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lunes, 10 de mayo de 2021

Axel Kicillof (Perdón que interrumpa)

En su columna de domingo Martín Rodríguez se propone hacer un racconto ambicioso: los Ministros de Economía desde 1983 hasta acá. 

Los nombra, creo, a todos. Pero le dedica largas parrafadas a Cavallo, Remes Lenikov y Lavagna.

A Boudou lo nombra al pasar, pero no menciona una de las medidas más transformadoras de las últimas décadas: la nacionalización de los fondos de pensión. Tampoco se refiere a la persecución política que esa medida desató y que no termina. La derecha nunca le puede perdonar al tipo que les desarmó uno de los negocios más grandes de la época. Martín Rodríguez lo pasa por alto.

Después a Kicillof lo despacha en tres líneas notablemente mezquinas: omite que es el único ex Ministro de Economía que ganó una elección y la que ganó fue decisiva para derrotar a la derecha y al resto del mundo. Kicillof ganó sin aparato, sin intendentes del conurbano, con la mueca escéptica de los peronistas de paladar violeta. Le ganó a Heidi, la favorita de la derecha, la más protegida, la que gozaba de todos los blindajes.

No conozco si hay en la historia un ejemplo semejante: un ex ministro de Economía que gana el territorio más difícil compitiendo contra la favorita. No solo ganó, sino que aportó la diferencia indescontable para inclinar la balanza en la elección nacional: si Axel no le sacaba semejante ventaja a Vidal, JxC podría haber arañado la segunda vuelta. No sé si Alberto le debe más votos a Cristina que a Axel.

La derecha canalla lo chicanea por su formación universitaria: cuando habla de la gestión sanitaria de la pandemia los alcahuetes de los poderosos dicen que su discurso es pésimo y que nunca salió de las asambleas de la facultad. Pero le ganó a la Hiena sin aparato y sin la fe de los PJ: cuando su nombre empezó a sonar como candidato a gobernador, una compañera se desalentó: "qué vocación por el fracaso". El 20 de diciembre de 2015, cuando macri recién estaba desplegando su plan mortífero, Axel empezó a dar mateadas en el Parque Centenario. Los que más se burlaban de él eran los peronistas de cepa pura. Pueden revisar las redes sociales y los blogs de esos años. 

Su formación es económica pero le tocó gobernar el territorio más grande y más difícil en medio de la pandemia: cuando compartía mesa con Alberto y Larrata, un amigo cineasta tuiteaba con disgusto porque Axel estaba "desubicado" en medio del tono acuerdista que intentaba trasmitir la foto. Axel en esas ocasiones habló sin mentir de cómo encararía la pandemia y cumplió con su palabra hasta hoy. Larrata se sentaba en esa mesa y al mismo le cortaba el agua a la villa 31, para que el Coronavirus dejara de ser una enfermedad de turistas y geriátricos. Hoy el sistema de salud privado de CABA está colapsado y las clínicas derivan sus pacientes a los hospitales bonaerenses donde todavía hay lugar. Axel salva a los que Larrata tira del camión. Mi amigo el cineasta no sé si sigue pensando que Axel es el desubicado.

Martín Rodríguez quiere decir algo en favor de Martín Guzmán, no tanto porque le parezca que sus políticas son las adecuadas (Rodríguez es poeta, de economía sabe tanto como Santiago Llach). Martín Rodríguez escribe un largo artículo sobre los Ministros de Economía para inflar un poco la figura de Guzmán porque supone que Cristina está contra Guzmán. Y Rodríguez está desde hace muchos años contra Cristina. 

Pero para realzar la figura del actual Ministro (al que todos queremos que le vaya bien, incluso con sus torpezas políticas), reduce al mínimo el papel que Boudou y Axel Kicillof jugaron en la política argentina de las últimas décadas. El poeta votó al Frente de Todos y escribe en el portal de derecha elDiario.ar. Los que entienden de poesía dicen que en eso es bueno.

Anoche estuvo Axel con Romina Manguel en A24. Vale la pena pegarle una mirada a la entrevista para delinear algunos aspectos que Martín Rodríguez omite en su extenso racconto:

viernes, 20 de enero de 2017

Kicillof:" Quieren que el trabajador argentino gane un tercio de lo que gana": ¿y la CGT?




Ayer a la tarde, el compañero Gabriel Fernández anotaba en el Facebook de Radio Gráfica/ Señal Medios:

Gráficos Bonaerenses / UOM / CGT / GOBIERNO / KICILLOF. La delegación de la Federación Gráfica Bonaerense se reunió hace minutos con el ministerio de Trabajo, que no consideró los reclamos ante los despidos en AGR. Están deliberando cómo sigue la pelea. Recordamos que en este momento se realiza un paro general de actividades del sector, así como un acto de espera ante la cartera laboral.

Simultáneamente, la CGT encabezada por Juan Carlos Schmidt está reunida con el ministro Jorge Triaca. Están debatiendo sobre modificaciones a las condiciones laborales generales en todos los rubros. Se conocieron los datos oficiales sobre despidos: el Indec informó que hubo 128 mil en el período macrista, cifras que Triaca rechazó. (Ver acá videos para romper el cerco mediático que sufren los compañeros de AGR - Clarín)


En ese marco, la Unión Obrera Metalúrgica representada por su titular Antonio Caló, se acercó a la convocatoria de la FGB para solidarizarse. En estas horas, la UOM sufrió el embate de dos centenares de cesantías y convocó a sus afiliados a movilizarse al ministerio de Trabajo.


Recién hablamos con el ex ministro Axel Kicillof. Además de manifestar su solidaridad con los trabajadores, indicó que no se trata de errores de aplicación sino de un proyecto neoliberal que tiende a reducir los ingresos y por lo tanto la producción nacional. Deseó que los empresarios ligados al mercado interno no se dejen engañar por esta flexibilización que también los perjudica a ellos.

Hasta acá la palabra de Gabriel Fernández.

Dijo ayer Axel Kicillof en su entrevista con la Gráfica: 

"Lo llamativo de este proceso no son las medidas [del gobierno] ni sus consecuencias, porque tampoco hay que tener un doctorado para saber que si empiezan a bajar los salarios - y es una fechoría que piensan volver a cometer este año, ya lo están anticipando, quieren que las paritarias vuelvan a quedar por debajo de la inflación, pretenden flexibilizar las relaciones laborales y reducir los costos salariales-, cuando baja el poder adquisitivo de los salarios, de las jubilaciones, de todo tipo de ingreso, las empresas argentinas no tienen a quién venderles. Si las tasas de interés las mantienen altísimas, la empresas nacionales no tienen cómo financiarse; si sobre eso además la competencia externa no tiene ningún tipo de restricción... y, bueno, si uno tuviera que hacer un plan encaminado a fundir la industria nacional, no haría cosas muy distintas a estas. No son errores que cometen, es su proyecto. Siempre han pensado que Argentina no tiene que dedicarse a ese tipo de actividades, y si lo hace, tiene que ser en base a condiciones laborales parecidas a los países con los salarios más bajos del mundo. Para ellos Argentina tiene que ser un país agrícola-ganadero, con alguna capacidad de recursos minerales; y todo lo demás lo tienen que hacer con salarios similares a los países del sudeste asiático. Si quieren que el salario argentino sea similar al de China, nos están diciendo que el trabajador argentino tiene que ganar un tercio de lo que gana. González Fraga, ahora nombrado presidente del Banco Nación, ha dicho que era una fantasía que la gente tenga cuatro comidas por día; que comprarse un plasma o irse de vacaciones es algo que la gente no se merece".

Otros importantes señalamientos de Kicillof:

- Cuando dicen que la medida más exitosa del gobierno es la salida del cepo, en realidad olvidan que esa salida fue una gigantesca devaluación, que le restó capacidad adquisitiva a los salarios y quitó capacidad de ahorro a grandes sectores de trabajadores.

- El endeudamiento, como en todos los procesos anteriores, esta destinado a una fenomenal fuga de capitales, no hay endeudamiento para inversiones productivas. En 2016 la fuga de capitales se duplicó en comparación con 2015.

- Con políticas recesivas, baja la actividad económica y el estado recauda menos impuestos. Crece un 50% el déficit fiscal en comparación con el último año del gobierno anterior y, para tapar ese bache, se recurre a la peor salida: se endeuda al país en dólares. No hay que ser un doctor economía para notar que esto lleva a fundir la Argentina.

- Tiene que plantearse un frente político de rescate nacional. Siempre hay un desfasaje entre la situación social y la respuesta política de los dirigentes, que vienen un poco atrás. Pero la defraudación electoral cometida por Cambiemos, que no era esto lo que prometió en su campaña de marketing, porque vendieron un envase y adentro había otra cosa, es un grave agravio al sistema democrático. Un frente de rescate nacional es la única salida con que los dirigentes pueden responder a este proceso de defraudación democrática.

Axel Kicillof en diálogo con Gabriel Fernández en La Señal, Radio Gráfica, FM 89,3.




Post-data del editor de La otra: tiene razón Axel en que no hay ninguna sorpresa en la orientación de este proyecto neoliberal ni en los resultados obtenidos. Era previsible que iban a hacer esto y con estos resultados. No hay sorpresa por ahí, responden a la naturaleza del escorpión, que no podrá nunca hacer otra cosa que esto.

Una curiosidad menor es la desorientación de algunos comentaristas que se propusieron como el relevo, la "generación intermedia", que desde una mirada de pretendida lucidez descarnada auguraban un giro de la sociedad al centro y el fin del "negocio del país dividido". Sus hipótesis, que hace 18 meses pronunciaban con tono canchero, han sido rotundamente falsadas por los hechos empíricos. ¿Existe la mala praxis de comentaristas políticos? ¿No forman parte ellos también, aunque en un grado menor, de la trampa que se le tendió al pueblo argentino? ¿Qué quedó del giro al centro?

Una anomalía ya un poco más grave puede describirse con sencillez: los intereses de las clases dominantes son ejecutados con una coherencia, claridad e impudicia pocas veces vistas. Como son ellos mismos los que se apoderaron del estado, no esconden su falta de escrúpulos ni su impiedad con ninguna retórica balsámica, se muestran con obscenidad. Pero en todo este cuadro hay un agujero alarmante, al que Fernández y Kicillof señalan de modo indirecto, aunque se trata del dato clave. Los intereses populares se encuentran, como nunca antes, sub-representados. Es lo llamativo que Kicillof no termina de decir. Es anómalo que el sistema político se halle tan corrido a la derecha y que aún no se vea emerger una dirigencia que se ponga al frente de esa representación popular vacante. Pienso que el sistema político tiene horror al vacío y que, a pesar del cancherismo de la generación intermedia, que va a quedarse en la mitad del río, ese vacío va a ser ocupado con contundencia en un plazo mediano. 

O el pueblo argentino se libra de una vez de una burocracia sindical fofa, blandengue e hiper-corrupta, o se suicida como pueblo. Creo que era Perón el que decía que ningún pueblo se suicida.