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viernes, 23 de julio de 2021

Antojo Palo

No puedo conjugar en pasado


Disculpame, pero no puedo escribir una despedida más. Ya es bastante. Palo es alguien muy cercano, su aliento vital me rozó y hace pocas horas nos cruzamos en microchats de madrugada, hablando de canciones y películas. Tengo la suerte de estar cerca. Hace unos años no nos vemos, pero cualquier noche de estas estamos conectados, no puedo conjugar aún en pasado, no quiero.

También me pregunto qué pasa cuando una ciudad pierde a uno de sus grandes artistas, los que le dan vida. Qué hueco queda, no sé cómo se vive después con ese hueco. Qué vacío es este, cómo seguir ahora.

Varios veranos de la década pasada nos juntamos todas las noches en la radio, FM La Tribu. Y le pusimos Antojo, claro, por la canción y por lo que dice y por Palo. Ay diosito mío, no quiero despedirme ya.


- ¿Qué es la canción "Antojo"? ¿Una tarantela?

- Uno de los nudos de Argentina es la fusión no aceptada, no asumida. No terminamos de fusionarnos en paz. No sé quién se puede sentir europeo pero yo soy fanático de la música inglesa. Una de mis contradicciones más grandes es el amor que tengo por la música inglesa y lo intragable que me resulta la política exterior inglesa hace como 300 años. Es como una especie de fisura en mí.

- Estoy leyendo Tragedia e infortunio de la epopeya del desierto o El Ultimo Combate del Capitanejo Nehuén, libro de Liborio Justo (publicado con el pseudónimo de Lobodón Garrá) en el que narra con documentos de primera mano los procesos del genocidio contra los pueblos originarios. El abuelo de Liborio era un milico que tenía un rancho en Carmen de Patagones y da claridad del origen de las armas para el exterminio, trajeron la mecánica, los ferrocarriles, armaron al ejército y generaron el genocidio de la Pampa. (De ahí Palo salta al arte del período paleolítico). (...) Lo que me interesa es la cantidad de años que dura el arte paleolítico, es algo que dura 20 mil años. Me parece muy sobrecogedor la idea de 20 mil años de un  desarrollo que no se modificaba cada 25 minutos por un nuevo tuit... Y de ahí llegaba a la revolución industrial inglesa. ¿Qué es si no la revolución industrial inglesa lo que nos está alimentando 300 años después y mueriéndonos de cáncer? 


-¿Conocés la historia del cacique Calfucurá? Son 30 años de resistencia a las armas inglesas y creo que es el verdadero patriota argentino. Calfucurá: piedra azul. 

  

De ahí pasa a cómo compuso "Oficio de cantor": 

- Estaba en mi casa en un asado con todos, agarré la guitarra y me puse a cantar sin pensar, puse el grabador y después lo escuché. Y me puse a llorar. Salió sin querer, yo dije "el amor viene y va". Y yo no quiero eso, quiero que mi mujer y yo estemos bien, no quiero pelearme, no quiero separarme, reconciliarme, no quiero nada de eso, pero lo dije porque pasa. Y dije: "bueno, ahora voy a componer así".

Ah, el canto del zorzal
Su pluma se cayó
Cual lágrima en el mar
La cuidad
No deja ver el sol
La nave de papel
Se voló
Como la pasión
Y el amor
Que viene y va.


- Yo hice cinco temas que son como iluminaciones, los cuento con el dedo de una mano, son temas que vienen así, soy como un chamán, como un medium, vienen de otro lado, yo siempre digo: estos temas no son míos. 


Te estoy esperando ansiosamente
no puedo creer que me estés fallando
¿por qué no venís ya?
Vení pronto
que estoy perfumado estoy picante
¿Será esta noche una noche cualquiera
o será como una primavera?


Estos son solo algunos fragmentos grabados por la cámara de Martín Farina de aquel glorioso Antojo de una medianoche de febrero de 2015, junto a Palo, Martín, Santiago Segura y Maxi Diomedi en Fm La Tribu. 

El audio completo lo vamos a pasar este sábado a las 18 hs. en Patologías Culturales, FM La Tribu, 88,7.

martes, 12 de enero de 2021

Los discos del año 2020 IV

por Santiago Segura

Fueron muchas las veces que recibí la invitación de Oscar para hacer mi selección anual en La otra.-radio. En todas llevé música argentina al programa, por eso esta vez voy por mis cinco discos favoritos en el plano internacional: todo en inglés, todo norteamericano, todo imperdible (no porque lo elija yo). Quedan cosas afuera -podría hacer una selección nacional también, por supuesto-, pero esto es lo que más me impresionó de 2020 si hablamos de música.

Ohmme – Fantasize your ghost

La (mi) gran revelación del año es este dúo de Chicago. Sima Cunningham y Macie Stewart: dos guitarras eléctricas, dos voces poderosas, un baterista que completa el trío como músico invitado. Cinco elementos que son suficientes para demostrar que el rock puede seguir siendo un conjuro interesante, misterio en los recovecos. Hay un saber en la ejecución de Fantasize your ghost que desmiente a cierto rock alternativo que hace de la actitud desganada su cliché más cansador: aquí no se trata solo de intuición autodidacta. Ohmme es potencia levemente descolocadora, melodías hermosas cantadas siempre en un unísono celestial, compases compuestos que desacomodan eso que parece sencillo a la vez que sostienen el ritmo marcial, disonancias y ruido puestos en el momento exacto -el trabajo guitarrístico es impecable-, cuerdas que tensan y liberan el ambiente (Stewart es violinista y tecladista, además). Del nerviosismo de “Flod your gut” hasta el cierre preciosista de “After all” hay un viaje: de esto se trataba escuchar discos.  


Dirty Projectors – 5EPs: 

Tal vez el mejor experimento pandémico-musical de esta nueva era covidosa que no quiere acabar. Desde marzo de 2020 y hasta el final del año, el quinteto neoyorkino fue publicando una serie de EPs en la que cada capítulo -así los definieron; bien podría reconvertirse la sigla EP de extended play a una abreviatura de episodes- era cantado por un integrante del grupo, a excepción del baterista Mike John que, básicamente, es el único DP que no canta nunca. Recién en la quinta y última entrega, las voces de Maia Friedman, Felicia Douglas, Kristin Slipp y Dave Longstreth se funden como en discos anteriores. Si bien cada bloque de cuatro temas tiene sus maneras, el espíritu lúdico y acústico combinado con la experimentación de estudio, las influencias variopintas -el capítulo de Longstreth lleva de título Super João en homenaje a João Gilberto- y la atmósfera extraña generada con pocos elementos atraviesa el todo y las partes, que así funcionan también: juntas y por separado. Indispensable(s).


Rainsticks – October Onwards

La otra gran revelación de 2020 también proviene de Estados Unidos. Unos pocos oyentes mensuales en Spotify (menos de mil), una biografía escueta y que no brinda información técnica (jangle pop for the people). Pero un apoyo inestimable: Wilco. El grupo liderado por Jeff Tweedy confecciona todos los años una lista con recomendaciones musicales de todos sus integrantes. En esa lista estaba este nombre, Rainsticks, unos muchachitos de Nashville que toman la posta de un universo cancionero infalible: de Left Banke a Big Star, de The Byrds a Martin Newell, su música tiene un efecto chicloso instantáneo: te pone de buen humor y a tararear. Rainsticks viene a ser el nuevo eslabón en esa tradición infalible de la canción como gema bien pulida, tan anclada en los 60 como releída y actualizada por los mismísimos Wilco, Teenage Fanclub y una lista extensa (y tal vez no tan certera como los dos ejemplos destacados). Si siguen así, habrá que agregar el nombre Rainstick al linaje sagrado. Placentero como la morfina.


Bob Dylan – Rough and rowdy ways: 

La voz al frente, los acordes que van cayendo como gotera leve dentro de un balde. “I contain multitudes” es un clásico instantáneo y una muestra de cómo la música de Dylan fluye al pulso que se le canta aún en esta nueva centuria, que lo sigue teniendo como uno de los creadores más importantes, lejos de dormirse en los laureles, incluso cuando canta que duerme “con la vida y con la muerte en la misma cama”, o que no recuerda cuándo nació y olvidó su muerte. Viejo pero no sonso, Bob continúa el sendero iniciado hace casi 25 años en Time out of mind (1997): blues y baladas para tributar a viejos ídolos, ungir a (no tan) nuevas generaciones -Fiona Apple al piano en “Murder most foul”-, y repasar amores e influencias. La cantidad de menciones a artistas y obras que lo marcaron es una manera de recorrer su propia vida y se mueve como las canciones: parecen lineales, antiguas, estáticas; son movedizas e infinitas como su voz (¿queda alguien que lo crea un mal cantante todavía?). El corolario es “Murder...”, un disco por sí misma, con una fórmula similar a la de “I contain multitudes”: entre arrojo y arrojo armónico hay un espacio en el que puede suceder cualquier cosa y, aunque sepamos lo que va a venir, cada nueva escucha exige una atención inusitada a La Voz y a una banda notable, que con los instrumentos de siempre logra resultados asombrosos.


Owen Pallett – Island

Última joya llegada desde América del Norte, esta vez de un canadiense, que retoma su andar solista luego de seis años de silencio (Pallett trabaja, además de en la obra propia, como arreglista de infinidad de bandas y solistas de fama internacional). Island es un disco taciturno, que comienza desafiándote -el inicio instrumental es casi anticlimático para arrancar un álbum, hasta que se completa la experiencia y puede comprenderse como un resumen tímbrico y armónico del todo que vendrá: resonancia lúgubre- y va desplegándose canción tras canción. Si para “Paragon of order” no te enamoraste tal vez no sea lo tuyo, pero resulta difícil no sucumbir ante una música tan sobrecogedora y dramática, que va recargándose segundo a segundo en letra (“Hijos de hogares rotos/ Bailaremos”) y textura. Lo que sigue no es menos ominoso y bello, como si de un matrimonio entre Nick Drake y Joni Mitchell naciera un niño-monstruo de un planeta que aún desconocemos. Para valientes queda la tarea de escuchar el galope trágico de “A bloody morning”: “Seguramente algún desastre descenderá y nos igualará/ Una crisis unificará a los impíos, a los valientes y a los justos”. Distoépico.

lunes, 6 de abril de 2020

La extraña noche en que no salí de casa (La otra.-radio: FIN)

Penúltimo bloque de La otra, acá
Último bloque de La otra, acá


por Oscar Cuervo
Ilustración: Lucía Villalobos

El domingo pasado a esta hora estaba todo dispuesto para emitir La otra.-radio, previamente grabado y editado durante la semana. No pudo ser: las máquinas o algún eslabón en la cadena humana impidieron que lo que estaba listo no saliera al aire. Por el gran esfuerzo dedicado a armar el programa con la colaboración de todo nuestro staff  y ante la incertidumbre de garantizar la emisión en tiempo y forma, decidí personalmente que este fuera el último programa de este ciclo. Cuando todo se aproxime a la normalidad, volveremos a pensar cómo, cuándo, dónde queremos que siga La otra.-radio. Esta contingencia es una señal para invitarnos a  renovarnos, tomándonos todo el tiempo necesario.

Como algunos fragmentos del programa fueron emitiéndose en forma desordenada y sin que nuestros oyentes lo supieran a tiempo, estoy convencido de que vale la pena que se hagan accesibles en el blog:  son los dos últimos bloques de un ciclo que por ahora no sigue.

El editorial político conserva su vigencia, curiosamente, a pesar de que 7 días en el mundo actual pueden hacer caducar cualquier ocurrencia de coyuntura. La base de esa columna decía y todavía dice que la pandemia y la cuarentena no interrumpen los conflictos políticos, sociales y económicos del país, a pesar de que algunos esfuerzos apelan a una deseada unidad nacional para enfrentar la emergencia.

Las decisiones políticas del gobierno de Alberto y Cristina lograron que hasta el momento la emergencia sanitaria no escale hasta lo inmanejable, como sucede en países como Brasil, EEUU, Gran Bretaña o Ecuador, para citar ejemplos donde la calamidad de la infección se vio potenciada por liderazgos políticos calamitosos y criminales. En Argentina, la pandemia no causó una crisis política. Hoy parecemos un país civilizado.

La pandemia tendrá costos económicos muy severos. Pero el gobierno y un gran consenso social sostienen la prioridad de proteger las vidas como un principio no negociable. Afortunadamente no nos gobierna alguien como Bolsonaro, Boris Johnson o Lenín Moreno. Alberto parece la persona adecuada para ponerse al frente de esta circunstancia inédita. Tenemos que estar muy agradecidos de que no esté macri al mando del Poder Ejecutivo.

Pero las clases dominantes que apoyaron con firmeza el desastre macrista ya están presionando al gobierno democrático para que su lucro incesante no se detenga ni ante el costo de las vidas. El presidente hizo un esfuerzo por cerrar "la Grieta" pero la derecha no cambió: apuesta al fracaso del gobierno. Aunque cueste creerlo, el interés de las clases dominantes, aún con sus propias contradicciones, es que la catástrofe que hoy viven Brasil o Ecuador se repita en Argentina. La derecha siempre hace política con la muerte, no es novedad. Lo infrecuente es que un gobierno no  ceda diligentemente a las presiones de los rapaces. Si lo hiciera, como pasó en otras circunstancias menos difíciles, el gobierno perdería su legitimidad. La derecha aprieta y si consigue lo que reclama, vuelva a apretar por más, hasta vaciar al poder político de autoridad ante su base social.

Hace una semana los sectores más concentrados de la economía presionaban a Alberto para que levante la cuarentena. Techint tomó la delantera con 1500 despidos que sonaron a amenaza a la estabilidad social conquistada. El presidente no cedió ni piensa hacerlo, como lo manifiesta en la entrevista que ayer le concedió a Horacio Verbitsky.



La pandemia, si es que sirve para algo, es para iluminar con luz cruda los intereses inconciliables que atraviesan la historia nacional desde hace décadas y no se han interrumpido. Incluso cuando la pandemia pase el conflicto seguirá pendiente.

Carla Maglio comentó en su columna un par de textos a tener en cuenta para pensar la post-cuarentena: "¿Y después del encierro? Lo que nos espera cuando se aplane la curva del coronavirus", aparecido en el sitio español El Confidencial; y “Chinese Virus,” World Market, publicada en inglés en la revista digital n + 1 

Cristian Bonomo hizo su breve y exquisita columna musical dedicada al compositor Jean Philippe Rameau, un compositor francés del siglo xviii al que Cristian considera entre los más grandes de la historia de la música. Con las piezas breves que nos hizo escuchar a Cristian no le costó convencernos de que una vez más sabe lo que dice.

Todo eso lo escuchan acá.


En el último bloque la amada Rebekah del Río nos dejó "Llorando".


Santiago Santiago Segura nos hizo escuchar una canción muy linda del grupo Monotoro del disco El extraño día que no salí de casa, título muy adecuado para la ocasión.


Finalmente, hablé de Days, la película de de Tsai Ming-liang estrenada hace pocos meses en Berlín, ultimo gran festival pre Covid-19. La película es involuntariamente una elegía al mundo previo a la pandemia. Su escena central nos muestra un contacto íntimo, erótico y amoroso entre dos desconocidos. Tsai la filma con una ternura tan triste y serena que invita a pensar que vio el mundo que hizo posible la pandemia y el que se abre a partir de ahora. Más que ningún otro cineasta, Tsai parece afirmarse como el artista visionario del siglo xxi. Ampliaré en próximo post.


Y terminamos el programa con un mensaje que nos mandó Carlos, un amigo que vive en este momento en Barcelona.

Los invito a escuchar acá los últimos minutos de La otra.-radio (por ahora).

martes, 21 de enero de 2020

La música del año que fue (Selección Segura)

La otra.-radio del 21/01/2020, para escuchar clickeando acá)

Amor Elefante, Billetes falsos

Pablo Comas, Hambre

Botis, La máquina del tiempo

Feli Colina, Feroza


Galean, El mago


Mora y los Metegoles, Dejen dormir


Candelaria Zamar, Una linterna


Paula Maffía, Polvo


Mister, El último piano blanco sobre la tierra


El estrellero, Alto Miedo

Esta es la lista segura de los discos del año que fue porque la hizo Santiago Segura, pero también porque es infalible. Santiago todos los años aporta su selección, que la mayor parte de las veces consta de músicas y músicos que están totalmente fuera de mi radar hasta que el los trae. Por ejemplo, de esta lista de 10 solo conocía a unos pocos artistas, como el nuevo de Botis, Paula Maffía o Amor Elefante -banda de tres chicas y un chico que justamente conocí en una selección de Santiago de hace un par de años, y que esta vez vuelve con un hermoso disco de separación, del subgénero "Nos separamos pero seguimos formando parte de la misma banda", que hasta donde sabemos solo está compuesta por Rumours de Fleetwood Mac y Billetes falsos de Amor Elefante-. La lista es asombrosamente buena, o no tanto, considerando que ya me pasó en años anteriores: de ahora en más voy a adoptar unas cuantas de estas canciones para que vayan rotando siempre en La otra. Hay varias, pero la que realmente me deslumbró es "El último piano blanco sobre la tierra", del platense Mister, que quizá termine siendo mi canción del año. Como por cuestiones de tiempo hay algunas canciones que no llegamos a pasar, las subo al blog. Las otras están el el flujo del programa, que escuchan clickeando acá.








El último piano blanco sobre la tierra 

Ese mundo que apenas conocí
con canciones y sol en el jardín,
ya no existe más
fue hace tiempo su fin.

Pero el cielo croma en mi reflector
y el comando de mi generador
de vida interfaz
está bien para mí.

Este día no es más que un día más
ella viste de acetato y se va
al delineador
de imagen corporal.

Me sugiere que me debo cuidar
hacerme otra cirugía quizá
que a mis 102
no me vendría mal.

Pensar que fui y soy el mejor
senso-ritmo-programador
¿Dirían “letrista” en la antigüedad?

Pero yo me siento un tipo común
aún me gusta usar con auto tune
palabras, sí,
cual droga y amor
en la instrumental.

Pero se trata de sobrevivir
y en verdad nunca no ha sido así.
te adaptarás
con o sin microchip.

Esta noche hay luna flúo y rubí
y algo trajo una voz hasta aquí
¿Dónde andarás
chica del año 2000?

¿Sonará en tu pulsoreceptor
mi última condensación?
¿Dirían “canción” en la antigüedad?

Y aunque me pague una corporación
para sintetizar una emoción
prefiero el rubor que cupo
en la flor sin saber por qué.

A veces sueño con ir al único museo
de cuando al menos había guerras
y con lo más profundo de mí ser deseo
robar el último piano blanco de la tierra.

¿Pero quién quiere escuchar mi canción
hecha con acordes y corazón?
¿ya nadie más?
Fue hace tiempo su fin.

Ese mundo que tanto conocí
con tu cuerpo durmiendo junto a mí
no vuelve jamás
y está bien que sea así.



En el programa, Alejandro Brain también dictaminó cuál es el libro del año que fue: Las Malas de Camila Sosa Villada. Las razones de esta elección también las explica durante el programa.

Y durante el transcurso del programa también nos hicimos un tiempo para hablar de:

- El suicidio de Nisman
- La serie de Netflix de Nisman
- La coquetería de Nisman
- La marcha de Nisman
- El fracaso de la marcha de Nisman
- La saturación de información sobre Nisman
- Nisman
- Los casos psiquiátricos que marcharon en homenaje a Nisman
- Lo bueno y lo malo de Netflix
- La barba del año
- La Rolling Thunder Revue de Dylan
- El nuevo disco de Spinetta que sale esta semana
- El horrible resultado que produjo Eminem al samplear a Spinetta
- El viaje de Alberto a Israel alentado por Cristina
- Los termocéfalos nuestros

Y algunas cosas que ahora se me escapan, pero que encontrarán si escuchan el programa completo acá.

viernes, 4 de octubre de 2019

Radioactividad

Radio Perú acá
Radio Wilco acá
Radio Vayan a laburar acá


Esta semana hemos tenido ultraactividad radial. Además de nuestra habitual audición en Radio Gráfica de la medianoche del domingo / madrugada del lunes, con la presencia de Henrique Júdice Magalhães y su visión de Perú y de Santi Segura anticipando de la salida del nuevo disco de Wilco, el miércoles / jueves pasamos por la ultramadrugada de AM 750 para visitar a Martín Piqué en su programa Vayan a madrugar:


I - Visión sobre Perú


Para escuchar el informe sobre Perú que nos hizo Henrique Júdice Magalhães en la primera parte de la emisión del domingo pasado en La otra, clickeen acá.

Lo que sigue es parte de un texto más extenso de Henrique que complementa lo conversado en la radio (la versión completa del texto en Un Largo):

La literatura peruana no tiene muchas equivalentes en el mundo en calidad y volúmen. A los clásicos José María Arguedas, César Vallejo, Mario Vargas Llosa, Ricardo Palma y Ciro Alegría y a los también consagrados Julio Ramón Ribeyro, Manuel Scorza, Clorinda Mato de Turner, Abraham Valdelomar y Alfredo Bryce hay que añadir decenas de escritores, jóvenes o no tanto, de muchísimo talento y sensibilidad para hurgar en los vericuetos de la sociedad peruana. De allí sacan la materia prima de novelas y cuentos que resultan tanto o más importantes para comprender al país que su respetable tradición historiográfica y ensayística, en la que se destacan Jorge Basadre y Pablo Macera. Pero cuidado: quien mejor logró tal entendimiento (Arguedas) también por ello terminó por suicidarse, y su viuda se fuE después a Sendero Luminoso y estuvo 14 años presa.

Parecería que al tener tantos buenos escritores, Perú se permite el lujo de eliminar algunos, en general a temprana edad como en los antiguos sacrifícios incas y preincas: Javier Héraud (21 años) [1]; Edith Lagos (19); José Valdivia Domínguez (35); Hildebrando Pérez Huarancca, en la casa de los 30 [2]. Los tres primeros comprobadamente muertos, el último desaparecido, todos a raíz de actividades políticas armadas que, en un país muy injusto, consideraron necesario emprender. Los tres últimos, de extraviada manera, pero eso no importa ante los crímenes de Estado que segaron sus vidas.

La calidad y diversidad musical es igualmente impresionante y en eso merece especial reconocimiento la contribución negra, representada, por ejemplo, por la voz y el repertorio de la espléndida Susana Baca. La más grande cantantautora peruana, Chabuca Granda, lo es no solo por su talento, sino también porque, al sumar a sus valses criollos un encomiable trabajo de valorización de esas expresiones de origen africano, se volvió una artista-síntesis de la diversidad musical de Perú. Y es justo agregar una mención a lo que produce la incorporación de influencias del jazz, el blues y la bossa nova a la música del país. En ese rubro se ubica la voz más bella y expresiva que he tenido el privilégio de oír: la de Ingrid Merath (aunque canta también boleros). A la falta de una grabación suya, la interpretación que hace Pilar de la Hoz de un clásico vals con exquisitos arreglos jazzísticos es una buena muestra de esa interesante aleación.

Los versos de Javier Lazo en “De los amores", que canta Baca; los de Chabuca en “Cardo o ceniza”; y los de Juan Mosto Domecq en “Quiero que estés conmigo” hablan de los intensos, desatados amores que saben vivir e inspirar ciertas damas que hay en Lima. 

Tal música y la rara clase de mujer que la inspira, más algunas ricas comidas (frutas, jugos, chocolates, helados) y dos o tres periodistas y abogados que valen la pena (bonus de haber vivido recientemente bajo el autoritarismo, que pone dichas profesiones a prueba), son, quizás, lo único bueno de una ciudad que vive de espaldas al país, es intransitable, tiene demasiado ruido de bocinas, muy precario suministro de agua (un daño más que causaron los españoles, ya que antes el servicio andaba bien [3]) y una oferta cultural sorprendentemente acotada ante su misma producción. No fue en el més que pasé allá, sino a pocos días de regresar a Buenos Aires, que he podido ver (en Sala Lugones) cinco buenísimas películas de Francisco Lombardi pertenecientes a la filmoteca de la Pontifícia Universidad Católica del Perú. [Leer completo acá]



2 - Digámosle Vigilia Wilco: para escuchar esta parte, clickeen acá


@santidelaire, según su identidad instagrámica, irrumpió en los estudios de Gráfica a la 1 am del lunes y con tono desafiante aseveró:

"La semana que viene sale el nuevo disco de Wilco y esta es definitivamente una de las mejores bandas del mundo. Traigo música de toda su discografía. Desde AM (1995, su primer disco) hasta los adelantos de Ode to joy, que sale el viernes" [o sea: hoy].


Wilco tiene una discografía profusa que desconocemos amplia e irresponsablemente, pero los bonitos temas que nos trajo Santi nos dejaron pensando si no tendrá razón.




3 - Agite cultural y la fórmula mágica de la cocacola en Vayan a laburar junto a Martín Piqué



Hay un programa en la radiofonía argentina que sale más tarde y con más frecuencia que La otra.-radio (de 2:00 a 6:00 de la madrugada, de lunes a viernes) y lo conduce Martín Piqué en AM 750: Vayan a laburar. Transcurre la noche en el estudio Antonio Carrizo de la radio situada en el barrio de San Telmo y, cada vez que menciona a Carrizo, Martín se pone de pie. Es una hora que da como para divagar entre las cuestiones que de verdad nos importan: el cine [el ciclo Historia(s) del cine, que empezamos este sábado en IWO], la música, el peronismo, el estruendoso fracaso del macrismo, el agite cultural, las veredas de Buenos Aires y la fórmula de la cocacola. Lo que conversamos pueden escucharlo acá abajo.



martes, 11 de junio de 2019

La memoria es la lengua que siempre va a dar a la muela que más duele

La otra.-radio del 10/6/2019, para descargar clickeando acá

Ilustración: Carmen Cuervo

Con la frase que da título a este post dimos por terminada la reciente emisión de La otra, en la que pasamos por cosas que nos gustan mucho, cosas que nos llenan de amor y gracias y otras que nos dan rabia. Habíamos empezado escuchando a Karina, la Princesita, "Corazón mentiroso", que dice

Ya no vuelvas
contigo corro yo peligro
el corazón lo tienes frío
eres un ladrón de amor
se acabó tu mentira, se acabó
se acabó y te digo
basta, basta, basta.


Mentiroso, corazón mentiroso

No tienes perdón, estás muy loco...


Que puede que esté dedicada al sátrapa que nos gobierna, esperemos que por poco tiempo más, haremos lo posible, o a massa, con el que parece que vamos a ir aliados pero igual no le creemos nada y sabemos que en cualquier momento se puede mandar alguna como saludar al perseguidor político de Milagro Sala, el miserable Gerardo Morales. Como un entrevero de amores y odios este programa. Por ejemplo, nos extasía recordar la primera vez que vimos Juan Moreira y algunos pudimos darnos cuenta ahí que el cine puede ser una experiencia gloriosa, algo que se renueva cuando acabamos de ver Dolor y gloria, la última obra maestra de Almodóvar. Vamos a ampliar muy pronto la sensación de júbilo en que nos coloca Pedro en sus mejores momentos -y este es uno de ellos. No es un buen momento, en cambio, para Guillermo Moreno, a quien en una nota dura pero justa Horacio Verbistsky ha defenestrado, como por otra parte lo viene haciendo desde que Moreno empezó a destruir la credibilidad de las estadísticas públicas en su paso por el INDEC, un instrumento que es imprescindible para calibrar las políticas de un estado más justo, que precisamente Moreno se encargó de arruinar, lo que a la larga ocasionó una ventaja para el enemigo, que puede mentir ahora sobre los pobres o los índices de inflación con el pretexto de que en la época de Moreno se dibujaba cualquier cifra. Puede que en algún momento Néstor dio poder e instrucciones a Moreno para que deformara las estadísticas, pero su irrupción en el INDEC fue tan brutal que aún estamos pagando sus consecuencias. Moreno se autonomizó y durante buena parte del gobierno, ya muerto Néstor, nadie podía manejarlo, hasta que Kicillof se hizo cargo del Ministerio de Economía y planteó que el descrédito que Moreno causó a las estadísticas públicas eran incompatibles con el manejo de la economía de un gobierno popular. Y Cristina optó por Kicillof y Moreno tuvo que irse con la música a otra parte. Y su condición de peronoico old style cada vez cuaja menos con las necesidades de un frente popular que aspire a recobrar el manejo del estado. Moreno es un personaje bizarro que sigue gozando de las simpatías de parte del campo popular, pero más por motivo de su retórica pintoresca y su machilrulismo kitsch que por sus horribles posiciones políticas actuales. Es al campo popular lo que puede ser Ricardo Iorio al rock. Incluso entre algunos integrantes del staff despierta sentimientos encontrados, aunque para quien esto escribe bien se le podría aplicar lo que dice la canción de la Princesita con la que comenzamos el programa. Ahora que estamos emprendiendo el camino de reconstruir una mayoría muy amplia para recobrar el poder, cuando tenemos que convivir con personajes que nos resultan francamente sospechos como massa, el socio político de Morales, una nota como la que Verbitsky publicó el domingo sobre Moreno nos interpela acerca de si acallar las críticas a algunos integrantes o aspectos de un movimiento político tan heterogéneo no es una manera de ayudar a que todo se arruine y, en cambio, si levantar la voz cuando nos parece que algo está haciéndose mal no puede ser una manera para volver mejores. Si ganamos, la cosa igual va a ser difícil, no solo por los enemigos que estarán conspirando desde el primer minuto, sino por algunos de los aliados que pronto podrían volver a mostrar que su compañía era peligrosa.

Lo anterior es todo un párrafo.


"La memoria es la lengua que siempre va a dar a la muela que más duele" escribió Guillermo Saccomanno.

Pero si nos pasó algo muy bueno en la trasnoche del domingo fue descucbrir a un músico que nos trajo Santiago Segura, el inglés Martin Newell, que quizás ninguna otra radio del universo pasa aparte de La otra. Newell hace la música más maravillosa pero nunca se puso las pilas para ser famoso. Hay muchas cosas buenas que nos falta conocer. Y eso puede ser bueno o malo, según como se lo mire.



You would live so fast
'Til your time was past
Lonely runner
With a look so fine
You could turn dark time
Into colour.

And a gallant just for a day
'Til the cheers have faded away
To the opium world
Of the green-gold girl of the summer.


lunes, 7 de enero de 2019

La música del año ¿o no?

La otra.-radio, primera emisión del año, para escuchar clickeando acá 


En el primer programa de la temporada 2019 de La otra.-radio (FM 89,3 Radio Gráfica) hicimos una selección de la banda sonora de 2018. Esta selección fue armada por Santiago Segura, César Colman, Maxi Diomedi y Oscar Cuervo. Esta selección continúa con la que empezamos en el último programa de 2018 (ver acá) y a la vez será completada en las próximas emisiones. Mientras hacíamos el programa advertimos que la segmentación cronológica presenta algunos límites: por ejemplo, Divididos acaba de editar Haciendo cosas raras, en la que regraban completamente, y con algunos cambios significativos, todas las canciones de su primer disco 40 dibujos ahí en el piso, un proyecto que pretenden continuar con casi la totalidad de su discografía. Nuestra selección también incluye Canción sobre canción, el disco que Liliana Herrero grabó en la última primavera y presentó a mediados de diciembre pasado, aunque el lanzamiento oficial se hará en marzo de este año. Liliana interpreta -en las múltiples acepciones que esta palabra puede tener en la voz de Liliana- composiciones que Fito Páez compuso entre  1983 y el año 2000. ¿Es válido asignarle al disco una cronología puntual? Por otro lado, algunas de las músicas elegidas ni siquiera fueron editadas en formatos físicos (CD, vinilo) sino que aparecieron en diversas plataformas de internet. En algunos casos se trata de un conjunto de canciones agrupadas bajo un título común, a las que todavía insistimos en llamar "discos", pero en otros, como es el caso de rapero WOS, aparecieron como canciones sueltas en spotify y youtube, en la que ya obtuvieron varios millones de reproducciones. Lo cierto es que toda esta música la vamos a seguir escuchando en los tiempos por venir. Sospechamos que ya no tiene sentido seguir hablando de "discos del año", ¿o no?. El programa completo, con las canciones y nuestros comentarios, lo pueden escuchar acá.

Wos - Púrpura

Liliana Herrero - Canción sobre canción

Divididos - Haciendo cosas raras

Indio Solari - El ruiseñor, el amor y la muerte

Joe Bonamassa - Redemption

Beth Hart and Joe Bonamassa - Black Coffe

Greta Van Fleet - Anthem of the peaceful army

HTML - 17


Los Besos - Copia Viva


Marilina Bertoldi - Prender un fuego


Laika perra rusa - Marcha I


Dead can dance - Dionysus


Spiritualized - And Nothing Hurt

Los Mundos Posibles - Pintura de guerra


Mi pequeña muerte - Alimentan los lobos

domingo, 6 de enero de 2019

A parar la oreja

Hoy 12 de la noche vuelve La otra.-radio con la música del año - FM 89,3 - Online


Programadores invitados: César Colman (Phantasmagoria) y Santiago Segura (La Música es del Aire).


domingo, 18 de noviembre de 2018

Television en la radio

La otra.-radio: Hoy a las 12 de la noche en Radio Gráfica, FM 89,3, online acá



Hoy en La otra.-radio, FM 89,3 Radio Gráfica, online acá, vamos a hacer un recorrido por la historia de la banda Television, desde sus inicios con Richard Hell -un clásico personaje maldito del rock-. Un repaso por sus dos discos de estudio -el más conocido, Marquee moon, y el ignorado Adventure-, su separación, las carreras solistas de Tom Verlaine y Richard Lloyd -sus dos guitarristas- y sus retornos desde 1992 hasta hoy.

Desde su vuelta tuvieron más reconocimiento popular, pero siguen siendo una banda de culto, a pesar de que hasta David Bowie haya hecho versiones de canciones de Verlaine.

Viene nuestro Santiago Segura y hablará de algunas conexiones argentinas de Television: Fricción, Charly García y del guitarrista Jimmy Rip, integrante de Television y reconocido sesionista que hoy vive en Tigre.



Una noche agitada, las calles tan brillantes
el mundo era tan delgado y entre mis huesos y mi piel
ahí había otra persona
que estaba un poco sorprendida
para encarar a un mundo tan lleno de vida
¿cómo me cayó?
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

Sabé que es como un nuevo tipo de droga
mis sentidos se agudizaron y mis manos como guantes
Broadway se veía tan medieval
parecía agitarse como páginas de un libro chiquito
y me caí riendo
con un viejo amigo
¿cómo me cayó?
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

De repente mis ojos erstaban suaves y temblorosos
yo sabía que era dolor, pero el dolor no dolía
después Richie dijo:
"eh, man, vamos a vestirnos de policías,
¡pensá en lo que podemos hacer! "
pero algo nos dijo: "mejor no."
y caí
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

viernes, 24 de agosto de 2018

Ruidos programados

por Santiago Segura para La otra.-radio. Se escucha clikeando acá.


Nos armé una serie de ruidos programados
voy a reproducirlos para dormir callados
nueve horas de lluvia y pasto.

Quiero ser quien cuide de nuestros silencios
ya sabemos convertir nuestras células en truenos
y la lluvia como un cruel cencerro.

Parecernos a lo nuevo que ocurra
parecernos a las plantas y su escucha.
Creo que cuando hablamos algo falla,
nos parecemos a lo mismo que nos saca.

Me paralizo como un lago que hace años vive en invierno
y tu silueta del otro lado hace las muecas que fui grabando.
No te escucho.



Ya subí el programa del domingo pasado dividido en partes temáticas. Pero hay otra manera de atravesarlo: Santiago Segura vino, como lo hace cada tantos domingos, con su marroquinería llena de música, mayormente novísima. Aparte de la bonita canción de Mariana Michi que encabeza el post (una gran revelación para mí) y de Sol Bassa (otra), también conocimos a Los Andes (no son del rock mendocino, a pesar del nombre), Altertango (estos sí son mendocinos, revelación algo tardía para mí, ya que los muchachos vienen tocando hace años; en el tema que pasamos, ft. Juan Saiegh, Bruno Beguerie y Alejandro Guyot), A la vera, Lucía (banda cordobesa nuevita nuevita) y Sucesores de la Bestia (rosarinos). Como sucede con lo que trae Santiago, gran parte de esto quedará en los anaqueles ocultos en un hueco de una pared subterránea de La otra.