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miércoles, 22 de enero de 2025

David Lynch se fue cuando sus pesadillas se materializaron


 

¿A quién apoya el dispositivo hegemónico? Mark Zuckerberg (Facebook), Sundar Pichai (Google), Elon Musk (X) y Tim Cook (Apple) en la asunción de Trump. ¿Algo más hegemónico? Los antiwoke argentinos pregonan que a Trump lo atacan los medios hegemónicos.


Cuando en 1979 veíamos en Apocalypse now al coronel Killgore decir "Me encanta el olor del napalm a la mañana. Huele a victoria" lo considerábamos una hipérbole con fines poéticos de un fascismo en retirada. Hoy Killgore parece refinado al lado de trump, musk o milei.


viernes, 17 de enero de 2025

Mulholland Drive: la belleza es el comienzo del horror que somos capaces de soportar


Mulholland Drive es un film cuya visión trastorna. * No se me ocurre una palabra mejor. Tiene elementos del cine de género: suspenso, noir, film de terror, thriller psicológico, musical. Hay rubias que parecen inocentes y morochas fatales. Hay celos, infidelidad, despecho, uno o varios asesinatos por encargo. Hay objetos que funcionan como indicios, que guían la pesquisa: un par de llaves, un cenicero, una caja azul de contenido misterioso, tazas de café. Pero Lynch no apela a estos códigos para tranquilizar al espectador diciéndole "mirá que se trata de un film de genero" o "disculpame los lugares comunes, la rutina, la falta de rigor, después de todo es un film de género". No: Lynch altera por dentro la función del suspenso, del thriller, del musical, del mcguffin, de las rubias y morochas, de los indicios, hasta lograr empujar al espectador hacia una zona viscosa y renuente a las palabras. Oscurá y húmeda como un beso de lengua

Cine y palabras: ¿hasta dónde el cine puede subordinarse al discurso verbal y hasta qué punto esto no es posible. Es que hay una vibración de la piel, brillos y sombras, texturas visuales y sonoras intraducibles a palabras. La "lectura" que se puede hacer de ellas es limitada, porque mientras tanto Lynch va socavando la tranquilidad de un espectador acostumbrado a "leer" un vocabulario conocido. Lynch trastorna la posición del espectador-lector, hasta hacerlo cuestionarse: "¿qué demonios estoy leyendo?". El cine no es lenguaje, sino "lenguaje", el espectador no lee, sino que "lee". (Solo es posible usar estos términos por analogía). Salí realmente nervioso de ver Mulholland Drive.


La vi cinco, diez veces y siempre vi a la gente saliendo perturbada, irritada; algunas funciones terminaron con risotadas y aplausos sarcásticos, típicos aplausos de espectadores despechados que no admiten que una película los supere. Parece que Lynch no se lleva bien con el hábito del espectador de cine. Esta demanda del cine como relato basa su fuerza en el deseo de todo espectador de "entender" de qué se trata una película. Y por lo común, el espectador supone que entiende la película si puede reconstruir con palabras la cadena de acontecimientos que vemos en la pantalla. ¿Y si una obra apuntara a cuestionar esta exigencia del espectador? ¿Si su autor planteara desafiar esta posición de los espectadores “lineales”? Si es eso, entonces la pantalla se vuelve un espejo en el que aparece la frustración de la inercia del espectador.


Si el espectador reconoce su inercia como tal, si acepta que toda película no tiene por qué acomodarse a ese hábito lineal, entonces la experiencia de mirar la película puede transformarse en otra cosa. No es la película la que falla, sino, en todo caso, la experiencia de ver la película hace aparecer una falla entre la película y el espectador. En el caso de Lynch, esa "falla" es el verdadero asunto de la película.

Yo creo que Mulholland Drive, al igual que Lost Highway, Twin Peaks o Blue Velvet ponen sobre el tapete el deseo infantil de que nos cuenten un cuento y a la vez la imposibilidad de contarlo. Lynch lo logra con la musicalidad envolvente de su banda sonora (en co-autoría con el extraordinario Angelo Badalamenti), en la que no solo las palabras, sino también el silencio, la vibración, los timbres (el grano de la voz de Rebeka del Río), la duración (las larguísimas notas del tema de amor), todo significa. Lo logra también con las texturas visuales: los colores brillantes, los contrastes, la tersura del terciopelo azul, el rouge en los labios de las actrices (y de los actores), la belleza como el comienzo del horror que somos capaces de soportar, el cuerpo en escorzo de ¿Diane? ¿Betty? que está muerta y pudriéndose o sólo durmiendo; el petirrojo que lleva en su pico un horrible insecto...


No creo que a nadie le suene raro si digo que Mulholland Drive es oscura, rabiosamente, una película romántica. Ni si digo que es una historia de amor, de celos, de locura y de muerte en el país de los sueños. Los que la vieron sin darse cuenta de que es una película de amor, no la entendieron. Los que se dieron cuenta saben que no se puede vivir sin verla un a y otra vez

¿Qué se siente en el club Silencio? La voz arrebatadora de Rebeka de Río, cantando "Crying".


* Esta nota fue originalmente publicada el 3 de noviembre de 2010.

Lynch, el extremo



*
Si hacemos un ciclo de cine sobre la exploración de los extremos, no podría faltar David Lynch, la gran anomalía del cine americano del último medio siglo. Y ya también de la televisión. El capítulo 8 de Twin Peaks 3 es el evento más anómalo de la historia de la televisión o de como sea que se llame ahora eso que sale por Netflix.

Hay que decir que existe una generación cuya sensibilidad narrativa fue moldeada por Netflix. Probablemente muchos de ellos no sepan que las actuales series televisivas no habrían sido posibles sin la preexistencia de las dos temporadas noventistas de Twin Peaks. Aquellas temporadas ya estaban empujando el arco, obligando a alterar las nociones usuales sobre la relación entre cine americano, televisión americana, series, narrativa, artes plásticas, industria cultural, política de los autores, etc. Todas las taxonomías caducan ante las dos primeras temporadas de TP.

Es cierto: hay algo de postmoderno y muy post-ochentista en el gesto lynchano, pero eso que puede confundirse con las diversas modalidades del consumo irónico, los nichos de consumo, la retromanía, el pastiche, se arruga ante la deformidad de Twin Peaks. Yo los comparo con la forma de la caja del vinilo de Artaud que no entraba en las bateas ni en las discotecas. Si les gusta la comparación, bien. Si no, jódanse.

También creo que hay una camada de lyncheanos que formateó su sensibilidad vía Twin Peaks. Y que muchos de ellos, cruzados con el hábito del consumo de Netflix, estarían esperando una tercera temporada que de alguna manera afianzara sus certezas acerca del objeto de su culto.

Pero Lynch no es solo Twin Peaks, ni tampoco solo Blue Velvet + Twin Peaks.



¿Cuántos fans de Twin Peaks conocerán los recovecos más oscuros de la obra de Lynch? ¿Cuántos habrán visto Inland Empire, su último largometraje, o Eraserhead, el primero que hizo hace ya 40 años?

Bueno: El ya famoso capítulo 8 de la temporada 3 de Twin Peaks tiene más que ver con Eraserhead que con la serie. Lo inaudito no es que Lynch haya recurrido a procedimientos típicos de las vanguardias del cine y las artes plásticas del siglo 20, sino que ponga los diversos dispositivos por los que se cuela en un estado de acople desquiciante. Un fotograma aislado del TP3 - 8 se puede parecer a cierta película del año 27, así como otro plano puede remitirnos al cine B de los 50. Lo que descalabra la máquina es ese juego de cajas donde nada encaja; en ese no-encajar está la revulsión. Lynch parece perfectamente consciente de este reto -político, puesto que el animal político hoy devino animal televidente- al poner en el primer capítulo de esta nueva temporada a un chico que se pasa las horas mirando fijo una caja de vidrio en la que nunca vio nada, pero que también sabe que el que estuvo haciendo esa misma tarea antes que él le parece haber visto algo alguna vez. Poco después de esa acotación, un ente salido del cubo de cristal va a arrancarle la cabeza al chico tele-no-vidente.

Si un capítulo de Twin Peaks modelo 2017 produce estupor, desorientación y regocijo, ¿cómo habrá sido recibida su primera película, cuando todavía no gozaba del actual prestigio cimentado por décadas de intransigencia artística?

El primer largo de David Lynch llevó más de cuatro años de realización, bajo el auspicio del entonces recién fundado Advanced Film Studies del American Film Institute en California, donde Lynch comenzó a trabajar a principios de 1972 con su guión original de 21 páginas: "Mi punto de partida era la imagen de la cabeza de un hombre que rebota en el suelo, que era recogida por un niño y la llevaba a una fábrica de lápices". Lidiando con un presupuesto de u$s 10,000, módico para el contexto del cine norteamericano, Lynch fue productor, director, guionista y editor de su ópera prima. Quería completar una película de 42 minutos en seis semanas. El cast y el equipo técnico se fueron modificando y los problemas de presupuesto prolongaron el rodaje. La postproducción se completó en abril de 1976 y la primera proyección pública de la película se hizo aproximadamente un año después, hace 40 años, el 19 de marzo de 1977, en el Festival de Cine Filmex en Los Angeles, después de haber sido rechazada por los festivales de Cannes y Nueva York.



La recepción inicial se polarizó. La película tuvo defensores entusiastas y detractores acérrimos. Jack Nance describió la noche del estreno: "Se hizo un silencio de asombro. Luego comenzó el aplauso. El público simplemente se levantó, fue precioso". Variety, en cambioo, le dedicó una crítica negativa, aduciendo que a pesar de sus logros tecnológicos la película era un ejercicio de repugnante mal gusto que ofrecía poca sustancia y sutileza. Algunos críticos prominentes, como Pauline Kael en The New Yorker y Richard Combs en The Guardian aprobaron el clima de la película y su lógica onírica, así como su capacidad de inquietar con sus imágenes perturbadoras y ambiguas. La película se transformó pronto en un fenómeno de culto y se mantuvo durante meses en proyecciones semanales en salas del circuito alternativo.

El fenómeno de culto de Lynch fue creciendo de a poco sin detenerse hasta hoy. Su capacidad para seguir sorprendiendo, aterrorizando y desorientando a los espectadores no sufrió un efecto de acostumbramiento. La temporada 2017 de Twin Peaks 2017 azora por su arquitectura torcida, su inagotable imaginería visual, su personalísimo diseño sonoro y ese humor dadaísta que en cualquier momento vira hacia un shock de horror. Cuarenta años de Lynch no lograron hacerlo previsible. Su sola presencia en el circuito mainstream del siglo xxi, su visible anomalía en medio de ese conexto, refuerzan el peso altamente político de su mirada pesadillezca de la trama norteamericana y ahora global, alejada de la infantilización irremisible del cine de Hollywood.

Ver Eraserhead 40 años después permite comprobar que todo esto ya estaba ahí entonces. 



* Esta nota fue originalmente publicada el 20 de julio de 2017, a propósito de la proyección de Eraserhead en el ciclo de Cine Extremo en Red Colegiales.

martes, 19 de noviembre de 2019

Momento mágico

La otra.-radio 1a. parte: Lou Reed, Jimmy Scott, Doc Pomus, David Lynch, Alejandro Rubio y la tranquilidad después de la paliza: para escuchar clickeando acá 


La canción "This magic moment" (1960) fue compuesta por Doc Pomus y Mort Shuman y fue un hit en la versión de The Drifters:



Lou Reed era fan de Doc Pomus y de esa música pop de la era pre-beatle. Hace una versión de "This magic moment" que aparece en Carretera perdida de David Lynch (1997).



Pero Lynch extrajo la versión de Lou del disco 'Til the night is gone, grabado en 1995 como tributo a Doc Pomus, que había muerto tres años antes. Cuando Lou estaba cumpliendo 50 años perdió en poco tiempo a dos queridos amigos: la travesti Rotten Rita, a la que conocía de la época de The Factory, y a Doc. Lou estaba planeando hacer un disco sobre la magia, luego del homenaje que junto a John Cale habían grabado a Andy Warhol, Songs for Drella. Pero la muerte de los dos amigos convirtió al disco sobre magia en un disco sobre pérdidas: Magic and Loss (1992).

Cuando atravesás el fuego
atravesás la humilllación
atravesás un laberinto de dudas sobre vos mismo.

Cuando atravesás la humilllación
la luz te puede cegar
algunas personas no llegan a entenderlo.

Atravesás la arrogancia, atravesás las heridas
atravesás un pasado siempre presente
y es mejor no esperar que la suerte te salve.

Atravesás el fuego hacia la luz
así como atravesás el fuego
moviendo tu mano derecha
hay cosas que tenés que sacarte
y ese miedo cáustico en tu cabeza
nunca te ayudará a sacarlas.

Tenés que ser muy fuerte
porque empezás de cero
una y otra vez
y a medida que el humo se disipa
el fuego avanza y quema todo.

Dicen que nadie puede hacerlo todo
aunque sea lo que en tu cabeza querés
no podés ser Joyce
así que al final estás atrapado en vos mismo
y la rabia te puede hacer mal
tenés que empezar por el principio otra vez
y justo en este momento
ese fuego maravilloso empieza de nuevo.

Cuando atravieses la humillación
cuando atravieses la enfermedad
cuando atravieses por "yo soy mejor que ustedes"
cuando atravieses la ira y tu desprecio a vos mismo
y tengas fuerza para entender todo
cuando el pasado te dé risa
y puedas saborear la magia
eso te permitirá sobrevivir a tu propia guerra
vas a encontrar que ese fuego es la pasión
y que adelante hay una puerta, no una pared.

Al pasar por el fuego, a medida que pases
tratando de recordar su nombre
cuando pases por el fuego lamiendo tus labios
no podés seguir siendo la misma persona
y si el edificio arde
andá hacia la puerta
no combatas las llamas
hay algo de magia en todas las cosas
y también una pérdida para compensar.

En el primera parte del programa del domingo (escuchen acá) Maxi Diomedi siguió con su travesía por las estaciones de la obra de Lou Reed y no dedicamos un buen rato a escuchar y pensar Magic and Loss.

Lou convocó a Jimmy Scott para participar en el disco, que mete su voz andrógina en "Power and glory"



Jimmy Scott era un cantante negro nacido en Ohio en 1925, amigo de Doc Pomus. Jimmy había tenido una enfermedad hereditaria, el síndrome de Kallman, que detuvo su crecimiento en la pubertad. De ahí el extrañísimo registro de su voz. Lou conoció a Jimmy cantando en el funeral de Doc Pomus y se hicieron amigos. Cuando grabó Magic ans Loss pensó que Jimmy era ideal para cantar la frase: "I wanted all of it/ not some of it...".

Alito Aep estaba escuchando anoche el programa y nos mandó un mensaje: "La voz de Jimmy Scott es lo más cercano que podemos tener hoy a lo que fueron los castrati. Fisiológicamente es similar, pues se trata de la laringe de un varón que no recibió el estímulo de la testosterona y por eso no se desarrolló como en el resto, cuando "nos cambia la voz". El motivo por el cual a los chicos que pintaban para ese fin se los castraba en otras épocas era que pudieran cantar las notas de una mezzosoprano o soprano, con la caja de resonancia y pulmones más grandes y potentes de un varón. Afortunadamente esas cosas dejaron de hacerse. Si Scott se hubiera entrenado en canto lírico, habría sido un símil castrati. Como no lo hizo, fue un, digamos, castrati popular".

Hay una red de relaciones mágicas en todo esto: Lynch hizo aparecer a Jimmy Scott en el episodio 29 de Twin Peaks, cantando "Sycamore trees" en la habitación roja:



Más avanzada la trasnoche del domingo se incorporó al programa Alejandro Rubio y estuvimos analizando el clima convulsionado que atraviesa por estos días Sudamérica, con la debacle del esquema neoliberal del postpinochetismo chileno, que ya lleva un mes de resistencia popular en las calles a pesar de la feroz represión de Piñera. Y pensar que Chile era el modelo a imitar... Dos meses antes nadie habría imaginado la debacle chilena, parecía un régimen incólumne. Tampoco nadie podía imaginar que iba a producirse un golpe contra Evo Morales en Bolivia. Si había dos sistemas políticos que hasta hace poco parecían estables eran, con signos totalmente opuestos, el chileno y el boliviano. En cambio, antes del 11 de agosto esperábamos las PASO en Argentina con una fuerte incertidumbre. Hoy que al macrismo le quedan días en el gobierno, la transición hasta que asuman Alberto y Cristina, se desenvuelve en una serenidad desconcertante. Hasta inquieta que todo vaya tan tranquilo, cuando los medios dominantes preanunciaban un traspaso de alta inestabilidad. ¿Será esta placidez en la que atravesamos el fin del macrismo engañosa? ¿Se darán vuelta los roles y la sociedad argentina pasará a ser un modelo de estabilidad política? ¿Es la tranquilidad después de la paliza, como dice Bochatón, o será la calma que antecede a una tormenta?

Alejandro Rubio dice que la situación en Bolivia se va a hacer insostenible para la patota desaforada de Santa Cruz y va a fracasar. "El plan norteamericano contrapopulista ha fracasado rápidamente" afirma tajante Rubio. "Ha fracasado en Ecuador, en Brasil no se ve que esté funcionando bien, Lula salió y se puso más duro que nunca, en Argentina macri unificó al antiperonismo y logró la unificación del peronismo, cosa que no se lograba desde los 80".

En esta parte del programa hicimos junto a Alejandro Rubio el análisis político de la situación. No creo que sea conveniente que se lo pierdan. Acá.

Más adelante subo la segunda parte del programa, en la que Rubio empieza su columna mensual sobre poesía, épica y la teoría de la novela de György Lukács.

Magia radial.

lunes, 11 de septiembre de 2017

David Lynch, Twin Peaks y la exploración sensorial / El macrismo entró en su fase racista

Además: conflictos en el INCAA. Anticipo DocBsAs. La otra.-radio de anoche, para escuchar clickeando acá


Carmen Guarini, una documentalista argentina de extensa trayectoria, coordina junto con Marina Gutiérrez De Angelis el Area de Antropología Visual de la UBA. Todos los años organizan jornadas que cruzan algún tema del cine con la antropología de la imagen. Este año lo dedicaron a David Lynch, bajo el título "Visiones de lo extraño en lo familiar. Una mirada antropológica al cine de David Lynch". En estas recientes jornadas participaron Daniele Dottorini (quien disertó sobre Dale Cooper o el cine como percepción alterada del mundo), Eduardo A. Russo (En la tierra de las sombras eléctricas: Imagen, cuerpo y técnica en David Lynch), María Iribarren (El efecto Twin Peaks), Diego Brodersen (De osadías y límites: el regreso de Twin Peaks), en debates coordinados por Emilio Bernini.

En la página de Antropología Visual, Guarini y De Angelis explican así el objetivo de estas jornadas:

"A primera vista puede resultar extraña la propuesta de aproximarnos a la obra de David Lynch desde la Antropología visual y de la imagen. Pero quizás sea uno de los mejores terrenos para adentrarse en su atmósfera sensorial, ambiental, inquietante y confusa. Porque su cine se arroja insistentemente a experimentar las relaciones de la imagen con el sonido, con la palabra, con los colores y por supuesto, con la música. La obra de Lynch es una exploración del medio cinematográfico pero también de otro medios de la imagen. Una expansión sensorial y visual donde la imagen es el epicentro de todos sus vibrantes movimientos y donde la palabra ambiente resuena constantemente. Ambiente es – en palabras de Lynch – el momento en que todo lo visto y oído logra producir una sensación determinada, en especial, las sensaciones que nos arrojan al mundo del sueño y sus mecanismos".

Anoche en La otra.-radio conversamos con Guarini sobre Lynch y el proyecto que co-dirige. El audio de la charla lo pueden escuchar en el primer tramo del programa, que se descarga completo clickeando acá. La grabación en video de las disertaciones y debates de las jornadas se pueden ver en la página de Facebook de Antropología Visual. Carmen nos contó que se discutió acerca del problema del encuadre genérico de Twin Peaks: ¿cine o serie? ¿Es posible incluirla dentro de ese proceso que algunos caracterizan como "post-autorismo", dado que lo típico de las series es el borramiento de la función de autor? Tanto a Carmen como a mí nos parece que atribuirle ese carácter a Twin Peaks es un gran error, más allá de la etiqueta que quiera ponérsele: el que haya salido por Netflix no permite desconocer el fuerte sello autoral que Lynch le imprime a cada plano de Twin Peaks. Así que cualquier vinculación de esta obra con la nunca demostrada "muerte" del autor solo puede deberse a una defectuosa inferencia analógica. TP está férreamente integrada a toda la filmografía previa de Lynch, uno de los autores más sólidos y consecuentes de las últimas décadas. Podría quererse seguir sosteniendo que la función "autor" murió, pero habría que acudir a otro ejemplo para ilustrar esa hipótesis. Aún así, parece que el tema de la "post-autoría" de las series abrió una grieta entre el numeroso público que asistió a estas jornadas.

Otro fenómeno generado alrededor de la tercera temporada de TP es la proliferación delirante de sobreinterpretaciones que tratan de organizar los cientos de signos diseminados por Lynch y su co-autor Mark Frost. La web se llenó de blogs y foros donde se trata de racionalizar el relato, reducir esta diseminación y atar cabos sueltos que no parecen atables. Al contrario, Lynch juega con su resistencia a resolver las peripecias, lo que no equivale a decir que TP carezca de sentido. No habría que perder de vista que, pese al horror que infunden sus mejores momentos, también es patente una especie de comicidad estructural, contra todo intento de aquietar las derivas de su tonalidad y su encadenamiento de episodios. Las anomalías conectivas de TP resultan a la vez inquietantes y cómicas, porque la obra mantiene todavía un lazo con el paradigma de la narración normal que sin embargo corroe a cada paso. Lynch pone en marcha una máquina de producir interpretaciones disparatadas y ese juego es parte esencial del disfrute de una obra a la vez monstruosa.

Carmen Guarini también nos anunció que hoy se va a hacer una Asamblea Abierta de Documentalistas, en la que se van a tratar varios problemas que está generando la actual conducción política del INCAA: la subejecución presupuestaria, el atraso en los pagos de los subsidios a la producción documental, el simulacro de diálogo que nunca aporta avances en la situación y un intento de intervención política en la conformación y en la tarea de los comités de cine documental que pretende controlar la orientación de las realizaciones. Simulacro de diálogo, subejecución y control político de la producción parecen ser las constantes del macrismo en todos los órdenes de su política cultural. No es que este régimen no tenga una política cultural; por el contrario, tiene una política muy nociva de desaliento de la producción cultural. Desde el irregular nombramiento como presidente del INCAA de Ralph Hayek, los problemas no cesan de agravarse. La Asamblea se hace esta tarde a las 17:30 en la Manzana de las Luces, Sala China Zorrilla. Perú 272, CABA.






Guarini también nos dio algunas primicias sobre la realización de la nueva edición de DocBsAS. Este año viene como invitado Stéphane Breton, cineasta y etnólogo francés, director artístico del Museo del Quai Branly. De Breton el Doc va a estrenar su última película filmada en Irak en plena guerra. También va a haber por primera vez una sección de videos de realidad virtual en 360°. El Festival este año se va a llevar a cabo del 12 al 18 de octubre en el Gaumont, la Sala Lugones, el Centro Cultural San Martín, la Alianza Francesa y en el MACBA, donde va a haber una muestra de cine en cruce con otras expresiones artísticas, curada por Eduardo Stupía. 

En nuestro programa de anoche, más allá de la conversación con Carmen Guarini, hablamos de la política negacionista que el gobierno está desplegando alrededor de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, dirigida desde la jefatura de gabinete por Marcos Peña y Hernán Iglesias Illa, negacionismo que tiene una retaguardia mediática y cultural que intenta promover como nunca antes en la sociedad argentina un clima de persecución racial desde las entrañas mismas del estado. ¿Nos encaminamos desde un estado desaparecedor y negacionista hacia un estado racista? La instalación del racismo dirigido contra los pueblos originarios, a los que el sistema de difusión oficial ha vuelto a llamar "indios", como en el siglo xix, es pre-condición política para consolidar un régimen de ajuste y represión?

Para sacarnos de la boca tanta amargura, en el programa de anoche escuchamos la música de Tom Waits.

jueves, 20 de julio de 2017

Lynch, el extremo

Extremos II: Eraserhead - David Lynch - Sábado 19:30 (puntual) en Alvarez Thomas 1093 - Red Colegiales




Si hacemos un ciclo de cine sobre la exploración de los extremos, no podría faltar David Lynch, la gran anomalía del cine americano del último medio siglo. Y ya también de la televisión. El capítulo 8 de Twin Peaks 3 es el evento más anómalo de la historia de la televisión o de como sea que se llame ahora eso que sale por Netflix.

Hay que decir que existe una generación cuya sensibilidad narrativa fue moldeada por Netflix. Probablemente muchos de ellos no sepan que las actuales series televisivas no habrían sido posibles sin la preexistencia de las dos temporadas noventistas de Twin Peaks. Aquellas temporadas ya estaban empujando el arco, obligando a alterar las nociones usuales sobre la relación entre cine americano, televisión americana, series, narrativa, artes plásticas, industria cultural, política de los autores, etc. Todas las taxonomías caducan ante las dos primeras temporadas de TP.

Es cierto: hay algo de postmoderno y muy post-ochentista en el gesto lynchano, pero eso que puede confundirse con las diversas modalidades del consumo irónico, los nichos de consumo, la retromanía, el pastiche, se arruga ante la deformidad de Twin Peaks. Yo los comparo con la forma de la caja del vinilo de Artaud que no entraba en las bateas ni en las discotecas. Si les gusta la comparación, bien. Si no, jódanse.

También creo que hay una camada de lyncheanos que formateó su sensibilidad vía Twin Peaks. Y que muchos de ellos, cruzados con el hábito del consumo de Netflix, estarían esperando una tercera temporada que de alguna manera afianzara sus certezas acerca del objeto de su culto.

Pero Lynch no es solo Twin Peaks, ni tampoco solo Blue Velvet + Twin Peaks.



¿Cuántos fans de Twin Peaks conocerán los recovecos más oscuros de la obra de Lynch? ¿Cuántos habrán visto Inland Empire, su último largometraje, o Eraserhead, el primero que hizo hace ya 40 años?

Bueno: El ya famoso capítulo 8 de la temporada 3 de Twin Peaks tiene más que ver con Eraserhead que con la serie. Lo inaudito no es que Lynch haya recurrido a procedimientos típicos de las vanguardias del cine y las artes plásticas del siglo 20, sino que ponga los diversos dispositivos por los que se cuela en un estado de acople desquiciante. Un fotograma aislado del TP3 - 8 se puede parecer a cierta película del año 27, así como otro plano puede remitirnos al cine B de los 50. Lo que descalabra la máquina es ese juego de cajas donde nada encaja; en ese no-encajar está la revulsión. Lynch parece perfectamente consciente de este reto -político, puesto que el animal político hoy devino animal televidente- al poner en el primer capítulo de esta nueva temporada a un chico que se pasa las horas mirando fijo una caja de vidrio en la que nunca vio nada, pero que también sabe que el que estuvo haciendo esa misma tarea antes que él le parece haber visto algo alguna vez. Poco después de esa acotación, un ente salido del cubo de cristal va a arrancarle la cabeza al chico tele-no-vidente.

Si un capítulo de Twin Peaks modelo 2017 produce estupor, desorientación y regocijo, ¿cómo habrá sido recibida su primera película, cuando todavía no gozaba del actual prestigio cimentado por décadas de intransigencia artística?

El primer largo de David Lynch llevó más de cuatro años de realización, bajo el auspicio del entonces recién fundado Advanced Film Studies del American Film Institute en California, donde Lynch comenzó a trabajar a principios de 1972 con su guión original de 21 páginas: "Mi punto de partida era la imagen de la cabeza de un hombre que rebota en el suelo, que era recogida por un niño y la llevaba a una fábrica de lápices". Lidiando con un presupuesto de u$s 10,000, módico para el contexto del cine norteamericano, Lynch fue productor, director, guionista y editor de su ópera prima. Quería completar una película de 42 minutos en seis semanas. El cast y el equipo técnico se fueron modificando y los problemas de presupuesto prolongaron el rodaje. La postproducción se completó en abril de 1976 y la primera proyección pública de la película se hizo aproximadamente un año después, hace 40 años, el 19 de marzo de 1977, en el Festival de Cine Filmex en Los Angeles, después de haber sido rechazada por los festivales de Cannes y Nueva York.




La recepción inicial se polarizó. La película tuvo defensores entusiastas y detractores acérrimos. Jack Nance describió la noche del estreno: "Se hizo un silencio de asombro. Luego comenzó el aplauso. El público simplemente se levantó, fue precioso". Variety, en cambioo, le dedicó una crítica negativa, aduciendo que a pesar de sus logros tecnológicos la película era un ejercicio de repugnante mal gusto que ofrecía poca sustancia y sutileza. Algunos críticos prominentes, como Pauline Kael en The New Yorker y Richard Combs en The Guardian aprobaron el clima de la película y su lógica onírica, así como su capacidad de inquietar con sus imágenes perturbadoras y ambiguas. La película se transformó pronto en un fenómeno de culto y se mantuvo durante meses en proyecciones semanales en salas del circuito alternativo.

El fenómeno de culto de Lynch fue creciendo de a poco sin detenerse hasta hoy. Su capacidad para seguir sorprendiendo, aterrorizando y desorientando a los espectadores no sufrió un efecto de acostumbramiento. En Twin Peaks 2017, que ya lleva emitidos la mitad de sus capítulos, azora su arquitectura torcida, su inagotable imaginería visual, su personalísimo diseño sonoro y ese humor dadaísta que en cualquier momento vira hacia un shock de horror. Cuarenta años de Lynch no lograron hacerlo previsible. Su sola presencia en el circuito mainstream del siglo xxi, su visible anomalía en medio de ese conexto, refuerzan el peso altamente político de su mirada pesadillezca de la trama norteamericana y ahora global, alejada de la infantilización irremisible del cine de Hollywood.

Ver Eraserhead 40 años después permite comprobar que todo esto ya estaba ahí entonces. Este sábado 22 de julio a las 19:30 la vemos y la debatimos en Red Colegiales, Alvarez Thomas 1093, 19:30 horas, puntual. Mientras esperamos el capítulo 10 de Twin Peaks.



Mientras llega el sábado, propongo hacer, en vista de los ardidos debates que TP hoy provoca, una encuesta hot:

Twin Peaks es serie?
Es cine?
Es serial?
Es cereal?
Es Quaker?
Es GOT?
Es Kaka?
Es genre?
Es enerc?
Es Lynch?
Es Hitchcock?
Es chill?
Es tango?
Es punc?
Es opart?
Es peronista?

jueves, 6 de julio de 2017

"Ya no te creen, hermano": Twin Peaks y el café con Asís son los clásicos de esta temporada invernal



"La próxima ofensiva es contra La Matanza, no contra Espinosa. En la desesperación de la campaña, en la precipitación, y te diría en la gigantesca capacidad para equivocarse van a ir contra La Matanza pronto. El objetivo es ir contra La Matanza".

Los 24 minutos semanales después de la medianoche que la producción de Animales Sueltos le asigna al café con Asís, el autor de Los reventados y El gran diario argentino los aprovecha para desmontar todas las operaciones berretas que la mesa de esperpentos de Fantino construye con canalladas y fascismo de lunes a viernes. No es que Asís sea un defensor de la justicia social ni de la decencia. Es un pícaro que sobrevivió a varias masacres argentinas y quizás está más preocupado por su posteridad literaria, en la que tiene más chances de quedar bien parado que en su incursión por la política. Asís, además de sarcasmo y calle, tiene un gen peronista que no le permite ponerse a la altura (exigua) de los otros integrantes de ese programa. Con la energía precisa, sin demasiado esfuerzo, deja a Fantino en orsai en cada contraataque. Vale la pena verlos los miércoles a la medianoche: es un espacio intenso y divertido. "El tema de la corrupción no es conveniente [para macri] porque, si vos reproducís tanta agua bendita, tené cuidado de que no te agarren en algún renuncio, en algún manejo que pueda ser reprochable. Y de pronto si aparecen más o menos mencionados en alguna cosa, se desesperan. ¿Por qué se desesperan? Porque se presentan a sí mismos con una vara demasiado alta que es artificial, que no les corresponde".


[Tácitamente el Turco se refiere a la desesperación de la bancada oficialista para aprobar ese engendro denominado "Ley de Responsabilidad Empresarial". Anoche se hizo bolsa en diputados su parte sustancial, el artículo 37, que dejaba a cargo del procurador del Tesoro -un funcionario del Ejecutivo- eventuales declaraciones de "arrepentidos" del caso Odebrecht, para que cualquier prueba comprometedora para macri quedara en sus propias manos y a salvo de fiscales indiscretos. La sesión de anoche de diputados fue intensa y por momentos violenta. La diputada Teresa García, secretaria parlamentaria del FPV logró desarticular una maniobra pergeñada entre el jefe de la bancada macrista Nicolás Massot y la santafesina socialista Alicia Ciciliani, que quiso reintroducir por la ventana bajo la modalidad de un "reglamento" el mismo artículo 37 que la mayoría ya había volteado. Lo que ahora tiene media sanción no le sirve a macri para evitar quedar pegado a las denuncias de Odebrecht (¡pero ahora viene la escena en que juega Peceto, el mismo que se propone "desconurbanizar" el peronismo!). Lo que queda hasta ahora es un engendro legal que declara imprescriptibles los delitos por corrupción, generando un descalabro jurídico por el cual algunos delitos contra el patrimonio quedan por encima de los delitos contra la vida y equiparados a los de Lesa Humanidad. El mamarracho legal que pueda salir de las manos de Peceto y hasta volver a diputados se expone a una eventual declaración de inconstitucionalidad en cuanto cambie la relación de fuerzas en la muy decadente Corte Suprema. Es obra de la desesperación de un gobierno de corruptos medulares que, para no perder las elecciones, pretenden jugar a la ruleta rusa con el arma de una honestidad de la que, desde macri hasta carrió, pasando por el popoficialismo massista y la hipocresía del socialismo santafesino, carecen espantosamente. Quizás sea más fácil conectar los retorcidos nudos narrativos de la tercera temporada de Twin Peaks que desatar la trama de complicidades institucionales que sostiene al actual régimen de saqueo y represión. A esta desesperación del macrismo porque en la provincia de Buenos Aires pueda salir victoriosa Cristina se refiere Asís].

- Generás mucho lío, turquito- trata de achicar el pánico Fantino.

- Ni siquiera contamos el 5% de lo que se sabe...- sonríe pícaro Asís.



Esta semana no hubo capítulo de Twin Peaks. Esta pausa estaba prevista: el capítulo 8 ha sido quizá el evento más extraño y perturbador que haya emitido jamás la televisión, por lo cual hacían falta siete días más para reponerse y seguir. 

jueves, 1 de junio de 2017

Twin Peaks 3 / Pinamar

La otra.-radio, para escuchar clickeando acá



El programa del domingo pasado lo dedicamos a hablar de la nueva temporada de Twin Peaks (David Lynch) y de la película Pinamar (Federico Godfrid, antes co-director de La Tigra Chaco).

La tercera temporada de Twin Peaks se lanzó con un capítulo doble en el Festival de Cannes, mientras simultáneamente se están conociendo sus nuevos capítulos por Netflix. El segundo largo de Godfrid se exhibe los sábados en el Malba y todos los días en el Espacio INCAA Gaumont.

Para hablar de Twin Peaks invitamos a las lynchólogas Gabriela Zubiría y Lilián Cámera. Y también estuvo en el programa Federico Godfrid para hablar de su película.



Pero Godfrid también evocó un recuerdo de lo que le produjo el cine de Lynch:

"A mí con Lost Highway me pasó algo espectacular en el cine. Tuve una experiencia sensitiva que no me volvió a pasar nunca en el cine. En la película hay un trabajo muy interesante sobre la oscuridad, no a nivel conceptual, sino a nivel visual. En un momento entra el auto y te empieza a iluminar con los faroles. Yo me acuerdo que cuando estaba en el cine me encandiló. No podía ver la pantalla. Fue un momento en que pasamos de casi media hora de oscuridad absoluta a la luz absoluta. Y hay una cosa física que te produce hasta que el ojo se acostumbró a ver la luz que generaba la pantalla. Por eso digo que es una experiencia cinematográfica. La he vuelto a ver muchas veces, las escenas de sábanas negras me parecen impresionantes, pero en la pantalla chica, ese efecto de encandilamiento no pasaba".

Todos hemos tenido alguna vez experiencias físicas con el cine de Lynch, que este director logra con su trabajo sobre la luz, la sombra, el color y el sonido, los elementos propios del cine que inciden en nuestra sensorialidad y hacen a sus películas tan inquietantes. Cuando Lynch se metió en la televisión, hizo también bastante lío. Por supuesto que estamos todos bastante perplejos y deslumbrados con esta nueva temporada de Twin Peaks que estamos conociendo en dosis semanales, lo que también nos invitan a revisitar toda la filmografía de uno de los autores más importantes de la historia del cine. Ampliaremos.

Para escuchar toda nuestra conversación sobre Twin Peaks y Pinamar, mientras escuchamos las músicas de Angelo Badalamenti, pueden descarga el programa clickeando acá.


sábado, 12 de noviembre de 2016

Pensamientos extraños e improductivos



Sosteniendo todos los diálogos anteriormente mencionados, descubrimos las posibilidades de
la curva hacia la conducta progresiva y la realización última de las
metas de la evolución, que otorga los beneficios de la concencia junto con
ilimitados saltos de felicidad, también conocida como bienaventuranza, que es resultado de
las leyes que rigen la conducta física emergiendo de los más altos niveles del
espíritu, y en conjunto manifiestan el nivel mágico y místico de la Conciencia Cósmica,
volviéndose uno con el deseo de entrega completa al
Yo superior, que potencialmente ha estado esperando durante estos largos eones de tiempo,
y que de hecho se ha estado sumergiendo con frecuencia en un estado de semi-sueño o
pérdida del conocimiento, en la frontera de la ausencia total de pensamiento.

Específicamente, la áreas relacionadas con el nuevo pensamiento futurista tienen que ver
con numerosas tendencias emocionales abstractas, un poco escondidas
que llevan a uno a creer que las consecuencias de la interacción entre las fuerzas positivas y
las negativas producen un enlace vital entre la mente subconsciente y
la superconsciente, que por ello sólo puede ser considerado como estructuras reales
estructuras con dos cualidades separadas y distintas.

Como hemos visto, cuando una o más energías intensamente sentidas se
asocian con los más altos niveles de fenómenos perceptibles, y estas nuevas formas
actúan instantáneamente sobre las dos mentes anteriormente mencionadas
y dan lugar a nuevas asociaciones con los problemas derivados de la clasificación
las nuevas cepas de las cualidades físicas y emocionales que vemos surgir
en las escuelas y lugares de negocio de todo el país, y en las ciudades
que por supuesto tienen las complicaciones añadidas de la muchas veces sotenida
proposición de que no se puede tolerar la existencia de dos o más
Ideas intensamente opuestas en un mismo momento en el tiempo.

Para otros puede ser más fácil decir "no obstante," y ese simple pensamiento nos
trastorna a muchos de nosotros aquí que por tanto tiempo hemos mantenido la luz sobre
las palabras que nos brindan un sentido respecto a la cantidad de esfuerzo que
requiere cierto proceso que lleva al conocimiento de la tregua
detrás de la esencia alternativa que es interminable sin llegar a
comenzar, y en aquellas palabras del curso está la clave del largo
viaje hacia la comprensión que, como hemos aprendido, es algo por lo cual
cada ser humano está clamando haciendo un parlante con las manos sobre su boca.

A veces, por las noches, una sensación como la que persigue a los niños pequeños
en el bosque vendrá con un viento oscuro, y toda la luz se desvanecerá
dejando un sonido bajo que penetra por los ojos, que siguen a las formas oscuras
que corren hacia los nidos seguros, fuera del alcance de los pequeños dientes blancos
y la nariz llena de suciedad va a través de las montañas cubiertas de árboles altos y
agujas de color verde y cortezas de color rojo con el tono que rezuma en el aire,
que se seca en la superficie causando malhumor al que hace posible
la protección de todo lo que yace bajo la corteza, que por ahora seguirá siendo líquido
manteniéndose en un estado cercano a la esencia pura
que nos trae recuerdos de casa, que nos trae recuerdos del frasco rojo de galletas,
y la sonrisa bailando en la tarde de oro, mientras que la pipa
despide bocanadas de humo provenientes de la boca del padre con un hacha
para cortar madera que crece en las altas montañas.

A fin de garantizar que las cualidades fundamentales inherentes a las soluciones
de las cuestiones filosóficas modernas son precisas, la primera y principal
consideración se encuentra en el campo de las abstracciones asociadas con la pérdida de
la naturaleza y con la interacción de las fuerzas primarias de la vida misma
lo que se ha demostrado ahora sin sombra de duda que tiene su base
en el campo de lo absoluto en el estado de vacío que nos recuerda que
ha habido una reversión de esa especie de frase antigua: "de la nada, nada sale"
Como hemos visto este tipo de pensamiento que ha venido apareciendo
desde el principio de los tiempos es sólo una cortina de humo necesaria
para bloquear casi todas las auténticas consultas de los siglos posteriores
y es también con esto en nuestras mentes que vemos que el pensamiento inicial sobre este asunto
ha sido crítico hacia todo lo que sigue, y puede ser un excelente socio para
las fuerzas oscuras del mal que nos harían vivir para siempre en la oscuridad y
confusión, negándonose incluso a reconocer ni siquiera que existíamos, o que había
tal cosa como un diente malo o un dolor de muelas.

Llevando la discusión al ámbito de las consideraciones prácticas
es interesante señalar las posibilidades de la higiene dental y la notable
idea de un mundo libre de caries en los dientes, y todos los demás problemas
asociados con los dientes, la lengua, o la cavidad bucal, que, de hecho, podría ser
un magnífico motivo para hacer desaparecer algunos temores relacionados
con el dolor, conectados con las aplicaciones dentales, e incluso con la idea de que
la placa podría aparecer en las superficies de los dientes, y que los sucesos negativos
que siguieran, como la emisión de un horrible olor de la cavidad bucal
y las decoloraciones y la resultante perforación
de las alguna vez hermosas Imágenes mentales
y la posibilidad de la ruptura de relaciones basada en la Idea
de la distorsión negativa de la boca, porque los dientes, aunque no fueran necesariamente
considerados como los principales bloques de construcción de la felicidad,
de hecho, pueden convertirse en una pequeña llaga supurante y transferir energías negativas
a la que alguna vez fue la mente tranquila y pacífica, dando lugar a
pensamientos extraños e improductivos.

viernes, 23 de mayo de 2014

En la vida cotidiana hay más David Lynch que cine clásico americano

...dijo Pablo Suárez en su visita a La otra.-radio, que ahora sí, puede escucharse acá



Ayer subí esta entrada (Sentir, desear, temblar) anunciando con bombos y platillos nuestra conversa del domingo pasado sobre David Lynch con el invitado Pablo Suárez, pero tuvimos un problema con el FBI WARNING que impidió que el link funcionara. (Una situación, por otra parte, típicamente lyncheana). Habiendo solucionado el problema, subo nuevamente la entrevista que ¡ahora sí! se puede escuchar.



En un momento de la conversación llegamos a considerar la posibilidad de que finalmente David Lynch sea un cineasta realista, que nuestra vida esté llena de "situaciones Lynch" que, por un prejuicio que asocia sus películas al género fantástico, nos obtura la mirada para con este strange world en el que vivimos. Para escucar la entrevista, clickear acá.



jueves, 22 de mayo de 2014

Sentir, temblar, desear

En la vida cotidiana hay más David Lynch que cine clásico americano

...dijo Pablo Suárez en su visita a La otra.-radio que puede escucharse clickeando acá




NOTA DEL EDITOR:  El domingo pasado estuvo en La otra.-radio el crítico y ensayista Pablo Suárez, autor del libro Pesadilla Americana. El cine de David Lynch. Estuvimos hablando del reto que significa el cine de Lynch para el espectador demasiado apegado a las convenciones, el que quiere salir del cine "entendiendo" la película, mediante su reducción a un lenguaje verbal simple que permita "contarla" en pocas palabras. Pero para Lynch (que extrema las posibilidades intransferibles a otros lenguajes del arte cinematográfico, que se resiste con bravura y belleza a su reducción a literatura) las películas no pasan primero por el "entendimiento", sino por una experiencia que integra la tersura de las imágenes y la vibración del sonido y la música, tanto como el peso inquietante de lo invisible e inaudible. Cuando uno acepta que el cine no tiene por qué reducirse a palabras, entonces comprende a Lynch en su propia ley. De esto hablamos en el programa que pueden escuchar clickeando acá. Y de esto habla este notable pasaje del libro de Suárez, donde toma la escena del Club Silencio de Mulholland Drive, una de las cumbres del cine de Lynch y uno de los momentos más altos de toda la historia del cine, y despliega algunos de sus innumerables sentidos:

"Yo estaba bien, por un tiempo, volviendo a sonreír. Luego anoche te vi, tu mano me tocó, y el saludo de tu voz. Te hablé muy bien, y tú sin saber que he estado llorando por tu amor. Llorando por tu amor. Luego de tu adiós, sentí mi dolor, sola y llorando. Llorando, llorando, llorando...". Ya los primeros versos de Llorando conmueven a las dos mujeres, espectadoras de un show bastante sombrío y melancólico. Es que Betty no lo sabe (pero sí lo siente), Llorando habla, esencialmente, de la pérdida de Rita, del amor que se le escapó de las manos y de lo sola que se quedó. Bien podría ser Diane/Betty la que le está cantando la canción a Camila. Así, el Club Silencio se puede pensar como el lugar donde se descubre cómo y por qué comenzó el drama. Un lugar donde el dolor está siempre presente en forma de canción. Y un lugar que también funciona como metáfora del arte cinematográfico. Hay imágenes por un lado, sonido por el otro, después imagen y sonido se integran y crean escenas. Hasta que las escenas, las representaciones, se evidencian como tal y aparece el mundo real. Pero nada está dicho, nada está explicado con palabras. Todo está narrado con imágenes, música, ruidos y sonido.  



"Es que el surreal Club Silencio sintetiza una serie de significados que cobran sentido desde una apreciación claramente sensorial. Como en momentos claves de Lost Highway y de Blue Vlevet, acá [en esta escena de Mulholland Drive] hay que dejarse llevar para experimentar (y así saber) qué está pasando..."(Fragmento del libro Pesadilla Americana. El cine de David Lynch, de Pablo Suárez)