por Oscar Alberto Cuervo
Estaba buscando canciones celebratorias para el gran triunfo del Globo de ayer y descubrí algo que en realidad era previsible: las canciones que llevan por título "Huracán" suelen tener connotaciones violentas, trágicas, funestas o melancólicas. Pero también me enteré de algunas cosas muy interesantes de la historia del nombre del club.
El Club Atlético Huracán, como la ciudad de Buenos Aires, fue fundado varias veces, y la relación entre el nombre y la figura del Globo se hunde en el misterio o la incongruencia.
La primera fundación fue en 1903. Lo fundó un grupo de pibes del colegio Luppi, cercano a la estación del tren. El nombre elegido fue "Los chiquitos de Pompeya". En 1905 le cambiaron el nombre por "Defensores de Ventana", porque varios de sus miembros vivían en la calle Ventana. En 1907 deciden ir a hacer un sello con el nombre del club y piensan en cambiarlo una vez más. Algunos proponen "Defensores de Nueva Pompeya", pero no se convencen. Finalmente, se deciden por llamarlo con el extraño y gracioso título “Verde esperanza y no pierde”. No tengo idea de cómo se les ocurrió ese nombre, pero es obvio que no estaba destinado a denominar al Globito, porque la camiseta tendría que haber sido verde y la historia del club desmentiría con insistencia la idea de que "no pierde". La cosa es que van a hacer el sello a la librería del italiano Richino, ubicada en Sáenz y Esquiú, con $ 2,50. Pero el tano les dice que esa plata no les alcanza para un nombre tan largo y les propone que lo acorten. En la pared de la librería hay un cartel que dice "El Huracán" y Richino les sugiere ese nombre. Los pibes aceptan la sugerencia. Pero el tano se equivoca y pone "Club el Uracán" ¡sin la "H"!. Los pibes le reclaman agregarle la letra que falta pero Richino no accede, así que lo único que consiguen del librero es que les devuelva, en carácter de resarcimiento, 50 centavos.
La cuestión es que hay una fundación "oficial" (o más o menos oficial) en 1908. Existe un libro de actas en el que figura la fecha del 1 de noviembre de ese año, pero se sospecha que ese acta es tá falsificada, porque dice:
“Fúndase en Buenos Aires con fecha 25 de mayo de 1903 el Club Atlético Huracán y reorganizado el 1º de noviembre de 1908, con el fin de fomentar el juego atlético, especialmente el football” (...) "en football se usará camiseta blanca con la insignia del globo Huracán".
Se refieren al globo aerostático comandado por el ingeniero Jorge Newbery, que había hecho un resonante viaje desde Buenos Aires hasta una ciudad de Brasil, en un vuelo de cinco horas. Pero el acta no puede haber sido redactada en 1908, porque el primer vuelo del globo "El Huracán" se hizo a mediados de 1909. Por eso se infiere que el acta en realidad fue falsificada en la segunda asamblea, en 1910, cuando Newbery y su globo ya eran famosos, por lo que decidieron dejar asociado el nombre que ya traían al ícono del Globo. El propio Jorge Newbery los autorizó a usar el ícono en 1911, por lo cual lo nombraron Presidente Honorario. En 1914, hace exactamente 100 años, el club alcanzó la Primera Categoría; entonces le mandaron un telegrama a Newbery que decía:
"Hemos cumplido, el Club Atlético Huracán, sin interrupción conquistó tres categorías, ascendiendo a primera división, como el globo que cruzó tres repúblicas”.
Buscando canciones con ese título, me encontré con esta:
Las aguas claras del día brillando sobre el trigal
mañanas de uvas y vino recordando tiempos de paz
el gusto a frío en la aurora, el pan más tibio que el sol
yo pienso en el frío que ahora habita en mi corazón.
Hay en los ojos del pueblo la misma enorme tristeza
porque los brazos de acero nos frenan como represas
pero lo que ellos no saben, lo que no sabrán jamás
es que aquí en nuestra tierra, de la montaña hasta el mar,
sopla una brisa ligera que va a volverse huracán
ah, pero ellos no saben que un día será un huracán.
Amigo, conserva tu mente viva y atenta al engaño
que la hora justa y precisa sonará tarde o temprano
que sepan tus hijos pequeños que es duro y largo este viaje,
que ni dolor, madera o tiempo doblegan un corazón salvaje.
Hay en los ojos del pueblo la misma enorme tristeza
porque los brazos de acero nos frenan como represas
pero lo que ellos no saben, lo que no sabrán jamás
es que aquí en nuestra tierra, de la montaña hasta el mar,
sopla una brisa ligera que va a volverse huracán
ah, pero ellos no saben que un día será un huracán.
Es una canción muy hermosa que Pedro Aznar publica en su extraordinario disco Cuerpo y alma, de 1998. En realidad, es una versión de un tema del dúo brasileño Kleiton & Kledir, de título "Viração". El original dice "sopra uma brisa ligeira/ que vai virar viração". La versión castellana la hace Pedro. Al leer el original portugués, pensé que la palabra "huracán" era una mutación de "viración", acción y efecto de virar, pero al buscar la etimología descubrí que nada que ver. La palabra "huracán" tiene un equivalente en portugués que es "furacão", que no tiene nada que ver con virar. La raíz de "huracán" no es latina sino de una lengua aborigen de la América precolombina. Respecto de esto, también hay varias incertidumbres,. Algunas versiones dicen que proviene de la lengua quiché, que se hablaba en una región cercana al estado de Chiapas, y que quería decir "el más grande de los dioses". Pero la versión más aceptada (incluso por la RAE) le otorga a la palabra un origen en el idioma taíno, que se hablaba en la región de las Antillas Mayores (Puerto Rico, República Dominicana Haití y Cuba). La palabra quiere decir "centro del viento" (hura; viento; can; centro). El origen mitológico se remontaría hasta el más grande de los dioses, que es el que está en el corazón del viento.
Entonces, resulta que la canción brasileña que Aznar traduce al castellano, no se titularía "Huracán", sino "Viración" o "Viraje". Y Pedro tiene el acierto de traducirla por "Huracán". Incluso la versión de Aznar me parece superior a la original:
Hay otra canción llamada "Huracán", esta de Silvio Rodríguez, aparecida en su disco Segunda cita, de 2008:
Huracán, huracán,
que te llevas el mundo a volar
huracán, huracán,
que conviertes mi huerto
en campo desierto,
huracán.
Huracán, huracán,
encadena tu ferocidad
huracán, huracán,
y no sueltes
hasta que la muerte sea culta en piedad.
Huracán, sopla bien
no arrebates salud
y no mires a quien
si es que llueves virtud.
Huracán, huracán,
necesito tratarte y quedar
huracán, no atormentes el sol
suficientes celajes oscuros soporta el amor.
Huracán, sopla bien
no arrebates salud
y no mires a quien
si es que llueves virtud.
Huracán, huracán,
repasando de nuevo el hogar
huracán, si te veo volver,
no tendré otra elección
que afrontarte y vencer,
huracán.
Todo muy lindo, pero nada jubiloso.
La canción más famosa que lleva este título probablemente sea "Hurricane" de Bob Dylan. Pero la historia que cuenta es tan larga y complicada que mejor la dejo para el blog Un Largo.