíada, ambientada en el Africa; el film nunca se concretó, pero Pasolini tomó unos "apuntes" que le permitieron crear un nuevo género cinematográfico, que anticipa algunas de las tendencias más originales del documental contemporáneo). Esta sección también incluye el estreno de Gennariello dos veces (2009), un documental de Élise Florenty basado en las extraordinarias Cartas Luteranas (los últimos textos escritos por Pasolini poco antes de ser asesinado). Florenty vuelve a los espacios baldíos que Pasolini amaba, para retratar a los muchachos napolitanos de hoy.

- Otra sección prometedora: "Huellas de un siglo". Un proyecto emprendido por la Televisión Pública, el de contar en 26 capítulos de 26 minutos de duración cada uno los 200 años de historia argentina (canal 7 emitirá esta serie durante la celebración del bicentenario, el año que viene). En el DOC se estrenan, en caracter de anticipo, seis de estos capítulos: 973, la primavera de los pueblos (Hernan Khourian), 1976, descabezamiento de la clase obrera (Gustavo Fontán), El malón de la paz (Pablo Reyero), El grito de Alcorta (Marcel Cluzet), Eva Perón, último año con su pueblo (Alejandro Fernández Mouján) y Bombardeo a la Plaza de Mayo (Carlos Echeverría).

- Hay más aún: entre otras cosas, varios estrenos argentinos: Los resistentes, el nuevo film de Alejandro Fernández Mouján (el director de Pulqui, un instante en la patria de la felicidad) sobre la resistencia peronista después del golpe del 55; El sirviente, de Ernesto Baca, el retrato de una familia Hare Krishna en el conurbano bonaerense; y la opera prima de Cecilia Priego, Familia tipo, en la que su autora está decidida a sacar a la luz todo aquello de lo que en su familia desde hace años no se habla.

Como se puede intuir, se trata de una programación de un interés realmente extraordinario. Con el correr de los días iré haciendo algunos anticipos de las cosas que se podrán ver. La programación completa se puede conseguir acá.